LÍBREME DIOS DE LAS AGUAS MANSAS

    Que de las bravas me libraré yo....

    Quién más y quién menos habrá escuchado alguna vez esta frase en su casa, generalmente de los labios de su madre, de su abuela o de esa tía mayor de la familia que ejerce de matriarca o de madrina y siempre está ahí para lo que haga falta.  Un refrán siempre vigente que forma parte de esas enseñanzas propias de nuestra cultura popular y transmitidas de generación en generación que nos avisan y advierten de los peligros que encierra la vida, y que en este caso concreto nos alerta para que veamos más allá de las apariencias y no nos dejemos engañar de las primeras impresiones ni de las personas que aparecen disfrazadas con la piel de cordero, porque pueden ser tan dañinas, o más, que aquéllas que embisten de frente como los toros bravos y las vemos venir sin que nos pillen desprevenidos.
   

     Lo digo porque hoy tocaba hablar de Suso a fondo, algo a lo que me vengo resistiendo más allá de cuatro consideraciones obvias y porque no me motivaba en absoluto hablar de un hombre tan transparente en sus múltiples defectos y escasas virtudes como concursante de GH; pero después de la que se armó ayer en Guadalix cuando les presentaron los porcentajes de las votaciones tan igualados por arriba para dos de las nominadas, con los sollozos de Sofía de fondo mientras él, de protagonista principal, reclamaba varias veces parcialidad con Raquel al resto de la casa - por cierto nadie le sacó del error de que pedía para la extremeña justamente lo contrario de lo pretendía - no me queda más remedio que ponerme al asunto.

      Tras corroborar una vez más su desconocimiento del vocabulario al confundir el significado de parcialidad con imparcialidad en un momento tan dramático como el que vivimos ayer y volviendo al refrán que da título a la entrada, recuerdo que me hizo mucha gracia la forma que Suso tuvo de explicar lo mismo la otra noche a las de su grupo. El concepto es el concepto y lo hizo a su manera, como si fuese una idea propia, o un pensamiento filosófico derivado de una reflexión profunda y transcendental pero que tal como lo expresó parecía más bien un resumen enrevesado de una máxima propia del típico libro de auto ayuda de andar por casa. "Confía en el que te ataca y desconfía del que no te ataque" vino a decir más o menos el figura, refiriéndose, claro, a todos aquéllos que él considera falsos y rehuyen cualquier enfrentamiento directo con él.  Paradójicamente, según su máxima, después de lo de ayer no le quedará otra que aumentar la confianza en sus compañeros, porque le atacaron de frente, en tropel y por donde menos se esperaba, como en el caso de Aritz, que merece un análisis mayor aparte.

      Es increíble la idea inflada que tiene de sí mismo jactándose de que todos sus compañeros están pendientes de él para bien o para mal, concluyendo que si alguien no le da estopa es que se la está clavando a sus espaldas seguro. Por un momento me pareció que nos quería vender una versión taoista de nuestro refrán de siempre y no sé porqué, pero me acordé del consejo que nos daba el mítico Bruce Lee, una leyenda de las pelis de kárate, en una antigua entrevista que le hicieron antes de morir: ¡Sé agua amigo mío!. El caso es que el barcelonés es muy aficionado a las frases grandilocuentes sacadas de contexto, un refrito descafeinado de filosofías baratas de extrarradio que indican cierto engreimiento o unas ansias desaforadas por destacar. Todavía recuerdo que hace unos días, tras quejarse agobiado de los palos que llevaba por todas partes, decía en tono algo presuntuoso a los suyos que era como un león que venía a lamerse las heridas.

       Al final, el concurso del barcelonés casa perfectamente con la noticia de la que me enteré hace un par de días: la de su participación en uno de esos realitys de los viceversos en el que eligen a un tronista al que le presentan una serie de pretendientes como en un mercado de ganado que el protagonista debe "probar" - lo digo en el más amplio sentido de la palabra - hasta quedarse con uno o una de los candidatos.  Desconozco los pormenores del funcionamiento de estos programas pero al parecer el hombre fue rechazado como candidato. Lo traigo a colación porque esta información externa, que en el fondo me da igual, explica de alguna manera su forma de concursar y el prisma desde el que Suso observa el mundo, los asuntos carnales y su relación con las hembras (para él, aparentemente da la impresión de que son simplemente eso) de la casa.

      Quiero dejar claro que ellas, las que entran en su juego, no le quedan a la zaga y en muchos casos consiguen que el supuesto cavernícola baile a su son. Precisamente es lo que pasa ahora mismo con Raquel que maneja a Suso con relativa facilidad para lo suyo y cuando él va, ella ya está de vuelta. Por eso me gustaría continuar con la extremeña unas semanas más en la casa, y no sólo por ver en qué acaba la cosa entre los dos, sino sobre todo por contrariar a Marta, que pase lo que pase siempre acaba ella de ofendida y en medio de guerras que no son suyas. No soporta perder su parte de protagonismo vaya o no el tema con ella y le encanta siempre revolver con el palo entre el estiércol. Ya le recomendaba la otra noche Nichela, sensata como siempre, que no debía meterse en lo que no era asunto suyo cuando la canaria furibunda y algo histérica decía que estaba a punto de explotar y con unas ganas locas de cargarse a Raquel.  Al final ayer, después de escuchar algo que le decía la extremeña a Amanda intentando animarla, Marta aprovechó la ocasión para darse por aludida y desencadenar la tormenta perfecta y meterse de lleno en la bronca que se montó.  Más tarde Raquel, en el confesionario, más elocuente y disparada que nunca, dio en el clavo cuando advirtió al súper que vayan preparando toneladas de kleneex y mogollón de psicólogos para el día que salga nominada la canaria.  Incluso a los que teóricamente son de su grupo les cuesta entender el comportamiento extremista de Marta, por ejemplo a Nichela, que ya le dijo personalmente lo que pensaba sobre su actitud, o a Quique, que la tiene muy calada. 

     Volviendo al protagonista de la entrada de hoy, y aunque a algunos nos pese, el tipo se ha convertido en uno de los ejes del programa hasta ahora, lo mismo que otros de perfil similar lo fueron en ediciones anteriores del programa. Es lo que hay y forma parte de la cuota necesaria del programa. La realidad es que el macho alfa nunca pasa desapercibido para las hembras, y se le desea, se le teme, se le odia o se le desprecia pero jamás se le ignora. Por eso las chicas de la casa están pendientes de él, unas para intentar llevárselo a la cama o montar la carpeta y otras para criticarlo con razón a todas horas. Al final nadie queda indiferente ante él, e incluyo en el saco a los chicos. Los más listos, tanto ellas como ellos, como los buenos cazadores, saben perfectamente que para sus fines nada hay mejor que un compañero con el pecado de la vanidad.  Aunque parezca lo contrario es siempre de largo el más manipulable y fácil de abatir.  El mismo Suso confesaba ayer, muy consciente de cuál es su punto más débil, que tiene miedo a una trampa de su propio ego. En general son concursantes que dan mucha audiencia pero siempre se quedan en el camino.

    No quería terminar sin comentar el debate del domingo por la noche. Bueno, denominar debate a semejante bodrio es desprestigiar la palabra, porque el espectáculo que nos sirvieron fue lamentable una vez más. Como tengo por costumbre hace ya varios años seguí la mayor parte del debate desde dentro, es decir desde el directo de la casa e ignorando en gran parte el circo que se montan en el plató. Aún así vi algo del escarnio y la mofa en que se convirtió el programa a cuenta de Muti. Tanto es así que acabé arrepintiéndome de lo duro que fui con el sevillano desde este blog. No me parece de recibo el escenario que diseñaron sentándolo en un trono para darle leña al chaval hasta en el carnet de identidad. Un tercer grado de la grada que se transformó en un auténtico abuso que llegó a traspasar los límites de lo admisible teniendo en cuenta que el chico es bastante inmaduro y determinados comentarios y risas sobraron a pesar de lo torpe que fue su concurso.  Muti hizo un amago de marcharse del plató pero al final volvió al potro de "tortura" dentro de una coreografía en la que Jordi ejerció de cínico como el sólo sabe hacerlo ofreciéndole una disculpa del programa en nombre de todos los colaboradores.  No digo que el último concursante expulsado de GH 16 no mereciese las críticas pero fue excesivo el modo cómo lo hicieron.  Me acordé en ese momento de la buena de Lydia en GH 12, a la que también le organizaron un montaje similar para burlarse descaradamente de ella con el pony Tato en el plató cuando salió expulsada de la casa.  La pobre, siempre educada y con su eterna sonrisa, aguantó abochornada aquel humillante y vergonzoso espectáculo que no se merecía.  No es la primera vez ni será la última, por desgracia, en que la cadena se ceba descaradamente con algunos concursantes de un perfil determinado hasta dejarlos en ridículo. Y no digo más.                   

PD: Creo que ya sé para que sirve la famosa llave de Aritz.  Ayer con su enfrentamiento directo con Suso y por otros asuntos comienzo a entender ciertas cosas de don perfecto y de su manual. Quedará para otro día.

Forastero marulo