Antes de nada quería comentar (otra de mis digresiones o dispersiones) que con el tema de las dos casas, la mezcla de sus habitantes y con las consecuencias de las decisiones de unos en las vidas de los otros, me acordaba en la madrugada de ayer de “Vidas cruzadas”; aquella maravillosa película de 1993, dirigida por Robert Altman. El argumento de la peli nos presentaba los cruces y los encuentros casuales de una serie de personajes que vivían una sucesión de historias que se relacionaban entre ellas y cuyo nexo de unión eran ellos. Es una fórmula muy antigua y que después se utilizó con algunas variantes en otras películas como "Crash" de 2005. Ya sé que GH no es lo mismo, pero la estructura de este año con las dos casas y el intercambio de habitantes entre ellas, con las consecuencias que tiene lo que ocurre en una casa en la vida de la otra y viceversa, sí me lo parece. Comprobar como el eco que nace en un lado resuena y se multiplica de forma imprevisible en el otro, tiene un componente adictivo que roza el hechizo. Pero vamos a lo del jueves, con la primera gala de expulsión. Comentaré momentos que me parecieron interesantes por novedosos o algunas claves de lo que pasó desde mi perspectiva marula. A saber...
La Milá, la raja de Óscar y los "güevecillos" pelados
Ni que decir tiene que salió expulsado el que yo quería. Lo cierto es que él mismo se puso a tiro y al borde del abismo pidiendo a gritos que le diésemos el empujoncito definitivo, bien fácil, y así cayó en manos de la jefa Mercedes para que se lo merendara crudo y sin patatas. Y vaya si lo hizo, pero no como creíamos.
Después de todo lo que hablamos y discutimos sobre la Milá en la entrada del blog del nueve de junio titulada “Lo que le sale del bolo”, me quedo con lo que entonces decía y que ahora mismo ratifico: A pesar de los pesares ella debe continuar al frente del programa. Viéndola actuar en noches como la de ayer doy por buenos todos sus desbarres, y casi le perdono tanta entrevista parcial y tendenciosa, tantos sinsabores sufridos con ella y por ella. Lo dicho, impagable la escena de Mercedes agachada y curiosa hurgando con sorna infinita la entrepierna de un insustancial y anodino Óscar (y no digo más por ser benévolo). La mofa y el escarnio fue estratosférico y el inmenso ridículo en que dejó al dueño de la tableta oblicua fue de antología. El burlador burlado.
Después de todo lo que hablamos y discutimos sobre la Milá en la entrada del blog del nueve de junio titulada “Lo que le sale del bolo”, me quedo con lo que entonces decía y que ahora mismo ratifico: A pesar de los pesares ella debe continuar al frente del programa. Viéndola actuar en noches como la de ayer doy por buenos todos sus desbarres, y casi le perdono tanta entrevista parcial y tendenciosa, tantos sinsabores sufridos con ella y por ella. Lo dicho, impagable la escena de Mercedes agachada y curiosa hurgando con sorna infinita la entrepierna de un insustancial y anodino Óscar (y no digo más por ser benévolo). La mofa y el escarnio fue estratosférico y el inmenso ridículo en que dejó al dueño de la tableta oblicua fue de antología. El burlador burlado.
En esta ocasión la presentadora no necesitó ser ácida, ni incisiva, ni usar la vena autoritaria estalinista a que nos tiene acostumbrados. Bastó con jugar el mismo juego del expulsado y elevar la coña a categoría. Se rió de él, de su risa y de las gracias sin gracia de semejante narcisista presuntuoso; y con ella nos reímos todos. Dos capotes, un estoque y dejó k.a.o al granadino. Su sonrisa facilona se fue desdibujando en algunos momentos, llegando casi a desencajarse en un reflejo de pura desolación cuando descubrió, además, que varios compañeros lo calificaban en sus vídeos como el tonto útil de la “cómica” pareja de impresentables que formó con Yago.
Para la historia chusca de GH queda su último intento de seguir la gracia a la Milá, haciendo un último chiste cuando declaró cariacontecido que ahora todo el mundo lo llamará “polla pelada”. ¡Juas, juas, juas!, todavía me estoy descojonando pero no de risa, sino de conmiseración. Una contradicción por mi parte, dicho sea de paso.
Terri terremoto: el comodín inesperado
Cuando la canaria de sonrisa eterna y parloteo inagotable, entendió por fin en el confesionario todas las prerrogativas que gracias a sus compañeros implicaba llevar el gorrito que le encasquetaron y que deberá llevar toda la semana, salió tan decidida a la casa, con los demás, que en aquellos momentos pensé sin lugar a dudas que elegiría nominar en el lugar de Julio el feroz y no cómo lo hizo. Era la elección más lógica y apropiada según mi criterio, ya que el boxeador no había vivido durante la semana en la casa y dicha opción le permitiría nominar sin problemas tal y como lo hubiese hecho en caso de no haber tenido este privilegio. Al final, tomó la decisión de “usurpar” las nominaciones de Yago, que no entendía nada y se temió lo peor. Hasta ahí normal, era una opción que no esperaba pero factible, la de neutralizar los votos de uno de los elementos de la pareja de los musculitos que estos días tanto distorsionaron la vida en Guadalix. Lo que me descolocó totalmente fue que decidiese dar parte de las nominaciones pensando cómo lo haría Yago.
Semejante actitud hace que me cuestione si aprovechó la coyuntura y la excusa de nominar por Yago para encasquetar puntos a Joaquín y a Mireia, algo que a lo mejor no hubiese hecho si las nominaciones fuesen las suyas. Es posible que el paso del tiempo nos descubra la verdad de su juego.
Además, no acaba de gustarme demasiado el contubernio que se trae con Chari y Jhota. Éste último de perfecto maestro de ceremonias en las asambleas que se montan.
El alivio de Feroz (Ulises sin Penélope) y Yago descolocado (por el momento)
Julio pasó de lobo a cordero en la otra casa, pero ahora cualquiera sabe porque el cambio parece que ha agudizado todas sus neuronas. Ha estado asombrosamente perspicaz al adivinar los posibles nominados de la casa friki (Patri y el Malaguita) y se mostró muy juicioso contándole a Chari lo mucho que Rubén la echa de menos, garantizando que el muchacho no hace más que hablar de ella, sin mirar a ninguna otra, y que sólo tiene buenas amistades, en concreto con Laura. El boxeador, locuaz y convincente, la abrasó con prolijas explicaciones de todo, de los desencuentros que tuvo con su novio a causa de los comentarios maliciosos que éste escuchó sobre los supuestos flirteos que ella tuvo con él la primera semana. Concuerdan los dos en que todo aquello fue simplemente un cachondeo sano, sin transcendencia y él afirma que está dispuesto a respetarlos como pareja, sobre todo ahora que conoce a los dos recalcando lo cojonudo y legal que es Rubén, su novio.
El feroz podrá ser o no el mismo que ella conoció la primera semana, y lo que es innegable es que la chica tiene gancho e imán a pesar de todas las contradicciones. Mientras él hablaba Chari ponía cara de interés (de - ¡ah sí! -) pero por sus gestos parecía que lo que realmente le preocupaba eran otras cosas. Bueno, es una impresión.
El feroz podrá ser o no el mismo que ella conoció la primera semana, y lo que es innegable es que la chica tiene gancho e imán a pesar de todas las contradicciones. Mientras él hablaba Chari ponía cara de interés (de - ¡ah sí! -) pero por sus gestos parecía que lo que realmente le preocupaba eran otras cosas. Bueno, es una impresión.
Siguiendo con Julio, uno de los protagonistas, seguro, de este GH12, fue un poema verlo saltar del caballo dentro de la casa guay, aliviado y razonablemente crecido después de su salvación cuando daba por hecho que era él quien salía, sobre todo cuando comprobó que Lydia y Marta volvían las primeras a sus respectivas casas salvadas por los espectadores. Ni siquiera encontrarse de nuevo con Yago, el jefe del escuadrón feroz, logro disminuir el aura de sensatez y buenrollismo que arrastraba del otro lado y que se ganó a pulso durante la semana.
Yago por su parte parecía otro, más comedido, adaptándose a las nuevas circunstancias y asimilando la realidad de los hechos. Ahora ya sabe que no lo salvó el público y se estará preguntando (no es tan tonto como pueda parecer) que si estuviese en la palestra, como Óscar, probablemente sería el primer expulsado de no mediar la intervención de Julio. Reaccionó razonablemente bien a la apropiación de sus nominaciones por parte de Terri y comienza para él una nueva etapa en la que tendrá que decidir si se saca o no esa máscara que lleva de chulo piscinas. Estoy convencido de que no reeditará con Julio el dúo que se montó con Óscar, primero porque el Feroz es diferente e irá a su bola y porque debe aprovechar las dos semanas que le quedan como mínimo dentro de la casa para reconducir una estrategia que sabe fallida. Para más INRI su incredulidad, igual que la de Marta, por no estar nominado, algo que acabó por descolocarlo. Algo hizo bien, pensará, dentro de la casa que no entendieron fuera. A ver por dónde sale.
Mireia, el blanco perfecto
Me gusta Mireia como concursante por diferentes razones y no lo digo en concreto por su belleza física, (salvo excepciones, no suelen gustarme las pelirrojas), es fundamentalmente por su inteligencia y su indiscutible capacidad de liderazgo, una mujer activa y decidida. Razones todas ellas suficientes para hacerla atractiva a mis ojos. Virtudes que se vieron la noche del jueves en cuanto fueron conscientes de la poca cantidad de comida que recibieron de sus “generosos” compañeros de la casa friki (Rubén no tuvo compasión con su novia). Ella, sin pensarlo, se puso inmediatamente al frente tomando el mando en la gestión de tan escasos recursos, pero atendiendo y asumiendo las aportaciones de los demás. De ella es el mérito de que en poco tiempo se pusiesen a cenar y de que lograsen con un razonable consenso determinar como iban a repartir entre todos la escasa comida. Al menos en esos primeros momentos. Entiendo que esta forma de actuar, de no esperar a que las cosas se pudran cogiendo el toro por cuernos, moleste a los pusilánimes e incluso se la tache de antipática
La pelirroja es una mujer diferente y los demás lo saben. Y no es sólo por la edad, su posición y sus estudios. Hay momentos en que parece la única de todos los habitantes de la casa guay (ellos y ellas) que podría ofrecer una conversación mínimamente interesante y que vaya más allá de los lugares comunes. Además, mira a los demás con interés y curiosidad de entomóloga y parece observar cualquier situación con la intensidad y la minuciosidad de un escaneo revelador. Entiendo que bastantes de sus compañeros se sientan intimidados por su presencia. Creo que advierten su superioridad de carácter, su alto nivel de formación, su gran inteligencia y por encima de todo lo demás, la imagen de seguridad en sí misma que ofrece.
A medida que todos desfilaban al confesionario mientras ella los observaba desde el sofá, su mirada inquisitiva y sus gestos contenidos revelaban lo consciente que era de ser el blanco perfecto para recibir más nominaciones que nadie. La leve sonrisa a lo Gioconda que esbozó al oír su nombre entre los nominados fue la confirmación. Se nota que está acostumbrada. Tener el pelo rojo es un plus que se asume desde la infancia y todos recordamos al compañero pelirrojo de clase al que muchos llamaban zanahoria. Como burla era lo mínimo que podía recibir.
El increíble y sofisticado peinado que lució en la gala remarcaba su fuerte personalidad al tiempo apuntalaba aún más la decisión de nominarla de algunos compañeros. Y ojo, ella misma nos ha contado que tiene sus debilidades y pasiones. Según propias declaraciones acostumbra a sentirse atraída por hombres contrarios a ella. Es decir, canallas y golferas sin oficio ni beneficio. Creo que le atrae bastante Yago y lo digo por varias razones. En primer lugar no lo nominó, y creo que es la única que ha conseguido hasta ahora mantener una conversación con él fuera del canal unineuronal acostumbra a sintonizar mi paisano y además, fue demasiado patente la alegría con que recibió su vuelta de la sala de nominaciones, la sonrisa era inmensa y el abrazo muy efusivo. Blanco y en botella.
Esta semana con ella nominada tendremos el siguiente capítulo.
Batiburrillo
Vuelve a la primera página el tema de Chari y sus devaneos, pero vuelvo a repetir que la sintonización de Rubén con Laura puede depararnos sorpresas a lo largo del programa y estos tienen recorrido. Los dos parten de premisas parecidas, con unos noviazgos llenos de altibajos y que han estado no hace mucho en la cuerda floja. Ella fue a consolarlo a su nicho la noche que él no pudo más y se derrumbó.
Esta semana se presenta difícil el tema porque no tengo suficientes razones para desear la expulsión de ninguno de los cuatro nominados. Por orden de preferencia echaría primero a Marcelo (un tocapelotas simpático que ha quedado bastante tocado con la nominación), después a Patri, vale es un horror para los tímpanos que cante todo el rato pero a mí no me molesta y me gusta su relación alocada e ingenua con todos. El siguiente de la lista sería nuestro galán otoñal de voz susurrante, y la última que deseo que se vaya, casi empatada con el de Huelva, es Mireia. Si estuviese nominada Flor, la argentina, lo tendría más fácil.
De los demás, me llamó la atención una Lydia llorando de madrugada porque echa de menos al macarrilla del Feroz, mientras él va tomando posiciones y ya encontró la "víctima" propiciatoria en la casa guay. Algo cantado. Es lo que hay.
Los demás a la expectativa. En una casa, la friki, ya saben con quién se la juegan después de las nominaciones a la cara, pero allí es todo menos intenso y tiene menor transcendencia. Y en la casa de los colorines toca ahora jugar fuerte y empezar a soltarse y quemarse.
En el debate del domingo, si es que lo hay, supongo que no veremos a Tati ya que perdió la apuesta sobre quien era el expulsado, y además se murió el pulpo Paul. Mayor cúmulo de desgracias, imposible. Algo le buscarán digo yo.
De los demás, me llamó la atención una Lydia llorando de madrugada porque echa de menos al macarrilla del Feroz, mientras él va tomando posiciones y ya encontró la "víctima" propiciatoria en la casa guay. Algo cantado. Es lo que hay.
Los demás a la expectativa. En una casa, la friki, ya saben con quién se la juegan después de las nominaciones a la cara, pero allí es todo menos intenso y tiene menor transcendencia. Y en la casa de los colorines toca ahora jugar fuerte y empezar a soltarse y quemarse.
En el debate del domingo, si es que lo hay, supongo que no veremos a Tati ya que perdió la apuesta sobre quien era el expulsado, y además se murió el pulpo Paul. Mayor cúmulo de desgracias, imposible. Algo le buscarán digo yo.
Marulo
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