No tenía la intención de remover el pasado bloguero que afecta a una gran parte de los que por aquí andamos, una historia íntimamente relacionada con el blog del Gato en GH 10, cuando éste perdió su libertad y en aquella edición acabó contratado por Telecinco y "El gato encerrado" pasó a formar parte de la poderosa máquina mediática de la "cadena amiga" para comentar el concurso de Gran Hermano con el apoyo de toda su infraestructura vendiendo de alguna manera su alma al diablo. En alguna otra entrada de este blog, en párrafos salpicados por aquí y por allá, y sobre todo en muchos comentarios a lo largo de todos estos años comentando el concurso en cada edición, venga al caso o no, volvemos de forma recurrente y cansina a lo que ocurrió entre GH 10 y GH 11, con el ascenso y caída de la plataforma ivanista - la madre de todas las batallas blogueras que cimentó desde el Gato la victoria de Ivan Madrazo en aquella edición - y posteriormente con la guerra definitiva a lo largo de GH 11 en la gatera que acabó con la espantada y el exilio de la mayoría de los que por allí escribíamos para esfumarnos o recalar en los nuevos espacios que fueron naciendo, creciendo y algunos desapareciendo al poco tiempo, como hongos, para comentar el programa con más libertad y buscando una bocanada de aire fresco.
Algunos eran y son lugares pequeños e íntimos como esta casa, otros sin embargo se convirtieron por méritos propios en nuevos foros para comentar el concurso con un éxito arrollador superando con creces, en ocasiones, a la casa original de Telecinco que nos "parió" a la mayoría. Cíclicamente se producen nuevas escisiones y pequeñas revoluciones, que reajustan al personal que se va ubicando donde se siente más cómodo y en consonancia con sus gustos, sus intereses, y en función sobre todo de la sintonía con el administrador o administradores, y con los comentaristas del lugar en cuestión elegido. Es decir como la vida misma, con sus dosis de dolor y alegría, de afectos y desengaños que cimentan aún más los lazos previos o siembran el camino de "cadáveres" virtuales.
Algunos eran y son lugares pequeños e íntimos como esta casa, otros sin embargo se convirtieron por méritos propios en nuevos foros para comentar el concurso con un éxito arrollador superando con creces, en ocasiones, a la casa original de Telecinco que nos "parió" a la mayoría. Cíclicamente se producen nuevas escisiones y pequeñas revoluciones, que reajustan al personal que se va ubicando donde se siente más cómodo y en consonancia con sus gustos, sus intereses, y en función sobre todo de la sintonía con el administrador o administradores, y con los comentaristas del lugar en cuestión elegido. Es decir como la vida misma, con sus dosis de dolor y alegría, de afectos y desengaños que cimentan aún más los lazos previos o siembran el camino de "cadáveres" virtuales.
Decía que no era mi intención abrir el baúl de los recuerdos, pero tras leer estos últimos días los magníficos comentarios en el blog de Jota Katu rememorando estos asuntos del pasado, y al rebufo de los acontecimientos últimos en los espacios de opinión comprobando como hay situaciones que se repiten en el tiempo de forma parecida aunque con matices diferentes, se me despertó la vena nostálgica y me sumergí en la hemeroteca personal. Ese lugar donde guardo olvidados y cubiertos de polvo, como el arpa aquella del poema de Bécquer, algunas opiniones propias y comentarios de aquellos tiempos en el Gato Encerrado que conseguí rescatar por casualidad porque alguien tuvo la extraña y sorprendente ocurrencia de interesarse por algunos de ellos y enlazarlos o reproducirlos en otros foros.
Con el pensamiento de que en la vida no es posible explicar lo que somos si no entendemos lo que fuimos, intervine en la conversación para mencionar un comentario que publiqué en el Gato entre GH 10 y GH 11 donde me explayaba desde la orilla opuesta, y una visión marula muy particular, sobre lo que significó el naufragio de aquella todopoderosa plataforma ivanista después de conseguir el triunfo de Iván Madrazo, su pirata. Para mi sorpresa, Maltissa comentó que se acordaba de ese comentario y me pidió que lo rescatase. Prometí que lo haría y como acostumbro a cumplir mis promesas me percaté además, al releerlo, que cambiando nicks y situaciones aquel escrito del barco pirata que se hunde en una guerra fraticida no es más que una alegoría perfectamente aplicable a situaciones que se repiten con cierta frecuencia en estos mundos virtuales cuando hablamos de nuestro concurso.
A lo que voy, pocos días después de llevarse Iván el premio y descolgarse triunfante por aquella tirolina para salir el último de la casa de Guadalix, y tras la catarsis que supuso la famosa intervención de Karla la Guerrera en el debate final de la edición, leyéndole emocionada en pleno directo durante la gala una carta de la plataforma que se creó para defenderlo y llevarlo en volandas hasta la victoria, aquel barco pirata al que se subieron la mayoría de los ivanistas empezó a resquebrajarse y se convirtió en la casa de tócame roque y un sálvese quién pueda. Después vino GH 11, y el tema de Tatiana para dar la puntilla, pero es otra historia.
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EL GATO ENCERRADO
6454. Publicado por: marulo | 15 Febrero 2009 a las 02.59
Te lo digo a ti compañero troll de siempre, pero en realidad es para todos, incluso para la tripulación numerosa y entusiasta de ese barco pirata enemigo que surcó la red bombardeando sin compasión nuestras pequeñas pero recias barcas no ivanistas.
Con munición renovada y constante, pertrechados y armados hasta los dientes, unieron sus fuerzas comandados siempre por la ahora innombrable capitana guerrera (al menos así me lo pareció a mí, su liderazgo) y recibieron todo el apoyo logístico posible bajo la luz incontestable de su pirata jefe, Iván, su mascarón de proa. Ese Jon Silver “el largo”, con parche y loro incluido y su lugarteniente Chiky como apoyo principal, cual pata de palo siempre a su lado, en pos del tesoro prometido.
Todas las noches, sobretodo las de los martes después de la gala, sufríamos sus ataques y embestidas poderosas al tiempo que escuchábamos sus gritos enardecidos y arrogantes. Después, en la borrachera victoriosa de cada noche soportábamos estoicos su canciones entonadas con voz ronca y arrogante: - ¡Rooon, rooon, ron, la botella de rooon! -
Siempre que oigo esta canción me acuerdo del maravilloso libro y la estupenda película de la “Isla del tesoro” http://www.youtube.com/watch?v=9nEsIFLRZko
Nosotros éramos pocos, y fuimos menos todavía a medida que la “patente de corso” adquiría las proporciones gigantescas de una marabunta mediática que nos arrollaba sin compasión en este blog y en otros foros, inundando los mares de la red con su irrefrenable plataforma. Una contienda desproporcionada y brutal, en la que cada semana los bucaneros y filibusteros del cántabro conquistaron al abordaje, una a una, nuestras embarcaciones, hundiéndolas y derrotándonos.
Sólo una pequeña barca con los últimos trolls valientes y orgullosos resistió hasta la batalla final en el mar del Gato. Algunos piratas fueron caballerosos, contrincantes nobles dentro de semejante despropósito que fue y sigue siendo todo desde nuestra perspectiva “orca”, y fue posible confraternizar con ellos en tierra de nadie llegando incluso, en muchos casos, al afecto sincero.
Hoy, amontonados en las austeras pero cómodas balsas construidas con los maderos y restos del naufragio, algunos trolls nostálgicos y derrotados navegamos como podemos rumbo al próximo programa, mientras tanto echamos la vista atrás y observamos entristecidos, al menos yo, como el barco pirata, antes poderoso y enemigo, navega a la deriva por nuevos mares procelosos y traicioneros. Dentro, a lo lejos, se oyen gritos, el ruido escalofriante de las dagas desenvainadas y los espantosos disparos a quemarropa de los mosquetones vengativos entre juramentos imposibles de reproducir.
Alguien dijo en alguna parte que el momento más peligroso de vivir entre piratas, es siempre justo después de la victoria. La hora del reparto del botín. Desde los prismáticos que nos quedan contemplamos asombrados la deserción de muchos piratas, como saltan con lo puesto por la borda huyendo de la quema, y en los palos de la vela mayor se ven cadáveres colgando de algunos ajusticiados.
La famosa luz que los guiaba se ha convertido en una pira horrenda y fraticida donde arden con estrépito y decepción los egos y las ilusiones robadas de un sueño que ganaron. El humo se ve a lo lejos colándose entre las velas llenándolo todo, de proa a popa, de babor a estribor. Pequeñas chalupas de salvamento se echan a la mar, se alejan como pueden del barco y aparecen por doquier repletas de piratas convertidos en una nueva estirpe de trolls que ya navegan remando a nuestro lado sin fijarse en nosotros. Unos van apretando los dientes ensimismados, otros con lágrimas y los más, mascando su rabia y resentimiento. Algunos de ellos, cómplices, nos miran y sonríen tristemente ensayando un tímido saludo.
Vamos todos con el mismo rumbo. Destino a GH 11.
Marulo
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Para terminar aprovecho la ocasión para colar el poema también prometido. Un capricho personal. Hablo de otro poema porque es el segundo de cosecha propia que publico en el blog en todos estos años.
Forastero marulo
Para terminar aprovecho la ocasión para colar el poema también prometido. Un capricho personal. Hablo de otro poema porque es el segundo de cosecha propia que publico en el blog en todos estos años.
LÁGRIMAS EN LA LLUVIA
Tus lágrimas se perderán en la lluvia
Tus lágrimas se perderán en la lluvia
diluidas entre los ríos infinitos del mundo
y nada quedará de tus recuerdos ni tu dolor.
Cuando el sol vuelva con fuerza
y se evapore todo
la emoción de los días del pasado
será como el eco ínfimo de una gota
inmersa en medio del océano.
Y las palabras que tenían tanto sentido
arañando tu corazón hasta sangrar
serán como el roce leve de una pluma
perdida en medio de la tormenta.
Nada. Sólo un suspiro.
Un deseo sin retorno.
Un deseo sin retorno.
Una mota de polvo suspendida
en algún lugar del universo.
Un sueño dentro de un sueño
donde creías que lo tenías todo.
La calidez de una mirada.
La ternura de un beso.
Una sonrisa.
Una sonrisa.
Forastero marulo