1.- Lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada (Edmund Burke)

2.- Hay un límite a partir del cual la tolerancia deja de ser virtud (Edmund Burke)

viernes, 27 de abril de 2012

LAS CHICAS BUENAS VAN AL CIELO


...Y las malas a todas partes.

    Ayer me tragué el debate prácticamente hasta el final, sobre todo porque tenía unas ganas tremendas de saber de quién era ese mensaje para Noemí que llegaría de Brasil en riguroso directo.  Como tenía claro que no se trataba de Fael, el relamido ganador del Big Brother de su país, me picó la curiosidad, y aunque podía haberme enterado hoy al mediodía de qué iba el asunto decidí no esperar para averiguarlo, al fin y al cabo ya me había calzado tres cuartos del programa.  Así pudimos verificar lo que nos contaban en las redes sociales sobre el impacto de nuestra canaria entre la torcida "canarihna" que al parecer tiene por esas latitudes multitud de fans que la idolatran. La entusiasta presidenta o representante de su club de fans por aquellos lares le deseó suerte, la animó y le aseguró, encantada, que en Brasil la aman y la esperan con los brazos abiertos cuando ella quiera.

    En otro momento de la noche Pepe Herrero jugó a adivino en su intervención sobre la concursante expulsada, cuando se atrevió a vaticinarle que aquellos que ahora la ponen a caer de un burro, más adelante, borrachos en cualquier fiesta que se la encuentren, intentarán comerle los mocos a la primera oportunidad. También quedó claro después de lo visto durante el debate y al hilo de lo que comentaba en la entrada anterior, que Noemí tiene mucho recorrido por teles, platós y diversos saraos donde podrá rentabilizar con creces, más que con el premio del concurso si lo ganase, su paso por GH.  De ahí viene el título de esta entrada, una frase atribuida a la gloriosa actriz Mae West: "Las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes".  Sólo tenemos que comprobar repasando la historia de nuestro GH nacional por dónde andan las chicas malas oficiales y qué fue, por el contrario, de las consideradas buenas chicas. Y no hay color, porque las malas andan por todas partes aunque las partes por las que andan, valga la redundancia, no nos gusten ni un pelo.
    Ojo, que con esto tampoco quiero decir que Noemí sea mala, no es eso, sólo me remitiré a los lapsus de maldad que ella misma confesó, y por supuesto a la montaña de mentiras bajo la que quedó enterrada.  Ayer, subida al taburete durante la entrevista, guapa y espléndida en su trono de reina, adoptó la pose esfinge y aquí me las den todas, hasta el punto de parecer una chica buena arrepentida de un único error que reconoce: no haberle contado a Aless su aventura con Rafael en cuanto regresó a Guadalix.  Para acabar el tema quisiera recordar algunas de las cosas interesantes para la trama del concurso que la canaria nos dijo. En primer lugar la declaración solemne de que está enamorada del italianini ante la insistente pregunta del colaborador Frank Blanco, confirmando que sí existe la famosa palabra de cuatro letras que tanto juego nos dio dentro de la casa. En segundo lugar, como ya dijimos, su arrepentimiento por callarse lo de Fael pero sobre todo su explicación de las razones de no contarlo, y que no fue más que por miedo y pánico a perder al italiano. 

    Si no supiésemos todo lo que sabemos serían explicaciones asumibles para nosotros, e incluso aplaudiríamos con las orejas o lo que hiciese falta porque entendemos que esto es un juego y sin ellos no habría partida ni magia.  Me da la impresión de que Noemí desea que el italiano tarde lo máximo posible en salir de la casa, no tanto porque llegue a la final y gane el premio, que también, como por aplazar hasta donde sea posible que Aless fuera de la casa se encuentre con la verdad.  Ella, consciente de que está nominado y en peligro de salir expulsado en la próxima gala por el "favor" que quiere hacerle una audiencia morbosa para que vea los vídeos de Brasil, nos pidió a todos, en sintonía con Conchi, la madre del italiano, que lo salvemos asumiendo ella toda culpa y responsabilidad.  
    Aprovechando para cambiar de tema, Noemí nos confirmó ante una pregunta de Jordi que Pepe sabe el secreto de Pipi, pero vino a decir que él hace como que no se entera por simple conveniencia.  Más o menos lo que pensábamos muchos, porque con tal información y sabiendo lo descolocada que está ella, el bailaor, un tipo ya veterano y supongo que curtido en mil batallas sentimentales, tiene la sartén por el mango y mueve los hilos con su amiga de maravilla sabiendo que por mucho que la machaque siempre comerá de su mano a la hora de la verdad, porque es consciente, salvo que sea nulo emocionalmente o muy superficial, de que ella está tan desarbolada y tensa que es incapaz de controlar sus impulsos.  Y él precisamente no ayuda mucho con su actitud de gallito prepotente sólo preocupado de su reputación por si lo deja mal ante la audiencia y sus compañeros cuando Sindi discute con él.

    Ayer mismo nos la mostraron llorando después de mandar a "Zergio" ese mensaje tan redondo en su blog que parece escrito por un gallego como yo, es decir que vale tanto para una cosa como para la otra, para un sí como para un no.  El paso de su novio por la casa sigue teniendo consecuencias nefastas para ella tal como predijimos y lamentamos en su momento por activa y por pasiva. Ahora no hace más que auto flagelarse por el convencimiento de que no se ha portado bien con él y que Sergio ha sido mejor que ella, algo que confiesa afligida a María. Y luego también expresa su malestar en el confesionario con todo lo que le pasa, acusando indirectamente al programa preguntándose en voz alta por qué no podía estar ella como al principio, que todo sería mejor.  Blanco y en botella. Una chica buena que iba al "cielo" a la que no dejaron ser mala para ganarse el derecho de ir a todas partes.
    El bailaor tiene la llave de ese reino y gobierna en él con mucho despotismo y poco tacto, y tampoco me vale el cuento de que a pesar de tanta recriminación y ponerla constantemente entre la espada y la pared con sus repetitivas y cansinas paranoias, lo que importa es que va con ella a muerte y no la nominará jamás. No a ese precio.  Tampoco la nominaría nunca Sergio si siguiese todavía dentro del concurso y la interpretación sería diferente. Vale que son cuestiones de convivencia y estas cosas pasan entre amigos y más si son "especiales", pero por muchas vueltas que se le dé la actitud de Pepe con el tema de la comida y la cocina, por poner un ejemplo entre muchos, no hay por donde cogerla. Primero le dice a ella, comodón, que haga de comer lo que quiera y luego cuando Pipi decide ponerse a la labor en la cocina aparece él y le reprocha que pone poca carne sin atender a las razones, sensatas por cierto o al menos discutibles, que ella esgrime para poner tal cantidad.  El bailaor, en su estilo perdonavidas y chuleta le espeta sin despeinarse que ella anda siempre con miserias y ante la mínima protesta de su amiga, perpleja ante tan injusto comentario, corta la conversación acusándola de que le levanta la voz.  La estrategia de siempre, como si él hablase mas bajo que Pipi.  De todos modos lo peor no es tanto lo qué le dice sino cómo se lo dice, de forma hiriente y con muy mala "oscuridad".

    Ya no voy a hablar de las maquinaciones nominatorias de Pepe, al fin y al cabo no es el único, pero por poner otro ejemplo me encanta la contradicción que demuestra intrigando con Dani sobre la jerezana y Hugo, siguiéndole el juego al burgalés cuando él también le clavó su puntito igual que lo hicieron Hugo y María con Milhouse.  El bailaor sigue siendo el mismo de siempre, claro que sí, no cambió nada desde que entró apalominado el primer día en la casa dada la vuelta, pero dejó bien claro por donde iban los tiros aquellas primeras semanas cuando calificaba cualquier cuestión sentimental y las emociones descubiertas como simples mariconadas.  Sera una pose, pero ese pánico insuperable a hacer el ridículo o a que lo dejen quedar mal es para mí muy significativo, y hay frases que explican actitudes y casi un concurso entero.
    El gran problema que nos planteamos es la expulsión del lunes.  Si me dan a escoger preferiría que se fuese Dani, a pesar de que empiezo a verle cada vez cosas más interesantes, sobre todo ese papel de pepito grillo, un teatrero inteligente y perspicaz convirtiéndose en la conciencia, cual mosca cojonera, de todo el mundo ahí dentro; actuando como el típico reportero novato y entrometido que hace preguntas impertinentes a diestro y siniestro, metiendo el dedo en la llaga mientras nos masacra repitiendo una y otra vez canciones de misa tipo "si en verdad Dios te ama da las palmas" o nos deleita formando con Ari la pareja cómica del año, tan patética y divertida que incluso resulta tierna por el contraste que hay entre los dos. Desgraciadamente parece que la cosa estará entre Aless, el gran caballero del que hablaba Conchi, su madre, y Ariadna.  El italiano, barruntando que tal vez esta semana puede ser la última ha pedido un tatuaje a la boca de los deseos. Un recuerdo imborrable de Guadalix en su piel que haga alusión a su paso por GH 13.

    Aunque nadie me entusiasma del todo entre los que quedan aún en la casa Ari es mi apuesta definitiva, primero porque es la única que puede plantar cara al supuesto paseo victorioso del bailaor hasta el maletín soñado como ya dije, pero sobre todo porque me gusta como concursante y como persona a pesar de todos sus defectos, que no son pocos. Además, a diferencia de la mayoría de los otros concursantes, siempre reconoce sus errores y meteduras de pata; y al final , en el confesionario, acaba asumiendo que se ha equivocado por todas las incongruencias de su conducta y de su vida en la casa intentando rectificar de corazón. Otra virtud que aprecio muchísimo en ella es que no es rencorosa y siempre da segundas oportunidades cuando tiene un problema con alguien, y no creo que sea una pose de cara la galería o al concurso, estoy convencido de que es así en su vida cotidiana.  También me gusta su falta total de soberbia y la capacidad de reírse de sí misma por lo patética que puede resultar a veces.  
    A pesar de los argumentos a favor de unos y en contra de otros, en muchas ocasiones se trata todo del cristal con que miramos y en gran parte es una cuestión de piel, supongo, porque como decía el filósofo francés aquel del que ahora no recuerdo el nombre "hay razones del corazón que la razón desconoce".

 Forastero marulo
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miércoles, 25 de abril de 2012

AL LIBRE ALBEDRÍO

    Debo reconocer que he vivido con Noemí, como espectador privilegiado y también incómodo, sentimientos encontrados durante todos estos meses que duró su aventura en GH13, una de las participaciones más inverosímiles que recuerdo, con momentos de hartazgo en los que deseaba verla fuera ya aunque llenase la casa como nadie, y nos tuviese pegados sin aliento a la pantalla frotándonos los ojos, aturdidos y confusos, mientras nos preguntábamos hasta donde nos quería llevar con la realidad transformada que nos ofrecía generosamente a todas horas sin rubor alguno.

    Un desorden continuo, un cóctel explosivo de lágrimas y frases explicativas tantas veces incomprensibles retorciendo la gramática y la sintaxis para justificar lo injustificable y mucha desinhibición casi compulsiva por apurar la experiencia pese a lo que pese.  Un regalo envenenado pero tremendamente adictivo para muchos espectadores, que no querían perderse el mayor de los espectáculos aunque tuviesen que transigir con ella en su incumplimiento continuo de las reglas sagradas del programa superando con creces esa delgada línea roja que ningún concursante debería pasar.  En muchos casos puro voyeurismo por nuestra parte y en otros, como ya comenté alguna vez, identificación plena, equivocada o no, que nace del inconsciente más profundo construido de sueños y fantasias irrealizables, con la libertad de una chica y sus juegos de seducción llevados al extremo ignorando las consecuencias sin complejos ni culpa. 
    Por eso tuve periodos, sobre todo últimamente, en que deseaba su continuidad dentro de la casa algún tiempo más para comprobar encandilado a qué nueva playa lejana y exótica pretendía llevarnos como buena surfera, cabalgando esa ola enorme y letal de engaños y entrega total a la voluptuosidad de sus instintos. Una experiencia teñida de una insensatez desatada que parecía no tener fin.  Una vorágine de vida, impulsos y sensaciones sin cortapisa alguna, tan sólo regida y dominada por sus lapsus temporales de maldad, y sobre todo por el absoluto imperio de su libre albedrío, como a ella le gustaba decir.

    Resultó difícil evitar la fascinación por alguien que nunca sabes por dónde va a salir ni con qué te vas a encontrar cada día cuando habla o sale en pantalla. Una inmensa caja de sorpresas de pura exhibición que a menudo me irritaba e incluso me enfurecía, o me dejaba fuera de combate pensando durante horas, después de tantas contradicciones y meteduras de pata, como desentrañar si era todo natural y venía así de fábrica o simplemente se trataba de un simple artificio, una gran comedia con el fingimiento como premisa fundamental.
    Recuerdo que desde el primer momento, cuando entró en la casa "dada la vuelta", al verla ya tan desenvuelta e hiperactiva, tuve la sensación como si se le hubiese activado un chip oculto en algún lugar de su cerebro que ya no se desconectó jamás hasta ayer cuando salió expulsada.  La euforia excesiva siempre se paga y después de estar en lo más alto, como poseída de una droga potente y subyugadora, siempre venía el bajón y Noemí quedaba sumida en un estado lamentable de temblores, lloros descontrolados y frases y palabras inconexas sin sentido.  Al verla con sus cosas, me acordé más de una vez de Mae West, aquella vampiresa rubia del cine americano de los años treinta del siglo pasado, una actriz cuyo desparpajo y descaro se hizo legendario, y a la que se le atribuyen algunas de las frases provocativas más famosas de la historia del cine. Pensaba en ella mientras hacía un repaso de las “peripecias” de Noemí en Guadalix, sobre todo a cuento de lo que ésta decía en sus "lapsus de maldad", y rememoraba aquella frase, tal vez la más conocida de la actriz americana, perfectamente aplicable a la canaria: “cuando soy buena soy muy buena, pero cuando soy mala soy mucho mejor”.

    Creo que están totalmente equivocados los que piensan que las "noemistas"  - también hay hombres entre sus filas - son sólo niñatas carpeteras, poco más que adolescentes que subliman y "flipan" con el rollete romántico y acaramelado de la canaria con Aless.  Estoy convencido de que sus seguidoras no son tanto del estilo de las carpeteras del año pasado, las que ensalzaron y creyeron a pies juntillas en la historia de Laura y Marcelo, sino que son más bien mujeres hechas y derechas, muchas de ellas en la treintena, la cuarentena e incluso más, que se han tomado a la canaria como estandarte de una manera de entender la libertad de una mujer, con licencia para hacer o decir lo que le dé la real gana sin rendir cuentas a nadie y pendiente sólo de lograr su satisfacción y felicidad sin represión alguna y al precio que fuese.  La independencía y la osadía de liberar su mente y su cuerpo sin restricciones de nada ni de nadie, incluyendo y aceptando sus contradicciones, sus mentiras, sus engaños y todas sus imperfecciones con tal de que siguiese disfrutando al máximo de todos los placeres de la vida sin culpa ni remordimiento pero siendo auténtica y ella misma.
    La canaria se convirtió para el universo "noemista" en una verdadera heroína, y esa identificación con ella, con su supuesta libertad sexual, con su lucha contra la racionalidad y un cierto desapego inconsciente con cualquier convencionalismo y atadura creo que fue su principal motor de apoyo. Un grupo de seguidoras que asumiendo su principal lema tantas veces repetido en la casa de “a lo hecho pecho”, les gustaba precisamente porque era imperfecta, defendiéndola a capa y espada, sin fisuras, con el pensamiento de que todas y cada una de ellas son también Noemí.   Una especie de Magdalena a la que intentaron salvar hasta el último euro y s.m.s. como una forma de gritarnos a los demás en su lucha que tirase la primera piedra el que esté libre de pecado. Una perspectiva bíblica y apoteósica alrededor de la canaria y que tal vez por eso, y el mucho cariño que repartió a casi todos los chicos de la casa, el mismo cura acabó apoyándola.

    La cuestión es que la realidad se impone y detrás de la libertad mal entendida y sin control se olvidan y entierran lealtades, la fidelidad a los demás y sobre todo la fidelidad a uno mismo, hasta que acabamos sepultados en una montaña de mentiras y lo que es peor, de autoengaño. El problema viene después, porque la independencia que pedimos para nosotros nos duele cuando aquéllos que queremos o amamos la ejercen sin tener en cuenta nuestros sentimientos y nuestros deseos. No hay verdadera libertad jamás sin determinadas renuncias y no podemos, o no debemos, pedir a los demás lo que nosotros no damos o no sabemos dar, porque no hay peor falta de libertad que cuando ejercemos la propia libertad sin condición alguna y se convierte casi en libertinaje. Al final recibimos nuestra propia medicina cuando aparecen sin avisar, detrás de tantas soflamas libertarias, algo que no esperábamos: los sentimientos.  
    Nadie puede pretender salir indemne y sin heridas cuando se pone el mundo por montera, porque intentar jugar a que no nos importa nada si hay verdad detrás de lo que vivimos es arriesgarse a rompernos el corazón y quedarnos con cicatrices en el alma. No sé en qué acabará todo para Noemí después de un paso tan intenso e inolvidable, para lo bueno y para lo malo, por el concurso; tal vez se quede su experiencia en nada y por sus propios errores, algo de lo que es consciente, pierda la oportunidad de ver su futuro más próximo reflejado en la mirada acogedora y tierna de Aless. Tal vez para su desgracia, aunque a lo mejor es lo que desea, su vida se transforme en una más de esas existencias vacías y frívolas que tanto abundan entre el famoseo nacional, y seguramente se la rifarán en platós y saraos durante un tiempo para exprimir al máximo su gancho mediático.

    Al entrar en el plató, condicionada por la intromisión y las excesivas advertencias fuera de lugar de su hermana, se enfrentó a su verdad; y después de una de las entrevistas más decentes que en mucho tiempo le he visto hacer por fin a Mercedes, de aquellas de antes para entendernos, me quedo con esa mirada triste y expectante de Noemí que inundó nuestras pantallas, sobre todo durante esa despedida de la casa tan impactante que dejó a sus compañeros con el corazón en un puño y casi sin habla, desconcertados al ver a la canaria de esa manera, tan hundida y afectada.  Ayer noche perdimos con justicia a una concursante excepcional que suscitó como pocas tantas pasiones encontradas, amor y odio por partes iguales; pero asistimos también al nacimiento de un nuevo mito de GH.
    Al terminar la gala la vida continuó en Guadalix, pero con la sombra de la ausencia de Noemí deambulando por la casa y sin digerir del todo. Aless recogió sus fotos y carteles para que se los hicieran llegar y otros, angustiados y tocados en serio rumiaban como podían las emociones que acababan de vivir. Y los de siempre, Pepe y Hugo, a lo suyo, demostrando lo qué son y a qué juegan, especulando sobre la evolución de las nominaciones las próximas semanas y cómo les puede afectar a los dos a partir de ahora con la situación tal como está.  El bailaor, hablando de anteriores nominaciones, recordó la semana en que se salvó a sí mismo por encontrar al payaso - no dijo su nombre: Cristian - en el armario. Su mezquindad va subiendo enteros a cada día que pasa y me subleva comprobar que el tipo tiene una flor en el culo con la suerte que tiene. Esta misma semana se produjo la peor situación para Ari, acompañada por el italiano y Dani en las nominaciones, sobre todo porque los partidarios de la "obusa", que intuyo son bastantes, lo tendrán muy difícil a la hora de decidir a quién votar para salvarla a ella.

    La expulsión de Ariadana sería la mejor noticia para los partidarios de Pepe, ya que ella es la única que podría hacerle alguna sombra en la final si nos atenemos a los porcentajes de preferencias en las encuestas de opinión. Si ella sale expulsada el jueves que viene el bailaor tiene prácticamente asegurada la victoria porque entraría en la final directamente sin salir a la palestra (la única manera posible de echarlo) y los que quedasen con él, fuesen los que fuesen, tienen mucho menos tirón con la audiencia para arrebatarle el triunfo. Resumiendo, un puñetero aburrimiento que nos podría esperar y además sin emoción alguna, aguantando al tipo éste hasta que se lleve el maletín mientras tenemos que soportar como amarga la existencia a Pipi, sobre todo, recriminándole hasta el día del juicio final que sí es una falsa o si lo ha vendido por no sé qué, cuando con otros de su cuerda por la misma cuestión respeta su independencia y no les ha dicho ni mu.   Ayer resultó patético verlo en el confesionario para nominar intentando evitar el segundo calambrazo en plan cagueta, incluso el teatrero de Dani tuvo más coraje que él para sentarse de nuevo y no digamos Aless, que lo llevó con toda dignidad.
    Para terminar quisiera quejarme en nombre de las chicas a cuenta de los calambrazos que recibieron por no contestar correctamente a las preguntas que les hacían para conseguir puntos extra en las nominaciones. Ellas, como casi siempre, se llevaron la peor parte en el asunto al ir todas con falda corta y las piernas al descubierto. La organización debería tener en cuenta esta circunstancia porque supone una discriminación evidente con ellas, y además en los saltos descontrolados que daban, aparte del dolor, enseñaban las pobres todas sus intimidades. No es justo.

Forastero marulo
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sábado, 21 de abril de 2012

¡VOTAD, VOTAD MALDITOS!

    Tras comprobar los verdaderos porcentajes ciegos para la expulsión que nos mostraron en el debate de ayer, tan lejos del oscuro panorama contra Noemí que auguraban las encuestas en los diversos blogs y foros, constatando que en realidad sólo hay poco más de tres puntos porcentuales entre el primero (50,81 %) y el segundo (47,72 %), ya sólo nos queda esperar con resignación y asombro si la marabunta silenciosa y fiel que la apoya consigue librarla una vez más de otra expulsión que parecía cantada.   Desde luego esta noticia supone una inyección de optimismo para el poder carpetero porque ahora saben que tienen muy cerca el objetivo de mantener dentro a su "intrépida" surfera y no van a rendirse en esta lucha que se presenta titánica hasta la última llamada y el último sms. Ya comenté en la entrada anterior que la salvación de María la semana pasada no fue más que una retirada estratégica de las noemistas y carpeteras al no estar ella nominada y sabiendo que la verdadera batalla por librar a la canaria de nuestras garras empezaba ahora.  Bueno, para ser más exactos, de las garras de aquellos que llevan votando toda la semana desesperados pero convencidos de que ha llegado su hora.

    Siguiendo la tónica de las últimas entradas me tomo este asunto con humor, y también con la emoción del suspense, pensando que esta situación podría favorecer de alguna manera al bendito de Aless y por supuesto a mi otra gran favorita, a Ariadna.  Ahora que estamos en plena crisis y pensando en el maratón de votaciones frenéticas que nos espera hasta el lunes, a la hora de titular la entrada me inspiré en ¡Danzad, danzad, malditos!, aquella magnífica película de 1969 dirigida por Sidney Pollack y cuyo argumento se desarrollaba en la época de la Gran Depresión norteamericana de los años 30 del siglo pasado.  Así que ya sabéis lo que nos queda: ¡votad, votad, malditos!.  Y cada uno que lo entienda como quiera.
 
    Dejando a un lado por un momento la actualidad, hace ya algún tiempo que quería analizar el concurso desde la perspectiva de ese bloque tan curioso que forman los machos alfa de la casa: Aless, Hugo y Pepe. Son los más deseados y con mayor ascendiente dentro o fuera de Guadalix, y los tres se han llevado bien desde el principio en una especie de pacto tácito de no agresión y amistad masculina entre aquellos que se saben líderes y con gancho, sin condicionar esta circunstancia la convivencia individual de cada uno con el resto de la casa pero siguiendo todos ellos fieles, al menos en apariencia, a este acuerdo inicial no hablado abiertamente ni por supuesto escrito pero sí sobreentendido dentro de una corriente de simpatía mutua.

    Como digo cada uno siguió su camino diferente en la casa, transitando afectos y zonas comunes con compañeras como Pipi y Noemí a las que nunca han nominado ninguno de los tres, además de evitar la nominación entre ellos, pero reservando cada uno su particular parcela en una trayectoria propia forjada en afectos personales y amistades o lealtades paralelas, en muchos casos opuestas entre ellos, y contradictorias con lo que entendemos que significa el lema "todos para uno y uno para todos" de los tres mosqueteros, apelativo cariñoso con que los bautizó la canaria para identificarlos como sus tres amigos imprescindibles e intocables dentro de ese delirio que ella ha vivido intentando acaparar para sí lo más granado del sector masculino de la casa.

    Claro que esa ambiciosa pretensión de acaparar sus favores como la reina francesa de la novela de Alejandro Dumas, que buscaba a través de los valientes y leales espadachines salvar su honor y el reinado, no le sirvió de nada para evitar nominaciones constantes y recibir palos a diestro y siniestro, fundamentalmente provenientes del lado femenino de la casa.  Algo lógico por otra parte ya que se lo trabajó con ganas y sólo una persona tan poco orgullosa y nada rencorosa como Ariadna, a estas alturas, es capaz de darle esa amistad de alguien de su propio sexo que seguramente, teniendo en cuenta sus actitudes y lo que ella contó sobre su vida, pocas veces ha tenido.
    A lo que iba, esa idea de los tres mosqueteros en el fondo no es más que una entelequia, una ficción que surgió de la imaginación fecunda y disparatada de la canaria como estrategia para su juego, en esa carrera loca que empezó el primer día por monopolizar la atención masculina de la casa y como dijimos antes, para convertirse en reina.  La cuestión es que la reina tiene un problema si se dedica a catar traseros sin pudor alguno como hacía al principio, o acaba encamándose con alguien de su guardia personal, en este caso con D'Artagnan Aless, porque con semejantes credenciales su regia condición le obliga a representar dignamente a su país cuando la envían de embajadora al país carioca. Y de ahí a seducir al príncipe de BB Brasil sólo hay un paso como comprobamos y es fácil sucumbir a esa tentación irresistible con todas sus consecuencias.

    Hablando en concreto de ellos, y sus recorridos particulares en el programa, me quedo sin ningún género de dudas con Aless, porque es el único que aún continuando fiel a ese acuerdo implícito entre los tres mantuvo una buena relación en general con los demás compañeros de la casa, incluso con aquellos adversarios claros del capo Pepe, evitando de forma elegante entrar en los contubernios y confabulaciones del bailaor y sus niñas que contaban normalmente con el beneplácito de Hugo. El catalán, en cuanto a filias y fobias respecto al resto de los compañeros, salvo en el caso Marta con la que mantiene una relación nefasta, siguió casi siempre unos criterios prácticamente idénticos al bailaor. Aless sin embargo me gusta porque sin dejar de divertirse y relacionarse con todo el mundo ha procurado siempre, tanto en el fondo como en las formas, no dañar deliberadamente a nadie. Además para mí es tan auténtico o más que el bailaor pero con la diferencia de que no coacciona a los que no van por su cuerda y se comporta de forma mucho menos egoísta.
    El concurso de Hugo nunca me ha gustado, entre muchas razones porque con él nunca he sabido a qué atenerme. Sus reacciones bruscas y su actitud hosca cuando se le tuercen las cosas demuestran que detrás de su sonrisa de postal es más intransigente de lo que parece y a diferencia de Pepe, maestro del resentimiento y la intimidación dentro la casa, ataca a su manera con la misma crudeza pero sin el recurso hiriente del humor y la burla descarada que el bailaor maneja con maestría para arrollar y humillar a sus oponentes.   Bueno, también utilizan diferentes estrategias en el tema sentimental, Hugo se deja llevar por la tentación de la carne mientras que Pepe, con la disposición de un monje soldado, procura evitar toda implicación emocional dejándose simplemente admirar y querer siempre que todo gire alrededor de su egocéntrico y dictatorial punto de vista.

    Hablando de estrategias no pienso valorar ni entrar a fondo en el asunto que se trae con la insulsa de María, y menos aún enredarme más allá de lo imprescindible con el supuesto edredoning o "folloning" mañanero con sabor a profidén que anoche nos revelaron en el debate y que me aburre soberanamente.  Dicen que Hugo es de los más estrategas de GH 13, pero esas contestaciones tan desafortunadas a Dani Milhouse, que el burgalés en parte se merece por cargante y listillo "tocapelotas", no favorecen en absoluto la imagen impoluta e intachable que se fabricó hasta ahora, lo mismo que el manejo tan torpe del asunto de Julia y su lío con la jerezana aparentemente tan poco creíble y falto de emoción, como ya comentaba en la entrada anterior.

    Lo cierto es que tanta contención hasta ahora, midiendo sus pasos con precisión milimétrica, se está viniendo abajo de forma estrepitosa mostrándonos la cara menos amable del catalán, algo que por otra parte sospechaba desde el principio. Por eso, si entra en la final acompañando a Pepe (ojalá no ocurra con ninguno de los dos) será siempre su segundón, porque el bailaor en todas esas facetas, excepto en lo que pasa debajo de las sábanas de momento, se lleva la "pole".  Algo que no pasaría jamás con Aless, que de ganar o perder en una hipotética final junto al bailaor, sería por otros motivos, porque sus argumentos, los aspectos positivos o negativos de su concurso podrán gustar o no, que a mí en general me agradan, pero son totalmente diferentes.

    De los tres el único que se libró hasta ahora de salir nominado es el italianini, ya que Hugo salió sólo una vez, creo, si la memoria no me falla, la semana en que las nominaciones fueron en positivo, una nominación casi más dolorosa y significativa para él que si fuese en negativo. Aquello le bajó un poco los humos al constatar que su táctica de perfil bajo y su poca implicación podía salvarlo semana a semana pero realmente, a la hora de la verdad, no tenía a nadie que lo considerase imprescindible. Algo parecido le ha pasado esta semana en algunos momentos a pesar de que ahora gracias a su relación con María sabe que al menos, vía cama, es el primero en la lista de alguien.
    Desde luego nada que ver con la sensibilidad y el tacto con que Aless lleva su complicada relación con Noemí, de la que por supuesto no voy a hablar ni a extenderme porque se ha escrito demasiado y en entradas anteriores he reflejado mi postura.   Él, conociéndola, aparte de lo mal que lo está pasando con este tema por su dolorosa experiencia sentimental previa, que el mismo explicó a sus compañeros otra vez esta misma semana coincidiendo en lo esencial con lo que Conchi, su madre, ha contado fuera, procura llevar las cosas de la canaria con mucha mano izquierda intentando no dañarla sabiendo lo mal que ella lo estuvo pasando estos últimos días. Una actitud que mantiene a pesar de ser consciente de que la canaria le oculta información esencial de su viaje a Brasil, mostrándose a pesar de todo siempre afectuoso y atento independientemente de que poco a poco intenta desvincularse de ella después de confesarle a Noemí que así como están no quiere seguir más con su relación.

    Cuando ella le dijo, convencida de que el próximo lunes sale expulsada, que su miedo a irse es por dejarlo dentro de la casa, le contestó con tono sereno y sin arrogancia que miedo le iba a dar a ella cuando él saliera. Al fin y al cabo, y temiéndose lo peor, como muy bien contestó Alessandro al entrometido de Dani ante una de sus muchas preguntas indiscretas y a menudo impertinentes refiriéndose a su relación con la canaria: "estar pillada no es lo mismo que estar enamorada".

    Podría ser cruel y comentar algunas maldades sobre el tema de que Pepe y Pipi compartan lecho, sobre todo a cuento de la mirada de autocomplacencia del bailaor ante esta situación y más cuando estamos a tiro de piedra de la final, pero no pienso enredarme en semejante patatal y menos aún comentaré la intencionalidad malévola de las capciosas preguntas de Jordi a Sergio sobre este tema durante el debate.  Es evidente el cinismo en el que se ha instalado el novio de Sindi, y más claro aún que está disfrutando de su nuevo status de libertad, y en la práctica exculpado, perdido en la vorágine de las noches de la capital.

     Para terminar, aunque he dicho tantas veces que no me gustan las visitas a la casa ni todos esos montajes que a veces se saca de la manga la organización, tengo que reconocer que ayer me encantó ver en el jardín a los cuatro exconcursantes que llevaron para dar ánimos a los nominados y ayudarles a superar la prueba de la semana. Ni que decir tiene, para ser sincero, que lo que realmente me agradó fue ver de nuevo en Guadalix a mi añorada Ochoa. Al verla tan guapa y entusiasta como siempre, presentándose voluntaria con Michi para hacer la prueba a pesar de que no iba vestida para la ocasión, me hizo recordar lo mucho que la echo de menos desde que la expulsaron.  Porque cada uno, claro, tiene sus debilidades y tira para lo suyo.

Forastero Marulo
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miércoles, 18 de abril de 2012

EL JUEGO DE LAS NOMINACIONES

    Si en una gala como la de ayer uno de los temas principales y casi central de la noche giró alrededor de la vida y milagros de un caracol, pues apaga y vámonos. Vale que estaban presentes lo abuelos de Dani en el plató, el nene mimado de la casa desde que se fue la pinzas, y claro que todo eso resulta enternecedor cuando hay que hablar de un tipo curioso como éste, o cuando menos extravagante, por no llamarlo friki directamente que como apelativo resulta manido y bastante vulgar. Un concursante que me empieza a recordar, en versión masculina claro, a Patricia de GH 12, aquella del conejito estresado que hablaba con el árbol y se pasaba el día cantando para martirio de su compañeros.   En definitiva, que la cosa pintaba mal y más teniendo en cuenta que el fin de semana fue pródigo en información y situaciones interesantes en la casa, escenas de vida que latían a borbotones en Guadalix y que afectaron prácticamente a todos los habitantes, material suficiente que daría para llenar casi tres galas. 

    Por eso no tiene sentido elevar a categoría una anécdota como ésta, de patio de colegio, con la intención de llevar a cabo un sesudo análisis en "prime time" del encuentro, crianza y despedida del dichoso"gasterópodo", aunque la cosa vaya de coña y la queramos enfocar desde la vis cómica que supuestamente nos regala el estudiante de arquitectura burgalés, bastante plasta por cierto, intentando compararlo además, según Mercedes, con el mítico Jerry Lewis.  Desde mi punto de vista, la cosa, lo de sacarle partido a la estrategia del caracol, sólo me sirve para barrer para casa y constatar una vez más la enorme empatía de Ari con todo ser viviente o "sintiente" y su capacidad de supervivencia en cualquier circunstancia social sin dejar de ser ella misma, logrando entenderse con tirios y troyanos, montescos y capuletos. Algo que tuve muy claro, como ya comenté en su momento, al contemplar las imágenes de la boda de su amiga cuando la boca de los deseos cumplió su petición y le pasaron el vídeo del evento. Esa Ariadna siempre generosa y resurgiendo entre sus cenizas con personas y personalidades totalmente opuestas y muchas veces enfrentadas entre ellas. 
    Hablando de Dani, no hago más que preguntarme de dónde viene esa querencia de la Milá por todos los excéntricos y raritos, sobre todo si son jovenzuelos, con los que se mea literalmente de risa y arropa siempre como una gallina clueca a sus polluelos. Esta debilidad por patricias, dámasos, la pinzas, danis, etc viene de lejos, y es casi tan adictiva como la que tiene por los tipos que van de duros y rompen a llorar alguna vez por el motivo que sea, sobre todo si le hacen tilín y casi babea cuando salen en pantalla.  Entiendo que no es malo ser emotiva, al contrario, incluso tiene su punto viniendo de una presentadora de cierto prestigio, pero no es de recibo cuando alguien como Mercedes se deja llevar cada dos por tres por la vena sentimentaloide facilona demostrando además tan poca equidad, porque sigue la senda contraria con otros y no pasa ni una a los que tiene de ojo, con los que saca a paseo la vena talibán, lo que acaba desautorizando su trabajo en conjunto.

    La cosa no es de ahora, desde luego, porque que viene de lejos, pero este año está adquiriendo límites desproporcionados y sólo se salva de broncas y movidas desagradables en el plató porque los concursantes de este año, y hablo de los expulsados, son en su gran mayoría gente educada que aguanta su tremenda parcialidad y sus frecuentes salidas de tono con grandes dosis de paciencia, resignación y saber estar.  Y eso que los busca a veces como una hooligan provocadora,  pero ni por esas.

    Como decía siempre Pepe Herrero y hablando ya de lo que interesa, GH al final es un concurso con las reglas muy claras.  Él nos explicó por dos veces, de forma práctica y pasando de la teoría, como seguirlas fielmente sin salirse del guión más allá de lo imprescindible para llegar al objetivo, y lo hizo innovando y estudiándose el concurso a fondo.   Es cierto que con aplicar las reglas del sentido común no es suficiente y hacen falta esas otras cosas también imprescindibles como el carisma, cierto entusiasmo, entrega al programa, ganarse la complicidad de la gente y una pizca de suerte pero hay cosas que no se pueden obviar.

    Y uno de los secretos de todo esto se trata de un tema simplemente técnico y está en las nominaciones.  Hay que jugar con ellas evitando siempre salir a la palestra y colocando con nuestros votos en la parrilla de la salida sobre todo a los "enemigos", o a rivales más fuertes eliminando obstáculos complicados y despejando el camino hacia la final y el maletín, pero si la nominación es inevitable, cuando uno se expone al juicio severo de la audiencia es conveniente colocar objetivos fáciles y controvertidos a nuestro lado con papeletas de sobra para salir expulsados antes que nosotros.

    Algunos sin embargo se muestran muy torpes en el transcendental juego de las nominaciones, funcionando a piñón fijo y dejándose guiar simplemente por las emociones sin tener en cuenta lo que hagan los demás, sin preocuparse en absoluto de hacer números y cábalas para sacar provecho de los puntos que otorgan. Un ejemplo claro de esto es Ari, que va a su bola y ya hace tiempo que dejó de pensar en sacar rentabilidad con sus votos. La última vez que lo hizo, influida en parte por el páter, fue para conseguir la nominación Pepe. Una decisión que tuvo los resultados que sabemos con el rencoroso del bailaor, al que dio la excusa para seguir nominádola con un puntito hasta el final. Digo esto porque hoy mismo, desde la madrugada de ayer y durante el día, tanto Ari como Dani y Noemí han hablado sobre el tema y son conscientes de la situación delicada en la que quedan a partir de ahora los que logren salvarse. Ariadna dejó patente que esta nominación es especialmente dolorosa, porque si no la expulsan se irá una de las dos personas más importantes de la casa para ella en estos momentos.  Juego de nominaciones en estado puro y los dos que se queden el lunes que viene seguirán nominados hasta las puertas de la final.
    Hablando de la expulsión salió Danonino. Bien, lo esperado, pero de todos modos la distancia con María en porcentaje de votos fue mínima, apenas un par de puntos. Además hay que tener en cuenta que no estaba en peligro Noemí y el propio canijo se puso en la línea de tiro con su desgana y sus deseos de irse, y tampoco es que fuese para la canaria un puntal dentro de la casa, más bien todo lo contrario, motivo suficiente para que las noemistas o carpeteras no se gastasen los cuartos más allá de lo necesario para salvarlo una segunda vez por mucho que odien más a la jerezana.  Aún así Mercedes se quedó otra vez, como le pasó con Sergio, con las ganas de echarle en cara un alto porcentaje de expulsión, con lo que a ella le encantaría restregárselo por las narices. Estaba tan frustrada, o eso parecía, que desde que entró Cristian por la puerta del plató lo trató a palos y sin contemplaciones de ninguna clase, recordando varias veces al cavernícola, que tuvo el dudoso privilegio de catar sus pechos en la expulsión anterior, que Pepe le había ganado por goleada y por eso quería irse de la casa. Nada, puro sainete para rellenar la gala y poco más.

    Es evidente que en las dos expulsiones anteriores el carpeterismo noemista estuvo masacrando su bolsillo para salvar a la canaria o intentando quitarle rivales del medio. Sobre todo para echar a Marta, objetivo que consiguieron a la segunda tentativa en una dura batalla el jueves pasado, compensando así la rabia que seguramente sintieron unos días antes, cuando tenían a tiro a la pinzas y se había escapado viva "in extremis" gracias a que la Milá, y el programa, pusieron toda la carne en el asador para echar a Sergio, y subsanar así uno de los errores más significativos, entre muchos, que ha cometido el programa en esta edición.
    No sé lo que pasará esta semana, porque la cosa se pone cruda para Noemí y no hay rival de entidad a quién odiar que genere el rechazo suficiente para contrarrestar las ganas que tiene de echarla una gran parte de la audiencia, y no sin razones. Lo cierto es que en estos momentos a mí me trae bastante sin cuidado el tema, y aunque entiendo que debería haberse ido mucho antes por múltiples motivos, larguísimos de enumerar y que expuse básicamente en la entrada anterior, ahora casi prefiero que se quede por aquello de saber hasta donde llega su historieta y todo su teatro.  Simple curiosidad malsana. Ya sé, de pena, pero es lo que hay.

    Volviendo al tema de las nominaciones, cuando ayer la Milá dio la lista de los tres nominados es cómo si una bombilla iluminase mis escasas entendederas, que a estas alturas del programa son pocas y están muy gastadas, porque al fin se cumplió aquella premonición del cura; la constatación de que al irse los últimos concursantes ajenos al círculo de la "jauría" de perritos falderos de Pepe, éste tendría prácticamente asegurado su paso directo a la final, porque ya nadie se atrevería a nominarlo y él lo sabe, de ahí esa carilla de satisfacción por el objetivo cumplido que tenía ayer, abriendo esos ojillos grandes de no haber roto nunca un plato que sólo él sabe poner. Creo que ni siquiera Ari lo nominará, ya que es consciente que da un poco igual a donde vayan sus votos, algo de lo que se ha percatado tanto ella como los otros dos, por un lado el tontaina de Dani, que sale trasquilado y de nada le ha servido la jugada de pegarse al culo del bailaor desde el principio, como Noe, que acabó de hundirse tras la evidencia de los aplausos de fondo en el plató cuando la Milá pronunció su nombre, y esta vez sí que la cosa puede ir en serio a pesar de la carga de ánimo que supuso ver el vídeo de apoyo de su familia y amigos.
     La confirmación de que son los menos queridos y descartados por la chupipandi de Pepe se reflejó más que nunca en sus caras de desolación y perplejidad, como el día que te enteras de esa mala noticia que estabas esperando hace tiempo pero que no acababa de hacerse realidad.  La mirada triste y consciente de Ari, al saber que si ella se salva se irá Noemí o Dani, como dijimos antes, resumía y reflejaba la certeza de que son carne de cañón de nominaciones hasta la final y que no hay otra que vivir o morir entre ellos.

Forastero Marulo
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sábado, 14 de abril de 2012

CON LA PINZA ROTA


    - ¡ Desgraciaos que sois unos desgraciaos !

    Cómo se os ocurre echar a esta diosa, a la niña llorona y medio histérica que tanto nos ha dado y regalado con el corazón siempre en la mano y su pinza sobada y requetesobada en la otra, tanto que se rompió.   Sobre todo por mi Pepe (- ¡miradlo pobrecito que cara se le ha quedado, con el arte que tiene el jodío! -).   Y esa Pipi ¡por Dios! que no se lo acaba de creer, que hayan expulsado a su Marta, con todos esos consejos que esta niña le ha dado en estos días de comedura de coco por culpa del carca y machista de su novio, aleccionando desde la atalaya de sus 20 añitos con alma de adolescente de trece a su inseparable Mondarinas, para que se dejase llevar por sus sentimientos y disfrutase de la experiencia poniéndose la ropa que le diese la real gana, sin que nadie le dijese lo que tiene que hacer o cómo debe vestirse. ¡Con lo buena que ha sido con ella, su “muy mejor amiga”!. 

    Claro chiquilla, no llores más, a ver, si es que traes esa pinza rota, con lo superticiosa que tú eres, lo mismo que yo. Y además, pobrecita mía, expulsada en la puñetera calle con un 57% de los votos.  ¡Mira que sois desgraciaos!.   Mientras que el otro día, el lunes pasado, para salvarla a ella y arreglar la "cagada" que hicimos metiendo al cavernícola de Sergio tuvimos que poner a funcionar la máquina del programa a todo trapo y esta menda tuvo que sacar como nunca antes la vena feminista y traerse para el plató ese tanguita rojo que sólo se pone una en las ocasiones especiales para su Torso.  Y todo “pa qué”, para un mísero 48% que se llevó el energúmeno entre otros cuatro nominados. Una porquería de porcentaje que no servía casi ni para afear una conducta tan deplorable.

    Es lo que tenemos y “quen as fai as paga” (quién la hace la paga) como diría mi difunta abuela, y toda esa masa informe, casi etérea e irreal, pero poderosa y unida como una marabunta cibernética y silenciosa de carpeteras y noemistas sin entrañas han llevado a cabo su particular ajuste de cuentas. Y lo hicieron como sólo ellas saben, quemando de nuevo las tarifas planas de sus modernos móviles de última generación para rematar el trabajito de largar a Martita, privilegio que la doña les robó por culpa de ese feminismo furibundo y trasnochado que sólo saca a pasear cuando le interesa “pa lo suyo”, y para compartir el guiño cómplice semanal con felinos de andar por casa y oscuros innombrables que constituyen su faro, su luz y su guía.

    Al final el ejército de carpeteras se vengaron de las malas artes de la "viejita" filibustera por cargarse al novio de la Pipi el lunes pasado, rescatando “in extremis” de sus garras carpeteriles a la pequeña saltamontes de la pinza que consideran insoportable. Buenas son ellas para que las arrodille nadie, y menos unos tipos caducos que escriben y escribimos pretendiendo sentar cátedra, pero eso sí, sin gastarnos un puñetero euro a la hora de la verdad como ellas. Pobres diablos que no nos hemos percatado todavía de que el poder es suyo y que no estamos ya en la época de los cañonazos de aquellos barcos piratas que acabaron naufragando para disparar ahora cada uno desde su coqueto rincón. - ¡Venga ya y tooooma Noemí!.

   No voy a mentir pero cuando todo el mundo al principio pedía que se fuese Marta y nadie la soportaba por sus grititos y extravagancias de niña caprichosa a medio hacer le cogí cierto afecto, y eso a pesar que me repateaba lo de estar todo el día pegada como una lapa al bailaor.  Sobre todo me gustó aquella semana que le tocó compartir cama con el Danonino, por lo bien que llevó la tortura de compartir sábana y almohada con un personajillo tan rijoso y aguantar con un humor envidiable sus salidas de tono y sus comentarios deplorables y repulsivos. Asistir en el directo de madrugada, a la hora de acostarse, a sus discusiones y parrafadas dignas de figurar en un capítulo estelar de “escenas de matrimonio”, me hicieron disfrutar y reír con ganas a pesar de que tenía atragantado al canijo. Para ser justos es necesario mencionar que Cristian también tuvo lo suyo, porque tiene tela el acostarse todas las noches con una tipa tan excéntrica y compartir además su lecho con el peluchín y toda la parafernalia de pinzas y cacharrería de la niña .
    He de reconocer también que la pinzas nos regaló frases y comentarios espontáneos y geniales que vislumbraban a una observadora aguda e inteligente de sus compañeros y del concurso, demostrando una capacidad y frescura que con unos años más y mucha serenidad prometen una mujer interesante y divertida si no se malogra por el camino. Marta, incrédula y desconcertada con su expulsión, lo mismo que Sindi, María y Pepe, se fue después de haber vivido con fruición su estancia en la casa, aunque fue necesario soportar también sus excesos y reacciones delirantes. Terremotos de agitación motora y verbal muy próximos a la histeria y el paroxismo propios de niña voluble y consentida que sólo han sido superados en intensidad y arrebato por la canaria, curiosamente su íntima enemiga.

    Ayer, arropada por el cariño y la entrega incondicional de una presentadora tan parcial como casi siempre, Marta nos mostró otra vez las dos caras de la moneda. Volvió a ganarnos con su entusiasmo y su emotividad descontrolada pero viendo como se desenvolvía a lo largo de la entrevista, como se tronchaba de risa jaleada por una Milá que le reía todas la gracias, incluso aquellas que no tenían puñetera gracia, entendí porqué era justa su expulsión a pesar de quedarse dentro de la casa dos personajes tan poco atractivos para mí como Danonino y la canaria.
    En estos momentos me resulta muy difícil hablar de Noemí, porque todo lo suyo está alcanzando cotas insuperables que la convertirán con el tiempo en un mito de GH en España tras su concurso desquiciado e inimitable en Guadalix.  Son tales las dimensiones del tsunami arrasador en el que va montada, que su huida hacia delante me tiene totalmente fascinado; y si repasamos su colección de hazañas durante los casi tres meses que llevamos de concurso servirían para eclipsar y superar con creces la vida entera de todos los concursantes de algunas de las ediciones anteriores.   Son tantas las cosas que nos ha dejado y de tal calibre, tanto con sus hechos como con sus discursos y opiniones (una lista interminable que sería imposible resumir en varias entradas), que con cada nueva barbaridad o incoherencia me produce una perplejidad inmensa dejándome sin capacidad de reacción. Con ella no caben las medias tintas, o nos tiene a todos escandalizados y asqueados con sus contradicciones y un sinfín de falsedades y embustes descarados, o totalmente hipnotizados como esos idiotas que se encandilan con los fuegos de artificio en una noche de verano.

    Un asombro del que no salgo tampoco desde que ayer noche después de ver como se manejaba con soltura en un increíble juego de equilibrios, poseída por una especie de alegría convulsa e histérica ante la visita inesperada de Fael a la casa, con ese cerebro multifuncional e hiperactivo funcionando a pleno rendimiento para salvarse de una debacle definitiva mientras encadena una tras otra mil y una incongruencias.  Una conducta reveladora de que nunca contó toda la verdad a sus compañeros y que intentó salvar con un "cala a boca" (calla la boca) susurrado al oído del brasileño mientras lo abrazaba.   El ganador del BB Brasil entró en la casa acompañado de Pedro y Pepe, nuestros ganadores de GH 4 y GH 7, con la excusa de jugar esa pachanguita de partido al futbolín humano, que por cierto perdieron por goleada ante los chicos de la casa comandados por Aless, pero cuyo verdadero objetivo era reventar la audiencia y de paso, los nervios de Noemí y el italiano. Un amaño más de la organización para justificar el morboso encuentro de Rafael con la canaria delante de Aless, que tiene ya la certeza, generalizada entre toda la casa además de Cristian y María que lo saben de fuera, de que entre brasileño y Noemí hubo algo más que una bonita amistad.
   Magnífico el temple del italianini cuando decidió escoger al brasileño para que lo acompañase al confesionario a la hora de nominar.  Luego durante la madrugada, cuando se quedaron solos los concursantes, se sucedieron los cachondeos de los demás mosqueteros con Aless intentando saber si después de tanta evidencia "cuerneril" se iban a dormir juntos esa noche. Pepe lo provocaba con esa sorna tan cabrona y característica calificándolo de segundón delante de ella, que se desesperaba. Noemí mientras tanto, ante las reticencias del italiano y las burlas de los otros intentaba camelarlo todavía con una tenacidad inagotable pero sin soltar prenda ni confesar de una vez por todas la verdad de lo que ocurrió en Brasil.   Genio y figura hasta la expulsión y "a lo hecho pecho" como dijo la canaria con gran solemnidad hace ya algún tiempo en el confesionario después de una de sus andanzas. Si ya lo dijo la Milá durante la conexión con Guadalix, superándose otra vez a sí misma ante la incredulidad de todos en la casa y en el plató por semejante metedura de pata menospreciando al resto de los concursantes, cuando afirmó sin despeinarse a Fael que GH España envió a Brasil lo mejor que tenían. ¡Manda huevos! como dijo el político aquel en mitad del parlamento.

    Para terminar no quería despedirme sin hacer mención a la declaración de Hugo en el confesionario, rompiendo formalmente con Julia después del continuo flirteo con María desde que ésta volvió repescada a la casa y de unos besos robados bajo el edredón.   Una decisión que nos da la razón a los que pensábamos que el catalán estaba tocado por la jerezana y que si había repesca caería como un pardillo ante los encantos de la andaluza.  Lo más increíble, aunque esperada, ha sido la reacción contraria e incluso beligerante de Noemí y Pepe ante los hechos.  La canaria aseguró que "se le cayó un mito" disgustada y enrabietada con el nuevo estatus de su papito apelando a cuestiones de moralidad y compadeciéndose de Julia. ¡Hay que tener morro después de lo suyo!.  Y Pepe, descubriendo esa idea que rige su vida en la casa de no mezclar las emociones ni las cuestiones del amor con el concurso y el maletín lleno de billetes, le recordaba que todo se podía aplazar 20 o 30 días hasta salir de la casa.  Sólo Martita, hablando con su amiga María le decía que Hugo está por ella desde hace tiempo y que "donde hay cenizas hay amor".
    Como uno también tiene derecho a ciertos desahogos de vez en cuando, abducido esta noche por el espíritu carpetero y hablando de besos después de tanto desatino y emoción contenida con la gala de ayer, quiero acabar la entrada con un toque romántico rescatando una pequeña rima de Gustavo Adolfo Bécquer . Una verdadera joya conocida por todos:

Por una mirada, un mundo;
Por una sonrisa, un cielo;
Por un beso... yo no sé 
qué te diera por un beso.

Forastero Marulo
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miércoles, 11 de abril de 2012

EL FIN NO JUSTIFICA LOS MEDIOS

    Antes de continuar por si alguien no sabe de que palo voy, o aterriza por este rincón de casualidad, recomiendo que se lean mis entradas y comentarios anteriores con lo que realmente opino sobre la decisión de los gerifaltes del programa de meter con calzador y de forma irresponsable a un familiar ligado sentimentalmente a una concursante de GH.  Un intruso como decía ayer que no se presentó previamente al casting ni contaba tampoco con el beneplácito previo de su pareja para hacerlo, quien sí entro con derecho propio en el concurso y nos transmitió de su existencia anterior aquello que estimó conveniente.

    Una intromisión inadmisible, responsabilidad en primera instancia de la dirección del programa, lo mismo, por supuesto, de una gran parte de lo que ocurrió desde que entró Sergio en la casa hasta su controvertida expulsión de ayer descaradamente teledirigida por la Milá, como veremos. Y de aquellos polvos estos lodos, porque esto es lo que puede ocurrir si juegan de esta manera con las emociones y la vida personal de los habitantes de Guadalix, por mucho que la letra pequeña de los contratos leoninos que firman diga lo que diga, introduciendo variables como ésta, la de la presencia de su novio en el caso de Pipi, tan demenciales por injustas en comparación con sus compañeros cuando ya es suficientemente polémico y controvertido, desde determinadas ópticas, que los concursantes de GH vendan e hipotequen su intimidad durante varios meses de su vida para satisfacer nuestra voracidad insaciable como audiencia.
    En verdad creo que ya es suficiente entrega participar en GH con todas las implicaciones y servidumbres negativas que ello implica como para que el programa recurra de forma imprudente a explotar lo más sagrado que le queda al concursante, y que es su parcela personal y sentimental fuera de esas cuatro paredes de Guadalix. Algo que debería estar siempre protegido de todo mercadeo externo más allá de lo que él o ella nos quieran mostrar, independientemente de las decisiones y movimientos interesados de las personas cercanas y allegados tanto si se realizan de buena fe como si lo hacen con intenciones bastardas apuntándose al carro de la fama o por simple codicia. Me pregunto, por poner un ejemplo, que hubiera pasado en la edición del año pasado con Laura, la ganadora, si dejasen entrar a Samu, el que era su novio hasta que se lió con Marcelo dentro de la casa, o hubiesen cedido a las presiones de sus padres que intentaron de diversas formas, con su ausencia en la gala de las visitas por ejemplo, presionar a su hija.

    Para la mayoría de los que seguimos esto a través de internet la entrada del novio de Sindi sobró y estoy seguro de que ella misma resolvería su dilema sentimental cuando saliese de GH 13, un concurso en el que tenía hasta ese fatídico día una probabilidad bastante razonable de ganarlo, y que ahora queda totalmente desvirtuado sobre todo en su relación con Pepe, que por mucho que dijese Mercedes durante la gala - ya hablaremos de ella que por cierto no hace mas que babear con el bailaor - no la ayudó en absoluto, todo lo contrario, porque él sólo piensa en lo suyo y enrocado en su postura egocéntrica es incapaz de ponerse en el lugar de nadie. No vaya a ser que toda esa basura le salpicase y tuviese que cambiar el ritmo de su baile. A lo mejor debo ser yo el único que lo ve y estoy ciego ante una verdad incuestionable, pero creo que cualquiera de los que vivieron estos días con Sindi y Sergio en Guadalix, incluso las compañeras que la nominan semana a semana, han sido más empáticas con ella. Y que no me cuenten la milonga de que no le quedaba otra opción al bailaor, pobrecito mío.
    Lo cierto es que debería estar contento por lo que pasó ayer, porque al fin y al cabo se fue de la casa el novio de Sindi, el “alien” ajeno que nunca debió entrar y que tras su paso por el programa deja fuera y dentro un rastro de daños innecesarios que deberían haber previsto los "mandamases" que tuvieron semejante ocurrencia, pero no es así y la gala de su expulsión es una de las más amargas que he vivido al constatar la inutilidad de tantos años escribiendo con alguna ilusión todavía sobre GH, algo que ya sabía y que prefería obviar porque ayer fui consciente de lo que siempre sospeché, que cuando quieren y les interesa dan la vuelta a la tortilla, ponen toda la carne en el asador y machacan al concursante que es necesario echar ya - me da igual que tengan o no toda la razón del mundo porque ya es secundario -después de exprimirle todo el jugo posible o porque les ha salido rana, como es el caso, y quieren congraciarse con una audiencia escandalizada por haber trasladado la vida de verdad, por sus pelotas, dentro de la casa. Es como si te robasen la cartera sin disimulo alguno con una sonrisa y sin inmutarse vendiéndote el asunto por una supuesta buena causa, y ante tamaño descaro te quedas hipnotizado y con cara de gilipollas pensando si es real o no lo que estás viendo.

    La realidad es que no acepto en absoluto que el fin justifique los medios, ni siquiera en esta situación, teniendo que asumir el guiño fraudulento y descarado del programa a los espectadores para que estos reparasen ahora el error que antes cometieron metiendo con su votos al novio en la casa; enardecidos por la soflama feminista e hipócrita de la Milá que animaba a la audiencia cargada de razones mientras echaba leños a la pira en la que iba a quemar al zoquete de Sergio si era expulsado, y retrasmitiendo cínicamente casi punto a punto como se estaba dando un vuelco espectacular a los porcentajes de expulsión a medida que avanzaba la gala haciéndonos otra vez cómplices de sus tejemanejes para salvar la situación sin asumir sus errores y evitar así tener que tomar otro tipo de medidas más drásticas pero menos rentables dado el cariz que estaban tomando las cosas. No se cómo pueden pensar que el programa saldrá de nuevo inmaculado y fuera de toda culpa después de semejante trapallada (chapuza).  

    Ver a la presentadora que ha puesto a los pies de los caballos a varias concursantes femeninas - a María no hace mucho sin ir más lejos - recibir al novio de Sindi con un tanga rojo enrollado en la muñeca me pareció estrafalario y exagerado sabiendo como se las gasta, cuando no hace mucho, sin ir más lejos, la noche de la expulsión de Cristian le enseñó el culo ante toda España y se dejó tocar las tetas por él.  Me pregunto entonces con qué autoridad moral recrimina ella a las chicas de la casa por prestarse al espectáculo lamentable de ese concurso de bikinis que se montaron dejándose tocar y palmear el culo por Sergio. Y además, aún tiene la desfachatez de señalar por sus nombres, con la intención de desautorizarlos y ponerlos en evidencia, a los exconcursantes que aplaudieron una intervención de Sergio durante la entrevista. Mercedes es la menos indicada para dar lecciones morales de nada a nadie y me pregunto quién se cree ella para juzgar lo que la gente quiera aplaudir cuando le salga del bolo.  Sí del bolo. Sólo faltaría.

     El problema es que una vez más me quedo si comentar otras cosas pero es que si no soltase todo esto hoy no podría mirarme al espejo cuando me levante por las mañanas y todo lo demás me resulta secundario. Por cierto, creo que ya lo dije antes pero me alegro un huevo de que Sergio se haya ido pero que no me vendan la moto porque no pienso contribuir en el fusilamiento del reo para calmar la mala conciencia de la dirección del programa, ni de la Milá como cabeza visible de todo este despropósito.
    Para rematar la jugada otra vez volvieron a desdecirse de lo que habían afirmado la semana anterior. En este caso con el tema de los repescados. Una incongruencia más y ya he perdido la cuenta.  Así que "donde dije digo, digo Diego" y en vez de quedarse sólo uno de ellos por la decisión de sus compañeros como nos habían prometido, se sacaron de la manga dos opciones a mayores: quedarse los dos o ninguno.  Al final triunfó la opción de que se quedasen los dos, y después de ver todas las votaciones de sus compañeros María y Danonino volvieron juntos a la casa ante la cara de estupefacción de algunos de ellos al saber que fueron testigos de sus decisiones.  

    En una noche como ayer contemplar dentro de la casa al inefable Paquirrín, el niño de la Pantoja y de España, resultó cuando menos chocante y bastante absurdo, y más viendo a los concursantes atrapados por parejas dentro de esas ridículas capas de mosqueteros que escuchaban embelesados, o hacían que lo estaban, sus virtudes como DiscJockey profesional. Un vulgar pinchadiscos vamos.  Fue un poema ver su cara de contrariado cuando la Milá, tan inoportuna como siempre, le chafó la exclusiva del embarazo de su novia al conectar con la casa.

Forastero Marulo
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lunes, 9 de abril de 2012

GOLDFINGER

Después de estos días de Semana Santa venía con la intención de hablar de Noemí y sus mentiras, de sus fascinantes puestas en escena como el increíble baile que se marcó en la madrugada del martes delante de Pepe; o de las consecuencias de la cena con sus tres mosqueteros que solicitó a la boca de los deseos y todo lo que pasó después con la propuesta del súper para que decidiese ver sola o con sus compañeros un vídeo de Fael, el concursante brasileño con el que se acostó en su visita al BB de Brasil, y que por cierto ganó por goleada el concurso.  Quería hablar de lo que me interesaba, de esa deriva insensata de la canaria que afecta directamente a Aless cada vez más escamado al constatar poco a poco los embustes y los enredos de Noemí ocultándole de forma premeditada información fundamental para su relación. Un despróposito que acabó por desesperar al italianini pero que tiene enganchada a una audiencia que disfruta esperando con fruición malsana el momento en que se estrelle contra las rocas de su verdad mientras avanza sin freno en esa ola gigantesca de falsedades y autoengaño en la que se ha convertido su concurso.

En realidad quería hablar de la actitud poco comprometida de Pepe y desentrañar el significado simbólico de esa danza desquiciada que Noemí ejecutó como una mantis religiosa dorada alrededor del bailaor mientras él la observaba hierático desde el centro de la pista sin inmutarse, en esa postura de cuadro costumbrista que tan bien interpreta y define su paso, frío y distante, por el programa. Dos actitudes, dos mundos, dos concursos frente a frente sosteniéndose la mirada durante varios minutos en una especie de enfrentamiento ritual entre dos formas de ser y entender la vida en Guadalix.  Dos pesos pesados en busca del maletín final y que ninguno me gusta. Como una premonición, tanto brillo y descaro de la canaria me recordó el final trágico del personaje que interpretaba  la chica de oro de Goldfinger, la antigua peli aquella de James Bond.
Lo cierto es que además, entre otras cosas, querría hablar también de Marta, de Hugo y María, del sobreactuado y presuntuoso de Dani, pero dentro de pocas horas tendremos gala, la actualidad manda y toca lo que toca.

A estas alturas de la película no pienso rasgarme las vestiduras por las consecuencias nefastas de la entrada del intruso en Guadalix. Sí, un concursante totalmente fuera de lugar lo mismo que el “pasajero intruso” que se coló oculto en las entrañas de aquel tripulante de la nave Nostromo en la mítica película de ciencia ficción "Alien, el octavo pasajero", y que después destrozaba el cuerpo y la vida de la persona que “vampirizaba” y parasitaba convirtiéndose en un mito del cine y un icono cultural.   En su momento, cuando Sergio entró en la casa gracias al cinismo del programa y al entusiasmo colaboracionista y cómplice de una parte significativa de la audiencia, critiqué y lamenté amargamente semejante decisión en este blog augurando el lastre que supondría para Pipi y para la libertad de su concurso. Era evidente, por el disgusto que ella manifestó en cuanto se dio cuenta de que su novio venía para quedarse, que la situación acabaría como el rosario de la aurora con uno o varios perjudicados, con daños emocionales difíciles de reparar desde el punto de vista personal y sentimental y no sólo respecto al programa en sí.  Heridas y cicatrices que tendrían además efectos nocivos en el entorno familiar de la pareja.

Tenía claro que a Sindi, ante el egoísmo de Sergio y la jugarreta del programa (como lo dejé escrito aquí), sólo le quedaban dos alternativas: presentar un órdago a GH y amenazar con irse por la puerta, y luego ya veríamos, o mandar a dónde ya sabemos a su novio por entrar sin su permiso a hundirla como concursante y rompiendo el pacto previo que supongo habrían hecho antes de entrar.  Mencionaba también que la nueva situación suponía la imposición de cadenas injustas para ella y una ventaja evidente para otros concursantes si la cosa salía mal, como Pepe por ejemplo.  Ahora, cuando la presencia de Sergio ha distorsionado la vida en la casa, especialmente la de su novia y su concurso, y probablemente también la suya, de nada me vale que Mercedes se haga cruces  clamando al cielo a la vista de las secuelas y los efectos de una decisión tan desafortunada de GH y que algunos habíamos vaticinado sumamente decepcionados e indignados, mientras ella, aquella noche en que entró el novio en la casa, se lavaba las manos como Pilatos recordándonos que la culpa fue nuestra, de la santa audiencia, por votar lo que votamos.
No merece la pena hurgar en la herida porque todo lo que tenía que decir ya lo dije en su momento y escrito queda en el blog, cuando incluso me planteaba dejar de comentar el programa ante este enésimo y frustrante desengaño. Tampoco pienso entrar en los pormenores de la conducta de Sergio y su actitud hacia Pipi. Creo que es evidente como está la situación y ya otros lo han explicado de forma clara y meridiana. Aquí mismo, en la entrada anterior, por si no son suficientes la imágenes, tenemos unas excelentes transcripciones realizadas por Sherezade que ilustran con creces la situación, así que cada uno juzgue los hechos como estime conveniente. Hoy no pienso calificar la conducta de nadie ni ejercer de fiscal, solamente pido lo mismo que pedía el fatídico día que Sergio entró en la casa: que salga expulsado esta noche con los votos de la audiencia y que Mercedes se las componga como le venga en gana que para eso es la presentadora.  Estoy expectante por ver lo que nos cuenta.

Decía que otros ha contado la situación perfectamente, sin ir más lejos y contando de antemano con el permiso de Sherezade me quedo con la frase final del magnífico comentario que dejó esta madrugada en la entrada anterior (Sherezade, 9 de abril de 2012, 00:24) : ¡VUELA, PIPI, VUELA!


Forastero Marulo