UN PECADO CAPITAL
Es uno de los siete pecados capitales y según dicen es también nuestro principal pecado, el que distingue a los españoles: la envidia. Incluso hay quien teoriza diciendo que muchos de los males que aquejan desde siempre a España es culpa suya, y que preferimos que el barco se hunda con nosotros dentro y se vaya todo a la mierda antes de reconocer el mérito de los demás, del vecino, del amigo, y que si podemos pondremos siempre palos en la rueda del éxito de un compatriota, y que perdonamos casi todo, incluso damos la vida por causas lejanas, pero que nunca perdonamos a alguien que le vaya mejor que a nosotros.
Todo esto lo digo porque veo ya por donde viene la cosa y resuenan los tambores por todas las esquinas llamando a la batalla, porque según parece comienza a prender la idea en la red de que todas las que han nominado a Noemí (no sé si incluyen en el lote al poli gaditano que también le endosó un puntito en el confesionario) es por pura envidia, y femenina para más señas. La primera que se apuntó al carro es Indhira, que ayer en la minigala pretendía comparar sin empacho alguno su caso en GH 11 con éste. Lo suyo es pecado de soberbia.
Es uno de los siete pecados capitales y según dicen es también nuestro principal pecado, el que distingue a los españoles: la envidia. Incluso hay quien teoriza diciendo que muchos de los males que aquejan desde siempre a España es culpa suya, y que preferimos que el barco se hunda con nosotros dentro y se vaya todo a la mierda antes de reconocer el mérito de los demás, del vecino, del amigo, y que si podemos pondremos siempre palos en la rueda del éxito de un compatriota, y que perdonamos casi todo, incluso damos la vida por causas lejanas, pero que nunca perdonamos a alguien que le vaya mejor que a nosotros.
Todo esto lo digo porque veo ya por donde viene la cosa y resuenan los tambores por todas las esquinas llamando a la batalla, porque según parece comienza a prender la idea en la red de que todas las que han nominado a Noemí (no sé si incluyen en el lote al poli gaditano que también le endosó un puntito en el confesionario) es por pura envidia, y femenina para más señas. La primera que se apuntó al carro es Indhira, que ayer en la minigala pretendía comparar sin empacho alguno su caso en GH 11 con éste. Lo suyo es pecado de soberbia.
Sin negar del todo el argumento, que en el caso de Azu y Mari Joy posiblemente haya algo de esto y cierto resquemor porque la canaria tontea con todo lo que lleva pantalones dentro de la casa y toca y soba sin pudor ni control alguno carne masculina apetecida por otras; creo que en los demás casos esta razón es dudosa y no explica la nominación de Noemí. Aparte de Michael, por razones obvias, en el caso de Ari, que todo el mundo apunta a la envidia como causa principal, creo que se trata simplemente de que no se soportan. Un sentimiento mutuo, vamos.
Noemí es muy suya, a su manera controladora al tiempo que pretende ir por libre y eso tiene su coste. Y la chica de los tatuajes, que tendrá un problema evidente fuera de la casa si siguen las intervenciones de su padre para defenderla en los debates del domingo con opiniones que son verdaderos "obuses" (nunca mejor dicho) en su línea de flotación, no se entiende con la canaria. Tienen concepciones diferentes de ver las cosas y de llevar la convivencia. Ari funciona a corazón abierto, con piano de cola en el pecho incluido, pisando charcos constantemente y jugando fatal sus cartas, mientras que la canaria, jugando fatal también, funciona a ráfagas, en paralelo, sin conectar demasiado con sus compañeras y buscando principalmente la complicidad de algunos de los chicos que giran encantados en su órbita. Un cóctel difícil de digerir que acaba en nominaciones por incompatibilidad manifiesta o cuestión de convivencia.
Me hace gracia que se recurra a la envidia de forma generalizada en este caso, cuando en otras ocasiones esta sí que era mucho más clara, y casi todo el mundo negó la evidencia porque interesaba. Pongo como ejemplo de envidiosa de libro a Chiqui en GH 10, cuando no soportaba a Nani por liarse con Orlando y todo el mundo le reía las gracias a la elementa porque era el "juguete" preferido de Ivánsinluz. Hasta el punto que ahora, posiblemente, muchos de los que se escandalizan porque se juzgue a la ligera a la surfera por tocar "cacho" a diestro y siniestro no tuvieron entonces remilgos en llamar Zorrifania a Nani por llevarse al huerto en un plis plas al feriante de la décima edición del programa.
Como tenemos ya cierta memoria histórica del programa me gusta tener en cuenta estas cosas para saber por donde nos movemos. Mi único miedo ahora es que la excesiva - dejémoslo así - Noemí se líe con uno de los guaperas de la casa - el italiani galego tiene todas las papeletas - y nos brote en la red como seta en otoño un grupo de carpeteras o carpeteros para defender a capa y espada a la chica contra una supuesta conspiración de brujas envidiosas y rastreras. Y ojo, la canaria no es Laura, al menos a mí todavía no me ha convencido de nada.
Cierto que la prefiero dentro antes que Mari Joy, Vero o la siniestra Azu pero nada más. La chica fea no es, está claro, pero la cosa depende de gustos y tampoco se trata de un "pibón" espectacular a la que envidiar a muerte. Es una chica normal, mona como otras de la casa y tampoco se trata de una reina de la simpatía a quién todos adoren. Al contrario, se hace a veces pesada con determinadas obsesiones como la de congelar fruta que resultan cargantes al pretender imponerlas a los demás. Podría incidir en otros aspectos, como su aceleración continua sin tener demasiado en cuenta las cosas a su alrededor ni a los demás. Y pretender que por ser tan "próxima" a los compañeros, por decirlo de alguna manera, esa actitud debería ser vista con indulgencia por la mayoría de sus compañeros, sobre todo por ellas, es no tener ni idea del mundo en qué vivimos. Creo que en esto hay algo de hipocresía por nuestra parte porque en la vida real, y no hablo por mí, cuántos no censurarían ese tipo de actitud en una amiga o compañera. Aunque estuviese libre como un pájaro calificarla de loba sería lo menos fuerte que se oiría.
Si fuese un chico el que se dedicase a toquetear sin freno a todas las chicas de esa manera que ella lo hace con los compañeros de la casa, ahora mismo lo de "salido" se quedaría corto. Que conste que a mí me parece bien, como si mete mano a todos y al final se tira al cura, pero toda actitud tiene sus costes y más en Guadalix. Y no tiene porque ser la envidia la razón última. He dicho.
AZU - FRECUENCIAS ALTERADAS
Ayer en el directo, después de las nominaciones, el cansino discurso de Azu sobre sus desgracias y sus neuras a raíz de la nominación resultó insufrible. Como los realizadores no tuvieron piedad con nosotros tuve que quitar el volumen del equipo un buen rato para no aguantar un minuto más su cantinela. Lo que más me molesta de esta chica no es lo que nos cuenta con ese toque siniestro tan particular, incluso barbaridades que no vienen a cuento, sino la intención evidente de llamar la atención y ser el centro del mundo. Me molesta su egocentrismo tan exacerbado, y además es tremendamente indiscreta contándonos cosas que no es necesario soltar sin más ante la audiencia con la ingenua pretensión de mostrarnos lo dura y "heavy" que ha sido su vida. Sólo se escucha a sí misma contando, a los que tienen la santa paciencia de prestarle atención, lo injustos que son todos con ella.
Para su caso me vienen al pelo las frases coloquiales e ingeniosas que usó un Pepe sembrado para nominar a David y al Páter, cuando dijo que éstos "no le dejan participar en su sintonía" y que él "está en otra frecuencia" para ellos, porque valen perfectamente para explicar una supuesta marginación de Azu por los demás, o el porqué la nominan a ella. Desde luego se trata de una frecuencia alterada más difícil de sintonizar que la del bailaor. Al menos él carga las pilas mientras duerme.
Lo más exasperante es que esta concursante se queja amargamente de una cosa y de la contraria pero nunca se pone en el lugar de los otros. No quiere que le llamen la atención ni que se refieran a su "discapacidad" pero al mismo tiempo recurre a su problema en la mano para justificar su falta de implicación en según en qué cosas.
En el fondo, por muchas monsergas que nos cuente le encanta jugar su papel de rarita y malencarada niña caprichosa y consentida. Es una forma de no rendir cuentas a nadie y justificar cualquiera de sus acciones o salidas de tono saliéndose con la suya. Ella misma reconoció que en su entorno todo el mundo está pendiente de ella y que va a sus anchas repartiendo estopa sin cortarse un pelo, pero cuando le da el bajón y la llorera siempre tiene quien la consuele, rescatándola con mimos del fondo del agujero en que se mete. Y otra vez a empezar el mismo círculo vicioso perjudicial y perturbador.
Todo esto resultó evidente cuando nominó a Noemí con una sonrisilla malévola y dijo aquello de que con la canaria "se nota la tensión en el aire". Disfruta, estoy seguro, pero no quiere reconocerlo y mientras suelta burradas de todo tipo para que nos escandalicemos, nos monta el número "agonías" para que no se note mucho.
Es una pena porque me gustaría encontrarme con otra Azucena, verla evolucionar y tampoco querría que se fuese de momento del concurso; pero ante la disyutiva de elegir entre una de las otras dos nominadas o ella lo tengo clarísimo: prefiero que se vaya Azu a entrevistarse con Mercedes para que le explique otra vez porque sí y porque no, o todo lo contrario. Que conste que a pesar de todo lo dicho aprecio a esta concursante, y es tal vez porque en el fondo todas esas salidas de tono y posturas a la defensiva que muestra sólo esconden una persona demasiado vulnerable.
Me fastidia decirlo porque parece vamos siempre a la contra y criticando por criticar, pero el tema de Aristidín, el nuevo concursante que se ha comprado la entrada para estar en primera fila de esta película NO ME GUSTA NADA. Lo digo así, con mayúsculas, para que quede claro, y menos me agrada aún que nos quieran vender el montaje envuelto en papel de celofán como un regalito cojonudo que es "el no va más plus de la leche". No sé qué juego dará este nuevo giro a la trama de GH, pero desde luego a mí todo este asunto sólo consigue que me revuelva en el sofá y me sienta incómodo, como si fuese algo impostado e hipócrita que tiene un tufillo a chantaje emocional. Lo digo no tanto por el concursante que se paga la estancia, del que no tengo porqué dudar y prefiero no prejuzgarlo, como por Telecinco, que nos ensalza la situación como el sumun de la filantropía y un hito en la historia del concurso.
He de reconocer que Mercedes, tan profesional como siempre, hace muy bien su trabajo a la hora de vendérnoslo. Veremos en qué acaba la apuesta y como va a condicionar la vida en la casa. Que esa es otra.
Para terminar, quería comentar que mi idolatrado (sólo como concursante) Pepe Herrero, el ganador de dos GH, tanto en el debate del domingo como ayer en la gala sorpresa, habló como un libro abierto de sabiduría gran hermanera. No puedo estar más de acuerdo con sus valoraciones sobre Juan el cura y una de mis favoritas de momento 8a (Ochoa).
Forastero Marulo
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Cierto que la prefiero dentro antes que Mari Joy, Vero o la siniestra Azu pero nada más. La chica fea no es, está claro, pero la cosa depende de gustos y tampoco se trata de un "pibón" espectacular a la que envidiar a muerte. Es una chica normal, mona como otras de la casa y tampoco se trata de una reina de la simpatía a quién todos adoren. Al contrario, se hace a veces pesada con determinadas obsesiones como la de congelar fruta que resultan cargantes al pretender imponerlas a los demás. Podría incidir en otros aspectos, como su aceleración continua sin tener demasiado en cuenta las cosas a su alrededor ni a los demás. Y pretender que por ser tan "próxima" a los compañeros, por decirlo de alguna manera, esa actitud debería ser vista con indulgencia por la mayoría de sus compañeros, sobre todo por ellas, es no tener ni idea del mundo en qué vivimos. Creo que en esto hay algo de hipocresía por nuestra parte porque en la vida real, y no hablo por mí, cuántos no censurarían ese tipo de actitud en una amiga o compañera. Aunque estuviese libre como un pájaro calificarla de loba sería lo menos fuerte que se oiría.
Si fuese un chico el que se dedicase a toquetear sin freno a todas las chicas de esa manera que ella lo hace con los compañeros de la casa, ahora mismo lo de "salido" se quedaría corto. Que conste que a mí me parece bien, como si mete mano a todos y al final se tira al cura, pero toda actitud tiene sus costes y más en Guadalix. Y no tiene porque ser la envidia la razón última. He dicho.
AZU - FRECUENCIAS ALTERADAS
Ayer en el directo, después de las nominaciones, el cansino discurso de Azu sobre sus desgracias y sus neuras a raíz de la nominación resultó insufrible. Como los realizadores no tuvieron piedad con nosotros tuve que quitar el volumen del equipo un buen rato para no aguantar un minuto más su cantinela. Lo que más me molesta de esta chica no es lo que nos cuenta con ese toque siniestro tan particular, incluso barbaridades que no vienen a cuento, sino la intención evidente de llamar la atención y ser el centro del mundo. Me molesta su egocentrismo tan exacerbado, y además es tremendamente indiscreta contándonos cosas que no es necesario soltar sin más ante la audiencia con la ingenua pretensión de mostrarnos lo dura y "heavy" que ha sido su vida. Sólo se escucha a sí misma contando, a los que tienen la santa paciencia de prestarle atención, lo injustos que son todos con ella.
Para su caso me vienen al pelo las frases coloquiales e ingeniosas que usó un Pepe sembrado para nominar a David y al Páter, cuando dijo que éstos "no le dejan participar en su sintonía" y que él "está en otra frecuencia" para ellos, porque valen perfectamente para explicar una supuesta marginación de Azu por los demás, o el porqué la nominan a ella. Desde luego se trata de una frecuencia alterada más difícil de sintonizar que la del bailaor. Al menos él carga las pilas mientras duerme.
Lo más exasperante es que esta concursante se queja amargamente de una cosa y de la contraria pero nunca se pone en el lugar de los otros. No quiere que le llamen la atención ni que se refieran a su "discapacidad" pero al mismo tiempo recurre a su problema en la mano para justificar su falta de implicación en según en qué cosas.
En el fondo, por muchas monsergas que nos cuente le encanta jugar su papel de rarita y malencarada niña caprichosa y consentida. Es una forma de no rendir cuentas a nadie y justificar cualquiera de sus acciones o salidas de tono saliéndose con la suya. Ella misma reconoció que en su entorno todo el mundo está pendiente de ella y que va a sus anchas repartiendo estopa sin cortarse un pelo, pero cuando le da el bajón y la llorera siempre tiene quien la consuele, rescatándola con mimos del fondo del agujero en que se mete. Y otra vez a empezar el mismo círculo vicioso perjudicial y perturbador.
Todo esto resultó evidente cuando nominó a Noemí con una sonrisilla malévola y dijo aquello de que con la canaria "se nota la tensión en el aire". Disfruta, estoy seguro, pero no quiere reconocerlo y mientras suelta burradas de todo tipo para que nos escandalicemos, nos monta el número "agonías" para que no se note mucho.
Es una pena porque me gustaría encontrarme con otra Azucena, verla evolucionar y tampoco querría que se fuese de momento del concurso; pero ante la disyutiva de elegir entre una de las otras dos nominadas o ella lo tengo clarísimo: prefiero que se vaya Azu a entrevistarse con Mercedes para que le explique otra vez porque sí y porque no, o todo lo contrario. Que conste que a pesar de todo lo dicho aprecio a esta concursante, y es tal vez porque en el fondo todas esas salidas de tono y posturas a la defensiva que muestra sólo esconden una persona demasiado vulnerable.
Me fastidia decirlo porque parece vamos siempre a la contra y criticando por criticar, pero el tema de Aristidín, el nuevo concursante que se ha comprado la entrada para estar en primera fila de esta película NO ME GUSTA NADA. Lo digo así, con mayúsculas, para que quede claro, y menos me agrada aún que nos quieran vender el montaje envuelto en papel de celofán como un regalito cojonudo que es "el no va más plus de la leche". No sé qué juego dará este nuevo giro a la trama de GH, pero desde luego a mí todo este asunto sólo consigue que me revuelva en el sofá y me sienta incómodo, como si fuese algo impostado e hipócrita que tiene un tufillo a chantaje emocional. Lo digo no tanto por el concursante que se paga la estancia, del que no tengo porqué dudar y prefiero no prejuzgarlo, como por Telecinco, que nos ensalza la situación como el sumun de la filantropía y un hito en la historia del concurso.
He de reconocer que Mercedes, tan profesional como siempre, hace muy bien su trabajo a la hora de vendérnoslo. Veremos en qué acaba la apuesta y como va a condicionar la vida en la casa. Que esa es otra.
Para terminar, quería comentar que mi idolatrado (sólo como concursante) Pepe Herrero, el ganador de dos GH, tanto en el debate del domingo como ayer en la gala sorpresa, habló como un libro abierto de sabiduría gran hermanera. No puedo estar más de acuerdo con sus valoraciones sobre Juan el cura y una de mis favoritas de momento 8a (Ochoa).
Forastero Marulo
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