No se trata como piensan algunos de que se le pueda excusar por su cultura y tradición gitana, dos términos que él usó una y otra vez - ¡Mi cultura es mi cultura y no la vais a entender! - y detrás de los que se escuda para defender sus ideas orgulloso y convencido de su verdad a pesar de que las contradicciones afloraban en cuanto la presentadora rascaba un poco y metía el estoque sin mucha convicción. Eso es lo alucinante, que la Milá lo trató de forma comedida e incluso con cierta consideración y ni siquiera reaccionó, quedándose callada, cuando él se puso incluso algo chulo en un momento determinado para tomar la palabra por las bravas - "¡Ahora hablo yo!" - y se oyeron murmullos de desaprobación entre el público presente por su reacción. Ya quisiera ver yo a la Milá de otros tiempos cuando toreaba con mihuras de más porte en plazas más difíciles llevándose las dos orejas y el rabo de trofeo. Sería porque ayer noche iba vestida de rosa y eso tendrá efectos que desconozco. Digo yo, porque no me lo explico. O sí. Yo me entiendo.
Una de las virtudes del pueblo gitano y su cultura es la importancia que le dan a la familia, algo que España en general se ha perdido bastante, y los lazos de sangre son sagrados, un vínculo poderoso que se respeta por encima de todo y les obliga y cobija por partes iguales. Por eso Alfredo llevó el tema de Omar con mucha cautela y procuró no utilizarlo abiertamente como argumento a su favor en el concurso. Contestando a una pregunta de Mercedes sobre Omar y su parentesco, aseguró que lo considera como un gran amigo pero para hablar de hermano en su cultura - otra vez la palabra, que vale para todo - hay que convivir juntos y mamarlo desde pequeño. De cualquier manera es evidente que se ha creado entre ellos un lazo muy especial, respetándose en todo momento y Alfredo lo apoyó siempre sin cuestionar jamás ninguna de las conductas de Omar a pesar de que perjudicaron a su grupo. Un apoyo más incondicional que el de Vitín que solo se explica por la solidaridad incuestionable que determinan los lazos de sangre.
Respecto a su concurso en concreto, no me queda mucho que decir, mantuvo una relación correcta e incluso excelente con los compañeros masculinos de la casa y todos sus problemas, los que tuvo, fueron con chicas, especialmente con Yolanda y Paula. Desde mi punto vista en ambos casos se equivocó tanto en el fondo como en las formas y curiosamente la mayoría de sus conflictos se produjeron después del famoso fin de semana en que Lucía llegó a la casa. Para terminar con este asunto quiero pensar, al acordarme de aquel concursante agradable y educado de las primeras semanas que rezaba todos los días dando las gracias a Dios, que Alfredo se vio superado por el estrés de estar encerrado en Guadalix y así como se abandonó a las fiestas y se fue soltando poco a poco a partir de determinado momento, no supo manejar de forma adecuada sus conflictos de convivencia.
La noche anterior, el miércoles de madrugada sobre las dos y media, mientras todos sus compañeros, excepto Fran y Loli, tenían montada en una especie de fiesta en la que todos se travestían en el sexo contrario, Alfredo y Omar dormían plácidamente en la habitación. Nada que ver con aquella fiesta desmadrada alrededor del jacuzzi la noche en que Lucía recuperó a Omar. Entonces Alfredo estaba hipermotivado y se metió en el jacuzi con Hugo de los primeros, y al final su medio hermano también acabó dentro. Vale que la fiesta de los travestidos era un poco forzada pero la imagen de los dos en brazos de Morfeo mientras el resto de la casa estaba a otra cosa, incluso Vitín, me pareció una alegoría de su encuentro en GH 15.
El día que salió expulsada Maika,
su hermana, comenté que a partir de ese momento el objetivo de Loli consistía
en llegar lo más lejos posible en el concurso porque cada día dentro supondría
una victoria y un buen dinero para llevarse a casa. Cuántas más semanas aguantase
en la casa, ahora en solitario, más dividendos y beneficios supondrían para esa especie de sociedad
fraternal Omaitas S.A. que tienen montada las cordobesas de Puente Genil. Todo
lo que fuese salirse de ese camino firmemente marcado en el que estaba en juego
el pan de sus hijos había que descartarlo. Lo primero que hizo fue seguir a
medias el último consejo que Maika le dejó en su despedida desde el plató -
dejar el mando de la cocina – y buscar otras sendas para ganarse la confianza y
las voluntades del resto de los concursantes.
Continuó ejerciendo de “mami” de circunstancias para los más jóvenes y
usó sus artes adivinatorias hasta conseguir convertirse en la pitonisa imprescindible
de una especie de oráculo de Guadalix, como lo era el oráculo de Delfos para
los antiguos griegos, a la que acuden una parte importante de los habitantes de
la casa para consultar su futuro o conocer lo que les deparará el destino antes
de tomar cualquier decisión.
Ayer
la suerte puso en sus manos el destino de su concurso y también el de los demás, al quedar de última para nominar en positivo y aprovechando al máximo la ventaja la inmunidad conseguida
al ser ella la que encontró el libro de Pedro García Aguado, el de Hermano Mayor. Decía en la entrada anterior que como buen gallego soy algo
supersticioso, y no pude evitar el pensar en un conjuro cuando ella encontró el libro que Pedro había colocado en el baño prácticamente a la vista y debajo de su toalla después de que varios
concursantes pasaran antes por delante sin verlo. Y Loli dinamitó el concurso con una
jugada maestra que nos dejó a todos desconcertados por tener
que elegir entre tres nominadas que la mayoría no deseábamos tenerlas ahora en
el punto de mira, librando contra todo pronóstico a Omar y Vitín de una nominación segura si está
fuese secreta y en negativo. Estoy molesto y frustrado, como muchos supongo, porque la cordobesa rescató de
nuestras garras a Vitín salvándolo de una expulsión segura cuando ya nos
relamíamos con la posibilidad de mandarlo a la calle el jueves que viene.
A pesar de perder la oportunidad de tener a Vitín a tiro, con la frustración de
una fiera a la que se escapa la presa en el último momento después de tenerla
acorralada, me saco el sombrero con el inesperado golpe de mano de Loli, un
hachazo al concurso muy favorable para sus intereses que ha puesto patas arriba
la perspectiva de expulsión con la que contábamos desde fuera. Pero esto es GH en estado puro aunque
nos duela, y esta es una sensación familiar que conocemos perfectamente por haberla vivido ya en numerosas ocasiones, la desgracia de tener que elegir para expulsar a quién dejaríamos dentro
todavía mientras que han logrado librarse los que de verdad queremos ver en la palestra. Loli,
con la información que tenía de toda la situación esperó paciente a nominar de última y
eligió la mejor opción para sus intereses.
Ella sabe perfectamente que tiene muy pocas posibilidades de ganar el concurso, por no decir ninguna, por lo tanto, con la inmunidad ganada, estaba en sus manos que se jugasen la expulsión concursantes con los que ella llevaría las de perder en caso de salir más adelante nominada con ellos, sacándose así del medio a estas alturas un posible rival mientras que gracias a sus votos deja dentro a los que cree que tienen peor cartel fuera garantizándose mayores opciones de salvarse si posteriormente coinciden con ella en una futura nominación. En el primer caso están Alejandra - entre las dos primas llevan tres nominaciones y siempre han regresado las primeras de la sala de expulsión -, Shami, que se ha salvado ya de tres nominaciones y Paula, que también se salvó una vez y entiende como buena seguidora del programa que por los últimos acontecimientos debe tener bastante apoyo fuera. Sin embargo si coincide en la palestra con Omar, Vitín o incluso Fran, atendiendo a la información última que ya manejan todos, tendría muchas posibilidades de salvarse y asegurar un mes más en el concurso. En cualquier caso su estrategia ha sentado mal dentro y fuera de la casa, eso seguro, pero al menos actúa con las armas del juego de manera mucho más inteligente que el apoderado, cuyo prestigio cae aceleradamente a mínimos peligrosos como la bolsa y las acciones en octubre.
Ella sabe perfectamente que tiene muy pocas posibilidades de ganar el concurso, por no decir ninguna, por lo tanto, con la inmunidad ganada, estaba en sus manos que se jugasen la expulsión concursantes con los que ella llevaría las de perder en caso de salir más adelante nominada con ellos, sacándose así del medio a estas alturas un posible rival mientras que gracias a sus votos deja dentro a los que cree que tienen peor cartel fuera garantizándose mayores opciones de salvarse si posteriormente coinciden con ella en una futura nominación. En el primer caso están Alejandra - entre las dos primas llevan tres nominaciones y siempre han regresado las primeras de la sala de expulsión -, Shami, que se ha salvado ya de tres nominaciones y Paula, que también se salvó una vez y entiende como buena seguidora del programa que por los últimos acontecimientos debe tener bastante apoyo fuera. Sin embargo si coincide en la palestra con Omar, Vitín o incluso Fran, atendiendo a la información última que ya manejan todos, tendría muchas posibilidades de salvarse y asegurar un mes más en el concurso. En cualquier caso su estrategia ha sentado mal dentro y fuera de la casa, eso seguro, pero al menos actúa con las armas del juego de manera mucho más inteligente que el apoderado, cuyo prestigio cae aceleradamente a mínimos peligrosos como la bolsa y las acciones en octubre.
Con toda su parafernalia de improperios y gestos de contrariedad, Shami se quejaba amargamente después de
la gala de que sus compañeros no la hubiesen apoyado, de que no la quieran y que sólo
las primas le concediesen un punto. Sobre todo mostraba su decepción con la “mami” - Loli -, y con mucha razón, porque no
entendía como era capaz de dar dos puntos a Omar y Vitín, con lo mal que se han
comportado con todos y a ella nada, cero patatero. La ceutí no quiere darse cuenta de que está en un
concurso y que Loli, además de acordarse seguramente de que ella fue la culpable de la expulsión
de su hermana, no viene allí sólo a jugar, porque sus hijos de verdad están
fuera y debe procurarles las habichuelas. Ni siquiera aspira, supongo, como muchas
grandes hermanas a una portada en Interviú, aunque visto lo visto en algunos
casos la pitonisa saldría mejor parada y seguro que tendría su público fiel.
Como mucho, después de hacerse conocida gracias a GH y de la fama de “bruja”, lo suyo sería que la contratasen en uno de esos canales nocturnos de su Andalucía natal
para ejercer de adivina y echadora de cartas.
Al contrario que Shami, afectada y cabreada con su nominación, Vitín y Omar no se acababan de creer que se
habían librado de las nominaciones. La cara del primero era un verdadero poema
cuando vio regresar a Yoli salvada de primera, y ya con la expulsión de Alfredo entendió el mensaje y se veía en la calle el jueves que viene cerrando los ojos con esa expresión que la gente suele
poner cuando piensa que la ha cagado a fondo. En Omar las
emociones parecían otras, en primer lugar de sorpresa con la decisión del público como
si no se lo esperase, pero su mirada lo que de verdad reflejaba era una inmensa
tristeza por la expulsión de su hermanastro (o medio hermano si nos ponemos
puristas). Tal vez porque se sentía el verdadero culpable del veredicto de los
espectadores al pertenecer Alfredo a su grupo. Después respiró con alivio al verse librado aunque sabía que el que se iba a exponer era su amigo, y ahora disponía como mínimo de tres semanas más en la casa. Tal como están las cosas eso es un mundo y la vida da muchas vueltas, y más en Guadalix. Además como premio Paula está nominada, aunque creo que en el fondo no quiere que se vaya, porque no es tonto y sabe que su continuidad en el programa depende del morbo de la audiencia por verlos juntos dentro de la casa.
No tenía intención de cargar las
tintas en Fran, el apoderado, porque ahora, descubierto su juego dentro y fuera
de Guadalix, es fácil darle en los morros hasta cansar. Es un concursante que me disgusta desde el
principio, cuando algunos celebraban su concurso de estratega construido de maquinaciones calculadas y dejando minas de explosión retardada a su paso, lo mismo que
Shaima pero con estilo, como un gentelman del sur embaucando a todos con su voz
de radiofonista frustrado y un vaso siempre en la mano. Cuando se definió al principio como el hombre
que nunca ha discutido con nadie en su vida, pensé que sólo había dos
posibilidades: o era un santo varón o un hipócrita templagaitas. Evidentemente no es lo primero, y como mucho le concedo lo de un tipo tranquilo y diplomático de salón. Aún así es lícito su juego y su presencia nos
sirve de contraste con el nivel de cinismo de otros habitantes de la casa, y
aunque me gustaría verlo fuera lo más pronto posible, sobre todo por ver a Luis
actuando sin su sombra permanente detrás, me molesta muchísimo la forma en que se ha
descubierto su doble juego. Tanto por una de las famosas pelotas de tenis
lanzadas al jardín de la casa por el novio de Azahara, de lo que en principio
no podemos culpar al programa, como por el descuido de todos los años al
permitir que los concursantes escuchen a veces los abucheos o los aplausos de
público cuando el concursante expulsado se despide de la casa. Y esto sí que
pueden remediarlo porque suele dejar tocado al aludido cuando a uno le toca en negativo y ofrece información externa para los demás.
Fran comenzó ayer su campaña para
neutralizar en la casa la información que todos tienen ya de que en el exterior
se le ve como un falso. La mayoría se la guardan y en su momento la utilizarán
como arma arrojadiza o en su beneficio. Otros sin embargo se lo han hecho saber directamente.
Paula, la primera, inmediatamente después de la gala. Sinceramente, la hawaiana
me ha sorprendido gratamente en esta ocasión, comportándose como una persona
lista de verdad y utilizando un tono de voz normal alejado del que usa tan a
menudo de niña tonta y ridícula que realmente no es, y no ha esperado nada en acercarse al apoderado para
decirle que ella interpretó que había ironía en la despedida de Alfredo con él,
corroborado luego con los aplausos y las risas del público de fondo en el
plató. Empezaron a hablar en el pasillo
y luego continuaron en el jardín. Él intento de todas las maneras posibles recurriendo a su palabrería explicar todas sus decisiones y nominaciones que le
afectaban a ella, también intentó dar una interpretación diferente a las
palabras de Alfredo, con una discusión sobre el término - legal – y el tono que
utilizó para referirse a él en la despedida.
Paula se dejó llevar pero es evidente que no se cree nada, y tampoco Fran se cree su propia versión, seguro, el argumento de que todo fue porque él supo guardarle a Alfredo el
secreto que le había confiado de que Omar era su hermano. Un secreto a voces,
por cierto, que la misma Paula conocía y la mayoría sospechaba.
En fin, que al apoderado le queda a partir de ahora un concurso a remolque con el San Benito de falso que le han colgado gracias a
informaciones externas, que encajan perfectamente con las sospechas que ya
muchos de sus compañeros tenían de su doble juego sembrando la discordia en
algunos conflictos de la casa como muy bien apuntó Alejandra, con el tema en
concreto de la putanesca, cuando dijo que el apoderado fue el que rió y celebró
maliciosamente la palabra “putanesca” que utilizó Paula en la cocina
refiriéndose a Lucía.
Respecto a las nominaciones, tengo bastante claro que debería irse Shamy para desgracia del concurso, pero el juego es así. Bueno ese es mi deseo, en primer lugar porque Alejandra es una de mis favoritas y porque Paula debe continuar como elemento esencial de esta edición. Debería hablar también de la situación de Azahara y las dichosas pelotas de tenis que al parecer mandó su novio ante el miedo evidente de perderla al comprobar el acercamiento que está teniendo con Juanma, el primo mayor. Una relación de la que hablé por aquí hace unos diez días y por lo visto no andaba muy desencaminado.
Respecto a las nominaciones, tengo bastante claro que debería irse Shamy para desgracia del concurso, pero el juego es así. Bueno ese es mi deseo, en primer lugar porque Alejandra es una de mis favoritas y porque Paula debe continuar como elemento esencial de esta edición. Debería hablar también de la situación de Azahara y las dichosas pelotas de tenis que al parecer mandó su novio ante el miedo evidente de perderla al comprobar el acercamiento que está teniendo con Juanma, el primo mayor. Una relación de la que hablé por aquí hace unos diez días y por lo visto no andaba muy desencaminado.
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