Tal como adelanté en la anterior entrada ya no queda ninguna duda de que una vez fuera Maite comienza el juego de verdad. Podrán gustarnos o no los concursantes que tenemos en Guadalix y no tener preferencia por ninguno todavía. O que creamos que la selección es desacertada por lo visto hasta ahora pero esto es GH para bien o para mal. Según mi opinión hay dos o tres concursantes que no cumplen los mínimos exigidos para estar en el concurso. Entre ellos Muti, por ejemplo, que espero se vaya esta semana expulsado. No sé qué criterios usó el programa para elegirlo, tal vez será por el tema de las cuotas de exotismo y dar variedad al conjunto teniendo en cuenta la España multicultural en la que supuestamente vivimos. Ellos sabrán. Lo importante es que las piezas ya están en el tablero y comienzan los movimientos de una forma tan acelerada que casi no tenemos tiempo de digerir cómo va la cosa entre mentiras y estrategias apresuradas que se alimentan de afrentas mínimas, inexistentes o imaginadas. Alianzas todavía endebles que empiezan a forjarse casi siempre alrededor de las nominaciones y de la cagalera que les produce a la mayoría estar en la picota por el miedo a salir expulsados antes de tiempo. O se entretienen en descubrir los secretos, los secretitos y algunos misterios que sólo Iker Jiménez en Cuarto Milenio estaría dispuesto a analizar sin sonrojarse.
Una vez más, y ya son varias, tengo que dar la razón a Quique "el cara amarga" - este hombre parece que esté gran parte del día chupando un limón verde - cuando dice que la gente en la casa ha comenzado a concursar muy pronto. Yo diría que demasiado pronto. Él también por supuesto. Aquí la mayoría juegan a ser estrategas, que me parece bien oye, pero muy pocos se acuerdan de vivir y convivir dejándose llevar, porque de eso se trata sobre todo GH y luego si eso, por añadidura, vendría todo lo demás. Y si esto ocurre así a estas alturas del programa no quiero ni pensar lo que puede ser GH 16 dentro de un par de meses. Una reunión de tahúres intentando conseguir las mejores cartas por encima de todo como eje principal de su juego pero ofreciendo a los espectadores grandes dosis de superficialidad. Lo mejor de esta situación, en contrapartida, es que se retratan desde el principio y en consecuencia les vemos las costuras y el palo del que van. Lo triste es que rascas un poco y emerge enseguida lo superficial del planteamiento que nos quieren vender un buen número de ellos. Resulta chocante y nada aleccionador el comprobar que la palabra que siempre está en boca de todos es "estrategia", tanto para vendernos o enseñarnos burdamente la suya como para denostar o censurar la de los demás. Quizás esté exagerando un poco y mi juicio resulte precipitado, en parte porque no acabo de entender todos los entresijos de las relaciones que se están tejiendo entre ellos o porque no conecto todavía con algunos tal como me hubiese gustado. Dentro de un par de semanas a lo mejor estaré pensando de otra manera y este lamento se quede en nada. Eso espero.
Antes hablaba de Muti, pero es imposible valorar su actuación sin tener en cuenta el tándem que forma con Suso. Son la pareja del año, de la edición y del siglo. Dos ángulos complementarios que conforman un ángulo obtuso. Pero muy obtuso. Los colegas más colegas hasta el infinito y más allá. La amistad que nadie podrá romper ni aunque se disputen un buen par de tetas o un buen culo, que es el principal motivo que los mueve. Los estrategas de tres al cuarto. Cuánto más los observo más me recuerdan en muchos aspectos a la pareja de Iago y Óscar, el "güevos pelaos", de GH 12. Aquellos que se montaron un numerito parecido de machotes alfa, se cachondearon del personal lo que quisieron en plan faltón y gañán, y acabaron en la calle a las primeras de cambio. Aunque luego a mi paisano Yago lo repescaron para que llegase a la final de aquella forma tan tramposa. Si es que no aprenden, van de expertos en GH pero no saben ni el ABC de parvulario que se necesita para transitar con un mínimo de éxito por Guadalix. Y siempre interpretan la película al revés.
En la casa es evidente que las cosas están bastante polarizadas alrededor del enfrentamiento entre Quique y Suso, con Raquel por medio. Una guerra que hasta ahora no se producía de manera abierta y siempre a través de peones interpuestos. Una situación que se acabó tras la bronca de la extremeña con el médico delante de toda la casa por el asunto de sí la llamó o no falsa ante los demás. Suso aprovechó para embestir en las distancias cortas, como en las berreas, donde los machos se tantean y calculan cuál es el momento de dar una buena cornada que deje al contrincante fuera de combate. Y la ocasión era propicia para dejar a su principal oponente tocado.
Ayer noche mientras el médico onubense entrevistaba a Han en la cabina de radio, que piaba las cosas de su vida como un Piolín cantarín en un patio de vecinos, aprovechaban entre medias para hablar de la casa, de nominaciones y expulsiones. Quique aseguró que arde en deseos de salir nominado con Suso y que el público se decida por uno de los dos. Es algo que necesita. Si se va el macho catalán, comenta, la casa ganaría mucho para todos y si se va él, pues bueno, la audiencia manda y para casita que esto es un concurso. Tengo la impresión de que está fijando posiciones de cara a nosotros con la intención que nos llegue nítido y claro un discurso valiente y retador. Curiosamente, casi al mismo tiempo, Suso, Raquel y Sofía, hablaban relajados los tres en el tresillo del jardín y él afirmaba, al contrario del médico, que tiene miedo de salir expulsado por lo que le puedan decir o echar en cara en el plató. Guadalix tiene estas casualidades sincrónicas, y sin que ellos lo supiesen nos manifestaban prácticamente al mismo tiempo dos posturas opuestas sobre el mismo tema. No es de extrañar que Suso tenga terror a saber lo que le espera fuera después de tanta falsedad y cinismo descarado como el que está mostrando en la casa, entre otras cosas por ejemplo, cuando asegura una y otra vez a su amigo del alma Carlos Ken, y a Ivy “la suave”, que no la nominó a ella. Por más vueltas que le doy no le encuentro sentido a semejante actitud, y menos aún a su persistencia en la mentira.
En la casa es evidente que las cosas están bastante polarizadas alrededor del enfrentamiento entre Quique y Suso, con Raquel por medio. Una guerra que hasta ahora no se producía de manera abierta y siempre a través de peones interpuestos. Una situación que se acabó tras la bronca de la extremeña con el médico delante de toda la casa por el asunto de sí la llamó o no falsa ante los demás. Suso aprovechó para embestir en las distancias cortas, como en las berreas, donde los machos se tantean y calculan cuál es el momento de dar una buena cornada que deje al contrincante fuera de combate. Y la ocasión era propicia para dejar a su principal oponente tocado.
Ayer noche mientras el médico onubense entrevistaba a Han en la cabina de radio, que piaba las cosas de su vida como un Piolín cantarín en un patio de vecinos, aprovechaban entre medias para hablar de la casa, de nominaciones y expulsiones. Quique aseguró que arde en deseos de salir nominado con Suso y que el público se decida por uno de los dos. Es algo que necesita. Si se va el macho catalán, comenta, la casa ganaría mucho para todos y si se va él, pues bueno, la audiencia manda y para casita que esto es un concurso. Tengo la impresión de que está fijando posiciones de cara a nosotros con la intención que nos llegue nítido y claro un discurso valiente y retador. Curiosamente, casi al mismo tiempo, Suso, Raquel y Sofía, hablaban relajados los tres en el tresillo del jardín y él afirmaba, al contrario del médico, que tiene miedo de salir expulsado por lo que le puedan decir o echar en cara en el plató. Guadalix tiene estas casualidades sincrónicas, y sin que ellos lo supiesen nos manifestaban prácticamente al mismo tiempo dos posturas opuestas sobre el mismo tema. No es de extrañar que Suso tenga terror a saber lo que le espera fuera después de tanta falsedad y cinismo descarado como el que está mostrando en la casa, entre otras cosas por ejemplo, cuando asegura una y otra vez a su amigo del alma Carlos Ken, y a Ivy “la suave”, que no la nominó a ella. Por más vueltas que le doy no le encuentro sentido a semejante actitud, y menos aún a su persistencia en la mentira.
Para completar el cuadro, por significativo, y siguiendo la
misma conversación en el jardín, Suso y la extremeña hablaban de si es mejor ser famosos solamente una temporada y que se olviden de uno, o serlo para siempre. En todo caso especulaban sobre cómo gestionar su paso por la casa en cuanto
salgan. Para resolver la cuestión anterior también consideraban, sobre todo ella,
si es mejor salir expulsados de primeras o llegar a la final. Raquel demostró durante la conversación que
conoce bien las vicisitudes de concursantes de GH de otras ediciones y de cómo les
ha ido la aventura después de pasar por Guadalix. Ponía como ejemplo, vaya por Dios, a Nagore, que había salido expulsada con un noventa y tantos por ciento de votos
y que ahora, según ella, es de las que está mejor colocada en las televisiones. Y confesaba a continuación su admiración por la vasca de GH 11. Tampoco lograba entender, en realidad decía que no se acordaba, los motivos de una
expulsión como aquélla que fue récord por goleada. Comentó también que le
gustaba Indhira y alabó su belleza
exótica y espectacular. A esas alturas de su discurso, tan erudito en temas del concurso, se me encendió una lucecita en el cerebro y entendí por fin ciertas cosas de esta concursante al conocer cuáles eran sus modelos a seguir en la historia del programa. Que por cierto, tal como están las cosas, no sé si es bueno, malo o todo lo contrario.
Además, después de oírla hablar con tanta pasión y conocimiento sobre
antiguos concursantes y sus circunstancias al final va a resultar que es ella la habitante de
la casa que, según el último secreto que nos contó la Milá, conoce todos los entresijos de la historia de Gran Hermano. Mi apuesta era Marta, pero visto lo visto comienzo a tener mis dudas y empiezo a
pensar que en realidad sea ella la verdadera experta en GH. Por cierto, cada vez estoy más convencido de que ella y Suso son tal para cual, y no me extrañaría que si siguen juntos en la casa algo más de tiempo, cosa que dudo, en cualquier momento acaban juntos, revueltos o revolcados. Ver a Sofía cómo los miraba, callada la mayor parte del tiempo, mientras ellos hablaban o se escuchaban a sí mismos tan encantados, no anticipa nada bueno para la hija de Maite. O sí.
Para acabar, y esto se va a convertir en una costumbre a pesar de que huyo del carpeterismo como alma que lleva el diablo, quería comentar una conversación que tuvieron ayer noche mismo Vera y Nichela a cuenta de si era verdad o no que Carlos Ken e Ivy son pareja. Ella no acababa de convencerse ante lo obvio porque entiende que la mejicana es y ha sido excesivamente cariñosa con algunos compañeros sin que el ni se inmutase, en concreto con Vera - un argumento que le recordaba ella a su compañero de secreto del jacuzzy para fundamentar su tesis -. Ante la evidencia incontestable de que forman pareja, ella decía que se moría al comprobar que fuesen tan liberales, sobre todo Carlos matizó. Una situación que ella en su lugar no soportaría. Es decir una manera más adecuada de valorar lo que yo calificaba de sangre de horchata en la entrada anterior cuando me refería a Ken.
Forastero marulo