1.- Lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada (Edmund Burke)

2.- Hay un límite a partir del cual la tolerancia deja de ser virtud (Edmund Burke)

martes, 30 de septiembre de 2014

LA VERDAD SÓLO TIENE UN CAMINO

    Entro al toro, es decir a Paco, el primer expulsado de este año por desgracia, y lo hago de forma indirecta a través de Luis, el torero, que es quién mejor leyó las cosas de un concursante que llegó hasta Guadalix acompañando a Shaima para explicarnos a todos, entre otras cosas, los trucos infalibles que debe conocer un hombre para hacer feliz a una mujer en la cama. Confieso que tomé apuntes con más interés que el torero porque la verdad uno nunca sabe cuando va a necesitar de sus hilarantes pacoconsejos para salir triunfante y satisfecho de un encuentro amoroso. Otra cosa, juro que a partir de hoy, y no seré el único, no podré evitar fijarme de reojo en la cara de las señoras cuando se bajen del bus en cualquier parada de mi ciudad, y si descubro cualquier atisbo de sonrisa bobalicona o un arrobamiento extraño de felicidad en sus caras me preguntaré seguro si estaban en lo cierto o no esas amigas de Paco sobre la facultad orgásmica que tiene viajar para ellas en ese transporte público. Estoy que no duermo desde el domingo con la noticia.

    Bueno, quería decir que Luis, a pesar de su juventud - 23 años nada más-, sin grandes estruendos ni alharacas, con inteligencia y saber estar, está consiguiendo poco a poco calar en la audiencia y también en sus compañeros; igual que el orballo, esa lluvia fina de mi tierra que sin uno darse cuenta lo empapa todo. La misma Azahara, condicionada por su estrecha visión animalista, se lamentaba de la dificultad que tiene para "odiarlo" al comprobar que es un tipo agradable y educado que se hace querer. El torero es la antítesis de Omar, que se ha centrado en lo suyo apostando todo a la carpeta infumable que se ha montado con la hawaiana; mientras que Luis, más que de matador chulesco y rancio que era lo que se esperaba, tiene aires de joven diplomático y reflexivo con educación y modales exquisitos

    Decidió raparse el pelo en una especie de rito de iniciación, un cambio radical, como el que abre una nueva etapa en su vida y rompe las cartas de su última enamorada después de un doloroso desengaño, o como el peregrino que quema sus ropas viejas intentando desprenderse de una etapa finiquitada buscando la purificación. Ahora ha empezado a jugar y todos los datos y conclusiones que ha estado acumulando estos días de paciente observación del territorio Guadalix se han materializado de pronto con la necesidad de actuar y cambiar de rumbo y Fran, su apoderado y mentor, para bien o para mal, se ha sumado a esta nueva etapa con entusiasmo, tanto que parece él quién lleva el timón en este viraje de rumbo.  Decía en la entrada anterior, cuando estaba nominado, que era Fran el que me sobraba y aunque ahora mismo, acabado el recreo y tras el susto, ha dado un paso al frente para empezar a concursar, desde la perspectiva del concurso de Luis creo que es necesario que se vaya su apoderado, y no porque Fran sea un mal acompañante, todo lo contrario, sino para poder apreciar en toda su magnitud la evolución que se le supone al torero.
    Fuera de la vista de los demás, en el confesionario, admitió compungido que estos días lo está pasando fatal por arrastrar a Hugo en las nominaciones por culpa de Azahara. Su declaración entre lágrimas respiraba autenticidad y además es el único que ha sentido de verdad la expulsión de Paco, él único que ha sabido ver la parte positiva y la cara amable de este verso libre que ha sido el taxista en Guadalix durante los diez días que ha aguantado dentro de la casa.  El torero expuso ante el súper con sinceridad sus angustias y temores, y sobre todo cuáles son los principios por los que se rige en su comportamiento, aquellos que le enseñaron en su casa desde niño cuando nos recordó una frase de su madre que tiene como santo y seña para conducirse en la vida: La verdad sólo tiene un camino.  

    ¡Que se lo digan al taxista!. No sé si la "verdad" tiene uno o varios caminos, pero lo que sí tengo claro es que se trata de un camino retorcido, con múltiples atajos, con baches y trampas que hay que sortear sin perder la dirección ni romperse los morros.  Desgraciadamente para Paco, que creía tener todas las claves de cómo ganar este concurso, lo mismo que se vanagloriaba de llevarse a la cama al 90% de las mujeres que conoce, no supo tocar las teclas correctas para salvar el round más peligroso y difícil, que es siempre el primero. Cuando uno en GH se arriesga y juega fuerte para imponer sus dotes de seducción ante los espectadores debe tener muy en cuenta dónde está y porqué para no acabar noqueado y tumbado en la lona antes de tiempo.  Y si no es así, simplemente debe dejarse llevar  en alas del programa hasta donde éste le lleve.  Si resumimos mucho, lo más triste es que al final fue barrido por unos simples planes de boda "chachi pirulis" y fantasiosos de una "pitiminí" como Paula. El taxista de los tangas de colores se sabía muy bien la letra de la canción, pacoconsejos incluidos, pero la música no pegaba ni con cola. Al final se pasó de frenada hasta el punto que ya casi nada podía evitar la colisión. No midió los tiempos y tocó muchos palos de fricción con demasiadas personas dentro la casa en tan pocos días, un periodo en que aún los estamos conociendo, y los espectadores suelen castigar en primer lugar a quién sale por peteneras; que por cierto en el concurso suelen ser mujeres como muy bien apuntó Mercedes.
    En estas ocasiones uno debe saber muy bien el momento oportuno de colocar en el mercado su producto, que en este caso de GH se trata de postularse a uno mismo. No se trata sólo de cómo presentarlo y venderlo, ya se sabe, el márketing y todas esas caralladas de los economistas, sino que debemos tener claro a qué segmento de población se lo queremos endosar para tener éxito. Y también como dosificar luego la información y la gestión para que la presencia dure en el tiempo y no se convierta en flor de un día como le pasó a Paco.

   Durante la gala del domingo, una vez más las redes ardían enfurecidas acusando al programa de tongo y amaño al comprobar como expulsaban a Paco y se salvaba Paula, tras comprobar en las encuestas que ella le llevaba cierta ventaja en los votos como candidata a la expulsión. La Milá se hizo eco de la crítica y nos recordó a todos con una templanza que hace tiempo que no le veía para estos temas, implicando a las familias y amigos presentes en la gala, que nada de nada porque ellos son escrupulosamente imparciales. Después de tantas ediciones no seré yo quién niegue la honradez de la casa amiga, faltaría más, pero no hace falta recurrir al fraude directo para que las votaciones de expulsión puedan verse cuestionadas, y orientadas ciertamente en la dirección que le interese al programa.  Supongamos que durante toda la tarde del domingo, algo muy probable, las votaciones entre Paco y Paula estuviesen muy reñidas por una pequeña diferencia de votos, a una hora determinada el expulsado era él, y media hora tarde era ella. Quién nos asegura que el programa sin romper la legalidad, otra cosa es la cuestión moral, decide cortar las votaciones y cerrar los teléfonos justo en el momento en que la persona que menos interesa para el concurso está más cargada de votos. Otras veces cuando la cosa está muy pareja entre los dos, les interesa  lo contrario: alargar la votación. Y nos ponen unos porcentajes ciegos para que los partidarios de menganito y fulanito sigan votando hasta el último momento.
   También podríamos hablar de porqué en la gala del domingo no los juntaron a todos en la sala de las nominaciones, como se ha hecho tantas otras veces, para que fueran regresando a la casa uno a uno en orden inverso al número de votos, dejando para el final los dos con más votos para ser expulsados.  No es difícil pensar que a la dirección de GH no le interesaba que tuviesen información dentro de la casa sobre quién está o no en peligro. En definitiva, que sin cometer fraude en el sentido estricto del término si que condicionan la dinámica del concurso manejando los entresijos de las nominaciones, y la información que sobre tema dan a los concursantes.

   La gala, y me refiero en concreto a la entrevista que Mercedes le hizo a Paco, logró sacarme unas buenas sonrisas y que pasase un momento realmente divertido. Los dos acabaron conectando y toda la conversación resultó muy surrealista y recurrente alrededor del tema de sus lecciones de seducción. Contribuyeron  a crear ambiente las geniales intervenciones de Juani, la madre del taxista, que sólo le faltó decir - ¡Anda pasa pa casa chaval que se enfría el cocido que te he preparado y deja de hacer el panoli que ya eres mu mayor pa estas cosas! . Lo cierto es que la buena señora disfrutó también con las chorradas cómplices que acabaron haciendo y comentando su hijo y Mercedes: que si la falta de pelos en el culo, que si sus amigas se excitan cuando viajan en autobús, que si el peto de látex de ella, y ya sólo faltó que el hombre nos hiciera allí, tan experto, el famoso "monólogo de la vagina".
    Me gustó la tranquilidad cómo Paco abordó la despedida de la casa y sobre todo la determinación de no entrar al trapo con el tema de Shaima que le planteó Mercedes disculpando a su acompañante de ocasión en todo momento; y respecto a la carpeta que se tienen montada Omar y Paula, dijo lo que pensamos muchos, que no se cree la pareja, en concreto por parte de él. Es decir que él vio dentro lo mismo que muchos de nosotros vemos fuera.  Al final, ante la pequeña provocación de la presentadora preguntándole si creía que su paso por Guadalix merecía un aplauso de parte del público, Paco no dudo y le contestó inmediatamente - Pues claro que sí, me merezco un aplauso - Una frase perfecta para cerrar este primer capítulo de GH 15.  El plató entero le aplaudió y yo también, por supuesto.

Forastero Marulo

sábado, 27 de septiembre de 2014

ARRASTRE Y NOMINACIONES: DILEMAS MORALES



    Los que somos de puerto de mar, sobre todo con un gran componente pesquero, sabemos perfectamente lo que significa el “arrastre”, un tipo de pesca masiva que para capturar un tipo de peces determinado, muchas veces, se lleva por delante a otros que no se buscaban, víctimas colaterales de unas técnicas y artes de pesca que cuando se usan mal no distinguen entre especies causando un daño innecesario al medio marino.

    Arrastrar en las nominaciones: éste es el nuevo concepto que este año se incorpora al amplio y rico vocabulario que hemos ido añadiendo entre todos al diccionario del concurso.  Aunque recurriendo a la misma familia léxica tal vez deberíamos utilizar de manera más apropiada, cuando hablamos de nominaciones en GH, al término “arrastre” como sustantivo, que resumiendo un poco podríamos definir como la "situación en que la nominación de un concursante determinado tiene como efecto la nominación de su acompañante, a quién no queríamos nominar, con la probabilidad indeseada de que al final sea éste el expulsado y no el primero, a quién de verdad pretendíamos ver fuera"

   Una forma de nominar que según nos prometía Mercedes los últimos días sería lo nunca visto, y que tal como se produjo era también una de las fórmulas que se barajaban en las redes al especular sobre el asunto. Nada del otro mundo, por otro lado. Al final, estas nominaciones se convierten en uno de los peajes más duros de concursar en pareja, un contrapeso negativo al privilegio de entrar acompañado en Guadalix. Ellos concursan en compañía, bueno eso algunos porque otros parece que están con el enemigo o se han quedado solas como Paula, pero en todo caso deben asumir como algo suyo las aristas menos amables y los pecados de su acompañante, lo que incluye como hemos visto, dejarse arrastrar a nominaciones que serían en muchos casos diferentes si se llevasen a cabo en solitario. 

  En definitiva, una situación que a buen seguro traerá consecuencias interesantes las próximas semanas, cuando las nominaciones sean más ajustadas y la elección del acompañante resulte más difícil de asumir cuando pasen los días y los intereses cruzados o divergentes entre los miembros de una pareja concursante colisionen en la sala de nominaciones. Esta primera experiencia ya nos ha mostrado en toda su crudeza la dificultad que tiene esta forma de nominar, una decisión que como hemos visto supone con demasiada frecuencia costes emocionales que en un futuro próximo podrían dinamitar la cohesión de algunas parejas.  Ayer atisbamos con claridad de forma incipiente los peligros de este nuevo y diabólico sistema de nominaciones, cuando algunos se vieron arrastrados a nominar a quién no deseaban por complacer a su acompañante, y del otro lado algunos se dieron cuenta, en unos casos con amargura y en otros con resignación, que fueron nominados por la mala gestión de la convivencia de su acompañante. O eso creyeron sin la más mínima duda, como en el caso de Shaima.
    Debo reconocer que uno a veces se equivoca, sobre todo cuando me precipité, quizás, criticando el tema de entrar en parejas por aquello de considerarlo un ataque flagrante al espíritu de Gran Hermano. El caso es que sólo llevamos ocho días de programa y es justo destacar que la edición de este año, con mochilas acompañantes y todo, respeta cien veces más ese espíritu que otras ediciones con concursantes en solitario de infausto recuerdo. Sigo en guardia por si acaso, pero es evidente que a pesar del lío que se montaron ayer en las nominaciones con una Milá más perdida que un pulpo en un garaje, y de alguna injusticia clara como ver a Paula afrontando sola y muy entera todo el proceso tras la espantada de mejicano, y con muchas papeletas de convertirse en la primera expulsada de la edición, por las tortas que se llevará y que deberían ser para Omar, este sistema de nominaciones, y la obligación de acordar quién se expone a la expulsión una vez nominada una pareja, multiplica de forma exponencial las tramas y la emoción, al poner a los concursantes ante decisiones que constituyen verdaderos dilemas morales. No hablo desde luego de dilemas morales filosóficos, sino de dilemas reales, cuando uno no tiene más remedio que decidir entre dos opciones que resultan inaceptables, o aceptables, por igual, pero son excluyentes entre ellas, de manera que elija la que se elija uno se va a sentir mal. Normalmente suele ocurrir cuando debemos decidir entre la opción correcta y lógica - "lo que se debe hacer" - y una opción emocional - "lo que uno siente que debería hacer". Lo fascinante de la cuestión es que una situación que se daba de forma ocasional en GH, ahora puede ocurrir de forma sistemática con todo lo que ello conlleva al tener que nominar en pareja, de modo que se contraponga, como ocurrió ayer en algunos casos, la fidelidad de nominar con tu pareja y lo que realmente te pide el cuerpo.
    Aparte de la falta de ritmo, y los errores continuos en los aspectos técnicos y organizativos del programa ya comentados, todo un clásico de GH, pondría tan sólo un par de pegas a la gala de ayer. La más relevante fue algo que apuntó Maika con mucho criterio cuando vio salir sólo a Hugo sin Azahara de la sala de nominaciones, y le preguntó un par de veces porqué no habían elegido a la cabra. Parecía preocupada por la cuestión a la que mi paisano no contestó afectado y compungido por dejarse convencer por Azahara para que fuese ella la que se expuso a la expulsión. Me imagino que la hermana cordobesa se sentía culpable al saber que ella y su hermana tenían parte de responsabilidad en que subiesen a la palestra "arrastrados", cuando supuestamente nominaron a "Rubia" por llevar fatal eso de convivir con un animal que lo ensucia todo. Fuese o no ése el verdadero motivo de la nominación, me parece un razonamiento perfecto: Si “Rubia” entró con todos los derechos acompañando a Hugo, hasta el punto que se caga y mea a sus anchas por toda la casa para disgusto de las hermanas de Puente Genil, pues con el mismo derecho también podría ser nominada.

    Después del argumento sin peso que nos dio la presentadora, intentando justificar la ausencia de la cabra en las nominaciones, porque no eran horas para el dichoso animal y ya estaba durmiendo por lo tarde que era, pensé con la vena retorcida que me sale a veces que la dirección del programa sintió pánico ante la idea de exponer a Rubia a una expulsión, con la posibilidad nada descabellada de que la cabra fuese la menos votada regresando la primera a Guadalix.  No quiero ni imaginar el marrón de los responsables del concurso ante el más que probable bajón anímico del resto de nominados tras una humillante derrota ante la cabra, o peor aún, ante el cachondeo de medio país al día siguiente si uno de ellos fuese expulsado en dura competencia mano a mano con “Rubia”.  El gasto en psicólogos para el afectado sería estratosférico y no es para menos.   Ya estoy viendo los titulares sensacionalistas de los periódicos al día siguiente - ¡¡Concursante fulanito fue expulsado anoche en Gran Hermano tras una dura pugna con la  cabra gallega que salvada por la audiencia regresó a la casa con Hugo y el resto de sus compañeros !! - todo con doble fotografía en la contraportada con el careto del humillado concursante al lado de la imagen de la cabra.   En fin, elucubraciones que no restan como dije, razón alguna al argumento de Maika, fuesen cuáles fuesen sus verdaderas intenciones cuando nominaron al gallego y a las dos rubias: Si la cabra es concursante de pleno derecho entra en las nominaciones como los demás y puede ser expulsada con nuestros votos.  Si hemos entrado en este juego que nos planteó el programa, y acabamos aceptando "cabra como pareja de compañía", pues nos metemos a fondo y no nos vale que ahora nos digan que la puntita nada más.

    Con estas nuevas normas, que en el fondo son las mismas de toda la vida pero más complicadas al concursar en pareja, el juego ha comenzado.  A lo largo del día están asimilando las consecuencias de todo lo que pasó ayer, lo de siempre, valorando el origen y las causas de las nominaciones dentro de un escenario que cambia a marchas forzadas y ya nunca será igual. Aunque en realidad lo que me interesaba es la reflexión anterior para comprender mínimamente donde estamos y adonde vamos, la gala de ayer fue el punto de inflexión que cerró el capítulo "campamento happy de verano" inicial en el que más o menos habían vivido hasta ahora.  Ya habrá tiempo para analizar largo y tendido las posiciones y las actitudes de cada uno en la gala de las primeras nominaciones y lo que pasó después, ahora me gustaría resaltar unas cuantas pinceladas de los concursantes que me resultaron significativas.

   Asistimos al berrinche inconsolable de Alejandra por tener que dejar expuesta a su prima Yoli a la expulsión. Aunque ella es un poco choni y bastante brutilla también es muy trasparente, y fue la que definió sin rodeos la situación que vivieron al salir de la sala de nominaciones, cuando se lamentó dolorida ante un falso Omar que salió  a su encuentro, de la injusticia de ser "arrastrada".  Contemplamos la angustia de Vitín, fastidiado por nominar a las primas arrastrado también por Omar, que no le dio opción a defender lo que le gustaría aceptando sin rebelarse traicionar a Yoli, que por cierto le cae de puta madre.  Hugo llorando a moco tendido por los sillones incapaz de asimilar que se dejó convencer por Azahara para que fuese ella la que se expondría a la expulsión.  Shaima obervando a todos más chula que un ocho teniendo claro que Paco se merece estar en la picota. Cuando él se ofreció a exponerse a la expulsión, a ella sólo le faltó aplaudir y sus gestos parecían reflejar un "Qué menos. Tú te lo has buscado".

    Respecto a mis preferencias sobre la expulsión no tengo duda alguna: Quiero que se vaya Fran. Es el que menos aporta salvo que entre el apoderado y Loli sugiera un romance pasional. Esa sí que sería una novedad en la casa, y en GH. Una carpeta entre maduros en la cuarentena, pero creo que de ahí no saldrá nada excepto alianzas interesadas en la cocina para salvaguardar juntos la nevera y la cocina de asaltos y saqueos. Desde luego quiero que se queden la tres chicas, Azahara y Yoli en primer lugar, la primera por razones que ya he explicado y porque poco a poco se la ve más relajada en sintonía con sus compañeros aunque espero que rectifique su postura hacia Luis, y que al final lo juzgue como persona y no por su condición de torero; y la prima rubia debe quedarse porque es necesaria en la casa.  Paula lo tiene crudo, y es una pena porque es de esas concursantes imprescindibles en un programa como éste, por su implicación emocional y por la capacidad de beberse la vida ahí dentro aunque cometa graves errores, según entiendo, como el de liarse a la primera con un tipo tan vanidoso y fatuo como Omar. Y con Paco tengo muchos miedos y prevenciones, por un lado me divierte y tengo la impresión de que la imagen que nos muestra es la real y no un personaje ensayado "ad hoc" para el concurso; pero juega al límite en Guadalix buscándose enemigos por cualquier tontería dentro de la casa hasta el punto de alimentar la sospecha de que podría estar buscando un rol de víctima que empatice con la audiencia y lo lleve en volandas hasta la final.


Forastero marulo

jueves, 25 de septiembre de 2014

DESPUÉS DEL ESPECTÁCULO

    Esta noche de madrugada ha sido una de las más vibrantes de la historia última de GH, certificando el verdadero tono hasta ahora, intenso desde el principio, de la edición número quince del programa. Una noche marcada por dos acontecimientos principales con acento agudo y acabados en "ín": El show de Vítín, y después de su espectáculo la espantada de Papirrín tintín, la bomba emocional que estalló en la casa (este año la cosa va de bombas) al abandonar el mejicano el concurso precipitadamente, argumentando problemas personales que casi nadie acabó de creerse. Dos situaciones, el show y el abandono, que como veremos se tocaron en un punto tangencial pero determinante, cuando José se vio reflejado en la imitación de su compañero, como un espejo que le devolvía su propia realidad en un decorado de fondo con las risas de los demás. Tal vez ese momento inoportuno producto de la casualidad supuso la puntilla que apuntaló una decisión que él habría tomado, seguramente, unas horas antes a lo largo del miércoles.

   Precisamente ayer, por primera vez desde que empezó esto me conecté al 24 horas a partir de las once y media, un rato me dije, para ver como iba la cosa tras repasar los resúmenes del día, y justo coincidió la conexión con la actuación estelar de Vitín en el porche de la casa ante la mayoría de los concursantes. El caso es que me la tragué al completo y se me fue el tiempo hasta las dos y cuarto enganchado a esta especie de Carlos Latre de Carabanchel, con estilo propio, que se dedicó a imitar con ingenio y sin descanso a todos sus compañeros jaleado por una Shaima sobreexcitada que se levantaba una y otra vez del sofá, donde disfrutaba la actuación como nadie en dulce compañía de una cariñosa Azahara, sin parar de animar e incitar a su compañero como una fan fanática pidiendo una canción más, y otra, y otra a su cantante favorito. Vitín, sembrado y lleno de inspiración, atendió todas las peticiones del respetable y acabó imitando a todos, incluida una autoparodia, y se atrevió incluso con la Milá y con el totem sagrado de la cadena: la Belén Esteban. Va listo, el pobre.
   La mayoría se desternillaba de risa, igual que nosotros desde casa; una situación que sirvió como veremos para obtener información, mucho más valiosa todavía que en el día de las tartas y el enano, del estado actual de las cosas, de cómo respira el ambiente y de la personalidad de los concursantes a través de la reacción que tenían cuando la imitación les tocó a cada uno de ellos, y la gracia que les hacía la de los demás. No voy a extenderme en comentar los detalles del show porque de verdad lo mejor es verlo completo. Sólo apuntar la cara de circunstancias de Paco, que no se movió en toda la noche aguantando estoicamente las evoluciones teatrales de Vitín riendo cuando le tocó, parecía barruntar que hoy jueves en la gala le daban las del pulpo a base de nominaciones. O la constatación de que las parejas más equilibradas y estables de la casa se encuentran muy cómodas en Guadalix viéndolas disfrutar juntas el espectáculo de las imitaciones. Ahí estaban Luis, el torero y su apoderado, las primas, los primos y las "chochos" cordobesas. 

    Al final, poco antes de acostarme, alrededor de las dos, tocó la imitación del wey José, que justo se acercó por la espalda de Vitín mientras éste lo imitaba. Me pareció palpar una expectación tensa en los demás cuando se arrimó al grupo, hasta que Vitín se dio cuenta que lo tenía al lado y siguió la imitación como si tal cosa, tras aclarar con total naturalidad al mexicano en un breve inciso que justo en ese momento estaba con él. Me fui a la cama con una sonrisa pero también, como suele ocurrir antes de una tormenta, apreciando ciertas vibraciones en el ambiente de que algo pasaba al ver la cara tensa del mejicano. Y también por los versos sueltos que se desmarcaron, parcial o completamente, del show, como Alfredo, Hugo o la pareja reciente que se besuqueaba como una pareja de adolescentes entre palomitas y sorbos de cola en el cine.


 
    Nada hacía presagiar, o sí, lo que media hora después sucedería, cuando el mejicano reunió a toda la casa para comunicarles su decisión irrevocable de dejar el concurso. Evidentemente de esto último, y de lo que ocurrió a continuación: El drama, o psicodrama, real o fingido, con lágrimas, disculpas, e intentos de convencer a José para que no tirase la toalla a la primera con argumentos varios, me enteré a lo largo de esta mañana.  A la espera de la gala de esta noche no me siento capaz todavía de analizar con profundidad las causas de su espantada y necesito tiempo para llegar a algo concluyente. Por decir algo me recuerda bastante, salvando las distancias, a lo que le pasó a David, el bombero valenciano que abandonó GH 13 agobiado y hundido. Los dos entraron, creo, buscando una salida a su fracaso sentimental, y al encontrarse dentro, por inadaptación o falta de empatía, se sintieron superados por las circunstancias concretas de un concurso tan exigente en lo personal y emocional que no respondió a sus expectativas, de manera que ante las primeras dificultades reales o imaginadas se vinieron abajo como un castillo de naipes al comprender que el sueño que buscaban en Guadalix, para redimirse y renacer de sus cenizas, no era más que una quimera, y que la solución a ese tipo de problemas se encuentra casi siempre fuera de esas cuatro paredes.

   Probablemente sus razones para abandonar son el sustrato, la pólvora acumulada a presión en un barril con múltiples mechas, pero el detonante que al final hizo estallar la bomba es lo que ha ocurrido dentro de la casa en estos seis días. Entre sus compañeros existen varías interpretaciones y opiniones, unas prudentes y otras más viscerales, como el ninguneo de Shaima después de la opereta que se montó entre los dos alentado por sus compañeras, e incluso actitudes de desprecio como la alusión de Omar a la cobardía, que independientemente de que pudiese tener un punto de razón, no soporta que nadie tenga más protagonismo que él, aunque sea por algo tan triste como abandonar el concurso.

Forastero marulo

miércoles, 24 de septiembre de 2014

♫ PACO, PACO, PACO ♫

    Ayer, sin saber muy bien cómo, ante las cosas de nuestro taxista castizo madrileño, me salió del alma un "¡Ay Paco, Paco, Paco!" mientras asistía a la conversación que mantuvo con su acompañante, una Shaima que lo llevó hasta el confesionario para decirle que lo encontraba muy apagado y alejado de la gente, y para pedirle también explicaciones por esa actitud un tanto mandona con los demás que la tiene preocupada por las consecuencias que puedan acarrear para los dos como pareja concursante las críticas que empiezan a oírse en su contra por parte de algunos compañeros, de Omar y Paula sobre todo, que están hartos del ordeno y mando de Paco como si fuese un sargento en el cuartel.

   Ella le sugería que fuese el mismo Paco del principio, que se relajase y disfrutase de la experiencia. El taxista de pelo enmarañado como si llevase un nido de cigüeña colgado en la cabeza, se explayó criticando a la gente de la casa que no colabora y deja todo por ahí tirado sin recoger, que él no puede callar ante esas cosas asegurando que ya tiene sus candidatos para las nominaciones por este motivo sin aclarar nombres. Luego, ante la intervención del Súper, preguntándole quiénes eran los supuestos vagos, él cortó el asunto muy digno argumentando que no era lugar ni momento para señalar allí a los que están tirados a la bartola, y que se reservaba esa potestad para el día de las nominaciones.  

    Siguiendo con el personaje, el otro tema de conversación que también salió en la fiesta guay de Hawai en honor de Paula por su cumpleaños fue el tema de las dimensiones que se adivinan de su "paquete paquetón", tanto que al mismo Omar, que no soporta el pobre que le quiten un mínimo de protagonismo por nada, y menos por parte de Paco, ante la observación de su "osita" comentando también las proporciones del asunto que oculta el taxista en la entrepierna, para no ser menos entró al trapo de las comparaciones demostrando que el muchacho no da más de sí. En fin, otro clásico de GH, el tema paquetones y tiburones que no podía faltar.
   Y para acabar esta entrada fugaz y exprés dedicada casi en exclusiva a un personaje como Paco, que lo merece sin ninguna duda, no quería desaprovechar la ocasión para comentar que como todo el mundo sabe la carpeta entre el presuntuoso de Omar y la osita Paula ya es una realidad. Una realidad empalagosa y bastante fingida, a mi parecer, que habrá que sobrellevar con muchas dosis de paciencia y resignación. Menos de una semana les ha llegado a estos dos para estar ya abrazados por las esquinas entre arrumacos y primeros besos. A ver lo que tardan en tener su primer edredoning comenzando a guionizar para nosotros esa maravillosa "historia de amor" a la que no le faltarán seguro sus enfados, celillos, reproches, y bla, bla, bla.... Si ya lo estoy viendo. Lo de siempre. Todo muy cansino.  Él, pagado de sí mismo, deambula por la casa con una sonrisilla de complacencia tan evidente, y mirando a cámara, que sólo le falta levantar los dedos con la uve de victoria en un gesto cómplice de cara a la galería como si se hubiese apostado algo con sus colegas del barrio a que él sería el primero en mojar en Guadalix.
    Hablando también de Omar, y del supuesto descubrimiento por parte de Alfredo del parentesco fraternal que los une, una bomba que movería los cimientos emocionales de la casa, pues que se quedó en casi nada, simplemente en un "vale qué bien" de éste rodeado de buenas intenciones, y el asunto lo resolveremos fuera con un fiestón.

   Y mañana toca nominaciones con Shaima enamorada, eso dicen, de Paparrintín. Un sentimiento correspondido según asegura ella por las esquinas a quien quiera oírla. Más carpetas no, por favor, que acabamos de empezar y necesito ya un descanso carpetero.



Forastero marulo

martes, 23 de septiembre de 2014

LA DECISIÓN DE AZAHARA

    Como estamos al principio, me conozco y estoy todavía con cierta prevención con el asunto este de concursar en compañía a la expectativa de saber por dónde nos saldrán, una situación que no me gusta nada y de la que dejé constancia en la penúltima entrada antes de empezar el concurso, debo reconocer que a pesar de todo y del poco tiempo que llevamos GH 15 de momento me está enganchando.  La mayoría de los concursantes salvo dos o tres me interesan de alguna manera y el cóctel de personalidades, edades y situaciones creo que nos puede dar juego a priori. Resumiendo, y hecha la salvedad, que soy razonablemente optimista.

    Ayer, sin más, asumiendo la tontería de las tartas y el enano, que lleva camino de convertirse en un clásico coñazo del concurso, al menos tiene la virtud de romper el hielo entre ellos y de permitir que nosotros conozcamos sus reacciones ante las bromas, descubriéndonos de paso algunas facetas de su carácter y personalidad a través del juego; una oportunidad de oro para adivinar ya algunos rasgos y pulsiones que se vislumbran en el horizonte de cada uno. Un esperpento muy ilustrativo si se sabe mirar más allá de echarse simplemente unas risas, y que este año resulta más llevadero gracias a las ocurrencias y vaciles, en algunos casos rozando la falta de respeto, de un crecido Flo ejerciendo de maestro de ceremonias que se lució llamando suelta a una, la prima Alejandra, chochos a las hermanas y otras lindezas a los demás cuando se cebó, aquí con más razón que un santo, a cuenta la tremenda incultura de la mayoría cuando fallaban preguntas tan obvias y sencillas incluso para un niño de primaria.  
   Viendo como transcurría la gala se me ocurrieron varios títulos para esta entrada, desde "pulpo animal de compañía" en homenaje a un sufrido Vitín, que como ya apunté en la entrada anterior le han adjudicado el papel de comparsa en la historia dickensiana de los hermanastros, y también, de paso, abusando de su estupenda vena humorística y sus maneras de showman, convirtiéndolo en el típico concursante diana, con algunos otros, de las coñas crueles supuestamente graciosas que se inventa la dirección del programa como la de calzarle ayer al pobre hombre toda la noche un cefalópodo en la cabeza. Un bufón de lujo, vamos. 

    Siguiendo la misma estela de la famosa frase del mítico anuncio sobre el juego de mesa aquél, el scattergories, pensé también en titular esta entrada como "Hugo, animal de compañía", en honor a la querencia animalista de la rubia barman malagueña.  Al final, como soy un clásico y tradicional opté por el título que encabeza esta entrada.  Al fin y al cabo, de la misma manera que en la gala inaugural su entrada de última y sola en el concurso, antes de la Milá, constituyó unos de los platos fuertes de la noche, el guión del concurso también colocó ayer como tema central de la gala su decisión de elegir pareja acompañante para concursar, relegando todo lo demás a simples teloneros más o menos divertidos y vistosos de la actuación principal de la noche. 

      A ver, que esta chica cuando aparece llena la pantalla, tiene un magnetismo indudable y se lleva un buen número de miradas, y aunque se trata de una mujer atractiva agradezco en ella que no haya entrado de primeras mostrando carne a lo bestia como otras, subida a tacones imposibles, con maquillajes excesivos y escotes de vértigo apabullando al personal.  Para mí en eso ha ganado un montón de puntos a pesar de sus evidentes contradicciones (no quiero ahora profundizar en su trastorno), de sus veleidades alimentarias y de una militancia animalista que la lleva al extremo de afirmar ante Luis y los demás que ella aplaude y se alegra cuando un toro empitona y se lleva por delante a un torero.  A cuenta de esa capacidad que tienen algunas mujeres de atraer las miradas de todos, me acordaba de Kathleen Turner, la magnífica y atractiva actriz, ahora muy desmejorada, de películas como "Fuego en el cuerpo" y "La pasión de China Blue", entre otras, que muy sobrada en una entrevista dijo más o menos refiriéndose a su atractivo, que cuando ella entraba en un restaurante si un hombre no giraba la cabeza para mirarla es que era gay.

    En realidad, no me preocupaba demasiado saber a quién elegiría Azahara para compartir concurso, pero está claro que elegir  a Hugo y su cabra, la otra Rubiaes la decisión más inteligente y lógica que podía tomar: Un chaval trece años más joven que ella, nada complicado a primera vista y de convivencia aparentemente apacible, e incluso fácil de manejar llegado el momento. Siguiendo la broma, un perfecto animal de compañía, que en su caso serían dos sumando la puñetera cabra que se lo caga y mea todo sin que de momento a nadie le haya salido la vena de matarife. Tiempo al tiempo.  A ella, tan animalista y sensible con estas cosas, el muchacho la ganó y tiene la ventaja de no tener que competir con una tercera persona, humana claro.  O eso creo, porque después de comprobar la cara de felicidad del chaval al ser el elegido supongo que no tendrá duda alguna con cuál de las rubias debería quedarse si al final lo ponen en la tesitura de elegir entre su cabra, y Azahara.  Me pongo en su lugar con dieciocho años, y si una mujer como la rubia malagueña me elige como acompañante, con cabra y todo, me quedo muerto allí mismo con cara de tontolaba.   Aún así, con los chavales de hoy nunca se sabe, que lo tienen todo demasiado fácil y algunos no saben distinguir, valga la metáfora, entre una cabra loca y una mujer de verdad, por muy complicada e inaccesible que parezca.

    Sólo llevamos cuatro días y la segunda cuestión candente es la carpeta en ciernes que está a las puertas de formarse entre Paula y Omar.  Ahora que comienza la edición, dejo constancia aquí una vez más de mi aversión por el carpeterismo ñoño y compulsivo marca GH.  Aclarado lo anterior siento sudores fríos sólo con pensar que esta historia un tanto forzada pueda acabar como aquella que protagonizaron Fleki, el porretas aquel madrileño, y la gallega Paula en GH 9.  Tal vez sean premoniciones marulas sin fundamento alguno, pero lo que si tengo claro es que este acercamiento, que veremos en qué o cómo acaba, puede albergar en principio motivaciones poco consistentes, aunque diferentes en cada caso. Parafraseando el título de aquella mediocre película que protagonizó Madonna en los años ochenta del siglo pasado podría titularse la situación "Buscando afecto desesperadamente" en el caso de  la chica barcelonesa, y si hablamos de Omar, simplemente llega con cambiar la palabra "afecto" por "Paula o carpeta".

    Ella es como una osita amorosa que reacciona como una niña grande a todo lo que le rodea, como si se le hubiese robado una parte de su infancia. Creo que es bastante evidente la falta de afecto que ha tenido en alguna etapa de su vida, algo que tiene que ver seguramente con haberse sentido abandonada por su madre, que según confesó se separó de ella en un momento complicado de su vida, algo que le ha dejado un vacío de afecto muy difícil de llenar.  Busca mimos a todas horas, sin descanso y lo proclama a los cuatro vientos. Lo malo es que al no tener amigas a mano recurre a Omar, y detrás de los mimitos vienen las caricias y detrás de la caricias puede llegar todo lo demás.   Él, que por razones diferentes tampoco ha tenido el afecto de sus padres, ha conectado inmediatamente con Paula.  En ese sentido sí que son almas gemelas, y no lo que le vendieron a Paula con José, el mexicano, cuando los convirtieron en pareja para entrar juntos en el concurso.  De todos modos esta aproximación espontánea entre los dos, aunque en este extremo tengo mis dudas sobre todo en el caso de Omar, tiene el peligro del vértigo y la precipitación y pueden acabar chamuscados, alguno de ellos o los dos, como una traca de feria después de tanta pirotecnia.  En cualquier caso intentar llenar con sexo, sin más, carencias afectivas de cualquier tipo puede ser un error garrafal que satisface por un día pero que te puede hundir en un pozo aún más profundo al día siguiente después del subidón.

   Hay mucho más de lo que hablar pero de momento a mí me parece secundario, además hoy mismo mientras escribo en los ratos que puedo van pasando cosas que dejan en pasado la gala del domingo. Aparecen las primeras suspicacias entre chicas alrededor de la carpeta entre Paula y Omar, que parece añadir nuevos folios a su historia con más acercamientos. Queda también por comentar lo de Paco y sus desternillantes clases de seductor barato para polvos de una noche aleccionando a Luis, el torero, un alumno  atento y aplicado. Unas lecciones que curiosamente casan tan poco con un tipo sin pareja sentimental estable; por no hablar de sus tangas horribles de boy de saldo para despedidas de solteras, o del chaleco de leopardo y sus maneras desenvueltas de tipo diferente que aún tiene mucho que mostrar.  Hablaremos pronto del núcleo de poder que seguro no tardará en formarse alrededor de la cocina con las morancas de Puente Genil atrincheradas en primera línea de batalla. De las primas y los primos con vidas de momento intrascendentes y Alejandra en el punto de mira de Paula. O debatiremos sobre si Alfredo sabe algo de lo que le une con Omar mientras escuchamos sus frases de predicador de manual como la de la otra noche cuando nos dijo que ante las dificultades de la vida "lo que no te mata te hace más fuerte". Me la apunto.
   Hablando de Shami y de su controvertida entrada en el concurso, decir de momento tan sólo que sería muy fácil ir a degüello con ella, pero en el fondo no es más que una chica muy joven, como tantas otras, víctima de sus circunstancias y no quiero que se lleve las tortas que otros deberían llevar.  Cualquiera podrá concluir conmigo que ella con su valentía, al entrar en el ruedo de GH, nos muestra la realidad de sus contradicciones y las de su entorno.  Algo que siempre pasa en GH con todos los concursantes en mayor o menor medida. Por tanto no creo que sea necesario incidir en lo evidente que todos vemos y la mayoría rechazamos, y si puedo intentaré ceñirme en su caso simplemente a lo estricto de su convivencia y a la relación que establezca con el resto de los concursantes.

    Para terminar me gustaría dejar en el blog el testimonio gráfico con todos los concursantes juntos. En las próximas semanas, uno a uno, se irán marchando de la casa todos sus habitantes hasta que queden sólo los tres finalistas y la imagen me queda aquí para el recuerdo. Un toque sentimental.

Forastero marulo

sábado, 20 de septiembre de 2014

LA BOMBA RUBIA

 
   Como es de imaginar no hablo aquí de Marylin Monroe, claro, la mítica actriz norteamericana a la que apodaban en su tiempo con mucha razón "la bomba rubia", porque allí donde aparecía explotaba la adrenalina y la testosterona del personal masculino revolucionando el cotarro; hablo de otras bombas y de otras rubias, las que ayer caerían a lo largo de la noche en GH 15 el día que comenzaba el concurso. Y hablo en plural porque al final no fue una bomba ni una rubia, sino que fueron tres. Una tras otra.

    La primera bomba de la que hablaba la Milá en las promos del concurso era rubia, sí. Y era ella misma. Lo nunca visto nos dijo, asegurando que entraba por primera vez en la casa para quedarse como una más en Guadalix y "explotar" entre los concursantes dejándonos a todos, a ellos y a nosotros, con la boca abierta.  Tanto insistía en que jamás había estado en la casa con ellos dentro mientras los concursantes la seguían como corderos iluminados en su deambular por los rincones de la casa detrás su bonita blusa fluorescente, que el súper tuvo que recordarle, como quién no quiere la cosa, que ya había entrado en GH 14 a darse un paseo por Guadalix, una visita fugaz en la que los concursantes debían permanecer como estatuas mientras ella hacía y deshacía a su antojo.   
    Al final lo de ayer se trató de un buen golpe de efecto, no se puede negar, que como era de suponer duraría lo que dura una golosina en la puerta de un colegio, (mientras escribo esto me entero de que a las 10 de la mañana Mercedes abandonaba Guadalix tras pasar la noche en la casa) porque si su estancia se prolongaba demasiadas horas podría afectar aún más a esa vena partidista de la que suele hacer gala, y se podría convertir además en juez y parte de vuelta al plató. La convivencia tiene estas cosas; no es lo mismo ver el asunto a través de la pantalla que compartir mesa, baño e incluso la cama porque ese recuerdo, bueno o malo, de transpirar al lado del otro, y mirar directamente a los ojos abajo en la arena del ruedo no tiene nada que ver con observar todo desde las gradas y puede condicionar en un sentido u otro la imparcialidad de cualquiera.  Decía lo del golpe de efecto de cara a la audiencia porque la noticia de la supuesta entrada de Mercedes en el concurso, así como su posterior salida esta mañana, ha encontrado un hueco relevante dentro de una prensa generalista en plena vorágine con la consulta escocesa.  Ahora es fácil decirlo pero cuando entró en la casa con una gallina como acompañante dentro de una jaula y nos dijo que se llamaba "Falacia" juro que pensé que la verdadera falacia era todo ese montaje por llamar simplemente la atención. En fin que la primera bomba rubia estalló pero se quedó simplemente en traca de feria para darle colorido a la noche inaugural.
   Vamos a ver, quiero aclarar que tampoco estoy por la labor de una crítica seria al asunto, no es eso, y reconozco que me resultó divertida la pantomima, infinitamente más que el paripé aquel de año pasado con el parto falso que le montaron a Lorena. Además tuvo su punto comprobar la cara de acojone de los concursantes al pensar que pudiese ser verdad que la Milá se quedase más tiempo del necesario dentro con ellos. No puedo asegurarlo pero me pareció apreciar en ella cierto nerviosismo con la experiencia y la noté algo desorientada.
    La segunda bomba rubia era una cabra lustrosa, con enormes ojos azules y meona. Dentro de la gran boutade que se gastaron con la coña, el animal se pasó buena parte de la noche impasible en el confesionario sin contestar a las preguntas que Floren le formulaba en directo intentando no descojonarse de risa ante la audiencia, o eso me parecía. Mientras tanto todos especulábamos donde estaba la gallina que iba a nominar (la Milá aún no había entrado con Falacia) y con quién entraría la cabra.  Seguro que muchos con cierta retranca apostaron por la Milá cuando nos confesó que ella entraría esa noche en la casa, y qué conste que no digo con segundas lo de asociar la cabra con la presentadora.  ¡Válgame Dios!.

    Casi al final supimos que la cabra responde al nombre de Rubia, la mascota inseparable que Hugo, un chaval paisano mío que vive en la ría de al lado, se lleva como acompañante al programa. El rapaz tiene la inconsciencia habitual de los dieciocho años y el desparpajo típico de muchos jóvenes de la costa gallega en las Rías Bajas que viven a caballo entre lo rural y lo urbano, una actitud bastante diferente de lo que se estila en general en las provincias del interior.  El chico es un misterio y cualquiera sabe por dónde nos saldrá. Él y su cabra. Desde luego va a dar que hablar pero es difícil aventurar en que acabará su paso por la casa.  Eso sí, cada vez que recuerdo el paso de algunos concursantes de anteriores ediciones que tenían más o menos su edad, me pongo a temblar: Dámaso, Tatiana, Marta la pinzas.... Y sí además trae una cabra y no es legionario pues que Dios nos coja confesados.


    Aunque en la casa entraron más rubias, como Paula la hawaiana, una barcelonesa supertatuada e impulsiva de diecinueve años que dará que hablar (lo dicho respecto a la edad para Hugo vale también para ella); Loli, la mayor de las simpáticas hermanas de Puente Genil, o Yolanda, una de las primas de Albacete, la maestra bajita y dicharachera; sin ningún tipo de duda la tercera bomba rubia de la noche es Azahara. Esta chica promete días gloriosos en Guadalix con esa mezcla perfecta entre Sabrina de GH2 con esa melena rubia rizada y una cara de niña buena aparentemente desvalida, Noemí de GH 13, por esa mirada intensa y la obsesión con el tema dietético y alimenticio y por último de Zulema, la chica zen y esotérica de la misma edición. De momento es la única que no tiene acompañante de concurso y la dirección del programa la dejó de última con información que no poseen los demás y con la posibilidad de que ella misma elija pareja acompañante para concursar. Me pregunto por las intenciones ocultas que se traen en el programa para semejante privilegio. Lo único claro que tengo con ella, además de su atractivo innegable, son las contradicciones que nos mostró en su presentación. La más llamativa es la falta de encaje entre su trabajo de camarera en un bar de copas de cara al público, con todo lo que eso conlleva, y la supuesta ansiedad social por sentirse observada que padece, según confesó a Mercedes.  

    Ya que estamos con Azahara y conocemos también su manifiesta militancia animalista y vegetariana, con especial beligerancia antitaurina, aprovecho para hablar de los primeros que entraron en la casa, Luis el joven torero, que se confiesa partidario del amor y de naturaleza camaleónica (a saber lo que nos quiso decir con eso) y Fran, su apoderado y acompañante, un cuarentón orondo y casado que dice entrar en esta "plaza" para acompañar a su pupilo y con el objetivo, dice él, de adelgazar.  El buen hombre asegura que jamás se ha enfadado con nadie y que se traga los cabreos como quién se zampa churros. Lo digo con cariño, de momento, pero parece que tiene buen estómago y nada le sienta mal. Que no me lea su señora pero hace una pareja perfecta con la hermana mayor de Puente Genil.  Porque simpáticos los dos sí que parecen y nos podrían dar buenos ratos. Me refiero a Fran y a Loli, desde luego.


    Tengo la sensación de que también pasaremos momentos muy divertidos con las dos hermanas; son ocurrentes, simpáticas y algo marujonas, y no lo digo en sentido peyorativo, que conste. Como muestra de lo que digo fue su visita al confesionario para despedirse de la familia. La charla con su madre y con el hijo mayor de Loli no tiene precio. En principio se están tomando lo de ser concursantes con alegría y una naturalidad muy saludable, sin sobreactuación ni imposturas, algo de agradecer.  Si aguantan dentro ya veremos por donde nos salen pero de momento me han hecho reír con sus ocurrencias y sus frases. Además funcionan al alimón y se complementan perfectamente. Cuando les dijeron que les traerían una maleta con ropa, ya que se vinieron con lo puesto, Maica, la morena y menor de las dos, apostilló entre risas que las prendas fuesen "como la talla del porno: XXL "parriba".  Después, ante las palabras del súper, a quien Loli se empeña en llamar "jefe", elogiando la capacidad que tienen de desempeñar todo tipo de trabajos para salir adelante, creo que ella misma le respondió: "Vale Jefe, luego te vendemos una almohada".  O ya de vuelta al salón, cuando pasaron delante de la cabra que se estaba meando y una le dice a la otra mientras reían divertidas: "La cabra esa mea más que tú".  En fin, que ahora mismo las bautizo como las morancas de Guadalix, y unas auténticas doctoradas en filosofía marujil intentando ver siempre el lado positivo y sencillo de las cosas con un sentido práctico de la vida: "Hay que llorar por las cosas buenas y no por las malas" afirmó una de las hermanas en el confesionario tras asumir ante el "jefe" que no verían a su familia durante un tiempo.  Cuanto más tiempo dentro mejor que aquí estamos de lujo parecía leerse detrás de sus sonrisas satisfechas.

   Sobre las primas de Albacete, Alejandra y Yolanda, qué decir. Dos jovencitas de su tiempo, monas, divertidas y entusiastas que tienen toda la pinta de convertirse en la alegría y el aire fresco de la casa. Me gustó el juego ese cómplice que se traen entre ellas sobre cuál era la choni y cuál la pija y son el contrapunto perfecto de los otros dos primos, Juanma y Jonathan, los valencianos surferos y deportistas. Pura energía y buena onda a raudales hasta que no se demuestre lo contrario.

    No tengo mucho que comentar de Paula más allá de lo que apunté de ella cuando me refería antes a las otras rubias de la casa, solamente resaltar la incredulidad que mostraba con la insistencia del programa en proclamar que ella y José, paparintín o como se diga, eran dos almas gemelas.   Resultaba gracioso, y casi hasta ofensivo para el pobre mejicano, la forma en que lo miraba preguntándose una y otra vez en qué se basarían estos de GH para ocurrírseles tal cosa.  Nada, que la hawaiana, apodo de sus colegas por haber vivido varios años en Hawai con su padre, promete no pasar desapercibida y seguramente estará metida en fregados desde el minuto uno.
    Y para el final dejo los demás, los otros cinco concursantes que me cuesta enfocar tras una primera impresión, a causa seguramente de prejuicios y experiencias previas que me ponen en guardia. En primer lugar quisiera mencionar a los dos amigos de Carabanchel, a Omar y Vitín, dos personas que necesito ver como evolucionan y más teniendo en cuenta el factor Alfredo, la tercera pata del banco que concursará con ellos formando un trío.  El asunto de que Omar sepa que Alfredo, el vendedor ambulante con vocación de evangelista salvador de almas, sea su hermanastro no acaba de convencerme. El programa le da la potestad de comunicárselo cuando lo crea oportuno. Todavía recuerdo el caso de la concursante aquella, de GH 2 creo, a la que le metieron también a su hermanastra en el programa, y de la frialdad con la que ésta reaccionó al enterarse del parentesco abandonando inmediatamente el programa sin prestarse a estos jueguecitos escabrosos a cuenta de los asuntos de familia.   Y en medio de la situación se queda el pobre Vitín a expensas de la historia entre los dos que centrará la atención de los espectadores.  Espero que consiga sacudirse de encima tan pesada carga y no se quede relegado a un triste segundo plano.
   Si no he contado mal sólo me quedan dos, la pareja circunstancial que ha decidido formar el programa: Paco el taxista y Sheimaa, la chica musulmana del barrio del Príncipe de Ceuta.  No saben nada los jefazos del programa aprovechando el éxito de la serie "El príncipe" en su propia cadena para meter a una mujer de esa religión en el concurso con todo lo que eso conlleva.  Ella, desde luego, tiene una gran personalidad, porque hay que echarle narices para meterse en este fregado contra viento y marea conociendo el percal y en contra de la opinión de la familia. Si fuera un hombre musulmán, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, no estaríamos hablando de esto.  Me da la impresión de que ella, vital y extravertida, exagera un poco intentando demostrar con demasiado celo, a través de su vestimenta (nos pusieron unas imágenes suyas nadando vestida en una piscina) y con sus gestos (no dio besos de saludo a los hombres) que ella es una chica íntegra y buena practicante para calmar a su entorno familiar. A ver lo que le dura porque desde luego parece lista, muy observadora y a buen seguro no será un mueble decorativo.

    Paco tiene la desventaja, aunque sé que no tiene nada que ver y se trata de un prejuicio tonto e injusto, de recordarme a otro taxista de infausto recuerdo que ganó Gran Hermano 6.  Por otra parte tiene la edad y las costuras de varios ganadores del concurso lo que me lleva, por pura intuición, a ponerlo en estado de máxima observación.  Desde luego se trata de un tipo original que me llama la atención por la energía y convicción con la que saluda y se abraza a la gente, y también por la peculiar relación que mantiene con su madre, algo que pudimos comprobar en la charla atropellada y un tanto surrealista que mantuvo con ella desde el confesionario cuando se despidió y le pidió que le preparase una maleta con ropa.  Tengo el pálpito de que será un personaje que dejará huella en esta edición. Lo que no sé todavía es en qué sentido.
    Como conclusión de la gala de ayer (todavía no he visto ni he leído nada hasta ahora de lo que ha pasado en Guadalix en estas primeras 24 horas) diré que el casting me gusta y creo que puede ser una buena edición si no se tuerce la cosa o la dirección del programa, que es peor, se dedica a hacer experimentos con gaseosa.  Sólo echo de menos que haya más chicas, y que la cosa fuese más equilibrada. Hay dieciocho concursantes, diez hombres, siete mujeres y una cabra, y no me salen las cuentas.

   En fin, comienza el espectáculo...

Forastero Marulo



lunes, 1 de septiembre de 2014

EL ESPÍRITU DE GRAN HERMANO

   Desde hace bastante tiempo en diversos foros dedicados al concurso, surge periódicamente un intenso debate sobre lo que se ha dado en llamar el espíritu de Gran Hermano; y una parte significativa de espectadores e internautas, críticos con el programa por la deriva que ha tomado durante las últimas ediciones, abogan por recuperar aquellos rasgos distintivos de sus inicios que lo identifican y diferencian de otros realitys que nacieron y se multiplicaron al rebufo de su éxito. Resumiendo, la eterna discusión entre dos posturas contrapuestas: La apuesta oficial, digamos, con cambios y sorprendentes propuestas que el programa se saca de la manga cada nueva edición, rodeadas de agrias polémicas y con consecuencias a veces indeseables, frente a los que pretenden desde fuera enderezar un rumbo que creen equivocado y funesto con una vuelta a los orígenes. Una petición, esta última, en general, bastante prudente que no reniega de modificaciones que actualicen y modernicen un concurso tan longevo, y entendida como la revitalización de un viejo árbol con savia nueva para que siga dando sus frutos pero sin  desvirtuar  la naturaleza del mismo. 

    No me duelen prendas reconocer que soy uno de ellos, un adicto recalcitrante del programa que llevo fatal que me den gato por liebre, y aunque acepto las sorpresas y las novedades como parte del juego no quisiera que se traicionase el dichoso espíritu del que hablamos, o por lo menos lo que entiendo como tal. Parafraseando burdamente las palabras de aquella famosa alcaldesa de cuyo nombre no quiero acordarme cuando se refería al matrimonio gay, aunque no tenga nada que ver con el tema: "Si son peras son peras y no son manzanas, y los cestos no deben mezclarse". Por lo tanto, cambios sí pero respetando los parámetros básicos que han hecho de Gran Hermano lo que es. Vamos por partes.
    Mercedes Milá, pendiente siempre de lo que se cuece en las redes sociales alrededor del concurso es consciente de que el debate y la controversia está en la calle, y respondiendo a las críticas en aumento, la mayoría fundamentadas, de muchos seguidores por esta cuestión, más de una vez ha respondido desafiante en pleno directo burlándose e ironizando con cierto desprecio sobre lo que ella considera quejas trasnochadas y puntillosas, propias de una ortodoxia pacata y fuera de lugar. Recuerdo en especial la última regañina de la que tengo memoria durante una de las galas del despropósito que supuso GH 14; creo que fue el día de la expulsión de Sonia Walls, la dentista canaria que se lió con el Pelocho, después de que el programa permitiese que los mismos espectadores que la expulsaron con sus votos aquella noche la hubiesen nominado también la semana anterior. 
    Era algo que hasta ese día jamás se había hecho. La nominación nunca fue prerrogativa del público que solamente votaba para expulsar o como mucho para repescar a alguno de los ya expulsados para regresar a Guadalix (otra cuestión espinosa ésta, el del uso y abuso de las repescas). Ése era uno de los preceptos básicos mencionados que hasta entonces había permanecido inalterable, creo, en el programa: Los concursantes se nominan entre ellos con diferentes fórmulas y maneras (a veces un tanto adulteradas por la dirección del programa) mientras que nosotros elegimos al expulsado y en último término al ganador.
    
    El caso es que ella, como siempre muy en su papel para lo bueno y para lo malo, recriminó con dureza la postura de todos los que protestábamos en foros y blogs por censurar que el programa desvirtuaba, de forma cada vez más descarada, aquello que entre todos acabamos por bautizar a lo largo del tiempo como espíritu de Gran Hermano.  Un concepto utilizado para referirnos, independientemente de los matices de cada cual, a eso que muchos seguidores de siempre entendemos como las esencias y los presupuestos básicos que definen el concurso.  Como apuntábamos al principio, un conjunto de reglas y características establecidas y grabadas en el imaginario de los espectadores desde las primeras ediciones del concurso, cuando comenzó todo.

    Posiblemente la “doña” tuviese razón y muchos de nosotros, instalados en la intransigencia, no seamos más que un grupo de viejas plañideras llorando un cadáver que jamás resucitará, incapaces de entender que los cambios del programa y el progresivo “retorcimiento” de sus guiones sólo pretenden garantizar su continuidad (con la próxima van ya quince ediciones). Un modo de adaptarse a los gustos y maneras del espectador medio actual con la renovación bastante discutible, y a menudo difícil de justificar, de muchos aspectos del reality que antes parecían inmutables; cambios bruscos de timón para mantener y fidelizar en el día a día a una audiencia cada vez más díscola y dispersa ante tanta oferta televisiva que busca satisfacer sus emociones primarias, tanto a través del vocerío tabernario y superficial de la casa de Guadalix convertida en una centrifugadora infernal de personajes que entran y salen camino del plató de Telecinco, como del consumo rápido e impulsivo de piruetas argumentales sin sentido.  

    En definitiva, una huida hacia delante por la supervivencia de GH con el objetivo claro de seguir haciendo caja - al fin y al cabo como hemos recordado tantas veces esto se trata ante todo de un negocio - aunque eso presuponga cargarse el armazón sagrado y primigenio que sostenía el edificio, esos pilares aparentemente sólidos que como había dicho, identifican claramente el concurso y lo diferencian de otras propuestas que no son más que meros sucedáneos o subproductos de imposible digestión para los puristas más ortodoxos. Unos planteamientos, sin embargo, que son tal vez más atractivos para nuevas generaciones de espectadores encantados con la pirotecnia emocional y la estrategia provocadora que traspasa e inunda todo como una marea destructiva que desdibuja las fronteras, antes tan bien delimitadas, que separan el microcosmos de la casa de Guadalix del mundo exterior. Un intercambio creciente que contamina y distorsiona la convivencia dentro del concurso introduciendo de forma interesada y cada vez más frecuente elementos externos que según mi opinión sólo aportan sinergias perjudiciales en la mayoría de las ocasiones. Y ejemplos hay muchos. 


   El problema es que aquéllos que disfrutamos del canon clásico comulgamos mal con añadidos fuera de lugar, con cambios oportunistas y exagerados, exabruptos que transforman en un adefesio inclasificable lo que de partida es una obra de arte (estamos hablando de realitys televisivos, por supuesto) con sus perfectas proporciones y la dosis justa de cada elemento que dotaban al novedoso y revolucionario programa de equilibrio y magia. 
   No todo se puede explicar desde un punto de vista tan ingenuo. Lo sé.  Ni revestirlo bajo el aura de un prestigio frágil e idealizado que da la distancia y el paso del tiempo para entender el éxito increíble y duradero de un concurso que desde el principio constituyó el pistoletazo de salida del reino de la telebasura y la degradación moral de las personas que formaban parte de ella para la crítica supuestamente seria y el "establishment" intelectual del país en general. Una contaminación que afecta en mayor medida a los que participan de forma directa en el concurso y a toda la parafernalia de programas satélites que parasitan a su alrededor devorando como hienas la carnaza que se produce; pero que también nos alcanza a nosotros, los que seguimos y sostenemos el invento como espectadores. Por supuesto hay también otros muchos factores que han influido en el devenir del programa, como el natural desgaste de cualquier fórmula por exitosa que sea. 
   
    Aún así las cosas se pueden hacer siempre de otra manera, sin recurrir a unas modificaciones tomadas muchas veces sobre la marcha de forma demagógica que acaban por convertir el concurso en algo que cada vez se parece menos al original con sus defectos y virtudes, un pastiche imposible de digerir por mucho que entusiasme de forma coyuntural al televidente más acomodado. No niego que como todo en la vida deba producirse una evolución natural en el programa, pero una cosa es eso y otra muy diferente crear algo tan distinto que no merezca el nombre, igual que comparar a una persona atractiva que envejece cuidándose, con mimo y racionalidad, con esas otras que se reconstruyen a base de remiendos tras múltiples operaciones hasta convertirse en monstruos irreconocibles.

    Recuerdo ahora un artículo de Lucía Etxebarría, del 4 de agosto de 2013, en su colaboración semanal de la última página de la revista Magazine, en el que explicaba e intentaba justificar con una sinceridad no falta de cierto cinismo su paso por el relality de Campamento de verano el año pasado. Ella argumentaba como razón fundamental para embarcarse en tal aventura su mal momento económico, y por la necesidad de saldar unas deudas que se podían llevar por delante su patrimonio. Lo que realmente me interesa para traer a colación el susodicho artículo, que se puede leer completo en el siguiente enlace: "Yo tomé una decisión", es cómo justifica ella la venta de su intimidad, poniendo el ventilador y esparciendo culpas a todos por el éxito de los realitys, cuando afirmaba estableciendo un paralelismo un tanto forzado que son tan culpables la prostituta como los clientes que pagan, del mismo modo que, y transcribo lo que decía: “Todos somos responsables de que existan los reality shows: los que vamos  y quienes nos miran”.  En esto último no le quito del todo la razón y las culpas están bastante repartidas a partes iguales, porque si no hay público no hay espectáculo y viceversa, pero en el tema de la prostitución además de la hipocresía en general de la sociedad con el tema, creo que los clientes, y más en casos de explotación, son los verdaderos responsables. 

    Dejando a un lado las causas de la existencia y el éxito de los realitys shows y volviendo al tema central de la entrada, comprendo que aquellas broncas de la Milá puedan tener cierto sentido defendiendo las directrices de sus jefes y aquello que firma como buena profesional que es, incluso cuando nos trata a los que disentimos como adolescentes caprichosos y consentidos que no sabemos reconocer el esfuerzo que hacen los capitostes de Telecinco por reinventar el programa, intentando mejorar y actualizar el invento para mantenerlo a flote. Ellos asumen que perderán seguidores en el camino, seguramente los más rancios y poco dispuestos a aceptar cambios, pero muchos otros se sumarán entusiastas a las nuevas propuestas por muy rocambolescas que parezcan, de manera que las luces que alumbran la casa de Guadalix sigan encendidas otra edición más a costa de lo que sea. 
    Algunos, sin embargo, seguimos enrocados como niños en sus juegos nostálgicos y trasnochados de indios y vaqueros invocando al espíritu de Manitú, dando vueltas y más vueltas alrededor de un tótem sagrado que ya no existe absorbido y derribado por nuevos dioses más pujantes y realistas. Espero equivocarme, pero por las noticias que me llegan a través de los medios de comunicación me temo que en septiembre nos encontraremos con un escenario donde seguirán sin respetarse las reglas básicas que sustentan la antigua magia que nos hizo vibrar y emocionarnos con cada edición de Gran Hermano; esa magia que consiguió que un grupo tan variopinto y heterogéneo de personas, con altibajos y reservas, siguiésemos fieles a un concurso tan polémico y poliédrico como éste desde sus inicios.  

    Evidentemente el deterioro y la subversión del dichoso "espíritu" del que hablamos no es de ahora y viene de lejos, es un proceso larvado que se lleva perpetrando desde hace tiempo en sucesivas ediciones a pesar de nuestro consabido disgusto con la dirección del programa.  Un enfado que algunos hemos volcado con frecuencia en la figura de Mercedes, muchas veces de forma injusta y desproporcionada - yo el primero - al convertirla en diana y chivo expiatorio de nuestras críticas como cabeza visible y pública del programa. Desde luego le va en el sueldo.
    
  Lo que tengo muy claro es que si la próxima edición se parece a la última, a GH 14, puede ser la puntilla definitiva del programa. Es difícil superar un cúmulo mayor de errores en todos los sentidos, por eso me ha parecido inteligente y oportuna la estrategia de Telecinco de dejar pasar un tiempo prudencial y mantener en la nevera el concurso para lograr poner distancia y no quemar a una audiencia decepcionada y desafecta. Veremos si saben aprovechar este periodo de "desintoxicación gran hermanera" y recuperar el terreno perdido gracias a la ilusión de unos fans que ya tienen "mono" de concurso después de una abstinencia tan prolongada.
   La verdad es que no las tengo todas conmigo y después de tanta decepción ando con la mosca detrás de la oreja con las noticias que nos llegan. La posibilidad de que los futuros concursantes de Gran Hermano 15 puedan entrar con pareja o acompañante elegida desde fuera me hace muy poca gracia, por no decir ninguna.  En fin, no quiero pecar de agorero pero se trata de una propuesta que no me inspira confianza alguna y sólo conseguirá que GH reviente de una vez por todas o se convierta, si las audiencias acompañan, en el comienzo de otra cosa diferente, una especie de Post GH que deberían rebautizar, uno de esos refritos irreconocibles a los que me refería anteriormente. Pero claro, a mí que ya ahora me cuesta en esas no me pillan. Eso seguro.

Forastero marulo