1.- Lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada (Edmund Burke)

2.- Hay un límite a partir del cual la tolerancia deja de ser virtud (Edmund Burke)

viernes, 20 de marzo de 2020

EL DÍA QUE VOLVAMOS A BESARNOS SIN MIEDO


     Ojalá pasé pronto este momento tan difícil que hace un mes ni siquiera imaginábamos. Un pasado que fue todavía ayer y que ahora mismo nos parece tan lejano. El paraíso perdido y secuestrado de las cosas gratis y sencillas que nos regalaba la vida: pasear, bailar, darse la mano, compartir y soñar juntos y revueltos la aventura de cada día. 

   Ojalá desaparezca este virus letal y odioso que roba de forma tan cruel la vida a nuestros mayores sin la posibilidad de despedirnos de ellos agarrando su mano para darles el último adiós.

   Ojalá pronto, igual que hoy 20 de marzo, brote también la primavera en nuestros corazones y nuestra piel pueda reconocerse otra vez en la del otro con el lenguaje universal, íntimo y necesario de las caricias y los abrazos.

   Mucho más pobres y arruinados todo esto pasará, seguro, pero ya nada será igual que antes cuando recobremos la libertad por fin el día que volvamos besarnos sin miedo. 

Forastero marulo

viernes, 10 de enero de 2020

MÁS LUCES QUE SOMBRAS

    Bueno, ya estamos en el 2020, estrenando la tercera década del siglo XXI con el mundo patas arriba y hecho unos zorros. No digamos ya en este bendito país, con el regalo de reyes que el pasado martes 7 de enero nos hemos llevado los españoles con el nuevo gobierno de coalición que se alcanzó después de una trifulca monumental en el congreso de los diputados; y lo que nos espera todavía los próximos meses a nivel político con semejante panorama y el personal asilvestrado o subido a la parra. Como dice el dicho a la tercera fue la vencida, por fin, pero no sé si la que va a quedar vencida y finiquitada es España, o sabe Dios cómo, después de este largo año que empezó con una moción de censura que apeó a Rajoy del poder y dos elecciones generales más para lograr este parto. Más o menos lo que dijo con un puntito de cachondeo el rey don Felipe a Sánchez cuando éste fue al palacio de la Zarzuela a comunicarle oficialmente la buena nueva: “Ha sido rápido, el dolor viene después”.

    No niego que haya sido ocurrente e irónico el monarca con la frase si tenemos en cuenta que el hombre ha estado en boca de todos en las intervenciones y debates del congreso durante la investidura, unos para denostarlo o censurarlo y otros para lanzar los “vivas” correspondientes y oportunistas a la monarquía, pero rápido lo que se dice rápido el proceso para llegar hasta aquí tampoco ha sido. Más bien ha sido todo una agonía y más larga que un día sin pan. Aunque nunca se sabe, claro, porque la fiesta no es cómo empieza sino cómo termina. Lo cierto es que la cosa no pinta bien lo miremos por donde lo miremos. En fin, que no quiero hablar mucho más de política porque se me revuelve el estómago y aún lo tengo fino, el pobre, después de tanto exceso navideño y lo que te rondaré morena, porque el mundo por ahí fuera se está poniendo calentito y pintan bastos, por no decir bombazos y tambores de guerra.

    Lo del título de esta entrada - más luces que sombras - va por otro lado, fundamentalmente por el tema personal, el que más me interesa, que por ahí no hay queja y que dure porque es lo importante.  Además si hablamos de luces esta Navidad, y también la anterior, aquí en Vigo vamos sobrados, como imagino que media España y también media humanidad ya sabrá si hacemos caso a nuestro magnífico y mediático alcalde que nos tuvo la ciudad hecha un primor y petada hasta los topes en estas fechas. No voy a engañarme, el tipo es un poco populista y parece que no tiene abuela el hombre, de lo sobrado que va y lo mucho que presume, pero hay que reconocer que es un crack y la verdad da gusto ver una excelente gestión de los recursos públicos generando ilusión, optimismo y resultados espectaculares y palpables en todos los campos, no sólo el del lucerío navideño, y además con deuda cero. Que sí, que nuestro prócer socialista está un poco pagado de sí mismo, un vanidoso adicto al trabajo que disfruta de la fama y las cámaras más que un niño con una piruleta a la puerta de un colegio; pero quién no tiene defectillos, porque visto el percal de lo que se cuece en general entre nuestra miserable clase política tanto a izquierda como a derecha cuando aparece un personaje preparado e inteligente como Abel Caballero, con su impostada vena populachera y todo, yo lo tengo muy claro: ¡Que Dios nos lo conserve muchos años y a ser posible con mayorías absolutas!. 


   Hablando ya de lo nuestro, de GH, el de los anónimos por supuesto, debo confesar mi satisfacción por no haber seguido ni comentado desde aquí la última edición del programa, la que terminó hace dos años en diciembre de 2017. Visto a toro pasado parece que juego con ventaja después del escándalo, que extiende sus tentáculos hasta la actualidad, de la supuesta violación de una de las concursantes del programa por parte de un compañero en una noche de fiesta y borrachera durante el concurso.  Como desconozco el tema y éste al parecer se encuentra en manos de la justicia no voy a comentar nada sobre el asunto, sólo recordar las razones que me llevaron ese año a no implicarme en el GH Revolution (GH 18 para mí). En una entrada del blog de aquel septiembre comentaba mi renuncia a seguir una edición que había calificado como “Pandemoniun GH 18” tras confesar que no me sentía con fuerzas para seguirlo ni con ganas de perder el tiempo en lo que me parecía un despropósito. También comentaba que una intuición me empujaba a desconectarme del todo ante las malas vibraciones que me produjo la gala de presentación y que atribuí en parte al poco entusiasmo que me provocaba Jorge Javier Vázquez, su presentador.  ¡Bendita intuición!.

    Respecto a los demás concursos marca de la casa como supervivientes y GH Vips ni flores, como siempre. Me consta que han tenido y tienen un éxito brutal, hasta el punto de que algunos conocidos que durante años censuraron de alguna forma que un tipo como yo siguiese Gran Hermano, están ahora tan enganchados a estos formatos con sus famosetes de medio pelo que me preguntan con cierta frecuencia mi opinión sobre algún concursante, o por situaciones del programa que se hacen virales, dando por supuesto que yo me lo trago todo al ser un fan declarado del GH original. Menuda decepción se llevan cuando les digo que nanay, que no los sigo ni sé de que me hablan; aunque respeto totalmente a aquellos que los siguen porque entiendo que son programas mucha enjundia y entretenidos. Pero no son para mí, no puedo con ellos.  

    El caso es que los mandamases de Telecinco andan preocupados de que el tinglado se les venga abajo por culpa de no haber intervenido cuando debían en el feo asunto de la violación, teniendo en cuenta el boicot de algunas empresas que se publicitaban en sus concursos aunque el número de espectadores no decaiga. Al fin y al cabo los ingresos de las empresas publicitarias pagan el fiestón y es necesario tratarlas con mimo, aunque se comporten como ciertos roedores que abandonan los primeros el barco podrido y a la deriva cuando éste se va a pique.  Recalcando que no estoy puesto en el tema de esta polémica, lo curioso es que a lo largo de la historia de GH (hablo del de anónimos) se produjeron situaciones de sobra que todos conocemos como para sacar también la tarjeta roja a Telecinco, y con amagos de boicot y protesta por parte de los espectadores. Entonces se dejaban pasar algunas cosas que hoy pondrían al personal en guardia o en pie de guerra a la mínima, y desde la prepotencia de la cadena se pasaban todas las críticas por el forro con la seguridad de que, además, las polémicas mas controvertidas suponían un aumento de espectadores. Hoy GH camina en el alambre y la cadena ya no es tan dueña de hacer y deshacer a su antojo sin el peligro de que le toquen al bolsillo, que es donde más duele.
     Lo que no deja de sorprenderme a lo largo de todos estos años es comprobar como algunos ex concursantes de GH, los más mediáticos sobre todo, cuando logran entrar en la nueva categoría de famosetes y famosillos de medio pelo después de pasar por el programa vuelven a participar sucesivamente en otros formatos como GH VIP o Supervivientes. Por poner dos ejemplos significativos entre los últimos y sin ir más lejos, tenemos a Adara Molinero (GH 17) que acaba de ganar en diciembre el último GH VIP y a Sofía Suescun (GH 16) que ganó el supervivientes de 2018.  En estos casos siempre me acuerdo de una entrada del año 2011 en el blog, titulada “Nunca me abandones”, donde ya entonces reflexionaba sobre esta cuestión argumentando como este tipo concursantes de GH acaban perdiendo de alguna manera el alma al entregarnos una y otra vez parte de sí mismos cuando encadenan participaciones en este tipo de programas, y para explicarlo hacía una comparación de esta situación con la triste historia de los protagonistas de la novela y película del mismo nombre que el título de la entrada cuya desgraciada existencia de clones consistía en donar sus órganos hasta que "cumplían" el cometido para el que habían sido creados y morían.

    Volviendo al tema de nuestro concurso, al final llego a la triste conclusión de que si ya no tenía ganas de sumarme desde aquí, como en últimos años, a la aventura de seguir y comentar una nueva edición de GH, lo que ha pasado deja herido de muerte al programa original y puede que desaparezca de la parrilla, o que lo dejen en el congelador durante un tiempo esperando a que escampe la tormenta y lleguen tiempos mejores.  A lo mejor, lo que ocurre es que el GH de los anónimos simplemente ha dejado de ser rentable para Telecinco en comparación con los formatos que incluyen famosos. Y no hay más cera que la arde. 

     Al final me quedo con mis luces (muchas o pocas, según se vea) y dejo las sombras en puntos suspensivos....

Forastero marulo