1.- Lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada (Edmund Burke)

2.- Hay un límite a partir del cual la tolerancia deja de ser virtud (Edmund Burke)

martes, 30 de noviembre de 2010

LA LIBERTAD DE LAURA: ¡A lo hecho pecho!

    Es muy difícil, por no decir imposible, sustraerse en estos momentos de la trama principal del concurso.  Una historia viva, vibrante y vertiginosa que me tiene literalmente sin aliento y pegado al programa. Decía en mi anterior entrada que después de salvar a Laura todo dependía de ella. Estaba absolutamente equivocado. Realmente su futuro depende de todo lo que ella temía, de esos hilos invisibles, más fuertes que el acero, que atan su mente y su voluntad a las convenciones sociales, a los deseos y expectativas que los demás tienen de ella, fundamentalmente de sus seres queridos: su novio, sus padres, su familia, sus amigos, sus compañeros de trabajo...

    Es una historia tan vieja como el hombre y que la sufren en toda su crudeza casi siempre las mujeres. Ellas se convierten en la reserva moral de la pareja, de la familia, de la tribu y si se dejan llevar por su corazón, por sus deseos o sus sueños, huyendo de una realidad ingrata o de lo que se espera de ellas, son castigadas. En unos casos a través de la represión directa como vemos en tantas culturas que aún hoy controlan la vida de sus mujeres en todas sus facetas y en otros, salvando las distancias, de una forma más sutil pero no menos eficaz, inculcando en la mente femenina que la responsabilidad con la familia y con la tribu está por encima de sus verdaderos anhelos. Se trata del cargo de conciencia, un mecanismo de auto castigo incrustado en nuestra mente y que actúa como un verdadero policía interior represivo activando los remordimientos, la angustia y el sentimiento de infelicidad cuando priman nuestros deseos sobre la realidad y las supuestas obligaciones. Son las ataduras morales de lo políticamente correcto, de lo que se espera de nosotros. 

    Todos somos deudores, en mayor o menor medida, de este chantaje emocional, del esquema mental que nos creamos y nos crean para que mantengamos controlados dentro de unos límites razonables nuestros sentimientos.
    Ganar la libertad es un delicado equilibrio entre el compromiso y la necesidad de cumplir siempre nuestros deseos.

    Con la relación de Laura y Marcelo, y sobre todo a través del calvario que ella está pasando para liberarse de sus cadenas, estamos viviendo este proceso fascinante en toda su crudeza. Asistimos con ella y sus compañeros, emocionados y solidarios, a la gran batalla que libra la chica de Parla por ganarse la libertad de vivir sus sentimientos; la libertad de ser ella misma y de seguir los dictados de su corazón aunque se equivoque de forma clamorosa, aunque no cumpla con el guión que todos habían establecido para ella y explore al fin otros caminos para ser feliz y encontrarse a sí misma. La relación con Marcelo, independientemente del valor que en sí misma tiene, es tan sólo la excusa.

    - ¡A lo hecho pecho! - Dijo ella; y aunque suponga un soberbio regalo para los espectadores asistir al doloroso parto de su "liberación", ha elegido el peor lugar para hacerlo, porque con todos nosotros como testigos dejará daños colaterales y heridas difíciles de cicatrizar, pero la vida es así y cuando elegimos un camino determinado no podemos pensar que hubiera pasado si eligiésemos el que hemos descartado, o nos hubiésemos quedado en el lugar donde estábamos, amargados y arrepentidos, maldiciendo para siempre nuestra indecisión.

    Queremos ver a Laura liberada, reafirmada y con los sentimientos a flor de piel; por el bien de ella misma y del programa, por despertar a algunos compañeros de la vida insustancial  que llevan jugando sin mojarse y también por nosotros mismos. Necesitamos creer que no todo es cálculo interesado o falsas imposturas que al menor contratiempo se vengan abajo como un castillo de naipes. Necesitamos ver historias reales y homologables con nuestra realidad cotidiana. Espejos reales en que nos veamos y que reflejen las contradicciones del personaje pero llenas de autenticidad.

    Podrán gustarnos más o menos, podremos creerlos o no, pero Laura, y ahora también Marcelo - ¡que fuerte colega! - arrastrado por unos acontecimientos que lo superan rompiendo todos los esquemas que traía prefijados, nos están ofreciendo todo eso y más: existencia y savia nueva dentro de la casa.

    Incluso sus compañeros, absorbidos e implicados en las desventuras de Laura, se han elevado ante nuestros ojos compartiendo su emoción y olvidando por unas horas sus miserias y sus estrategias. La diferencia, ahora, con la casa de colorines se hace abismal.  Allí, en un ambiente desolador y decepcionante, sólo se habla de premios y estrategias, de dinero y nominaciones.  Sólo una Therry “trabada” y desquiciada por todos y por todo insufla algo de energía y a lo que agarrarse en esa casa.

    En la otra casa, además, tenemos a los novios, a Chari y Rubén, y todo en ellos es la historia de una incomodidad. El relato de sus infinitos encuentros y desencuentros. Es como si a cualquiera de nosotros en plena crisis de pareja nos metiesen en la casa, pero a los dos juntos, y nos hiciesen pasar el “vía crucis” que están pasando ellos. Seguramente saldrían todas las contradicciones y el lastre acumulado de varios años de relación, las dudas sin aclarar para tomar la decisión definitiva. Si tuviesen claro que su unión es fuerte y que quieren construir juntos un futuro no entrarían en la casa. No es el lugar más adecuado para resolver un dilema sentimental, y menos ante la audiencia y sus doloridas familias. Lo que en privado se puede perdonar e incluso comprender, con millones de espectadores como testigos entorpece o entierra definitivamente cualquier viso de solución. Otra cosa, como hacen e hicieron otros, es que se entre con pareja fuera, con sus riesgos pero con las ideas claras de a qué se viene y con la intención de ganar el premio. Sin más.

    No quisiera presumir de profeta, aunque en esta edición de GH los deseos o predicciones se me están cumpliendo en un alto porcentaje, pero parafraseando el título de una famosa novela de García Márquez, lo de Rubén y Chari parece ser la crónica de una separación anunciada.  Algo por otra parte nada extraordinario ya que lo puede ver cualquiera y por lo que están apostando muchos blogueros. De todos modos de esta pareja me espero cualquier cosa, hasta que salgan del concurso con fecha de boda y con su primer retoño encargado, a pesar incluso de las imágenes comprometidas de Chari en la primera semana.

    Respecto al debate de ayer, con el absoluto protagonismo de Laura y su relación con Marcelo copando el programa, la presencia de Joaquín fue de mera comparsa. Sus insustanciales opiniones resultaron caducas y no aportaron casi nada. La constatación de su decepcionante paso por el programa contrastaba con lo que pasaba dentro de la casa de la que había salido tres días antes.
    El gaditano jugó fatal sus cartas y lo digo en el sentido de que nunca se le vio implicado realmente en GH.  Siempre dio la impresión de que entendió el asunto como un puro trámite que se podría llevar de calle sin implicarse nada emocionalmente, utilizando el mismo esfuerzo que pone un veterano como él en conseguir el polvo de una noche: dos sonrisas, cuatro palabras susurradas y dos rancios piropos de compromiso para salir del paso. Gran Hermano es una empresa que le pasó por encima y que a las primeras de cambio descubrió sus carencias y su desgana.

    No soporto a los concursantes que especulan con el concurso en vez de vivirlo, como un gigoló que va a cobrar su trabajo sin ofrecer más allá de sota, caballo y rey, sin una pizca de emoción y fantasía, aunque sea simulada. Concursantes que no se dejan llevar por la marea de GH y pretenden marcar el rumbo sin dejar parte de su alma y sus emociones ahí dentro. El que pretenda ganar este concurso debería saber que debe vaciarse y que parte de sí mismo debe quedar para siempre en Guadalix de la Sierra.

     Incluso Lydia, a la que muchos minusvaloran pero que siempre dice la frase oportuna en el momento adecuado, lo tiene claro. A propósito del dilema de Laura en estos días dijo:
        - Este programa te hace conocerte a ti misma y te hace fuerte.

Marulo
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sábado, 27 de noviembre de 2010

LA FUERZA DEL CORAZÓN: ¿ME ENTIENDES?

    Hace una semana hablábamos del destino de Laura, de sus dudas y preguntas ante el ojo inmenso del confesionario que nos representa a todos, cuando ella se interrogaba sollozando sobre su futuro y se entregaba generosa y resignada en manos de la diosa fortuna. Parecía un reto enorme e insalvable liberarla de las correas que la amarraban a las vías del tren mientras el gigantesco ferrocarril predestinado a arrollarla se acercaba de forma inexorable. Ella misma, desesperada y suicida, había apretado los nudos que la ataban a los raíles, hasta que en el último momento, como en una vieja película de cine mudo, las manos firmes de los que entendemos este negocio como un asunto de entrega sin dobleces, de vida a borbotones con el sello inequívoco de lo auténtico, logramos rescatarla de su sino y devolverla al juego.  Ahora cobra una relevancia especial mi afirmación de entonces, casi una premonición, cuando dije que su destino, al menos en la casa, dependía de nosotros.  

    Hoy, por una vez, cínico e interesado, quiero creer que esa es la única verdad, y que nuestros votos fueron su tabla de salvación. Por eso, sin sacarme todavía la venda de los ojos y con una emoción apenas contenida, me digo a mi mismo, convencido, que se hizo justicia.   No quiero preguntarme si al circo en que todo esto se ha convertido le interesa más esta función que la del galán trasnochado de voz susurrante y alma gastada.  Ayer  lo di casi todo por bueno, porque Laura sigue en GH y no pienso detenerme en otra cosa que no sea disfrutar con el alborozo de tenerla a salvo, y mucho menos después de tantas noches de gala, en otras ediciones, sufriendo expulsiones dolorosas e inexplicables, asumiendo veredictos de la santa audiencia que me dejaban un poso de amargura o lo que es peor, la sensación de asistir a manipulaciones interesadas o triquiñuelas y estrategias para impedir la evolución natural de las cosas. 

    A partir de mañana comienza otra etapa y Laura deberá demostrarnos que no nos hemos equivocado con ella, pero hoy me quedo con su imagen de ayer noche vestida de rojo, nerviosa y expectante, esperando "enhebrada" el veredicto de la audiencia al lado de un gélido y desconcertado Joaquín dentro de esa puñetera sala de nominaciones tan fría y desangelada como una galería de la nave Nostromo, aquella donde la teniente Ripley luchaba por su vida acosada por el Alien. Si fuese dibujante la pintaría, seguro, como un corazón enorme con dos largas y hermosas piernas, dos ojos grandes y claros, ávidos y febriles, una coleta negra y rebelde ondeando sin control y una bocina por boca. ¿Me entiendes?

    El lamentable papelón de Joaquín al reencontrarse con Marta en la sala expulsiones, con ese recibimiento tan frío y distante del que se sabe culpable cuando ella  se acercó a abrazarlo cariñosa y atenta, resumió perfectamente el porqué de su expulsión.  Durante la semana en que vivieron separados, por contraste, resaltó aún más su actitud indecente después de lo que largó de ella mientras Marta mostraba preocupación por su bienestar en la otra casa y decía que lo añoraba.  Por mucho que luego lo negase a Mercedes en la entrevista, el gaditano realmente no se lo esperaba. Pocas veces un concursante que generó al entrar tantas expectativas defraudó de esta manera, lo que justifica con creces su su presencia en el plató

Otra cosa es la valoración de la entrevista que le hizo la Milá, amén de otras cuestiones como sus errores de siempre o el intento de influir en la elección del comodín en la casa colorines. Vale que no dejó ni hablar a Joaquín, más o menos lo que hizo siempre cuando a un concursante lo tiene en el punto de mira, pero tampoco llegó la sangre al río y tuvo la deferencia de no sacarle el vídeo en que llama "golfilla" a Marta. En otro tiempo, GH10 o GH11 por ejemplo, no habría desaprovechado la ocasión de pasárselo a un concursante por el morro para dejarlo en evidencia.

    La vuelta de Laura a la casa ariel por decisión de Chari, que en su papel de comodín tenía como misión equiparar las casas en número de concursantes, eligiendo a uno de los nueve de la casa colorines para irse a la otra quedando ocho en cada una, resultó poco arriesgada pero inteligente. Y más aún porque la operación fue observada por el resto de sus compañeros sin ella saberlo. Todos esperábamos que se deshiciese de Marta, pero la sensatez se impuso a los celos sabiendo que una decisión así la marcaría el resto del concurso. Ella tomó la decisión más fácil para sus intereses pero contraria a los dictados de su corazón, y escogió a Laura, que  sin tiempo apenas para aclimatarse a la nueva situación, volvió contenta al lugar de sus desdichas, la casa de la que salió al comenzar la noche con un billete sin retorno.

   Su vuelta a la casa, precedida por sus gritos inconfundibles, tuvo un efecto devastador en Marcelo. Su cara era un poema porque una vez más sus cuentas se vinieron abajo. Nunca pensó que el expulsado sería Joaquín, su mentor y maestro en las artes de convertirse en hombre de mundo.  Es cierto que su cara se iluminó  por la alegría de verla de nuevo, aunque también pudiera ser en parte de contrariedad y desconcierto.  Como el malaguita no es tonto, estará valorando las verdaderas fuerzas de la "analfabeta" entre la audiencia, pues en sus previsiones consideraba a Joaquín un verdadero peso pesado, un favorito. Su aprensión provocará que no las tenga todas consigo y rumiará su miedo a estar nominado pensando en que el siguiente podría ser él.  Esta semana los dos se han librado de las nominaciones pero la paz que sellaron a última hora, poco antes de salir ella a la palestra, podrá explotar de nuevo en cualquier momento.  O acaban lo que empezaron bajo el edredón y entre besos o vuelven a las andadas.  Se las prometía expectante con un futuro distinto sin Laura, tal vez más apacible, pero el destino de ellos, como dije, lo escribimos nosotros.
    Y al parecer su destino juntos se ha cumplido. La situación ha dado un vuelco de 180 grados y la pareja más temperamental de GH12 se ha dejado arrastrar por los acontecimientos.  Esperemos que justo ahora, Laura no tenga que abandonar la casa por la indisposición de su madre.

    Otra vez salió nominada la Sirenita y esta chica me gana cada día más por la tranquilidad con que acepta y asume la decisión de sus compañeros, sin ningún reproche, pero me duele encontrarme con esa mirada triste y resignada por estar una semana más en el disparadero.  Me gustó también su lealtad cuando salvó a su amiga Patricia de la nominación convenciendo a Catha sin apenas discusiónes.

    Después de que últimamente se haya hablado tanto de Yago, el DIVINO y de las semejanzas o no, en sus estrategias, con un concursante emblemático como Pepe, me gustaría dejar a continuación y a modo de juego, las diez grandes diferencias que veo entre los dos por si ayuda a despejar dudas.

1.- Uno es madrileño (un plus, dicen) y el otro es paisano mío, de Vigo (¡si yo os contara!).

2.- Uno es rubio y el otro moreno.

3.- Yago se lió con la recauchutada Yola Berrocal (el mismo confesó que las prefiere artificiales y operadas) y el otro se lo montó con Ainoha (todo un carácter pero muy natural).

4.- Pepe tuvo al cubano Dayron de escudero y Yago a Óscar, el "güevos pelaos". 
5.- Pepe inventó el "nomineitor" y Yago la estrategia del "nomenominéis" que la cagáis.

6.- Pepe arrolló a todos sus contrincantes por goleada nominación a nominación y Yago simplemente se escojona de todos.

7.- Pepe se mostraba siempre y Yago se esconde.
 
8.- De Pepe se enamoró Raquel y  de Yago se cuelgan casi todas las tías de GH12.

9.- Pepe cuando te mira baja el mentón como un toro de Mihura a punto de embestir y Yago para mirarte sube el mentón, altivo como un húsar de opereta, para lanzarte la puya.

10.- Pepe gano una edición de GH, la número siete y el reencuentroYago de momento nada.

Marulo
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martes, 23 de noviembre de 2010

LA DIVINA COMEDIA

Rosita versus “bonita” (la conejita)  

    Hubo un momento en GH11, cuando la cosa pintaba tan mal, que llegué a pensar que el único personaje realmente interesante de aquella casa era Rosita, la muñeca aquella de Rebeca, la concursante un poco majara que hablaba sola de noche paseando por el jardín y para quien todo era super boniiiito. 
    Durante un par de semanas, la muñeca de la mirada triste e insondable llegó a parecerme el habitante más sensato y auténtico de aquel despropósito. Todavía recuerdo aquellos ojillos redondos y asustados observándolo todo a su alrededor, sobre todo a su dueña que le hablaba, incontinente y empalagosa, con palabras sin sentido, o asistiendo alucinada y silenciosa a guerras, gritos y puñaladas traperas; las mismas que ella sufrió, pobre, aquella infausta noche en el jacuzzi a manos de Hans, aquel tipo intrigante con nombre de pato y pretensiones de  estratega, un concursante que intentó manejarlo  todo y se quedó simplemente en un manipulador burdo y amargado. 

    Antes de irme definitivamente del gato encerrado, por cuestiones que no vienen al caso, hace aproximadamente un año, y cuando todavía comentaba en su blog, estuve a punto, por hartazgo, de publicar mis comentarios desde la perspectiva inocente de la muñeca. Pretendía comentar la edición desde su perspectiva titulando como “crónicas de Rosita" sus supuestas vivencias o memorias. Desde entonces estoy en deuda con ella porque de algún modo le debo el título de mi blog.

    Si Rebeca tenía a su maravillosa y sufridora Rosita, nuestra Patricia, la locatis compulsiva y polifacética de este año, tiene a su conejita. Un inesperado regalo de cumpleaños que bautizó con el nombre de “Bonita” por sugerencia de alguien que no recuerdo. Bueno digo que la tenía, en pasado, porque el bicho se puso fatal a causa del estrés que no pudo superar, y tuvieron que llevársela a una UCI conejera. Con la tensión ambiental que se respira en la casa y una intensa Patri agobiando al animalillo sin descanso, acabó la pobre con problemas gástricos y seguramente también con algún  que otro desequilibrio mental.  Ansiedad más que nada, supongo. 

    Estos simpáticos y pequeños mamíferos están acostumbrados a pelear para sobrevivir en un mundo lleno de dificultades y depredadores: serpientes, aves rapaces, zorros e incluso el hombre; pero ninguno está programado para resistir tanta dosis de cariño agobiante y menos aún si van acompañados de los cánticos incesantes de una dueña como Patricia. Además, la organización, para curarse en salud, aprovechó la coyuntura para sacar a la coneja de la casa y evitar así un posible conejicidio. No fuese a ser que más de uno, harto y desesperado con los cantes de su dueña, la tomase con el pobre animalillo como venganza. Una posibilidad nada descabellada, y más teniendo en cuenta que dada la escasa disponibilidad de esta pandilla para superar las pruebas que les ponen, en una de las fases de hambruna que padecen tras perder una prueba más, Bonita en un descuido de Patricia podría acabar perfectamente en la olla como un delicioso plato de conejo a la cazadora.

    Como todos sabemos mi añorada Rosita no tuvo esa suerte, y padeció en GH11 toda suerte de vejaciones e iniquidades. Por eso entiendo que visto el percal más vale prevenir que curar.

La caza: todos contra Chari

    Este fin de semana se ha abierto definitivamente la veda, que coincidió más o menos con el tremendo error de la organización al permitir que saliesen SMS externos criticando a Chari en la pantalla mientras jugaban con la XBox.  En los foros, en los blogs, en las tertulias, dentro y fuera de la casa y en todas partes se ha organizado una ingente partida de caza , y la pieza a batir está señalada y marcada: Chari, la novia, la “zorra”. En el grupo enfervorizado de perseguidores hay de todo. Unos avanzan haciendo un ruido ensordecedor para sacar a la pieza de su guarida, otros esperan apostados en sus puestos atosigándola para evitar que se salga de la pista marcada y los más elegantes van a caballo, sin mancharse las manos o tocando la cornetilla, esperando el momento propicio para pegarle el tiro de gracia. Y luego está la jauría, la  tropa que hace el trabajo más sucio metiéndose en el barro y en los zarzales hasta las orejas, la que salta los muros y cruza los barrancos hasta encontrarla y  acorralarla.  El insulto procaz y la descalificación nauseabunda son sus cartas de presentación, esperando morder y estrangular el pescuezo de la gaditana para destrozarla y alimentarse después de sus despojos.

    El calificativo de “falsa” es lo más suave que se oye de ella. Ojalá fuese tan sólo eso, pero la palabra gruesa y el insulto descarnado es lo que prima: zorra, guarra, cerda, pendón verbenero, fresca, facilona, golfa…  Aquello de “suelta” que le dedicó su "suegra" comparado con esto me parece ahora un eructillo de monja virginal.  Lo curioso es que GH está lleno, y siempre lo estuvo, de tíos fáciles y flojos de bragueta, a los que nunca se les tratará con tanta saña y menos aún a la ligera calificándolos de puto, cerdo, baboso, salidorro, sátiro, etc

    No digo con esto que la chica sea un ejemplo de virtud, ni que algunas de sus actitudes y movimientos en la casa no merezcan una crítica contundente y enérgica, sobre todo lo que tiene que ver con la relación que mantiene con Rubén, tan dudosa y falta de autenticidad, en especial por su parte; pero eso no quita para que me parezca tremendamente injusto y cruel el acoso y derribo generalizado contra Chari, utilizándose como principal argumento el insulto y la calificación fácil a la que casi siempre se recurre en primera instancia cuando se trata de una mujer. Y que es llamarla puta.  No lo aguanto

Ellos y ellas

    Una de las cosas que me está llamando la atención de forma poderosa desde la gala del jueves con la nueva recolocación en las dos casas por obra y arte de Pepa y Arturo, es la diferente actitud entre chicos y chicas ante la separaciones.  Ellas se encuentran, en general, fastidiadas y añorándolos. Es el caso de Marta y Therry por ejemplo, mientras que ellos más felices que unas Pascuas están como si les hubiese tocado la lotería, con un Jota eufórico con el cambio, o Joaquín, largando de forma miserable y poco caballerosa contra Marta, su antigua compañera de cama a la que incluso llegó a calificar de golfilla. En fin, cada uno se retrata como lo que es.

     El que me parece cada vez más infumable, confirmando y corroborando mis primeras impresiones, es Marcelo. Un personaje cada vez más engreído y egoísta.
  Su lamentable maniobra, cuando comenta en el confesionario que se ve con muchas posibilidades y a continuación le hace la cama a Laura, nominada esta semana,  pidiendo claramente a su gente en el exterior que la echen, es exactamente la misma operación que hizo con Lydia cuando estuvieron nominados juntos. Su plan es de libro. Con gente nueva en la casa le estorba la de Parla, y con ella fuera no tendría ningún condicionante ni  remordimientos para dar rienda suelta a su máximo objetivo, que es tirarse a Catha.   
    Una actitud indeseable y cobarde, con la pala de sepulturero siempre al hombro, dispuesto a cavar la tumba de quien le interesa  y echar incluso las paladas necesarias encima.   Ahora deambula por la casa en plan narcisista, babeando y perdiendo el culo por la venezolana. Ya encontró su nuevo objetivo: a rey muerto, rey puesto.

     Por cierto, en el debate de ayer, de madrugada, la condescendencia de Sánchez Casado y Nacho Montes hacia el malaguita casi me hizo potar de rabia. Es curioso, pero me gustaría saber que tiene este chico que llama tanto la atención a todos los que se pasean por la otra acera, a Dámaso el primero. Y que no me digan que es por lo de guapo.

La niña de su papi

    Ya lo sé, todo el personal quiere deshacerse de Lydia. Lo entiendo.  Como veo que nadie va a defender a la sirenita del trikini rojo más allá de decir que es una seta que adorna mucho o que ríe, habla y come con toda la pachorra, intentaré dar algunas razones, las mías, para mantenerla en la casa. Lo digo con la boca pequeña, porque esta semana no va la cosa con ella y si queremos salvar a Laura, a quien hay que votar para la expulsión es a Joaquín para que vea desde su casa lo golfilla que es Marta, como el mismo dice.

    Hay personas que al hablar no escuchan realmente lo que dice el otro y sólo están pensando en lo que ellos van a decir o rebatir. Están encastillados en sus ideas y se pierden lo esencial, de manera que pueden saber mucho de todo, presumir de intelectuales del copón pero les falta lo esencial: no entienden a los demás porque jamás se ponen  en su lugar. Viven alrededor de su ombligo, verdadero centro del mundo y les molesta enormemente que otros tengan rotación propia y no giren a su alrededor.
    Bien, pues nuestra querida Fiona tiene esa virtud, sencilla pero determinante, de saber observar, escuchar y entender de verdad los problemas de los demás. La chica además está feliz y súper encantada en la casa.
    Es una pena que su padre se rindiera tan pronto y prefiriese pagarle esas gloriosas tetas, que son un empacho para la vista, antes de insistir y gastar los cuartos en pagarle unos estudios, psicología por ejemplo, ya que la chica parece tonta pero no lo es. A lo sumo la calificaría de frívola y simplona.
    Ahora sí, también entiendo que sale más barato pagar una buena delantera que una carrera universitaria. Tal como están las cosas y ante el capricho de la niña, habrá pensado el buen hombre que esas dos poderosas razones son la mejor inversión para que su hija se gane la vida, mientras que de psicóloga, por seguir el ejemplo, sería una más a engrosar las kilométricas colas del paro.  Allá cada cual. En fin, lo que decían nuestros abuelos, siempre sabios, que ya es triste con lo que ha llovido: “Tiran más dos buenas tetas que dos bueyes de una carreta”.

    Las opiniones y comentarios de Lydia, pocos pero significativos, constituyen a menudo un toque surrealista en una casa de locos, pero ella es la que está más anclada en la realidad. Como muestra la habilidad con que manejó al feroz, que a su lado acabó pareciendo el corderito aquel de norit.  Un prodigio de equilibrio.
    Mientras otros hablan y hablan escuchándose a sí mismos, ella, atenta, no se pierde nada. Luego da su opinión o consejo como quien no quiere la cosa y sin alzar la voz, que casi siempre supone un diagnóstico certero repleto de sensatez.

La divina comedia

    Como en el poema de Dante, todos y cada uno de los concursantes tienen su infierno, pasan su purgatorio y algunos llegarán al paraíso, que para la mayoría se trata de conseguir la victoria, el maletín y la fama.  Para otros sin embargo el paraíso depende de un conejo o simplemente estuvieron siempre en él.  ¿Y nosotros?

Marulo
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sábado, 20 de noviembre de 2010

CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE

Expulsión de Eduardo: dudas y contradicciones
    Estaba totalmente convencido de que se iba Catha. Fijo, me decía, iluso de mí. Por eso se me quedó cara de circunstancias cuando Mercedes dio el nombre de Edu. Había imaginado la entrada de hoy desgranando las razones de la expulsión de la venezolana, que se resumían en una, sobre todo después de ver la conversación nocturna que mantuvo con Marta cuando confesaba a la gallega, sin cortarse un pelo, que ella es machista. Lo dijo así, con mayúsculas, poniendo esa vocecilla tan suave y la boca apretada que tan bien imita Lorena Castell, ofreciéndonos como mayor argumento que ve natural y normal que sean ellas, las mujeres, las que recojan la mesa, cocinen y se hagan cargo de las tareas domésticas. No me lo podía creer. Hasta aquel momento me daba un poco igual quien se fuese y tenía claro que Edu tenía todas las papeletas entre los nominados de la semana. El chico con discapacidad auditiva no es que me cayese mal ni bien, simplemente me sobraba en la casa y, equivocado o no, entendía que su ciclo en GH había terminado .

    Es cierto que en algunos países sudamericanos la cultura machista está más arraigada y que todavía muchas mujeres asumen un papel de sumisión al hombre, algo más propio de otros tiempos que pasaron a mejor vida. Pero sinceramente, no me lo esperaba de una chica como Catha, supuestamente moderna y con la preparación universitaria que pregonaba en su vídeo de presentación. Además, a pesar de esos juegos de atracción/repulsión que se traía con Yago, como concursante no me entusiasma demasiado, y a la audiencia tampoco, o eso parecía, por eso imaginé que ella misma se había dado la puntilla con un discurso tan rancio expresado en público con ese convencimiento.   Fue una gran decepción, algo que me parecía inconcebible sabiendo como sabe una persona de su formación lo que ha costado a la mujer, de lucha y sufrimiento, conquistar las cotas de libertad e igualdad entre sexos que ahora tenemos y no hace mucho eran impensables, sobre todo ahora con la que está cayendo, que renacen resistencias subterráneas a estos avances.  Unas ideas retrógradas que ya sólo defienden determinadas culturas que por religión o tradición relegan a la mujer a un papel totalmente secundario.
    Puede parecer que aprovecho la ocasión para largar un discurso feminista fácil y oportuno, pero seguro que me entenderán perfectamente todos aquellos que como yo tienen hijas. No las estamos educando para que se reproduzcan los roles de nuestras abuelas y nuestras madres, y aunque en nuestra propia casa (España) nos queda mucho camino por recorrer en estos temas, no debemos permitirnos ni un paso atrás en esto y estar siempre vigilantes haciendo pedagogía para que todos los que vengan a este país entiendan que por ahí no pasamos.

    Cathaisa no me desagrada especialmente, es una concursante más en tierra de nadie que incluso, para que negarlo, me parece atractiva; pero creo que sólo por esto, aunque pueda resultar excesivo, debió ser ella la expulsada en la gala del jueves, para explicarle más despacio en el plató a la Milá,  entre otras cosas, sus teorías sobre la igualdad. Tenía ganas de oirla. En serio.

    Una vez más el programa nos sorprendió con una expulsión, cuando menos dudosa, que me hizo recordar viejos tiempos en ediciones pasadas.

    Al final se fue Edu, y lo mismo que Julia, su valedora y apoyo mientras estuvieron juntos en la casa, tuvo una entrevista tardía y apresurada que este auténtico y entrañable "cascarrabias" no se merecía. El emocionado encuentro con su novia (una verdadera Fiona) y las lágrimas de su madre y hermana, desconsoladas, le dieron un empaque emotivo a la gala que todo el mundo recibió con agrado.   Julia, contenida y espléndida, con la lección aprendida, no entró al trapo de una presentadora excesivamente incisiva con ella. Tacharla de mala e instigadora, así, sin matices, resulta injusto, y eso que la chica gitana no es santo de mi devoción.  Me temo que Eduardo será un invitado de paja en el debate del domingo porque su historia no interesa.  He de reconocer que independientemente de todo a mí me sobraba en la casa, aunque prefería que se quedase al menos una semana más y que Catha, por lo dicho, ocupase su sitio.

El divino privilegio de los nuevos

    Con la gloriosa entrada de los nuevos deberían explicarnos esa aparición y desaparición fugaz de las casas, birlibirloque, antes de lo previsto. Un extraño fenómeno poltergeist más de los muchos que llevamos en GH, como el de algunas expulsiones (un error mayúsculo o una simple "cagada", como dirían los más realistas). Como sigamos así, durante el debate de los domingos acabarán haciendo conexiones en directo con Cuarto Milenio, el programa de la cuatro,  para que Iker Jiménez nos dé su opinión sobre estos fenómenos o se convierta en un comentarista más. 
    Al ver a los nuevos, por un momento pensé que nos habían colado en el programa a un primo vasco y más joven de Gerardo Prager y a la madre de Patricia disfrazada de moderna. El primero para animar el programa y tocar los mismísimos al personal, como hizo el supuesto primo en GH11, y ella para darle en persona a la "locatis" su regalo de cumpleaños y de paso, como hizo el año pasado Pilarita, la madre de Saray buscarle un novio a Patri y a su conejito. Es curioso, ayer de madrugada comentábamos divertidos en el blog de Ácrata estos parecidos cuando un concursante, creo que Rubén, le preguntó a Pepa si ella era la madre de Patri.

    Cuando Pepa y Arturo, después de conocer en persona a todos los concursantes de GH, se pusieron manos a la obra con la sorprendente misión de mezclarlos a su antojo, ellos incluidos, para recolocarlos en las dos casas con la única premisa de que hubiese ocho en cada  una, pensé que la opción más airosa y menos comprometida era dejar las cosas como estaban y adjudicarse una casa para cada uno de ellos echándolo a suertes.
    Ni se lo plantearon, y desde el Olimpo de la sala de expulsiones, como dioses griegos manejando el destino de los hombres y mezclándose en sus vidas, concluyeron el divino privilegio de decidir el futuro de GH.  Arturo, supuestamente ignorante de los intríngulis de GH12, dejó hacer a Pepa, que llevó la voz cantante gracias al conocimiento exhaustivo de las vicisitudes del programa. El resultado de los cambios de reagrupamiento son tan transcendentales que cambiarán definitivamente el rumbo del programa. Verdaderas bombas de relojería sin espoleta con consecuencias imprevisibles.  

    Entre ellas, la idea de separar a Joaquín y Marta, desactivando al galán de feria gaditano perdido en un medio inhóspito mientras que ella queda liberada de ataduras, y con Yago a la expectativa.  O provocando la unión de la pareja del año (Rubén y Chari) en una sola casa para nuestro empalague definitivo con el peligro de que explote de una vez comprobando  por fin la verdadera naturaleza de esta relación.   O la decisión de mantener juntos a Laura y Marcelo para que sigamos asistiendo, aturdidos y enganchados, a una pirotecnia inagotable de sentimientos y desmesura, con los vértices de dos posibles triángulos alrededor de la pareja; en uno el omnipresente Dámaso siempre al quite del malaguita, y en el otro Catha, convertida el punto de mira de un Marcelo que con alma de depredador no puede acabar el concurso sin su edredoning.

El destino de Laura

    Laura, en una de sus interminables "ralladuras" en el confesionario, mientras reflexionaba en voz alta sobre lo que estaba viviendo y compartía con nosotros sentimientos y dudas, comentó compungida la posibilidad de que, cuando salga,  toda su vida anterior se haya ido al cuerno. Y todo por nada. En un momento determinado, resignada, dijo algo que no he podido olvidar: ¿¡Será mi destino!?. No tengo muy claro si fue una interrogación exculpatoria o una exclamación con carácter afirmativo, pero sonaba a convicción inexorable y resultó conmovedor. 
    Laura, salvo sexo explícito de momento, lo invirtió casi todo en la relación con Marcelo, al menos a nivel emocional. Se dejó arrastrar por la marea incontenible del afecto y el cariño tirando por la borda toda una vida anterior, una relación de años que por muy deteriorada o rutinaria que fuese está dañando su propia imagen. O eso piensa ella. ¿Y todo por qué?: por un tipo que es casi un niño, que no tiene nada que perder y que se arrugó a las primeras de cambio.

    Ahora vive enfurecida y enrabietada, sintiéndose impotente y cercana al ridículo.  Una mujer despechada que no sabe como salir del atolladero sentimental en el que se ha metido.  Una mujer con alma de niña que se ilusionó con algo que ahora parece una quimera, una tremenda y pesada broma. El destino la ha alcanzado y ahora no sabe que hacer con él.

    El ciclón de Parla, la chica sindicalista con voz tan aguda y estridente que no necesita megáfono cuando dirige las asambleas, está en peligro. Pero el destino de Laura, al menos en el programa,  está en nuestras manos.

    Ella me cayó siempre bien y ahora no puede irse.  ¡No quiero que se vaya!. Tiene que seguir sí o sí por el bien de este ingrato programa. Porque una tía como ella representa la quintaesencia de GH y su entrega es generosa, sin barniz ni simulación.  Laura se deja llevar por el corazón y los sentimientos hasta donde el destino la lleve, como las hojas arrastradas y vapuleadas por el viento en este otoño gris y lluvioso. Y eso hay que premiarlo.
    De los nominados, mi candidato a largarse: Joaquín.  Un bluf, nada más. De los demás ya hablaremos que tiempo habrá.

Marulo
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martes, 16 de noviembre de 2010

COMO ALCALDE VUESTRO QUE SOY...

    Este fin de semana moría Luis Berlanga, ese cineasta genial que nos retrató a los españoles con esa mirada tan suya. Mientras esto ocurría fuera y España entera rendía homenaje al genial director, la casa de Guadalix de la Sierra continuaba la rutina con todos sus personajes digiriendo y rumiando las consecuencias de la gala, con las casas intercambiadas y todos medio desquiciados en la casa alfa con una Patricia en pleno brote cumpliendo los designios de un olivo parlanchín - ¡glub! - y en la otra casa, un popurri de gritos, discusiones, confesiones y reconciliaciones en una espiral alucinada y ahogada entre terapéuticos remojos en el jacuzi, lingotazos de alcohol y trikinis de vértigo. 

    Observando a nuestros concursantes deambular en su encierro voluntario, bailando al son cada vez más desentonado y errático que marca la organización, pensé por unos momentos que en este santo país seguía todo igual que siempre, y que debajo de tantos cambios sufridos en los últimos 20, 30 o 40 años, algunos tan espectaculares, seguía latiendo entre los habitantes de Guadalix, como un espejo que nos devuelve nuestra  propia imagen, esa alma berlanguiana tan española. E incluyo en el paquete a Anup y a Catha.
 
    El término berlanguiano se refiere a un tipo de humor entrañable, típicamente hispano, que mezcla con habilidad lo tierno con la acidez crítica y la amargura.  El caso es que al rememorar determinados acontecimientos del concurso no pude dejar de asociar, en un asombroso paralelismo, todo lo que ocurre en GH con algunas películas de Berlanga y sus típicas escenas corales (como en "La escopeta nacional" y en "La vaquilla" por ejemplo), historias repletas de situaciones y personajes interrelacionados en un totum revolutum que al final siempre encuentran el sentido agridulce del drama servido en un envoltorio de comedia desmadrada. Hasta el punto que la definición del actor Juanjo Puigcorbé de berlanguiano - dícese de la situación coral aparentemente caótica o esperpéntica donde los caracteres muestran o ponen en evidencia su monstruosidad sin categoría moral, pero de una forma vitalista - podría aplicarse en muchas ocasiones a lo que pasa en GH.

    Ya lanzado y siguiendo con los paralelismos, al ver de nuevo este fin de semana determinada escena de una de las películas más famosas y celebradas de Berlanga - Bienvenido mister Marshall”-; me vinieron a la cabeza las confesiones de Dámaso: que si es, que si no es, que si medio es, que si es más de lo que es; dándonos todas las explicaciones de la crónica de una transformación que Dios sabe como acabará si sigue hasta el final en el concurso.
    En la película, el genial actor Pepe Isbert interpretaba al alcalde del Villar del Río, todo un pueblo engalanado y festivo de aquella España cutre y mísera que se preparaba para recibir a los americanos en una presunta visita que aliviaría sus penurias con un maná de ayudas y dólares.  En una antológica escena, el alcalde arenga a sus convecinos desde el balcón del ayuntamiento pronunciando un discurso que comenzaba con una de esas frases que quedarán para siempre en nuestra memoria cinéfila: “Como alcalde vuestro que soy os debo una explicación y esa explicación que os debo, como alcalde vuestro que soy, os la voy a dar...”.

    Puedo jurar que por unos momentos imaginé a Dámaso desde el balcón virtual de GH como si fuese el del ayuntamiento de su pueblo en Toledo, y con Eduardo al lado de pregonero tocando la trompetilla, para comunicarnos a continuación a todos, a sus compañeros de GH, a sus convecinos y a todos los españoles que por fin salía del armario: “Como compañero y vecino vuestro que soy os debo una explicación y esa explicación que os debo, como compañero y vecino vuestro que soy, os la voy a dar: SOY GAY, PERO MUY GAY”.

    Inmediatamente después, en un cambio de escena y plano, volvía a imaginarlo al frente de todo su pueblo que en comitiva se dirigía a recibir a los yankis, pero ya no lo veía en la figura de alcalde (gloria a Pepe Isbert allá donde esté) sino que lo imaginé vestido de flamenca al lado de Lolita Sevilla y cantado a viva voz: 
vienen a España
gordos y sanos
viva el tronío
de ese gran pueblo 
con poderío...

    Por esas casualidades mágicas de la vida la localidad donde se rodó gran parte de esta magnífica película, que pasó a formar parte de la historia del cine español, era y es Guadalix de la Sierra, como muy bien nos recordó ayer en el debate Jordi González.  Curiosamente, tantos años más tarde, en ese mismo lugar está ubicada la casa donde transcurre el programa de GH, el concurso que marcó también un antes y un después en la historia de la televisión.   Hay lugares que están marcados por los hados y que adquieren la categoría de mito por la conjunción de hechos extraordinarios, rincones donde todo es posible porque lo que allí ocurre transciende la realidad y se convierte con el tiempo en la materia con que se hacen los sueños, como decía el detective San Spade, interpretado por Humphrey Bogart en el Halcón Maltés

   Hoy dejaré para más adelante otras cuestiones, que llego tarde y ya están todas suficientemente comentadas por aquí y por allá; sólo apuntar que por esta digresión maravillosa y pensando en una final digna de este GH 12, tan esperpéntico y berlanguiano, he soñado con los tres niños de esta edición como finalistas: Dámaso, Patricia y Lydia.  Lo sé, más que un sueño puede ser una horrible pesadilla,  pero es lo que me pide el cuerpo. Qué queréis que os diga.

    Para finalizar, una vez más, quisiera recordar qué nos vende el programa y cuáles son los derroteros por dónde pretende llevarnos. El leiv motiv al que me refería en la anterior entrada: la pareja de la edición. La hora sin cámaras para Rubén y Chari, con un escenario más cuidado y romántico, no tiene comparación con el catre indecente que prepararon en el suelo para Joaquín y Marta, lo que despeja casi todas mis dudas en ese sentido.

Marulo
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sábado, 13 de noviembre de 2010

TIEMPO DE MUDANZAS

Dudas razonables

    Faltan todavía cinco días para que se cumpla exactamente un mes de concurso (empezó el domingo 17 de octubre) y si lo pensamos bien, más que nunca, parece que juegan a todas horas con nosotros dejándonos muy poco margen de maniobra para opinar y juzgar de forma libre y suficientemente informados sobre el desarrollo de GH12; y lo hacen obstaculizando con estrategias poco serias el acceso a la máxima información en tiempo y forma; y cada semana al llegar la gala se me acumula tal batiburillo de cosas sin digerir, desordenadas y desparejadas, que no sé todavía por donde hincar el diente a la edición de este año.
    Parece que todo esté pensado para exprimirnos en estos tiempos de crisis y conducirnos como borregos por el sendero que les interesa. Que conste que no es de ahora, lo hicieron siempre, pero esta vez resulta muy descarado porque en otras ocasiones teníamos canales y recursos para contrarrestar el guión que imponía el programa.

    Por tanto, en estos momentos, no sé muy bien qué camino tomar. Lo digo tanto por el tono definitivo que darle a mis comentarios como por la forma y estructura de los mismos. En cuanto a lo primero y en función de lo dicho se me plantean tres posibilidades: Una, tomármelo a cachondeo y “escojonarme”, con perdón, de todo y de todos. Dos, seguir soltando bilis en contra de la organización por la estafa de este año, que es lo que hago casi siempre dedicando al desahogo una parte de las entradas publicadas; una actitud que acaba quemando y no sé si al final compensa. Y tres, apechugar con lo que hay e intentar comentar lo que se pueda del concurso sabiendo que con estos mimbres que nos ofrecen es difícil de momento hacer un cesto medianamente aceptable, asumiendo que siempre navegamos en terreno resbaladizo y esperando el milagro de que suene por casualidad la flauta como en la fábula del asno. Siempre me queda un último recurso que es salir por peteneras y ponerme en plan intelectual o melancólico según el día y comerme crudo el ladrillazo.  O cerrar el blog y mandar todo a hacer puñetas.

    Respecto a la forma me pasa prácticamente lo mismo. Me gustaría comentar el programa siguiendo un orden cronológico de los acontecimientos, con las digresiones personales de siempre, y no estar al albur de la cicatería con que nos tratan, sujetos a los caprichos de GH y envueltos en la confusión que nos produce el acceso a una información deslavazada e insuficiente.

    Por otra parte y al mismo tiempo me hace gracia que la gente se enfade (y perdonad lo que os sintáis aludidos) por las evidencias tan palmarias de que GH tenga favoritos (favos, como decía ayer noche una Julia sembrada, aunque ella se refería a los favoritos del público según las especulaciones de los concursantes dentro de la casa). Por refrescar la memoria, en GH10 estaba claro que había una connivencia entre la organización, la presentadora y los blogueros con una preferencia clara hacia Iván y Chiki; el año pasado, en GH11, las querencias fueron hacia Indhira, que se convirtió incluso en marca de la casa proporcionándole su propio blog, lo que produjo, entre otras cosas, una grieta enorme entre el programa y los blogueros en general. Este año parece que la cosa tira hacia Patricia y también desde el primer día nos presentan como leiv motiv y eje central de todas las tramas de GH12, las desventuras de los novios que no eran novios y ahora sí lo son: Rubén y Chari. Quiero decir con esto que a mí es lo único que me trae sin cuidado, porque ya contaba con ello y en su pecado va mi penitencia, de manera que unas veces los favoritos e intereses del programa coinciden con mis preferencias y en otros casos no, como me pasó con los caso de Iván e Indhira

La identidad de Julia: “inritaciones” y demagogias

    Sigo pensando que es una verdadera pena ver tan pronto a una tía como Julia en el plató. La chica me caía bien, pero la prefería fuera antes que Patricia teniendo en cuenta que con los otros dos el asunto no iba. Ella jugó su envite con unas cartas demasiado fuertes y la jugada le salió mal. Me apropio del término identidad que Ácrata, nuestra compañera del blog vecino, usa de forma tan acertada para referirse a ella. Le viene al pelo. De tanta identidad esta magnífica concursante gitana se nos murió por auténtica, por derrochar carácter sin control y por la determinación clara de anteponer su sinceridad descarnada e hiriente por encima de todo. Es lo que tiene embestir como un rinoceronte contra todo le que se le ponga por delante.
    Tenía todas las ventajas de una personalidad arrolladora (demasiado) y de la viveza y el ingenio de los que sobreviven en la calle desde niños imponiéndose a todas las adversidades de su etnia y en su caso, además, por ser mujer.
    Julia es tremendamente lista y además muy inteligente, dos términos que aunque parezcan sinónimos no tienen nada que ver. Dice verdades como puños, las suyas, que son, valga la redundancia, verdaderos puñetazos en la convivencia porque aniquilan al que los recibe y anulan la posibilidad de intercambio de opiniones. 
    Hay una regla de oro en las habilidades y relaciones sociales que reniega de apostar por la sinceridad absoluta, porque su uso sin más no cambia nada y lo entorpece todo. Si pretendes que alguien cambie una actitud o un comportamiento de verdad y de forma duradera la peor opción es la violencia (verbal) y más aún la humillación que supone decírselo todo sin cortapisas y sin matices con toda la crudeza. De esa manera las heridas difícilmente cicatrizarán y se convertirán en la semilla del rencor. Como dice el dicho: los cementerios están llenos de buenas intenciones.
    
    Julia además, como una fan irredenta de GH sabe perfectamente como funciona el invento. Me hizo gracia como se alegró de ver a Iván (es ivanista, seguro); por eso sospecho que era una entusiasta de Chiki y de su boquita desatada. Tal vez intentó reproducir determinados esquemas, con Eduardo de adalid, pero está claro que las cosas no siempre funcionan igual.
Según mi opinión le faltó dar más de sí misma. Era demasiado evidente que aparte de sacar su carácter y montar determinadas broncas para desenmascarar a los bien-quedas con su cruda y agresiva sinceridad cual martillo de herejes, el programa no produciría ningún cambio en ella. Apuntaba a continuar como una simple espectadora desde dentro y como mucho a ejercer de consejera y celestina. Su vida está muy hecha y su autocontrol en otro tipo de situaciones no nos daría más juego.

    Como ejemplo de la inteligencia de Julia, a pesar de su falta de formación y estudios, es lo bien que usó el término “demagogia” para referirse a la actitud de Calimero Anup. Ahí lo clavó. Su calificación de demagogo al indio loco quedó patente en la contraposición de dos imágenes: el momento, apenas un instante, en que Julia casi se emociona y se derrumba cuando la Milá le nombra a su hijo dándonos a entender que prefiere mantenerlo al margen de todos y la imagen de Anup en el confesionario, en plena auto campaña publicitaria, mostrándonos el chupete que le regaló su hijo con una frase escrita que nos leyó a todos: al mejor papá del mundo, o algo así.

Triples parejas

    Seré breve en este tema ya que pienso desarrollarlo más adelante en los comentarios o en nuevas entradas.

    En el caso de Marcelo y Laura no quisiera seguir poniendo el acento negativo en él pero no me queda más remedio porque los hechos hablan por sí solos.  Su reacción airada en la discusión delante de todos, con la patadita furiosa a la colcha debajo de la que se tapaba la sindicalista no necesita demasiados comentarios. Hay imágenes que sí valen por mil palabras. Y no digamos ya la actitud miserable de plantarle los tres puntos a Laura en la nominación, cosa que no hizo ella con él. Pero aún así voy a darme tiempo, quiero pensar que fue algo visceral y sin intención a pesar de sus actitudes tan poco afortunadas. Sabiendo, además, que su objetivo es superar a Arturo de GH11, me imagino que intentando follar más que él por las esquinas de la casa despendolado, la prevención es total. Por cierto, tal como ayer comentamos por aquí y por allá su blog es el mejor escrito de todos. Redacta muy bien y apunta maneras, todo hay que decirlo.

    Laura, por otra parte, tan poligonera ella, está envuelta en un mar de dudas, susceptible y probablemente despechada por mucho que lo niegue. Tal vez participar en GH no le ayude demasiado a resolver sus evidentes inseguridades emocionales y menos adoptando esa actitud tan pueril más propia de una adolescente diez años menor que ella.  Supongo que fue ella quién eligió al hermano de su novio para que la defendiese en las galas. Debió pensárselo dos veces porque el marrón que se tragó el chaval ayer en el plató fue de antología. Se le notaba agobiado de verdad. Menudo papelón

    El polvo mudo de Joaquín y Marta, sin cámaras, resuelto en la desangelada sala de las expulsiones en el escenario más cutre jamás montado para una pareja en GH, no merece más  de dos líneas. Objetivo cumplido: satisfechos y salvados. Apartémonos que se corren. Fin.

    Ya dije que Rubén y Chari eran el eje alrededor del cual girarían todas las historias de GH12. Un privilegio del programa destinado para ellos. Todo lo que pasó ayer, con la connivencia interesada de la organización, lo demuestra y no deja lugar a dudas: la lectura y la entrega de la misiva de amor de Rubén, su reencuentro unos minutos por gentileza de Jhota, la posterior visita de Chari con él a los compañeros de su novio y luego ella contándoselo a los suyos... De todos modos fue demasiado notoria la diferencia de como vivieron el reencuentro cada uno de ellos. Él, emocionado y llorando a moco tendido y ella, distante y contenida como contrariada por la situación. Entre besos y abrazos Rubén hundía su rostro en el hombro de su novia, mientras ella, más controlada, se atrevía a mirar en algunos momentos hacia la cámara con el rabillo del ojo al tiempo que lo acariciaba. 
    
    Salvando las distancias y sin la humillación pública que supuso recordé aquella escena de Carlitos en GH10, cuando le permitieron comunicarse con Gema, unos días después de ser ella expulsada, a través de una enorme pantalla que debía mantener encendida manoteando y haciendo aspavientos, creo recordar. Él lloraba desconsolado braceando de forma compulsiva y ridícula para mantener la imagen de su mujer en la pantalla que lo animaba desde el otro lado a aguantar mucho más entera y casi riéndose.

El jardín secreto

    Con esta memez, aparte de reírnos un rato, no sé qué juego pretenden. El montaje del bosque misterioso con Patri interpretando el papel de novia de Frodo y tomándose en serio su conversación con una especie de Bárbol que le daba a elegir en qué casa vivir no viene a cuento, por surrealista y fuera de contexto. Espero que la historia esa de buscar un arbolito por la casa adelante tenga algún sentido.  Menuda chorrada.

Mudanzas y nominaciones

    Ya lo dice el dicho: "no hagas mudanzas en tiempos de crisis", y es que el  asunto este de cambiarlos de casa, con la escasa información que recibimos, alimentará aún más la confusión que sufrimos. 

    Respecto a las nominaciones, no tengo muy claro quién quiero que se vaya de los cuatro. Me da un poco igual, excepto Lydia, claro, que le cogí afecto aunque esté medio desaparecida y algo sosita, excepto cuando se pone ese tremendo trikini de color rojo que hace temblar la España profunda. Hablando más en serio, me hubiera gustado que estuviese Jhota en la palestra pero es lo que hay.   Así que ya aclararé mis ideas.

Marulo
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