Las
cosas como son, hacía algún tiempo que tenía ganas de montar un
"chiringuito" bloguero como éste, o algo parecido. Unos
deseos enormes de probar la experiencia. Ya se sabe con los tópicos
y los lugares comunes sobre el tema: Disponer de un lugar en el que contar algunas cosas,
ordenar un poco las ideas sueltas que le rondan a uno por la cabeza y
no tener que dar explicaciones a nadie; porque sí, sin más, porque
lo hago en mi casa y punto. Tal como se puede ver nada nuevo
bajo el sol que ilumina los días y las noches sin fin de internet.
No
sé todavía cómo puede acabar esta experiencia, ni siquiera sé si
empieza algo, pero espero que poco a poco (paseniño, como decimos
por aquí en Galicia) comience la andadura.
Antes
de seguir he de reconocer que todo este afán por crearme un rincón
entre tantos miles de blogs se lo debo fundamentalmente al programa
de Gran Hermano, en concreto a algunos blogs que tratan sobre el
dichoso programa y que un día navegando por la red
descubrí asombrado y perplejo. Para ser sinceros y en honor a
la verdad, a pesar de una serie de disgustos que ahora no vienen al
caso, se lo debo en primer lugar al blog del "Gato Encerrado".
Pero
sobre todo, los responsables principales de que me haya
dado por semejante cosa son todas esas personas maravillosas que me
fui encontrando durante todo este tiempo, personas reales detrás de
tantos nicks que para bien o para mal me hicieron sentir como alguien
nuevo en este mundo virtual sin dejar de ser, en esencia, uno mismo.
Personas que sin saberlo ni proponérselo me motivaron
siempre desde el primer momento a participar, a escribir y a dar mi
opinión, y eso que en muchas ocasiones me vi envuelto en polémicas
y discusiones apasionadas propias, por otra parte, a todo seguidor de
GH.
Aún
no me lo creo, pero la pasión por participar opinando y debatiendo
sobre el concurso me desbordó desde el principio sin
remedio. También resultó muy reconfortante, y esto fue lo más
increíble, descubrir que había tantas personas en condiciones
parecidas a las mías, que sentían la misma pasión y obcecación
por un concurso de televisión como éste y que de alguna manera, en
sus círculos personales o familiares, lo vivían como algo
vergonzante igual que yo. Un estigma que se debía ocultar.
Actualmente,
si sale el tema, tengo a gala declararme seguidor entusiasta de Gran
Hermano, de ese concurso tan denostado y criticado (ojo,
tampoco lo voy gritando por ahí a los cuatro vientos) y me da
igual lo que piense la gente de mí. Normalmente en mi vida no
suelo guardarme lo que pienso o aquello que creo sobre cualquier
tema, procurando siempre, eso sí, por supuesto, no hacer daño
gratuito a los demás con mis opiniones; por eso el tema de ocultar
semejante pasión televisa, que no es políticamente correcta según
donde y a quién se diga, me traía un poco por el camino de la
amargura. Asumirlo fue como una especie de liberación y no me
importa reconocerlo. No quiero repetirme pero semejante cambio sólo
fue posible gracias a los blogs sobre el tema y a la gente que
participaba en ellos. A toda la gente, incluso aquella con la que
discutía y con la que tenía enormes diferencias de criterio. Algo
mágico e increíble que me descolocó por completo y de lo que
todavía me cuesta recuperarme por todo lo que vino después.
Ahora intento crear este blog sencillo y sin demasiadas perspectivas ni pretensiones, porque todavía no sé muy bien sobre qué temas escribiré mientras no empiece allá por septiembre, eso espero, el nuevo GH. De cualquier manera estoy seguro de que hablaré sobre la gente y las relaciones entre las personas, sobre cualquier neura personal o lo que se me ocurra. Lo que sí me gustaría, ante todo, es que fuese un lugar tranquilo, agradable y a ser posible entretenido y divertido para todos aquellos que se asomen por aquí con la mejor de las intenciones.
Todo se andará y se verá. Me viene ahora a la cabeza esa archiconocida cita que dice, más o menos, que "todo trayecto comienza siempre con el primer paso".
El forastero marulo
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