1.- Lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada (Edmund Burke)

2.- Hay un límite a partir del cual la tolerancia deja de ser virtud (Edmund Burke)

miércoles, 24 de septiembre de 2014

♫ PACO, PACO, PACO ♫

    Ayer, sin saber muy bien cómo, ante las cosas de nuestro taxista castizo madrileño, me salió del alma un "¡Ay Paco, Paco, Paco!" mientras asistía a la conversación que mantuvo con su acompañante, una Shaima que lo llevó hasta el confesionario para decirle que lo encontraba muy apagado y alejado de la gente, y para pedirle también explicaciones por esa actitud un tanto mandona con los demás que la tiene preocupada por las consecuencias que puedan acarrear para los dos como pareja concursante las críticas que empiezan a oírse en su contra por parte de algunos compañeros, de Omar y Paula sobre todo, que están hartos del ordeno y mando de Paco como si fuese un sargento en el cuartel.

   Ella le sugería que fuese el mismo Paco del principio, que se relajase y disfrutase de la experiencia. El taxista de pelo enmarañado como si llevase un nido de cigüeña colgado en la cabeza, se explayó criticando a la gente de la casa que no colabora y deja todo por ahí tirado sin recoger, que él no puede callar ante esas cosas asegurando que ya tiene sus candidatos para las nominaciones por este motivo sin aclarar nombres. Luego, ante la intervención del Súper, preguntándole quiénes eran los supuestos vagos, él cortó el asunto muy digno argumentando que no era lugar ni momento para señalar allí a los que están tirados a la bartola, y que se reservaba esa potestad para el día de las nominaciones.  

    Siguiendo con el personaje, el otro tema de conversación que también salió en la fiesta guay de Hawai en honor de Paula por su cumpleaños fue el tema de las dimensiones que se adivinan de su "paquete paquetón", tanto que al mismo Omar, que no soporta el pobre que le quiten un mínimo de protagonismo por nada, y menos por parte de Paco, ante la observación de su "osita" comentando también las proporciones del asunto que oculta el taxista en la entrepierna, para no ser menos entró al trapo de las comparaciones demostrando que el muchacho no da más de sí. En fin, otro clásico de GH, el tema paquetones y tiburones que no podía faltar.
   Y para acabar esta entrada fugaz y exprés dedicada casi en exclusiva a un personaje como Paco, que lo merece sin ninguna duda, no quería desaprovechar la ocasión para comentar que como todo el mundo sabe la carpeta entre el presuntuoso de Omar y la osita Paula ya es una realidad. Una realidad empalagosa y bastante fingida, a mi parecer, que habrá que sobrellevar con muchas dosis de paciencia y resignación. Menos de una semana les ha llegado a estos dos para estar ya abrazados por las esquinas entre arrumacos y primeros besos. A ver lo que tardan en tener su primer edredoning comenzando a guionizar para nosotros esa maravillosa "historia de amor" a la que no le faltarán seguro sus enfados, celillos, reproches, y bla, bla, bla.... Si ya lo estoy viendo. Lo de siempre. Todo muy cansino.  Él, pagado de sí mismo, deambula por la casa con una sonrisilla de complacencia tan evidente, y mirando a cámara, que sólo le falta levantar los dedos con la uve de victoria en un gesto cómplice de cara a la galería como si se hubiese apostado algo con sus colegas del barrio a que él sería el primero en mojar en Guadalix.
    Hablando también de Omar, y del supuesto descubrimiento por parte de Alfredo del parentesco fraternal que los une, una bomba que movería los cimientos emocionales de la casa, pues que se quedó en casi nada, simplemente en un "vale qué bien" de éste rodeado de buenas intenciones, y el asunto lo resolveremos fuera con un fiestón.

   Y mañana toca nominaciones con Shaima enamorada, eso dicen, de Paparrintín. Un sentimiento correspondido según asegura ella por las esquinas a quien quiera oírla. Más carpetas no, por favor, que acabamos de empezar y necesito ya un descanso carpetero.



Forastero marulo

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