Después de la noche un tanto eufórica y festiva que vivimos el jueves en directo en el blog de GH comentado, disfrutando de la gala y celebrando el triunfo de Laura, y tras el frustrante debate del domingo, como lo fueron la mayoría este año; ha llegado la hora de recapitular y hacer un primer balance, tal vez precipitado, de lo que significó esta edición tan extraña y tan larga vivida desde un blog. Un concurso, el del futuro o eso decían, que después de un comienzo titubeante consiguió engancharnos, poco a poco al principio y al final por completo, a la vida y obra de los “ratoncillos” de Guadalix hasta hacernos olvidar el enfado inicial por un casting que juzgábamos nefasto al colarnos en el concurso demasiados famosillos de medio pelo. Algo que siempre acaba pasándonos, invariablemente, a “ghadictos" incorregibles como nosotros, a pesar de todos los tejemanejes y maniobras más o menos tendenciosas de la dirección del programa, y a las meteduras de pata tan descaradas que cometen, por cansancio o dejadez, dejando tras de sí una sombra de sospecha innecesaria.
En la mayoría de las ocasiones es complicado valorar la veracidad de nuestras quejas, aunque los motivos de algunas son tan evidentes como el cuento de esconder la cápsula del tiempo para facilitar el pase directo de Yago a la final, por poner un ejemplo, que tienen difícil discusión por obvias. Lo cierto es que metidos en harina y en pleno concurso solemos olvidarnos de estas cuestiones, aunque no siempre, y nos dejamos llevar en volandas absortos y cautivados por los acontecimientos del día a día en la casa.
Gran Hermano 12, además, se ha convertido en la edición de la diáspora, porque una parte muy importante de los blogueros, la mayoría procedentes del blog del Gato Encerrado, la casa “máter”, y al calor de las diversas polémicas vividas allí en GH11 (algunas se arrastraban desde GH10) fueron dispersándose por diversos motivos en otros foros o espacios aledaños. Finalmente acabaron creándose nuevos blogs temáticos en los que se podía seguir el concurso desde sensibilidades diferentes o con mayor independencia. Algunos de ellos como éste, pequeño, casi familiar y sin pretensiones. Es cierto que ya en ediciones anteriores, por lo que sé, que no es mucho, porque empecé todo esto en GH10 como explicaré a continuación, otros blogueros con cierto "renombre" se habían ido antes del Gato; pero a diferencia de lo que ha pasado este año, se refugiaron en foros más restringidos en los que GH era una temática más pero no la única.
Como no me interesa demasiado hablar de lo que pasó en el debate del domingo, que en mí caso se trataría solamente de confirmar todavía más todo lo que pensaba ya sobre los tres finalistas, me parece un buen momento ahora para reflexionar por qué estamos donde estamos. En los comentarios, seguramente, ya podremos analizar, si surge, las actitudes de los concursantes fuera de la casa en estos primeros días. Así que hoy toca entrada con digresión marula porque sólo entendiendo de donde venimos podremos valorar de forma imparcial y justa nuestra situación actual.
Hace ahora unos dos años y medio, en octubre de 2008, abría de nuevo sus puertas la casa de Guadalix de la Sierra para acoger a los concursantes de la décima edición de GH. Visto desde la distancia nunca hubiese imaginado entonces que estaría ahora aquí, treinta meses después, con este pequeño blog abierto y dedicado, entre otras cosas, a comentar nuestro concurso preferido con algunos de los amigos virtuales que ya conocía de entonces y con gente nueva que se fue incorporando a lo largo de estos meses.
Como seguidor impenitente del programa reparé esa vez, más que en ocasiones anteriores, en los comentarios que hacía Mercedes en las galas sobre los blogs que comentaban el programa con fidelidad diaria; nombrando durante algunas galas a determinados blogueros con manifiesta complicidad y ensalzando ante toda la audiencia sus supuestamente atinados comentarios.
Fue entonces cuando oí hablar por primera vez del “Gato Encerrado”, o por lo menos fue la primera vez que me di cuenta de su existencia. La Milá aprovechaba la ocasión para animar al público en general a seguir los blogs temáticos de GH y a participar en ellos. Nos incitaba diciéndonos que no esperásemos más, porque era en los blogs, según ella, donde se vivía de verdad con pasión desbordante y de forma continua la esencia del programa.
Aún tardé algo en decidirme y a principios de noviembre del 2008, si no recuerdo mal, me registré y me estrené en el Gato con un nik que ahora he olvidado y de forma gradual fui publicando mis primeros comentarios y opiniones. Al principio me sentía aturdido por la multitud de nicks que participaban y por la marea incontenible de comentarios de todos los colores que se publicaban sin descanso. Los días de gala era una locura y la jaula de gato hervía como una olla a presión a punto de estallar.
Visto desde una perspectiva simpática y casi humorística, pronto me di cuenta de que aquello era más o menos como una clase de mi época en el instituto. Estaba el profesor, el Gato, que desde lo alto de una tarima y con su magisterio gran hermanero impartía en su entrada diaria una entretenida lección sobre la asignatura en cuestión: el concurso de GH. Y como en un aula virtual si no se cumplían las normas que él imponía (estaban redactadas en la entrada principal del blog) repartía collejas o pescozones. Poco a poco también fui consciente de que aplicaba castigos más sutiles pero más dolorosos e humillantes como enviarte al final de la clase (baneos) donde nadie te veía durante unas horas, o si lo consideraba oportuno te expulsaba para siempre. También comprendí enseguida que con algunos blogueros había confianza y proximidad por conocerse de temporadas anteriores.
En fin, que al final estábamos los alumnos, los blogueros para entendernos, que componíamos una inmensa e intrincada amalgama de personas anónimas que nos identificábamos con nuestros nicks, a cada cual más curioso y definitorio de quien lo patentaba. Unos, rimbombantes y sonoros, llevados a gala por sus dueños y otros discretos e incluso vergonzantes como queriendo pasar desapercibidos. Como en toda clase del mundo mundial entre los alumnos había de todo, lo mismo que en la viña del Señor: los líderes natos o buscadores de notoriedad y fama que te montaban una plataforma en menos que cantaba un gallo (cuántos más seguidores conseguían más líderes eran y más prestigio les otorgaba), el gracioso cachondo, el gracioso sin gracia, el faltón que hacia gracia a algunos menos a los que eran diana constante de sus coñas, la romántica, el pesado, el correcto, la guay, los impresentables, la portera y el portero, las delegadas con llave y las delegadas sin llave, los listillos/as, los pelotas, los que intentaban pasar desapercibidos escondiéndose al final de la clase y que sólo se dedicaban a observar a los demás (matojeros), los tocapelotas de diverso pelaje para el sentir mayoritario del blog (trolls) y por último estaban los elegidos, los dioses y diosas de aquel Olimpo particular, que eran los alumnos más aventajados y normalmente veteranos de ediciones anteriores (grandes plumas según la jerga gatera), los que levantaban la mano antes que nadie para responder a la lección diaria sobre GH y que entregaban siempre diligentes sus deberes los primeros y a primera hora. Estos contaban con el aplauso más o menos general de los demás, con sus propios seguidores fieles y casi siempre con razones fundadas ya que había gente, independientemente de sus ideas, que escribía de puta madre superando a menudo en calidad y garra al dueño del blog.
Por circunstancias que no vienen al caso en un par de semanas abandoné el nick olvidado por culpa de una tarjeta roja directa y me convertí en Marulo, mi nick definitivo. Un año después, bien comenzado GH 11 y también a mediados de noviembre, abandoné el blog del Gato. Después de desaparecer un tiempo seguí por otros derroteros que algunos de los que leen y participan en el blog conocen porque los compartieron conmigo.
A pesar de todos los avatares y de que ya no sigo allí, he de reconocer que “Gato Encerrado”, con todos sus “peros” y sin contar ahora con los “ladrillos” de la mayoría de las grandes plumas de entonces, sigue siendo en algunos aspectos el mejor blog sobre el concurso, aunque sólo sea por la cantidad de comentarios que tiene al estar auspiciado por la cadena amiga, lo que por otra parte le está restando bastante frescura, creo yo, y porque Mercedes Milá siguió nombrándolo, semana tras semana, en las galas. Me imagino que ahora, además de los antiguos fieles que le quedan, habrá aparecido savia nueva para renovar el blog, lo que agradecerá el gato.
Volviendo a Mercedes Milá, no acababa de creerla por aquel entonces, cuando decía que el concurso se vivía de verdad en los blogs y que si no participabas en ellos no sabías qué te perdías. Con el tiempo transcurrido y con la perspectiva de tres ediciones a la espalda (10, 11,12 y un reencuentro) tengo que darle la razón.
No sólo se vive con pasión sino que en muchos casos puede cambiarte la vida. Como sabemos o intuimos, en mayor o menor medida, para algunas personas que se esconden detrás de esos nicks conocidos hay un antes y un después, porque su existencia ha dado un vuelco en todos los sentidos. Para muchos de nosotros lo que era un simple divertimento y un complemento para disfrutar de GH se ha transformado en algo más, un lugar donde relacionarse con gente estupenda para compartir virtualmente un montón de cosas referidas al concurso de nuestros amores. Es decir, más o menos lo que pasa en otros blogs o foros de internet dedicados a otras temáticas. Algunos han llevado a su vida real estas relaciones de amistad, y otros, la mayoría supongo, como es mi caso, todo queda circunscrito a este ámbito. Lo que no le resta un ápice del valor que tiene.
Desde luego que no todo es perfecto, y a menudo se nos muestra un lado oscuro y peligroso por debajo de la apariencia de calma que parece reinar en la superficie de algunos blogs, arenas movedizas por donde discurren corrientes subterráneas y paralelas que no siempre son de agua pura y cristalina, constituyendo verdaderos sumideros y cloacas que pueden, en un momento determinado, interconectar las raíces de diversos blogs y foros contaminándolo todo. A veces brotan con virulencia por aquí y por allá, como volcanes en erupción arrasándolo todo con su magma destructivo y contaminado. Pero en general, y lo digo porque suelo ser positivo y optimista quedándome siempre con lo mejor de las cosas, suele reinar el lado provechoso y agradable que supone disfrutar de GH. Una pasión compartida entre gente cojonuda y peculiar.
Después de la experiencia de comentar el concurso GH12 desde este blog, a pesar de mis reticencias iniciales y un cierto temor a no ser capaz de llevarlo dignamente, sobre todo cuando el tiempo no me sobra, tengo que reconocer que supuso una verdadera liberación para mí, porque me dio la oportunidad de comentar y expresar mis opiniones sobre el concurso con toda la independencia del mundo. También me permitió acercarme a aquellos otros blogs que he considerado afines en su manera de enfocar las cosas, por el tono de sus entradas y sus comentarios, y en general por el ambiente de respeto y el buen hacer de sus administradores y de una parte importante de los blogueros que opinan en ellos.
Hablo evidentemente en primer lugar de GH Comentado, el blog administrado por Ácrata, con el que este blog ha establecido una curiosa asociación, complementándose y fortaleciéndose mutuamente. Nosotros decimos que formamos estancias de una misma casa y que sólo tenemos que traspasar la puerta con total naturalidad para pasar de un lado a otro. Imagino que todo esto viene porque fueron muchos los meses, exiliados ya del Gato, comentando GH11 en el blog de Taxi: “La taxista desde Guadalix”. Un lugar donde nos refugiamos algunos de nosotros en aquellos tiempos y que ahora está cerrado. Al menos no funciona en abierto.
Por supuesto no puedo dejar de mencionar el blog de Balzac, Gran Hermano Doze, que desde su nacimiento se convirtió en un éxito fulgurante porque ofrece, según mi modo de ver, una excelente apuesta para seguir GH con garantías y desde una perspectiva subjetiva y personal, como debe ser, pero siempre respetuosa y basada en argumentos y reflexiones interesantes.
Alternativas nuevas que desde la tolerancia, como principio básico, se diferencian claramente de otras opciones que considero demasiado encorsetadas después de varios años y con un planteamiento por encima del bien y del mal, u otras que pretenden darnos lecciones a los demás desde opiniones muy discutibles salpicadas de constantes descalificaciones contra todo lo que se mueve y cuyo principal sello es la incoherencia hasta llegar al absurdo en numerosas ocasiones. Contradicciones tan fuera de lugar como acusarnos a los demás de “atacar” y “machacar” a un determinado concursante, cuando desde esas atalayas en otros momentos se insultó durante meses de forma sistemática y salvaje al mismo que ahora se pretende defender o erigir en ejemplo y mártir de GH12. Y todo eso, siguiendo con la incongruencia, después de cambiar de favorito cada dos por tres, dando bandazos y triples saltos mortales, como una cáscara de nuez que se deja llevar por una torrentera invernal. Por supuesto es completamente lícito modificar la opinión sobre los concursantes e incluso cambiar de favorito sobre la marcha. Nadie lo discute. Pero no son de recibo cambios tan radicales para transformar a alguien de ángel a demonio de un día para otro, o viceversa, mientras se censura a los demás por adoptar posturas coherentes y argumentadas valorando sobre todo las actitudes de los concursantes dentro del programa pero sin cuestionar conscientemente a la personas.
No quisiera acabar sin hacer mención a la penúltima entrada del Gato, la del viernes después de la gala final, donde alienta a sus blogueros para que expresen qué es lo que le pedirían a un ganador de GH. Ante semejante petición y reflexionado sobre Laura, me acordé de que este asunto, referido en general a los concursantes de GH, lo abordamos aquí en el blog antes de empezar la edición, y se dijeron cosas muy interesantes. Recuerdo que fue en los comentarios de la única entrada de julio de 2010, cuando LibreyRebelde, creo, nos planteó a todos la pregunta de cómo debería ser un concursante de Gran Hermano. Al hilo de este asunto y comprobando que, acabado el concurso, se está cuestionando bastante a la ganadora de GH12, si queréis, podemos recordar las cosas que allí dijimos y debatir de nuevo sobre el tema. En la entrada de septiembre expuse mi opinión a cuenta de aquella propuesta y además, parafraseando a Asimov, dejé escritas las leyes del concursante de GH actualmente recogidas de forma permanente en la portada del blog.
Es curioso, porque estos días estuve repasando lo que allí dijimos, con la intención de saber también si la opinión que yo tenía entonces se ajustaba a la elección de mis dos favoritas durante el concurso: Laura y Lydia. Ha sido un buen ejercicio de autocrítica que me ha hecho comprender algo que ya sabía: que una cosa es la teoría y otra la práctica, y muchas veces no tiene nada que ver el deseo y las ilusiones con la realidad. En una segunda lectura ya no lo tuve tan claro, pero no es cuestión de dar la tabarra ahora con el tema. Lo cierto es que sigo convencido de que Laura era la mejor aunque incumpliese, aparentemente, algunos de los principios del buen concursante que yo mi mismo propuse.
Finalmente me gustaría volver a dar las gracias a todos los que habéis participado con vuestros comentarios en el blog y también, por supuesto, a aquellos que han entrado a leernos aunque no digan nada ni participen. Casi seguro que no voy a seguir el programa del reencuentro con entradas y eso. Posiblemente publicaré alguna que otra cosa de vez en cuando pero no retomaré la actividad normal del blog hasta el comienzo de GH 13 o GH 12+1. O eso creo, porque nunca se sabe.
Marulo
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