...Y las malas a todas partes.
Ayer me tragué el debate prácticamente hasta el final, sobre todo porque tenía unas ganas tremendas de saber de quién era ese mensaje para Noemí que llegaría de Brasil en riguroso directo. Como tenía claro que no se trataba de Fael, el relamido ganador del Big Brother de su país, me picó la curiosidad, y aunque podía haberme enterado hoy al mediodía de qué iba el asunto decidí no esperar para averiguarlo, al fin y al cabo ya me había calzado tres cuartos del programa. Así pudimos verificar lo que nos contaban en las redes sociales sobre el impacto de nuestra canaria entre la torcida "canarihna" que al parecer tiene por esas latitudes multitud de fans que la idolatran. La entusiasta presidenta o representante de su club de fans por aquellos lares le deseó suerte, la animó y le aseguró, encantada, que en Brasil la aman y la esperan con los brazos abiertos cuando ella quiera.
En otro momento de la noche Pepe Herrero jugó a adivino en su intervención sobre la concursante expulsada, cuando se atrevió a vaticinarle que aquellos que ahora la ponen a caer de un burro, más adelante, borrachos en cualquier fiesta que se la encuentren, intentarán comerle los mocos a la primera oportunidad. También quedó claro después de lo visto durante el debate y al hilo de lo que comentaba en la entrada anterior, que Noemí tiene mucho recorrido por teles, platós y diversos saraos donde podrá rentabilizar con creces, más que con el premio del concurso si lo ganase, su paso por GH. De ahí viene el título de esta entrada, una frase atribuida a la gloriosa actriz Mae West: "Las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes". Sólo tenemos que comprobar repasando la historia de nuestro GH nacional por dónde andan las chicas malas oficiales y qué fue, por el contrario, de las consideradas buenas chicas. Y no hay color, porque las malas andan por todas partes aunque las partes por las que andan, valga la redundancia, no nos gusten ni un pelo.
Ojo, que con esto tampoco quiero decir que Noemí sea mala, no es eso, sólo me remitiré a los lapsus de maldad que ella misma confesó, y por supuesto a la montaña de mentiras bajo la que quedó enterrada. Ayer, subida al taburete durante la entrevista, guapa y espléndida en su trono de reina, adoptó la pose esfinge y aquí me las den todas, hasta el punto de parecer una chica buena arrepentida de un único error que reconoce: no haberle contado a Aless su aventura con Rafael en cuanto regresó a Guadalix. Para acabar el tema quisiera recordar algunas de las cosas interesantes para la trama del concurso que la canaria nos dijo. En primer lugar la declaración solemne de que está enamorada del italianini ante la insistente pregunta del colaborador Frank Blanco, confirmando que sí existe la famosa palabra de cuatro letras que tanto juego nos dio dentro de la casa. En segundo lugar, como ya dijimos, su arrepentimiento por callarse lo de Fael pero sobre todo su explicación de las razones de no contarlo, y que no fue más que por miedo y pánico a perder al italiano.
Si no supiésemos todo lo que sabemos serían explicaciones asumibles para nosotros, e incluso aplaudiríamos con las orejas o lo que hiciese falta porque entendemos que esto es un juego y sin ellos no habría partida ni magia. Me da la impresión de que Noemí desea que el italiano tarde lo máximo posible en salir de la casa, no tanto porque llegue a la final y gane el premio, que también, como por aplazar hasta donde sea posible que Aless fuera de la casa se encuentre con la verdad. Ella, consciente de que está nominado y en peligro de salir expulsado en la próxima gala por el "favor" que quiere hacerle una audiencia morbosa para que vea los vídeos de Brasil, nos pidió a todos, en sintonía con Conchi, la madre del italiano, que lo salvemos asumiendo ella toda culpa y responsabilidad.
Aprovechando para cambiar de tema, Noemí nos confirmó ante una pregunta de Jordi que Pepe sabe el secreto de Pipi, pero vino a decir que él hace como que no se entera por simple conveniencia. Más o menos lo que pensábamos muchos, porque con tal información y sabiendo lo descolocada que está ella, el bailaor, un tipo ya veterano y supongo que curtido en mil batallas sentimentales, tiene la sartén por el mango y mueve los hilos con su amiga de maravilla sabiendo que por mucho que la machaque siempre comerá de su mano a la hora de la verdad, porque es consciente, salvo que sea nulo emocionalmente o muy superficial, de que ella está tan desarbolada y tensa que es incapaz de controlar sus impulsos. Y él precisamente no ayuda mucho con su actitud de gallito prepotente sólo preocupado de su reputación por si lo deja mal ante la audiencia y sus compañeros cuando Sindi discute con él.
Ayer mismo nos la mostraron llorando después de mandar a "Zergio" ese mensaje tan redondo en su blog que parece escrito por un gallego como yo, es decir que vale tanto para una cosa como para la otra, para un sí como para un no. El paso de su novio por la casa sigue teniendo consecuencias nefastas para ella tal como predijimos y lamentamos en su momento por activa y por pasiva. Ahora no hace más que auto flagelarse por el convencimiento de que no se ha portado bien con él y que Sergio ha sido mejor que ella, algo que confiesa afligida a María. Y luego también expresa su malestar en el confesionario con todo lo que le pasa, acusando indirectamente al programa preguntándose en voz alta por qué no podía estar ella como al principio, que todo sería mejor. Blanco y en botella. Una chica buena que iba al "cielo" a la que no dejaron ser mala para ganarse el derecho de ir a todas partes.
El bailaor tiene la llave de ese reino y gobierna en él con mucho despotismo y poco tacto, y tampoco me vale el cuento de que a pesar de tanta recriminación y ponerla constantemente entre la espada y la pared con sus repetitivas y cansinas paranoias, lo que importa es que va con ella a muerte y no la nominará jamás. No a ese precio. Tampoco la nominaría nunca Sergio si siguiese todavía dentro del concurso y la interpretación sería diferente. Vale que son cuestiones de convivencia y estas cosas pasan entre amigos y más si son "especiales", pero por muchas vueltas que se le dé la actitud de Pepe con el tema de la comida y la cocina, por poner un ejemplo entre muchos, no hay por donde cogerla. Primero le dice a ella, comodón, que haga de comer lo que quiera y luego cuando Pipi decide ponerse a la labor en la cocina aparece él y le reprocha que pone poca carne sin atender a las razones, sensatas por cierto o al menos discutibles, que ella esgrime para poner tal cantidad. El bailaor, en su estilo perdonavidas y chuleta le espeta sin despeinarse que ella anda siempre con miserias y ante la mínima protesta de su amiga, perpleja ante tan injusto comentario, corta la conversación acusándola de que le levanta la voz. La estrategia de siempre, como si él hablase mas bajo que Pipi. De todos modos lo peor no es tanto lo qué le dice sino cómo se lo dice, de forma hiriente y con muy mala "oscuridad".
Ya no voy a hablar de las maquinaciones nominatorias de Pepe, al fin y al cabo no es el único, pero por poner otro ejemplo me encanta la contradicción que demuestra intrigando con Dani sobre la jerezana y Hugo, siguiéndole el juego al burgalés cuando él también le clavó su puntito igual que lo hicieron Hugo y María con Milhouse. El bailaor sigue siendo el mismo de siempre, claro que sí, no cambió nada desde que entró apalominado el primer día en la casa dada la vuelta, pero dejó bien claro por donde iban los tiros aquellas primeras semanas cuando calificaba cualquier cuestión sentimental y las emociones descubiertas como simples mariconadas. Sera una pose, pero ese pánico insuperable a hacer el ridículo o a que lo dejen quedar mal es para mí muy significativo, y hay frases que explican actitudes y casi un concurso entero.
El gran problema que nos planteamos es la expulsión del lunes. Si me dan a escoger preferiría que se fuese Dani, a pesar de que empiezo a verle cada vez cosas más interesantes, sobre todo ese
papel de pepito grillo, un teatrero inteligente y perspicaz convirtiéndose en la conciencia, cual mosca cojonera, de todo el
mundo ahí dentro; actuando como el típico reportero novato y entrometido que hace preguntas
impertinentes a diestro y siniestro, metiendo el dedo en la llaga mientras nos masacra repitiendo una y otra vez canciones de
misa tipo "si en verdad Dios te ama da las palmas" o nos deleita formando con Ari la pareja cómica del año, tan patética y divertida que incluso resulta tierna por el contraste que hay entre los dos. Desgraciadamente parece que la cosa estará entre Aless, el gran caballero del que hablaba Conchi, su madre, y Ariadna. El italiano, barruntando que tal vez esta semana puede ser la última ha pedido un tatuaje a la boca de los deseos. Un recuerdo imborrable de Guadalix en su piel que haga alusión a su paso por GH 13.
Aunque nadie me entusiasma del todo entre los que quedan aún en la casa Ari es mi apuesta definitiva, primero porque es la única que puede plantar cara al supuesto paseo victorioso del bailaor hasta el maletín soñado como ya dije, pero sobre todo porque me gusta como concursante y como persona a pesar de todos sus defectos, que no son pocos. Además, a diferencia de la mayoría de los otros concursantes, siempre
reconoce sus errores y meteduras de pata; y al
final , en el confesionario, acaba asumiendo que se ha
equivocado por todas
las incongruencias de su conducta y de su vida en la casa intentando rectificar de corazón. Otra virtud que aprecio muchísimo en ella es que no es rencorosa y siempre da segundas oportunidades cuando tiene un problema con alguien, y no creo que sea una pose de cara la galería o al concurso, estoy convencido de que es así en su vida cotidiana. También me gusta su falta total de soberbia y la capacidad de reírse
de sí misma por lo patética que puede resultar a veces.
A pesar de los argumentos a favor de unos y en contra de otros, en muchas ocasiones se trata todo del cristal con que miramos y en gran parte es una cuestión de piel, supongo, porque como decía el filósofo francés aquel del que ahora no recuerdo el nombre "hay razones del corazón que la razón desconoce".
Forastero marulo
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