Después asistir a la parrafada en sueños que
nos regaló Vitín mientras los
demás dormían, cuando se destapó durante unos segundos en la cama y
gritó arrebatado en tono de cani chulesco de barriada a Yoli - ¡Primaaa
tírate encimaaa, tírate encimaaa mía cariño, que no paaasa nada!, o algo parecido, me acordé de Freud, el
padre del psicoanálisis, que consideraba los sueños como ventanas abiertas para
mostrarnos las emociones enterradas en nuestro subconsciente que no se
manifiestan mientras estamos despiertos. Según su famosa teoría si logramos
interpretar correctamente nuestros sueños podemos curarlo casi todo. En el caso de Vitín, todos fuimos
psicoanalistas competentes de salón e interpretamos sin ningún género de dudas
cuáles eran esas emociones, y más por todo lo que vino después. No hace falta
ser un destripa cerebros profesional para saber lo que pasaba por su cabeza en
esos momentos cuando su charla sonánbula lo traicionó.
A menudo los sueños en Gran Hermano suelen convertirse en pesadilla y no siempre por culpa de los demás, sus compañeros; ni siquiera por culpa de nosotros, los espectadores que filtramos con severidad todas sus conductas, como unos monstruos que dictan caprichosos sentencias implacables y condenatorias al salir de la burbuja de Guadalix para enfrentase a un mundo que dejaron y que ya nunca será igual después de la experiencia. La pesadilla, casi siempre, la construyen y la alimentan ellos mismos, ladrillo a ladrillo y error tras error, conformando un monstruo que eclosiona en nuestra pantallas ante nuestra mirada cínica. Otras veces la pesadilla se queda fuera, formando parte esencial de unas vidas que dejan en suspenso durante unas semanas o unos meses, y entran con su rastro y su aroma prendido en la piel y en la mirada buscando un refugio onírico que les permita interpretar otro papel en el teatro de los sueños. Una vida paralela y sublimada para liberarse de las pesadas cadenas que arrastran. Un deseo tan fuerte en algunos casos que jamás desearían regresar a la realidad.
Hay muchos tipos de sueños, algunos reveladores, sobre todo si se expresan en voz alta como el sueño de Vitín. Al principio no entendía como un tipo de treinta años como él podía mezclarse con alguien como Omar, una amistad tan poderosa que los unió para entrar juntos en GH. Me desconcertaba la actitud seguidista hacia su amigo ejerciendo de permanente segundón, a pesar de que es bastante mayor y sus registros y formación son aparentemente superiores. Mientras disfrutaba de sus geniales imitaciones en la casa no entendía por qué el de la gorra torcida tenía esa influencia en él tan determinante; hasta el punto que en los temas verdaderamente importantes parece no mover un papel sin su beneplácito. Algo no me cuadraba. Omar se muestra presuntuoso, arrogante, chulillo, sobrado y sobre todo en el tema de las chicas, su actitud chirría por exceso de soberbia y con comportamientos y opiniones de perfecto fantoche; sin embargo Vitín parece jugar el típico papel de amigo amable, ingenioso y feucho que va detrás del crack recomponiendo los pedazos rotos que el otro deja en su camino a base de gracias y hacerse el simpático. La perfecta simbiosis entre un buen tipo, fiel a su amistad, y el típico arrogante que oculta sus complejos detrás de una fachada de triunfador ligón. El primero da el soporte gracioso, cercano y el segundo remata la faena dejándole las sobras como pregonero para ensalzar sus cualidades de macho alfa y reparar los destrozos emocionales que éste va dejando en su camino con su humor y su inteligencia.
Lo cierto es que ya había cosas que no me encajaban en este concursante con maneras de showman a pesar de lo mucho que me he reído con él: esa insistencia cansina en hacer reír a todos más allá de los límites de lo razonable como si necesitase compensar sus carencias, la traición a Yoli en las primeras nominaciones por complacer a su amigo, esa forma de tirar los tejos a la prima rubia anunciándolo a bombo y platillo para quien quiera oír, implicando a toda la casa en el asunto para que conste en acta y con testigos; proclamando a los cuatro vientos que si a él le gusta alguien que todos ya saben, que si tuviese algo sería con ella, que a él no le importaría llegar a lo que fuese dentro de la casa, etc. Una serie de rodeos sin atreverse a entrar de frente a solas con ella arriesgándose a recibir un no por respuesta cuando él sabe, era bastante evidente, que Yoli desde hace días tiene la mirada puesta en otra persona.
Al final, cuando Yoli comienza a flirtear con Jonathan, el más bajo de los primos aborregados, y la cosa va a cien sobre todo por parte de la prima, Vitín decide jugar sucio intentando torpedear esta incipiente relación al comprobar que su plan de seducción ha fracasado, pidiendo explicaciones a la prima como si ésta le debiera algo e intentando dejarla a ella a los pies de los caballos y al implicar de alguna manera a los demás en el asunto. Para conseguirlo Vitín ha tejido una red de chantajes emocionales alrededor de Yoli con la pretensión de coaccionarla para que se sienta culpable como si de verdad lo hubiese traicionado. No hay nada peor que pedir cuentas por una deuda inexistente, un agravio supuesto que sólo existe en su mente y que en el fondo no creo que sean exactamente celos, como piensan algunos, aunque también, sino que pensando mal ante su actuación un tanto rastrera parece la rabia desatada de alguien que perdió una apuesta previa con Omar por ver quién de los dos pillaba cacho antes en Guadalix. Por cierto, una apuesta que si existiese acaba de perder con el de la gorra que según parece, más rápido que nadie, ya mojó el churro el primero. Lo de mojar rápido es literal, oye. Visto y no visto, aunque una condescendiente Paula lo disculpe.
En cualquier caso, independientemente de que cuajen o no los escarceos entre la prima y el primo que es otra historia, las quejas de Vitín no son más que el decorado de una escena de celos fuera de lugar y sin razón alguna, ya que entre los dos en realidad no había nada, simplemente el inicio de una amistad por el momento. En el futuro nunca se sabe. Sin ánimo de pontificar, tengo claro que ese sueño, por las palabras y sobre todo por el tono, ha sido revelador de su subconsciente, el descubrimiento de que a lo mejor en el fondo, aunque lo disfrace de puta madre, él no es muy distinto de Omar. Por algo son amigos.
Las primas me caen bien y viven GH con intensidad y sin perderle la cara, tanto Alejandra como Yoli. Respecto al tema de las relaciones sentimentales, sé que las cosas hoy en día funcionan a menudo así, y que muchas chicas jóvenes cuando le gusta alguien, no se cortan un pelo y no tienen problema alguno en dar el primer paso para abordar a la persona que las atrae. Tal vez sea un poco chapado a la antigua y esté equivocado, pero creo que esa manera tan directa y natural que tiene Yoli de abordar a Jonathan, por ejemplo, resulte contraproducente y tal vez consiga el efecto contrario de lo que pretende. Me gustaría que la prima rubia no fuese tan apresurada ni previsible en sus intenciones, aunque entiendo que diez días ahí dentro son como un mes fuera, y que sin dejar de ser ella la que seduzca y mueva ficha, lo hiciera de manera más sutil y menos evidente.
Volviendo al mundo de los sueños, algunos de ellos nos contaron los suyos cuando entraron en la casa; pero sólo dentro del concurso tras el escrutinio intenso de nuestra mirada, a medida que se vayan despojando de sus máscaras y poses ficticias llegaremos a saber cuáles son los verdaderos, si aquéllos que nos dijeron al principio o los que están enterrados en el subconsciente y pugnan por salir a flote en esa realidad paralela que viven. Algunos intentan engañarnos, o autoengañarse, anunciando y viviendo sueños irreales e imaginarios asumidos para la ocasión. Pero da lo mismo lo qué nos digan porque con cada paso y con cada acto suyo siempre acaba floreciendo la verdad. Otros son más transparentes y sus sueños, radiantes o vulgares, no guardan misterio alguno para nosotros. Y por último están los que nos torean y confunden; aquéllos que se esconden detrás de un caparazón ofreciendo pistas falsas y equívocas para que nos perdamos, concursantes que nos obligan a esforzarnos para encontrar la puerta que abre el territorio de sus sueños, o pesadillas. Y estos son tres fundamentalmente para mí: Azahara, Shaima y Alfredo.
Alfredo, incrustado como pareja de su medio hermano y el gracioso de Vitin, vive al margen como en un sueño paralelo y protegido por su fe para domar unos demonios o sueños que no conocemos, si es que los tiene. A veces muestra la patita, las más para borrarse y desaparecer del cuadro, y algunas para retratar su verdadera mentalidad, algo que quedó patente cuando intervino en una conversación sobre el tema la infidelidad con otros de la casa, cuando hablaban de lo que harían si encontrasen a su pareja con otro. El no dudó - La raparía al cero - dijo, amparándose en las costumbres de su etnia con las mujeres en estos casos.
Azahara pasa de puntillas por la casa, pero paradójicamente lo hace pisando muy fuerte con ese mar de contradicciones a cuestas que juzgamos nosotros, que conocemos lo que se cuenta de ella fuera, y también algunos compañeros. Con ella estoy interesado por saber cuál es la magnitud de sus sueños y hasta donde va a llegar y qué está dispuesta a hacer para conseguirlo. De momento está contenida, y al contrario de Paco, sabe que esto es una carrera de fondo y hay que dosificar la información que se da y jugar sin prisas sus cartas pero interesándonos en seguir su juego.
Y al final tenemos a Shaima, con su triunfal semana recibiendo un rapapolvos en toda regla, muy merecido, por parte de Maika. Ella seguramente dejó la pesadilla fuera y entró en busca de algo que todavía no conocemos en toda su magnitud. Unos sueños que podemos intuir y que no tienen posiblemente nada que ver con lo que nos confesó en su presentación el primer día. Creo que fue la pitonisa Loli, no podía ser otra, la que hace unos días no se equivocó al señalarnos parte de la clave cuando dijo que mientras los demás allí se sienten encerrados, Shami por el contrario se siente totalmente libre en la casa.
Esta noche nos meterán un nuevo concursante para sustituir a Papirrin José. Mañana estaremos hablando de ello y de las consecuencias de las segundas nominaciones después de todo lo que pasó esta semana en la casa. Y el juego no ha hecho más que comenzar.
Forastero marulo
maruloooo :)) estoy deseando saber qué opinas de la lucía
ResponderEliminara mí no me gustó ná, no porque no me gustase, al principio, que mucho, sino porque acabé la noche teniéndole pánico, ayss como nos agarre cuando salga y se entere de lo que voy a decir de ella.....
me encanta tu entrada, como tiene que ser, donde yo voy con pulpos tú te acuerdas de froid, luego vuelvo y te cuento, forastero..