No era la
mujer más alegre y divertida ni tampoco la más feliz, pero era una mujer
valiente, leal y generosa. Se llama Clara
Toribio y fue concursante de Gran
Hermano 17. Cuando la conocí...
Cuando
la conocí y cruzó por esa puerta para entrar en nuestras vidas, hace
exactamente dos meses y una semana, recuerdo que me llamó ya la atención, y en
aquella primera entrada sobre GH 17 que publiqué el diez de septiembre la dejé
de las últimas para expresar esas primeras impresiones a vuelapluma sobre los
concursantes que a modo de reto, y guiándome por la intuición, acostumbro a
dejar plasmadas siempre cada año desde minuto uno para comprobar en qué medida después éstas se cumplen. Y hablé de lo altísima que era subida a sus también
altísimos tacones, una prenda imprescindible que ella decía adorar, pero lo que me
llamó la atención de aquella recién llegada tan desenvuelta y llenando totalmente la casa,
era que me parecía una mujer transparente, campechana y echada “palante”. Una
mujer de esas que no se iban a esconder ni a arrugar y aunque lo intentara,
escribí intentando hacerme el gracioso, sería difícil porque se la vería de
todos modos.
A grandes
rasgos aquella primera sensación se ha acabado cumpliendo, y después de esos
momentos iniciales lo que me llamó poderosamente la atención a lo largo de los
siguientes días y semanas fueron algunos rasgos que ella parecía poseer y que siempre me interesan de una mujer, tanto sí es amiga o compañera, y que son la inteligencia, la
lealtad y la generosidad de miras. También valoro mucho la capacidad de
comunicación, de conversación, de saber expresar lo máximo gracias a la palabra.
Algo que ella disfruta a raudales salvo cuando le pierden las formas y se impone
ese temperamento bronco que saca a pasear cuando las cosas se le tuercen y aflora
ese poso de amargura que ha encorsetado de manera casi permanente todo su
concurso y que ha teñido de dudas su sensatez y su capacidad de autocontrol cuando
descarga sin paños calientes toda su frustración contra todo lo que se mueve y se siente atacada, ella o los suyos.
En ella
admiro además esa forma natural de ganarse las voluntades ajenas, la capacidad
de liderar y de echarse sobre sus hombros cualquier responsabilidad colectiva
llevando los golpes en primera fila para proteger a los suyos hasta extremos a
veces exagerados y poco recomendables. Una postura que le ha valido a veces con
justicia el calificativo de guardaespaldas, una función que no implica
necesariamente que se vea como algo peyorativo y que ella se ha tomado con un
gran sentido del humor cuando se arrancaba tarareando con mucha sorna la emblemática canción de Whitney Houston del guardaespaldas cada
vez que se lo soltaban para ofenderla.
En
cualquier caso lo suyo se trata de una aureola de autoridad indiscutible, un
don que posee de forma natural, una poderosa arma que se ha ganado a pulso y
que de alguna forma la define como protectora del territorio de sus afectos. Un
rango de capitana de la tropa que una gran parte de los compañeros, convertidos
ahora en amigos que la aprecian de verdad, aceptan encantados. Y sin
coacciones, no como apuntan de una forma algo insidiosa sus numerosos
detractores, porque todos los que conviven con la madrileña y logran su amistad
saben que en ella siempre tiene respuestas concretas para todas sus preguntas o dudas y que
jamás dejará de posicionarse cuando sea necesario, se lo pidan o no. Es cierto
que al entregarse tanto a veces exige a los demás como contrapartida fidelidad
y adhesión inquebrantable, y ante cualquier atisbo de traición pueda parecer que
se comporta como controladora en exceso, sobre todo porque sus gestos y sus
formas resultan aparatosas y supuestamente intimidatorias, pero estoy
totalmente convencido, y es una opinión personal que se puede compartir o no,
que detrás de esa pantalla de aparente agresividad, adornada de palabras
gruesas y gestos a veces inaceptables que distorsionan y oscurecen su imagen como concursante, se esconde uno de los corazones más sensibles y generosos,
sino el que más, de toda esa casa.
Por
tanto, es muy difícil y arriesgado valorar con tino y justicia a una
concursante tan poliédrica como Clara, porque independientemente de que
se conecte o no con ella como espectador nadie puede negar que posee una
personalidad tan rica y compleja y con tantos matices, algunos controvertidos,
que no se puede despachar en dos o tres sentencias como hacen muchos de sus
detractores, una simplicidad de valoración que sí puede servir, sin embargo,
para bastantes de sus compañeros cuyo paso por la casa se podría resumir en dos
o tres frases, o en función de la carpeta o carpetilla de turno.
Tampoco nadie podrá negar que esta edición de GH en lo bueno y en lo malo, una
valoración que dependerá de las trincheras de las que uno forme parte, no se
entendería ni sería la misma sin su presencia. Solamente Bárbara y en menor
medida Miguel e incluso Adara, pero en otro sentido, podrían
hacerle algo de sombra en este particular podio.
Con todo
lo dicho, lo que ahora mismo me corroe y me indigna es pensar cómo ha sido posible que
GH haya desperdiciado de manera tan miserable la oportunidad de haber realizado
una de las mejores entrevistas de la historia de GH. Ése que dicen presenta el
programa tenía delante a una mujer de altura, no sólo de estatura física y de
presencia imponente, algo que ella misma es incapaz de ocultar y reconoce, una
presencia que intimida al interlocutor pero no sólo porque le pueda sacar una
cabeza a cualquiera, hasta el punto que ayer en la gala el susodicho se buscó un taburete elevado al máximo
mientras que el de ella lo rebajaron para no perder la perspectiva de una
concursante de muchos quilates y controvertida a la que no supo, o no pudo,
sacar partido ni un diez por ciento de sus posibilidades. Una concursante
inteligente, poliédrica, temperamental, sincera y tan entregada al espíritu del
concurso, con tantas tramas y vivencias dentro de la casa, que podría llenar perfectamente tres o cuatro largas entrevistas y quedarse corto.
Me
subleva que ante semejante potencial de una personalidad arrolladora y
fundamental para entender mínimamente GH 17, centrasen prácticamente todo el
tiempo en su relación con Fernando. Siempre defendí que el gaditano fue
un tremendo lastre para ella durante el programa. Un concursante tan pésimo que
el día en que lo expulsaron respiré tranquilo. Sobre todo por ella. Por eso no
viene a cuento que ayer desperdiciasen una entrevista que en manos de otro
presentador, o de otros guionistas, podría constituir un regalo maravilloso
para todos los que amamos con pasión este programa. Por el contrario la
utilizaron con el objetivo ruin y muy corto de miras de humillar aún más a un
personaje que tenía poca defensa y que ya se había retratado en numerosas
ocasiones. Por una vez, me fastidia tener que decirlo, el tuvo su parte de
razón al denunciar el jueguecito sucio de sacarlo del plató para regresar
después en presencia de Clara y ponerlo una vez más al pie de los
caballos intentando destapar sus supuestas mentiras con unas ansias excesivas
de venganza y fuera de lugar por parte del programa, sabiendo que ella,
valiente y sincera, era el último recurso para hundirlo y arrastrarlo aún más
por el fango si ella contradecía las declaraciones que Fernando expuso
sobre la verdadera naturaleza de la relación que habían mantenido los dos en la
casa cuando salió expulsado por primera vez.
Es
inconcebible tanta torpeza, un error de estrategia garrafal por culpa de unos
criterios tan cutres y carpeteros que me dolió doblemente al ver como se torcía
una entrevista que empezó con toneladas de halagos y “mermelada” por parte del
que presenta hacia la expulsada, y que no auguraba nada bueno, cuando era
evidente en sus primeros compases que si hubiesen sabido tocar las teclas a la
altura de la inteligencia y el genio de Clara, y analizando con ella sólo una
cuarta parte de lo que fue su concurso al margen de Fernando, se podría haber alcanzado durante la gala, como en los buenos tiempos, el
nivel de las mejores entrevistas de la historia del programa. Una altura y un
nivel a la medida de la madrileña, que dio muestras en los pocos compases que
le dejaron de que estábamos ante una concursante que independientemente de lo
pensemos de ella ha sido, en lo bueno y en lo malo, pura esencia de Gran Hermano.
Digo siempre que me ganan aquellos concursantes que a través de ellos consigo llegar a los demás hasta
demostrarnos quiénes son y descubrirnos sus emociones. En el caso de
Clara llegamos más allá porque gracias a su presencia y a su concurso algunos
compañeros han ganado y mejorado personalmente y no lo digo yo, lo dicen ellos
mismos, sobre todo Rodrigo, Bea, Miguel e incluso Alain.
Ya sé que muchos argumentan maliciosamente que en realidad los tenía anulados y
sometidos bajo su bota dictatorial y supervisora. Algunos dicen incluso que los
tenía literalmente acojonados. Desde luego no comparto en absoluto esta opinión
y en su despedida ayer de la casa creo que se demostró con suficiencia lo que
digo si nos dejamos de demagogias baratas y abandonamos las ansias de ejercer
de psiquiatras de pacotilla. Como debemos valorar la moneda por sus dos caras, es cierto que esta cualidad de sacar lo mejor de los demás pudimos verla también en su orientación negativa, porque su concurso logró extraer
además lo peor de otras concursantes: Bárbara y Adara, y por lo
visto ayer en el plató con su sola presencia consiguió activar la peor cara de una desquiciada Candelas.
Volviendo
al tema de Fernando, consiguieron romper con su presencia en el plató la magia
y la complicidad que por primera vez ese presentador había conseguido con
alguien expulsado hasta ahora. Y aunque a Clara se le torció por un
momento el gesto y se avinagró con el espectáculo montado con él, demostró en
vivo y en directo que es una persona íntegra y en ningún momento dejó vendido a
su compañero. “Mi lealtad puede con todo” le espetó al presentador consciente
de que ella podía haber destrozado sin despeinarse la poca reputación que le
quedaba a Fernando. Una lección de lo que significa ser leal a un amigo
aunque éste la hubiese decepcionado, y no dijo más del gaditano de lo que le
había dicho a él mismo a la cara durante el concurso. Algo que hemos visto todos,
como el día que le llamó cobarde por no atreverse a decir lo que sentía, o la
vez que le expresó su decepción, durante los escasos días de la repesca que él aguantó en la casa antes de que lo expulsasen de nuevo por bocazas, cuando le reprochaba que venía cambiado del exterior y guardando las
distancias con ella, y aunque aceptaba su actitud a regañadientes le decía
aquello de que cada uno tenía su verdad. Sólo se negó a comentar la enigmática
frase - “Eso no se puede contar” - que le soltó a Miguel en la casa,
cuando su mejor amigo y confidente intentaba sonsacarle cosas y
cotilleos íntimos de su relación con Fernando.
Adara
está, según mi punto de vista, a años luz de Clara en todos los sentidos. Algo
que se vio en el confesionario cuando tuvieron que ver juntas, conmocionadas y
avergonzadas, los vídeos que la dirección del programa les metió en vena y sin
anestesia sobre sus salvajes enfrentamientos con las vísceras emocionales arrancadas
de cuajo y desparramadas por toda la casa en una sucesión de escenas
interminables que ni en las películas mas bestias de Tarantaino se
podría superar (es un detalle que la organización en toda la noche no sacase
vídeo alguno de Bárbara, aunque sin su presencia en esas disputas es
difícil tener una perspectiva completa de la cuestión). Clara asumía que
tal como se veían las cosas fuera no tenía duda alguna de que se iba ella, e
incluso pidió perdón a los que se hubiesen ofendido asegurando que se sentía
avergonzada por su comportamiento al verse así en los vídeos. Más tarde ella le
decía a Adara que con lo que acababa de ver se ratificaba aún más su
papelón de víctima, y fue desgranando ante la azafata las razones de lo que
decía. Adara apenas fue capaz de replicar a tantos argumentos, ni siquiera con su
pobres “no argumentos” de siempre.
Como no quería que la indignación me nublase el juicio y mi única intención era intentar escribir una entrada lo más acertada posible sobre Clara desde mi perspectiva no voy a comentar, a propósito, más de lo necesario el bochorno que supuso una vez más el juego descarado de los porcentajes. Podría escribir una nueva entrada completa ciscándome en el programa y en sus tejemanejes que en la gala del jueves alcanzaron unas cotas de cinismo y atrevimiento impensables, hasta tal punto que parecía que se estaban riendo descaradamente en nuestra puñetera cara. Y sí, pudo pasar cualquier cosa, pero pasó lo que ellos querían y nosotros no éramos más que los monigotes que votábamos como cooperantes necesarios de semejante desvergüenza. Un verdadero escándalo lo veamos por donde lo veamos.
Me da igual que nos quedásemos por tres putas llamadas sin nuestra guardaespaldas, sin la hermana mayor, sin la capitana. Esa concursante brutal y magnífica en todas las acepciones del término que ha llenado con sus claroscuros y todas las emociones posibles nuestras pantallas. Una mujer de altura a la que le falló quizás la generosidad final de ser elegante con Adara en la despedida, cuando subrayó otra vez, igual que en la sala de expulsiones, la verdad incuestionable de su victimismo militante, algo que suscribimos muchos desde fuera. Si hubiese dicho o hecho otra cosa no hubiese sido ella misma, con todos sus defectos y virtudes, y aunque Clara no ha sido esa concursante perfecta que siempre espero encontrar en cada edición para embarcarme totalmente en su singladura, ella era una de mis finalistas y por supuesto mi ganadora de los que quedaban en la casa.
Forastero
marulo
Estoy de acuerdo contigo Marulo, vemos igual a Clara. Me da mucha pena que ya no esté en la casa. El jueves daba por hecho que se iba y a ratos me decía que era lo mejor. Que si volvía de la sala de expulsiones se vendría muy arriba y quizá mostraría su peor cara. Pero luego pensaba que me daría igual, que prefería ver su peor cara que no verla más. Cuando se quedaron solas ella y Adara y vi como seguía incidiendo en sus errores de siempre, que aun viéndose en la calle quería morir matando, volví a pensar que era mejor que se fuera. Cuando se enteraron de los porcentajes tan igualados me dije "ahora sí, ahora va a rebajar su tono y sus críticas a sabiendas de que no está todo decidido", pero no jajaja, ella, erre que erre. Y pese a todo, sin gustarme su manera de proceder, me seguía dando pena tener que perderla, me parecía un desperdicio prescindir de ella en una edición donde hay tan pocas neuronas y tan pocas personalidades contundentes. Como bien dices, sino hubiera actuado como actuó hasta el último momento no hubiera sido ella misma. Genio y figura hasta el final. No era perfecta y dejaba mucho que desear en muchos aspectos pero ha sido una de las personalidades más complejas que ha pasado por esa casa. Es por eso que lamento quedarme sin ella.
ResponderEliminarEn la sala de expulsiones Adara parecía muy pequeñita a su lado. Estaba muy nerviosa, cohibida, como ida en algunos momentos. La realidad creo yo es que no se estaba enterando de nada. A Adara le cuesta procesar. No entendía los porcentajes (pues no dijo al día siguiente la muchacha que, jo tía, 49.000 personas querían verme fuera) yo creo que tardó bastante en darse cuenta de lo que estaba pasando. Y a su lado Clara de chåchara con JJ de tú a tú, como si estuviera de vuelta de todo. Clara dijo en esos momentos algunas grandes verdades, más lúcida que nunca. Tengo que admitir que Adara me gustó cuando le tendió la mano a Clara justo antes de la expulsión. Creo que venció todas sus aversiones porque estaba muerta de miedo, sinceramente pienso que hasta que empezaron a ajustarse los porcentajes a Adara ni se le había pasado por la cabeza que podía ser ella la expulsada, y necesitó apoyarse en alguien, aunque esta fuera su peor enemiga.
En fin, sobre la entrevista, nada que añadir. Otro desperdicio. Clara estaba dispuesta a hablar y a sincerarse porque ella cree en este programa. Ya lo he dicho más veces, Clara cree en la pureza y la esencia de gh, ese es uno de sus grandes valores como concursante. He visto a ratos el directo y se nota su falta. Creo que sus compañeros la querían pero creo que ella los ha querido más. Y ahora falta algo en la casa, esa parte de verdad que Clara imprimía a la convivencia. Este año me da la impresión de que hay poco cariño entre ellos, pocas relaciones profundas y verdaderas. Para mí era ella la que ponía más sentimiento en todo.
Hola!, vaya final de Gh que me estoy llevando!!, sin tiempo para ver el directo, para leer con tiempo este blog... me faltan horas al día!!
ResponderEliminarClara, Clarita!, tan linda ella. Me gustó en la sala de expulsiones, haciéndose más y más grande gracias a que estaba junto a una compañera que no podía o no sabía estar a la altura, una vez más, de lo que el programa le pedía. Clara sí, entendió y se puso a hacer, como en la casa, como sospecho hace en la calle, porque Clara es así, habla sin tapujos en cualquier lugar, de cualquier cosa.
Me gustó en plató, en donde volvió a hacerse más y más grande de nuevo en tanto en cuanto ese que presenta no pudo o no supo estar a la altura de ella por más se procurara equilibrar altura.
Dispuesta a todo, a dar las pertintentes explicaciones que le pidieran, pero ese que presenta, ese que dice respetar a los ghermanos, no quiso hacer repaso alguno, más que como dices, Forastero, valerse de ella para finiquitar una entrevista que se le puso a la contra en su día...Clara tiene momentos con todos sus compañeros, con todos, momentos que deberían haberse señalado en la entrevista; sin duda alguna, de todos los gh de esta edición la concursante de mayor recorrido. Ella me gustó, sorbre todo por ser ella misma en todas sus respuestas.
Ya sé que Fernando te repatea, Forastero, pero a mí esa rebeldía que muestra en el plató no quedándose callado, replicando una y otra vez a ese que presenta, me gusta. De momento, ha conseguido lo que otros GH en aquel primer día de edición, cuando ese que presenta tan cobardemente arremetió contra ellos sin conceder derecho a réplica... ha conseguido la atención sobre él, aunque sea de forma adversa y porque ese que presenta se enrabieta con él y le busca las cosquillas porque sabe no pudo en su día doblegarle.
Ese sr, sí, ese que presenta, si le sacamos de "pedo, culo, caca, pis" no tiene mayor recorrido, en esos términos se siente a gusto, y sus entrevistas si no van del tema ... no llega, no llega!
Y me vuelve a pesar mucho esas palabras, " yo os respeto mucho", que se lo diga a Montse el mucho respeto le dispensa... será cínico el tío!!
Una cosa sí que se le dijo a Clara con la que comulgo, y es que espera de los demás más de lo que quieren dar, y es que no se debe pretender que los demás sean y/o actuén como nosostros hacemos.
Una curiosidad mía ( este año no pillo una), ¿qué es eso que dices de Candelas?, sé le tiene manía a Clara y está muy ensu contra, pero la armó en plató?
Si no recuerdo mal, a los de la casa se les dijo que faltaba poco, no?, pues eso, con Clara fuera, esto se finiquita en un abrir y cerrar de ojos... y yo que me alegro :-)
Maltissa, hasta hace unas pocas horas estuve desconectado del directo, y sólo el sábado a última hora de la tarde empecé a informarme tímidamente de cómo está la casa sin Clara. Con muy pocas ganas de momento, eso sí. Es algo que me suele ocurrir en GH cuando se va uno de los concursantes que considero fundamental en el concurso, o que me gusta tanto que me ayuda a tanerme enganchado al 24 horas y no hago más que buscar información sobre él o ella al minuto si puede ser posible. Es cierto, se nota un vacío tremendo en Guadalix sin ella, y por lo poco que acabo de leer creo que fue Bea la que comentó a sus compañeros que la casa esta vacía sin Clarita y mucho más aburrida.
ResponderEliminarTambién creo, como tú, que es de esas personas de las que ha dado más de lo que suele recibir. Y tal vez ésa sea la razón principal del sufrimiento y las tremendas decepciones que ha recibido en su vida y de las que nos habló para explicar algunos de sus comportamientos y actitudes en la casa. Sobre todo le cuesta mucho aguantar y perdonar una traición.
Creo que la palabra que define a la perfección el estado de Adara en la sala de expulsiones es “conmocionada” y también sobrepasada. Todo lo que allí pasó con el baile de los porcentajes, y con la visión conjunta a cara de perro de los vídeos de sus peleas, paralizó casi por completo a la Azafata que parecía tragar saliva con tremenda dificultad. Por fin vio las orejas al lobo y a ver ahora como gestiona tanta información. Espero que ahora cambie y conozcamos una mejor versión suya. Pero tengo muchas dudas de que eso pase.
Y lo de la entrevista es para echarse a llorar. Sabes, me gusta como planteas lo del amor de Clara por GH; tanto es así que lo vivió, disfrutó y sufrió a tope, dispuesta a dejarse la piel en el concurso y a desnudarse emocionalmente si la entrevista fuese como debería. Me hace gracia, porque uno de los títulos que estuve a punto de poner en la entrada en vez del actual era: Una de los nuestros; en homenaje a una de las mejores pelis de Martin Scorsese. Porque así siento a la madrileña, como una de los nuestros, que también nosotros entregamos gran parte de nuestro tiempo, ocio e incluso de nuestro sueño para dedicárselo a nuestro programa.
Otra cosa, así como en la entrada anterior dedicada sobre todo a Adara utilicé como título el comienzo de uno de los más famosos poemas de amor de Neruda - por cierto vas a tener que cobrarnos por el copyright de títulos que nos regalas a todos, tú ya me entiendes ;-) -, en ésta tampoco me pude contener y comienzo la entrada con otro parafraseo literario en homenaje al primer párrafo del primer libro de la saga del capitán Alatriste de Pérez Reverte. Se lo tenía merecido la capitana de Guadalix
Prudent, lo que están haciendo este año es de un nivel de desfachatez sin límites, no me extraña que estés siguiendo poco el programa aparte de que no tengas demasiado tiempo como habías comentado hace unos días en el blog. Yo aún no tengo claro cómo se montaron la película, a lo mejor fue todo al contrario, y también me lo creería, pero sospecho que la que llevaba la delantera en votos para la expulsión era Adara y fueron llevando la gala y los vídeos a dónde ellos quisieron, como otras veces, hasta que tuvieron claro que Clara había superado por la mínima a la azafata.
ResponderEliminarHay dos cosas que me hacen sospechar este escenario. La primera fue que el día anterior a la gala, o dos días antes, dándome una vuelta por ese mundo infernal y tóxico de algunos twiters sobre GH me encontré un twit del gato encerrado – no recuerdo exactamente donde – que decía que tenía la mala espina de que Adara estaba en peligro y que había que implicarse votando, o algo así. Su blog es el oficial de Telecinco y probablemente le lleguen algunos soplos. Y la segunda fue que durante la gala, en los cinco minutos de la cuenta atrás hasta cerrar los teléfonos nos pusieron un vídeo, prácticamente de la misma duración y convenientemente editado, con la famosa conversación de Clara con Alain sobre su relación con Meri. Todo orientado para arrancar voto a voto hasta el último minuto y el último segundo. En fin, un cúmulo de hechos sobre todo este último, porque el otro es una pura especulación, para recelar por completo de la limpieza de las votaciones.
Es verdad lo que dices, Clara estuvo de diez tanto en la sala de expulsiones como en la entrevista; porque así como muchos concursantes se empequeñecen e incluso se diluyen desde el momento que entran en la sala de expulsiones, y todavía más cuando están en el plató; en su caso fue todo lo contrario se fue haciendo más y más grande, tanto que el formato actual, el presentador, la gala, los guionistas, todo se le quedó pequeño y cutre. ¡Muy poca gala para tan grande concursante! Y ojo, lo digo no sólo desde la perspectiva de aquellos que les gusta y la apoyan, sino también desde el punto de vista de sus detractores, porque incluso para aquellos que la consideran la villana o lo peor de la edición, el programa no estuvo a su altura.
Respecto a Fernando, ya sé, en la entrevista le dio en los morros al que presenta y se rebeló, algo de lo que me alegro por eso digo en la entrada que lo aplaudo y por una vez le doy la razón al gaditano, pero eso no quita para que entre los dos con su disputa le robasen demasiado tiempo a la protagonista de la noche, que era ella. Algo que me cabreó muchísimo.
Lo de “exigir a los demás lo que ella da” es uno de los grandes defectos de Clara, y de muchas personas, y como le digo a Maltissa se debe tal vez a que se trata de una chica que está muy escaldada en la vida en ese sentido a pesar de su juventud. Se le nota herida y desengañada, porque seguramente debido a su temperamento y su forma de ser, igual que la hemos visto en la casa, es una persona que se entrega demasiado y a tumba abierta y sin embargo los demás no siempre la han correspondido de la misma manera. Me hubiese gustado que en la entrevista le preguntasen por esto y el porqué de sus reacciones y de su actitud protectora y exigente con los demás. A ver si hoy mismo domingo por la noche en el debate Jordi se deja de chorradas con toda esa pandilla que lleva al plató e incide en las cuestiones de verdadero interés para entender mejor a Clara y su concurso. Pero tengo pocas esperanzas puestas en ello, porque aquí de lo que se trata es de montar el espectáculo y un guirigay en el plató.
Lo de Candelas, que al final resultó una veletas de cuidado y mira que me gustaba al principio, es que llamó falsa a Clara sin venir a cuento en algún momento durante la entrevista. La asturiana parece resentida con ella y no sé muy bien porqué.
Sí, Prudent, a ver si esto se acaba pronto, que yo también me alegraría :-)
cari, debes ser pariente de Clara...o una de las bolleras que dice que le entran el dia del orgullo cuando va a chueca disfrazada de policia,,,si no, no s eexplica tanta coba y tanto falseo d ela realidad jaja...ala pues que seas feliz con tus mentiras y con tus mundos de yupi-ogro
ResponderEliminarClara en su despedida demostró una vez mas lo perra rencorosa que es....envidia pura y amargda por el éxito de Adara desde el minuto 1. Ella, Clarita, intentó carpeta y le salió rana...fue llorando por las esquinas y el confesionario su desamor, pero, claro, con lo basta que es no hay quien se lo crea...Ya a la desesperada intentó liderar la casa y arrinconar a adara haciendole un bulling de manual, pero se estrelló contra la de Alcobendas que los tiene bien puestos. Ya al final clara lloraba de rabia de no poder con Adara...jaja PA-TE-TI-CA
ResponderEliminarLa gran frase de Clara: he sufrido mucho en la vida...jaja, luego las que van de victimas son las otras me parto!!!!
ResponderEliminarpor si ha alguien le interesa la opinión contraria, bastante mas ajustada a la realidad, se recominenda esta entrada:
ResponderEliminarhttp://hablamosdetele.blogspot.com.es/2016/11/clara-la-clara-expulsada-y-eclipsada.html
DON FORASSSSSSSSSTERO gracias por todo. lo sabes.
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