1.- Lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada (Edmund Burke)

2.- Hay un límite a partir del cual la tolerancia deja de ser virtud (Edmund Burke)

sábado, 28 de noviembre de 2015

UN MUNDO EN EQUILIBRIO

    Mercedes Milá me lo puso a huevo, y me refiero por supuesto al título de la entrada, un titular que tenía reservado desde hace tiempo para el día que saliese Nichela de Guadalix, deseando que fuese cuanto más tarde mejor y a ser posible en la final. Las palabras perfectas para esa imaginaria entrada que le pensaba dedicar con entusiasmo a la chica del circo el día de su expulsión o victoria. Un texto presidido por una maravillosa foto suya montada en su monociclo mientras da la última vuelta de honor a la pista del entrañable circo Raluy de su familia saludando a unos espectadores fascinados y entregados a la magia atemporal y preciosista de su espectáculo acrobático. Pero decidí no esperar más gracias a la oportunidad de disfrutar la noche jueves de verla todo el día montada en su vehículo de trabajo como contrapartida al privilegio de reencontarse con su estupenda madre. Un regalo perfecto e inesperado para aquellos que apostamos por ella desde el principio.

   Ayudó también, como digo, la imagen de la presentadora en el plató con el muñeco bebé de Marina en su regazo mientras observaba a la criatura con ánimo burlón y muecas de reparo por mucho que para compensar y disimular nos vendiese la moto de que los “Juanito reborn” son una bendición como terapia para algunas ancianas o señoras desquiciadas. Una escena que remató con bastante mala uva y mucho sarcasmo ante la singular afición de la manchega dejando el bebé en brazos de Suso para que lo cuidase un buen rato durante la gala. La mirada de Marina, nada convencida por la cesión de su preciado muñeco al tipo que en la casa despreció su concurso desde el inicio, indicaba a las claras que el tono de su entrevista tendría poco de amigable. Volviendo a la cuestión del título, por esas extrañas asociaciones lingüísticas ante esa situación tan absurda y chocante me acordé del libro de Lucia Etxebarría “Un milagro en equilibrio”, una obra que explora la maternidad y la manera de transmitir desde la emoción a un recién nacido que acaba de ver la luz en este mundo que su madre, su padre y toda su familia con todas sus circunstancias constituyen el bagaje principal que marcará su futuro.  
  
    Para mi satisfacción, confirmé al fin la dimensión de su mundo en equilibrio gracias al encuentro de Nichela con su madre, una mujer atractiva y serena que intentaba canalizar la cadena de emociones de su hija angustiada en primer lugar por saber si había ido bien el estreno de la nueva temporada del circo familiar, y por la preocupación de no hacer daño a la familia con su actitud en el concurso. La necesidad imperiosa de liberarse, o atenuar al menos con este encuentro, el agobio por el compromiso de cumplir unas expectativas ante sus padres producto de la auto exigencia de una concursante muy consciente y presionada por la creencia de que una visión negativa de su paso por Guadalix podría afectar de forma determinante, no sólo a ella de forma individual, sino también a la imagen de un negocio familiar que se debe al público. Una responsabilidad que no tienen el resto de sus compañeros.

   Comprendí también que el equilibrio es el concepto clave de su vida en el concurso, pero no sólo como una postura consciente tomada para entrar en Guadalix y esconderse detrás de ella. El equilibrio forma parte de su mundo, de su trabajo subida al monociclo, de su madurez tan extraña hoy en día en un tiempo en que muchos de nuestros jóvenes eternizan y alargan la adolescencia hasta el absurdo. Un equilibrio fascinante entre la emoción contenida y la calma expectante, entre la realidad y el deseo como diría el poeta Luis Cernuda. De alguna manera el riesgo que supone para una mujer como ella el exponerse a un programa tan ingrato como GH, que puede destruirte en un par de meses como persona, es una manera de romper el equilibrio por una vez en su vida; la necesidad de parar un instante para reflexionar y retomar tal vez, después de este punto y aparte vital, un destino prefijado y sujeto al equilibrio imprescindible en todos sus órdenes para sobrellevar una existencia entregada al mayor espectáculo del mundo: el circo. Además por primera vez sigo a una concursante que me gusta casi tan pendiente y enganchado por lo que nos cuenta en su blog personal como por seguir su vida diaria en la casa a través de las cámaras.  Unas reflexiones imprescindibles para entender a Nichela como persona y concursante. Unas palabras escritas desde el corazón que reflejan con sencillez y naturalidad sus emociones y sentimientos con esta nueva experiencia y compartiendo con nosotros de manera positiva su evolución personal dentro del concurso desde la perspectiva de una chica de su tiempo, cercana y encantadora, pero con una vida diferente a la mayoría de la gente de su edad. 
    El jueves por tanto, y no sólo con ella, se confirmaron muchas de las cosas que pensaba sobre los concursantes que quedan en la casa. Todos los años ocurre lo mismo cuando reciben la visita de sus familiares y amigos, porque se trata de la gala con más contenido emocional con diferencia de cada edición y siempre rezo para que el tratamiento de los guionistas del programa sea equilibrado y lo más justo posible, porque desgraciadamente, por culpa de la experiencia acumulada que tenemos siguiendo el concurso, sabemos que caen en la tentación glorificar el encuentro de unos, dibujando la situación con trazos afectivos que resaltan un torrente de sentimientos contenidos para tocarnos la fibra sensible mientras que en otros casos tienden a incidir en la parte frívola con una puesta en escena que llega a rozar lo ridículo e incluso lo bochornoso.  Esta vez al menos el formato de la visita fue para todos igual y me pareció original pedir una compensación para lograr el privilegio de ver a sus familiares. De cualquier forma, ellos viven normalmente esta gala con mucho entusiasmo y una emotividad desbordada que dependiendo de la realización y la puesta en escena consigue transmitirnos una gran tensión dramática.  Para nuestro pesar la visita no tiene la transcendencia de antaño por la continua información que reciben desde las galas a micrófono abierto que son la norma este año - ¿Dónde queda aquel cuidado y rigor que pedía Mercedes para conseguir el silencio del público en las despedidas de los expulsados desde el plató para no dañar a los compañeros que quedan en la casa? – o por las continuas repescas e incorporación de nuevos concursantes comenzado el programa que aportan información externa tanto de forma directa por irse estos de la lengua como de modo indirecto con su actitud y su posicionamiento los primeros días.  Aun así la gala de las familias, y sobre todo de las madres, es un clásico que merece la pena.

    Decía que encontrarse con sus seres queridos después de más de dos meses de encierro viviendo con la angustia de saber cómo lo estarán viendo ellos desde fuera, dudando si el novio sigue esperando, o si los padres aprueban su conducta en la casa con la necesidad de comprobar que no sufren por las críticas que puedan oír o leer en diferentes medios sobre sus hijos se convierte en un requisito fundamental, casi una obligación, para afrontar con garantías el tramo decisivo del concurso. También a nosotros, que  en función de nuestras filias y fobias lograremos empatizar más o menos con su vivencia, nos viene de perlas para conocer y ratificar o no, algunas de las cosas que pensábamos sobre ellos. Dentro de ese terremoto emocional y afectivo que se desencadena durante el encuentro con los familiares descubrimos a menudo esa nota o ese acento que nos faltaba, la clave que explica muchos de sus comportamientos y el porqué de muchas de sus decisiones y actitudes. Al fin y al cabo todos, absolutamente todos, somos en gran medida el producto de nuestras circunstancias y estamos marcados, lo admitamos o no, por la impronta emocional y educativa de nuestras familias.
    La gala de las visitas tiene además últimamente el componente añadido de las nominaciones de los familiares en lugar de los concursantes. Una situación que se presta a muchas interpretaciones porque ellos desde el exterior no siempre ven esta cuestión desde la misma perspectiva que sus representados. En ocasiones porque yerran en la estrategia que estos seguirían en la casa o por tener una visión diametralmente opuesta al contar con información desde fuera que dentro desconocen. En definitiva, que se convierten en unas nominaciones más reflexivas con el objetivo de ayudarles pero que a la hora de la verdad sus consecuencias pueden resultar nefastas y no responder al deseo de los concursantes. Lo que ocurrió por ejemplo en el caso de Nichela, que gritó un no rotundo cuando su madre le calzó dos puntos a Carlos, o los gestos de disconformidad de Vera ante alguna nominación de su hermana. En cualquier caso, en general, en esta ocasión las nominaciones por parte de los familiares reflejaron un resultado muy similar, punto arriba punto abajo, al que se hubiese producido si nominasen ellos.

    La consecuencia principal de las nominaciones de los familiares, más que los puntos en sí, fue la información que recibieron los concursantes sobre algunos compañeros y en este caso el más perjudicado fue claramente Ricky, que se quedó con el culo al aire al descubrirse parte los comentarios que ha largado sobre los demás con Carlos. Algunos por cierto totalmente fuera de lugar. Me hace gracia porque el hermano del canario, en el encuentro cara a cara que tuvieron un poco antes, le aconsejó claramente que se dejase de coñas marineras y churrascas pintadas en el antebrazo dándole a entender que fuera no había nada y que rematase la faena con Sofía. Vamos, lo mismo que comenté aquí en la entrada anterior cuando decía que Ricky se estaba arrimando a un buen árbol buscando cobijo, pero seguía jugando a dos carrillos intentando el paripé de la persona especial de fuera y metiendo la pata de forma lamentable con determinados comentarios sobre la pamplonica. El hombre no ha sabido medir ni el tono ni el ritmo manteniendo discursos paralelos con ella. Por un lado ensalzando su autenticidad o la cabeza que tiene para ciertas cosas mientras que por el otro valora de manera chusca e inapropiada, de barra de bar cutre entre machotes, la supuesta disponibilidad de Sofía.  El caso es que Aritz ha tenido mucha suerte al coincidir en esta nominación con Ricky, y probablemente el tití vasco le gane la partida al orangután canario, porque éste tiene todas la papeletas para salir expulsado el próximo jueves gracias fundamentalmente a su enorme torpeza.

    Aparte del encuentro de Nichela con su madre, el más conmovedor fue el de Marta con Lester, su novio. La canaria estaba emocionada de verdad, bueno lo estaban los dos, porque él no dejaba de piropearla repitiendo varias veces lo guapa que estaba. Sus palabras sonaban sinceras y ganas no les faltaron a los dos de romper a golpes el cristal que los separaba. Lester, un tipo afectuoso y cabal, es de los que se viste por los pies, algo que se confirmó después durante las nominaciones cuando se enfrentó al hermano de Ricky por defender a su novia ante las palabras de éste.   Marta, por su parte, gana puntos a medida que avanza el programa y cada vez que dice o hace algo jamás deja indiferente a nadie dentro ni fuera de la casa.  Su principal preocupación era saber si su novio estaría todavía esperándola y al final descubrió la respuesta en uno de los encuentros más emotivos de la noche para confirmar que Lester no sólo la esperaba y apoyaba sin fisuras sino que seguía enamorado de ella.
   Un poco antes en el confesionario, trabada como siempre por estar nominada y pensando que podía ser ella la expulsada, la canaria no dejaba de parir frases como una metralleta, ocurrencias que de una forma u otra siempre acaban sacándonos una sonrisa o por el contrario te producen unas ganas tremendas de taparle la boca por cansina. "No me voy de aquí sin mi pintalabios" soltó en medio de la tensión esperando el veredicto del público con Marina y Han, sus compañeros de suplicio, o cuando comentó irónica que camino de Telecinco le gustaría encontrarse una tienda de regalos abierta para comprarse un par de Goyas y plantarse con ellos ante Mercedes. Hecha un manojo de nervios, antes de que le anunciase la presentadora que ella volvía a la casa con el menor porcentaje, dijo que le dolía irse de la casa más gorda y con dos granos en la cara, para asegurar a continuación que lo que le dolería de verdad sería no encontrarse a Lester en el plató. Y entonces hablaba en serio.

   Todo esto no oculta que durante la gala intentasen vendernos una Marta genial como concursante, siempre divertida, celosa y leal con los suyos; aunque hay que reconocer que ella pone mucho de su parte para que aquella concursante metomentodo y furibunda del principio del programa que saltaba a la mínima por "un quítame allá unas pajas" se haya ganado poco a poco el favor de la audiencia. La visita de su novio a Guadalix no hace más que cimentar esa imagen y ratificar su condición de favorita de cara a la final. Tengo que reconocer, por una serie de cuestiones que no vienen al caso, que estoy contento de que por primera vez en GH una canaria tenga verdaderas posibilidades, y méritos, para ser finalista e incluso ganadora del concurso.
   Las demás visitas no me motivaron demasiado. La corrección sin más del encuentro de Carlos con sus padres. La frialdad que Han mantuvo con su madre ignorando prácticamente su presencia para hablar casi todo con su amigo, una circunstancia que no se debió a la imposibilidad comunicarse en chino por orden del programa, porque en realidad de lo que hablo es de miradas y gestos.  Lo mejor de Vera con su hermana fue la naturalidad del encuentro entre dos hermanos que se aprecian y que gracias a ello por fin el de Sabadell se cortó esa horrible coleta. El encuentro de Ricky con su hermano, en fin, ya está comentado. De Sofía y su madre lo sabemos todo y lo más jugoso fue la información que Maite le largó en todo momento, sobre todo durante las nominaciones, una información que no sé si sabrá darle el uso adecuado. O el encuentro distante de Aritz con su amiga del sombrero que luego continuó cuando la audiencia morbosa decidió que fuese él quien disfrutase de una noche con ella y que ya comentaré en otra ocasión.

     Me queda comentar el trato lamentable que dio Mercedes a Marina en la entrevista y las magníficas contestaciones que la manchega le devolvió para taparle la boca. Insuperable cuando le dijo a la Milá que perdonase pero que la que juzgaba a Aritz era ella y el programa. Para acabar, por ahora, me quedo con esa imagen entrañable para mí cuando Marta y Nichela, acabada la gala, se dan cuenta ante las fotos pegadas en la nevera que sólo quedan tres chicas en la casa, ellas dos y Sofía. Las tres embrujadas comentan felices. Sofía, Marta y Nichela, una maravillosa final que firmaría donde hiciese falta. 

Forastero marulo



7 comentarios:

  1. Me encanta todo lo que has dicho Marulo, de principio a fin. Sobre todo la parte dedicada a Nichela. Equilibrio es una palabra que la define muy bien. ¿Te puedes creer que hace un par de semanas que me leí ese libro de Lucía Echevarría? no lo conocía y mira por dónde. Ya sé que son chorradas pero estas casualidades me fascinan.

    Me gustaron las visitas de los familiares. Para algunos fueron repetitivas y faltas de emoción, en cambio yo creo que fueron lo que tenían que ser. Todos frente a un simple cristal, sin adornos ni florituras. Normalmente yo pensaba que eran unos exagerados cuando les veía reaccionar como si llevaran años sin ver a su familia o amigos. Ahora me doy cuenta de que no se trata del tiempo que lleven sin verlos, sino de los nervios y la angustia de no saber si cuentan con su aprobación. Si se trata de sus padres, por ejemplo, saben que les seguirán queriendo hagan lo que hagan, claro está. Pero eso no impide que sientan miedo a defraudarles, a que pasen vergüenza por su culpa y tal. Si se trata de una pareja el miedo se acentúa, no solo porque pueden haber hecho algo que le haga daño o puede haber visto cosas o actitudes que desconocía y que le haga dudar.

    A mí también me gustan los blogs de Nichela. Es la que más escribe con diferencia y se nota que hace un esfuerzo por mostrarse y porque lleguemos a conocerla a pesar de su timidez. Parecen cartas escritas a una amiga y no veo contradicciones entre lo que escribe y lo que lo hace o dice luego en la convivencia. En cambio sí las veo en Sofía, o en Aritz, que escriben más para justificarse, me parece a mí.

    Yo también firmaría esa final sin dudarlo. Sin vascos ni chinos ni fantasmas varios. Decía hace un rato en el blog de Jota que Sofía está empezando a darme mucha pena. Finalmente no me gusta, no he acabado de encontrarle esa luz que le veis otros, al contrario, la cosa va a peor con ella, pero la quiero en la final antes que a cualquiera de los chicos. Me hubiera encantado que Sofía recibiera la visita de un par de amigas. Y eso que Maite estuvo bastante bien, pero total, ya sabíamos que no le iba a hacer caso y hubiera preferido verla con otras personas. Es que parece que su madre es su única referencia! No sé definir lo que me inspira esta chica, la única palabra que me viene a la mente es pena. No pena de "qué pena de muchacha", no no, no es eso. Es algo más profundo. La veo como una niña desvalida frente al mundo, con pocas armas con las que enfrentarse a él y sin nadie que la quiera de verdad y la defienda como merece. No digo que su madre no la quiera, eso lo doy por hecho, pero en general creo que ha recibido poco cariño en la vida.

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  2. Pues sí que es casualidad Maltissa que justo hayas leído el libro hace unos días. Ya he dicho más de una vez medio en broma medio en serio que las meigas rondan el blog de vez en cuando y se producen estas coincidencias y otros fenómenos curiosos que siempre me sorprenden. Y no creas, para mí no son chorradas y podría contarte varias anécdotas sobre el tema pero me da cierto pudor airearlas. Ese libro es uno de los pocos premios planeta (2004) que he leído; no sé muy bien explicar porqué pero tengo manía al libro ganador de esa editorial desde siempre. Ya sé que es una tontería pero no puedo evitarlo. Con “Un milagro en equilibrio” hice una excepción porque en unas vacaciones anteriores había caído en mis manos el primer éxito de la autora (por cierto creo que fue un fiasco el paso de esta mujer por el reality “Campamento de verano”), “Amor, curiosidad, prozac y dudas”, un libro en edición de bolsillo que me llamó tanto la atención que no dudé en comprar éste. Y también la curiosidad que me despertó el tema como padre, por supuesto.

    Con esto de las visitas familiares yo también pensaba en anteriores ediciones que en algunos casos tanto histrionismo y afectación eran algo exagerados, ni que estuviesen en la guerra comentaba a veces. Ahora soy más comprensivo porque entiendo que la presión de estar todo el día rodeado de cámaras sin saber qué imagen pueden estar dando a sus familias tiene que quemar mucho psicológica y emocionalmente hablando.

    Hablando de Nichela otra de la claves para que me tenga ganado es esa falta de contradicción entre lo que escribe y cómo vive el concurso. La palabra que lo define de una manera más correcta y que se me olvidó de incluir en la entrada, y eso que la tenía todo el rato en la cabeza, es coherencia. También me gustó mucho su madre y su naturalidad porque para mí esas cosas cuentan mucho; al fin y al cabo a los concursantes de esa edad los veo más como hijos, y me cuesta desprenderme de esa visión cuando juzgo su conducta. Resultó entrañable ver a Louise (creo que ese es su nombre) descalzarse los tacones y quedar en medias moviendo sus pies por el frío mientras esperaba con el resto de familiares para salir corriendo por la casa en busca de la inmunidad para su hija. O el bonito detalle de entrar en la casa cogida de la mano de la hermana de Vera que no pasó desapercibido para los dos que comentaban emocionados la situación.

    Entiendo lo que dices de Sofía – acabo de leerte también en el blog de Jota – y el sentido en que expresas el sentimiento de pena hacia ella. No sé en qué entrada del blog me referí a esta idea que acabas de expresar cuando hablaba de Sofía, pero creo que decía más o menos que la hija de Maite es una chica magnífica en las distancias cortas pero con una dependencia afectiva de los demás y celosa que resultaba muy contradictoria con ese modo de conducirse a la vez, libre y sin complejos con los hombres. Un cóctel peligroso que si no sabe resolver con el paso de los años seguramente le pase factura por la tendencia a pillarse con indeseables o tipos que no merecen la pena. Al final tiene que ver con lo que digo en la entrada, porque no es más que una chica de 19 años con una historia familiar detrás que determina en lo bueno y en lo malo la mujer en que se está convirtiendo. Por ahí he leído comentarios y entradas en otros blogs en que la comparan con Paula, la ganadora de GH 15. Estoy en total desacuerdo y para mí no tienen nada que ver, ni siquiera la trayectoria del concurso. Sofía me atrae como concursante con todos sus defectos y a Paula no me la creí jamás.

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  3. el comportamiento de mercedes con marina fue de expulsión
    de expulsión de la presentadora
    recuerdo todas las indignaciones de la merceditas o el jordi amenazando con expulsión a concursantes o familiares o público por faltas de respeto
    ella faltó al respeto a marina además de reírse de ella a la cara manteniendo una actitud de absoluto desprecio continuamente
    y sus paridas a suso, sus gracias a suso, su ay suso no sé si darte una colleja o rasgarme las bragas para ti
    en resumen: no sé si nombró a la heskoria pero ahí tuvimos la heskoria entrevista a la expulsada y alrededores clarísimamente definida por la profesionalidad de quien no ejerce su trabajo, aquel por el que le pagan, ni por la más remota casualidad, es como una alcohólica yendo a trabajar en condiciones ebrias y penosas y ridículas

    y me he liado con la merceditas, yo que sólo te quería decir algo de tu nichela, me ha encantado la entrada, como todas, este gh vemos el mismo concurso, el tema de los familiares a mí me parece una genialidad, aparecen, actúan y dejan huella para que podamos seguir con interés el proceso de los concursantes sabiendo jugar con la nueva baza, que el hecho de que los familiares digan o hagan no es un punto a favor ni mucho menos, puede ser tan beneficioso como nefasto para ellos, en su manos y su inteligencia de jugadores está

    maltissa, es verdad que cuando se enfrentan a la familia se enfrentan a una incógnita sobre la percepción que tendrán del paso por el concurso que resulte seguramente lo más estresante, esa espera desde que sabes que los ves hasta que te los muestran, de su vida

    no leo los blogs de los concursantes, y realmente tal vez son los que jamás deberíamos dejar de lado, supongo que no hacerlo es perder un porcentaje de su concurso importante, y mira que desde que están ahi es una de mis mayores motivaciones por entrar, la opción de hacer un blog desde dentro de la casa, no sobre mí, sino sobre el concurso, teniendo en cuenta que me faltan siempre las 24 horas :))

    pero todo lo dicho hasta ahora debería ser anulado porque mi intención cuando he terminado de leer, pensando claro está en esa nichela que tanto encandila al forastero de este blog, era decir nada más que

    un marulo en equilibrio :))

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  4. :-) Tocaba ya, verdad?, hablar de NIchela digo. Más o menos de acuerdo pero yo, al contrario de ti, no encuentro en ella méritos suficientes para alzarse con el premio final. Converjo contigo en que es coherente en sus actos con respecto a como piensa, y equlibrada, pero le falta ese puntito de más que da el arriesgarse a vivir tal y como siente ( ne refiero a su tiempo en la casa), y en esto falla, o se retrae mejor decir. Quizas se deba como dices a la carga que le supone no dejar en mal lugar a sus allegados tanto como quedar mal ella y es que cierto es, ella y su familia trabajan de cara al público y eso pesa y condiciona un tanto.
    Y con esto no quiero decir que hubiera de ser irreflexiva y comportarse de forma tan alocada e inconsciente como Sofía, o tan vehemente y con esa incontinencia verbal que muestra Marta quien verbaliza todo lo que le viene a la cabeza sin filtrar antes, no; cada una es como es y por eso pienso que hacen un buen tandem, puesto que cada una tiene ese algo que falta a las otras.

    Sofía muestra contradicciones sí, no demanda cariño pero se aferra a él con tan solo atisba se lo pueden ofrecer, y luego se escudriña a sí misma para averiguar que de verdad hay en lo que le ofrecen, y es ahí cuando aparece la contradicción pues, toda vez sabe no es sincero lo que le efrecen, ella y a pesar de esto, no acaba de desdeñarlo, o se le hace extremadamente difícil, y es que la chica está necesitada de saberse querida tanto como de que la quieran. de ahí, según yo pienso, utiliza sus encantos físicos para lograr posen miradas en ella, ... la chica parece superficial, sin embargo utiza esta forma de hacer como forma de relacionarse. Me da que sus muchas carencias afectivas (basándome en la escuchado a ella y Maite) junto con el comportamiento (voy a decir atípico) de Maite como madre, han hecho casi que la casa la empiece por el tejado... y luego toca desandar lo andado para construír apropiadamente. Y eso hace una y otra vez, acelerarse, caerse, levantarse y volver a vivir de igual forma, pero entre experiencia y experencia espero sepa ir frenando antes de que le llegue la caída. Por lo demás, es muy leal, mucho, y algo muy positivo, no se deja influenciar.

    De las tres "embrujadas" es a la que menos le pesa el concurso, y es que ella vive, solo vive; Sofía no sabe caminar por el concurso, solo sabe caminar por la casa. mientras que Nichela y Marta si que consideran donde están por lo que piensan y saben están concursando. - Aún así, las tres son auténticas con sus particularidades y peculiaridades; el que se prefiera una u otra es cuestión de que guste una personalidad u otra.


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  5. La gala de las familias de esta edición fue menos colorista que la de otros años, y sin embargo, sí, nos mostraron conductas y sentimientos a uno y otro lado del cristal sin "interferencia" alguna que pudiera desvíar mirada. No sé, si ganamos o perdemos con este cambio.

    Pudimos ver el emocionante encuentro de Marta y su novio (para mí el que más, quizás por la incertidumbre que ella mostraba en la casa por no saber de él). Los demás casi que por el estilo, Nichela, Vera, Carlos, pero me llamaron la atención Han y su madre, más bien Han, frialdad ante su madre a quien casi ninguneó atendiendo más a su amigo (concurso??). También el hermano de Riki me sorprendió, preocupado solo por darle consignas con respecto al concurso y olvidándose de la emoción; y por descontado Maite, que no dudo estuviera emocionada (un poco sí), pero que no dejó pasar la ocasión de leerle la cartilla a Sofía de cara a posicionarla bien para hacerse con el maletín (y luego decimos Maite no atiende lo que se cuece en el programa).

    Por lo demás, la doña no entendiendo lo que se demanda... Marina no fue buena concursante, pero mueble mueble no fue ... Milá la atacó como si pensara era lo que debía hacerse ante una concursante sin papel protagonista, y sin embargo sigue réndole las gracias a Suso?? Quizás pensó así nos resarcía de las malísimas entrevistas viene realizando, pero una vez más erró el tiro poniendo el foco en quien no debía.

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  6. Jota es que lo de Mercedes no hay por donde cogerlo, y el jueves ya desde el minuto uno se le vieron las intenciones con Marina. Lo primero esa bronca fuera de lugar y exagerada a Quique – se ve que le tenía unas ganas tremendas – y todo porque le chivaron por el pinganillo que al parecer el médico le había dado información a su amiga cuando entró en el plató. Si no fuese porque sabemos lo parcial que es, y de qué pie cojea la doña sería para agarrar un rebote monumental, porque parece que estaba esperando que Quique cometiese un fallo para ir a degüello por él cuando sabemos todas las que ha dejado pasar y como contemporiza cuando alguien le gusta o le cae simpático. Menos mal que Marina no se amilanó con la doña y le sostuvo la entrevista serena y coherente contestando de maravilla y sin perder los nervios ante sus preguntas insidiosas y malintencionadas. Lo peor era escuchar de fondo como los tres reventadillos – Suso, amanda y Raquel – se burlaban de la manchega y ella no hizo nada por cortarlos.

    Respecto a otros blogs y la influencia de los mismos en Mercedes, creo que es bastante evidente. Es algo que ya he comentado aquí en varias ocasiones cuando se nota tanto que la presentadora trata a los concursantes en función de los lugares que lee; y hace tiempo que no es precisamente por lo que se dice en el Gato Encerrado. En concreto del sitio que mencionas prefiero no hablar; en primer lugar por una serie de cuestiones muy largas de explicar y no quiero meterme en camisas de once varas después de tantos años y en segundo lugar porque se trata de un lugar privado, digámoslo así, al que no se puede acceder sin carnet de socio. Desde luego tienen todo su derecho a hacerlo, pero como para casi todo en la vida a mí me gusta frecuentar lo público. Lo que haga en este sentido la Milá me trae sin cuidado, aunque reconozco que a veces todavía me irrita, sobre todo por esa falta de profesionalidad que tú misma dices.

    No sé si soy un Marulo en equilibrio como dices, pero este año te aseguro que estoy poniendo todo de mi parte para resultar equilibrado, otra cosa es que lo consiga. Mi esfuerzo me cuesta :-)

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  7. Prudent :-), claro que ya tocaba hablar de Nichela a fondo, que hasta ahora sólo iba dejando por ahí pinceladas sueltas de la chica del circo y todavía no le había dedicado una entrada entera y decente para a ella. Este me pareció el mejor momento. Primero porque era el día de la visita de las familias y en su caso creo que el elemento familiar supone un condicionante sustancial en su concurso, y segundo porque ya estamos en el tramo final y quería fijar mis posiciones respecto a mi favorita de cara a la final.

    Entiendo lo que quieres decir sobre asumir riesgos, un aspecto fundamental para merecer la final, pero te diría que se trata de un concepto subjetivo porque el valor de “arriesgar” va a depender siempre de lo que se pueda perder. Quiero decir que no es lo mismo arriesgar en una apuesta 50 euros que el sueldo del mes, por ejemplo. O hablando ya del concurso ¿quién arriesga más, Suso o Quique?. Yo creo que el médico porque tiene mucho más que perder y si se comportase como Suso perdería toda su credibilidad cuando volviese con sus pacientes al hospital. A Suso, por el contrario, toda la parafernalia viceversa le viene cojonudamente para lo suyo porque seguramente gracias a su fama en GH se le abrirán las puertas en determinadas movidas del famoseo y bolos, y en todo caso su paso por el programa no debería ser un obstáculo para volver a su empleo. Otra cosa es que nos guste más o menos ver follón en la casa o personas que no controlan sus impulsos de cara al espectáculo. Sofía por ejemplo es muy joven y no tiene demasiadas responsabilidades fuera del programa, incluso entró acompañada de su madre compartiendo las dos una visión parecida en este tema. Eso no quiere decir que no esté de acuerdo en casi todo lo que dices de ella y dentro de la casa se muestra y vive como ella es sin limitaciones, dejándose llevar por sus sentimientos, a veces contradictorios, sin atender el consejo de nadie y en contra de sus propios intereses. Me gusta como analizas su conducta relacionada con la gestión sus afectos y sus demandas de cariño. Lo que más me fascina, y también me preocupa de esta chica es esa forma de conducirse siempre al borde del precipicio. Lo que contribuye a su encanto como concursante, claro.

    Cuando dices que de las tres embrujadas es a la que menos le pesa el concurso, creo que se debe precisamente a lo que comenté antes, que no tiene mucho que perder y está acostumbrada al riesgo. Probablemente esas situaciones complicadas de su infancia son la causa de buscar afecto y cariño, que la quieran, unos deseos que oculta detrás de esa apariencia de chica frívola y “guerrera”. Estoy de acuerdo que es leal con los suyos aunque después a la hora de la verdad ella camine siempre sola. Es cierto también que las tres amigas se complementan de maravilla, y cada una ellas aporta lo que le falta a las otras.

    En el tema de la visita de las familias creo que este año hemos ganado con este formato, sobre todo por lo que dices, por la falta de interferencias artificiosas y desiguales que otros años no nos dejaban atender y disfrutar de la intensidad y las claves del encuentro. Esta noche en el debate completaron el encuentro gracias a la posibilidad que tuvieron todos de ver, por sorpresa, a otros familiares desde el confesionario a través de una pantalla. Esta vez sí que cayeron en el morbo poniéndole a Vera un vídeo de la chica mejicana con la que se lió en plan "love forever", pero sobre todo con un Ricky muy cuestionado por todos después de la gala del jueves, dándole la posibilidad de elegir hablar por teléfono con su madre o con la dichosa Churrasca. Él eligió a su madre, y no cometió el error de Hugo en GH 13, aunque luego también le dejaron hablar con la chica esa que su hermano el otro día le recomendó olvidar. En fin, al final GH siempre tira al monte como las cabras y ya me parecía a mí que el montaje de la gala del jueves era demasiado tranquilo y equilibrado.

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