1.- Lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada (Edmund Burke)

2.- Hay un límite a partir del cual la tolerancia deja de ser virtud (Edmund Burke)

miércoles, 29 de febrero de 2012

LABERINTO DE BOLAS Y PASIONES

  Creo que quedarán pocos ya a estas alturas que consideren GH 13 como poco emocionante y falto de interés. Lo digo porque esta semana coincidiendo con la prueba del plan de vuelo, que por cierto han perdido, la mayoría de los concursantes, incluso los más constreñidos y temerosos que aparentemente no se movían ni se mojaban en absoluto, comienzan a desplegar sus alas; y aunque sigue resultando todo bastante borroso y complicado en sus intenciones y forma de actuar que uno no sabe muy bien a qué atenerse para analizar con un mínimo de garantías lo que pasa en la casa, el vuelo definitivo parece haber despegado hacia el paraíso soñado de la final. Para mi pesar en la próxima escala se bajará seguramente Ochoa y subirán, espero, los dos últimos pasajeros.

    Que conste que siempre me pareció todo perfecto, y estoy totalmente de acuerdo con Pepe Herrero cuando dijo en el debate del domingo de madrugada que éste de momento es el mejor gran hermano de la historia, porque son tantos los enredos y las tramas cruzadas que es difícil poner titulares o subrayar una mínima parte de lo que pasa con una visión simplista desde la que posicionarnos sin demasiados problemas como en años anteriores.

    Aunque sé que no es así me pregunto a menudo si soy el único que al poner el 24 horas se queda enganchado a la vida de la casa, sobre todo por las noches, totalmente entregado e hipnotizado con lo que pasa dentro de Guadalix. No sólo estoy pendiente de sus conversaciones sino que procuro también captar cada gesto, cada sonrisa y cada mirada, porque cualquier pequeño detalle puede ser fundamental para este negocio y no es suficiente con escuchar las palabras de los concursantes, ni su tono de su voz para entender de la misa la mitad. No sé si alguien más sufre también esta sensación de impotencia por la incapacidad de abarcarlo todo y percibe ese agobio de creer que se te escapan mil historias, más cuando una cámara se centra en una escena determinada que sigues interesado al máximo pero deseando estar al mismo tiempo en otros tres o cuatro lugares.
    En la madrugada del lunes, por ejemplo, asistía fascinado a la larga conversación entre Aless y Ochoa, donde una vez más la riojana, como viene siendo habitual en su relación con otros compañeros, lograba sacar del italo-gallego confidencias personales que jamás había logrado sonsacarle la canaria compartiendo su cama. Hablaron del amor, de la pareja, de la fidelidad entre otras cosas y él llegó a contarle con la sinceridad que sólo se muestra con alguien con quien se tiene verdadera complicidad cómo fue la relación con su anterior novia, la cantante. Una historia que acabó mal, por cierto. Bromearon, charlaron y el diálogo alcanzó una gran altura e interés. Al mismo tiempo iban apareciendo varios sms en la pantalla, algunos poniendo verde a Ochoa por atreverse a hablar (y ligar) con el supuesto novio de Noemí.  El poder carpetero en marcha enfurecido porque el chico de su desnortada heroína estaba disfrutando, sin que nadie le obligase por cierto, de una conversación de verdad con la que consideran enemiga de su defendida.
    Es curioso porque este fin de semana, Noemí, en un nuevo capítulo de su película fantástica y paranoide donde todas las mujeres están en su contra por envidia, criticaba a sus compañeras porque asegura que sólo hablan de cosas de chicas, ya se sabe, cremas, peinados, maquillajes, etc. y que sólo ella es capaz de tener conversaciones interesantes que merezcan la pena.
    Mientras esto ocurría en la habitación se producía otra escena con Pepe, que metido en su cama con Pipi Mondarina y Marta de escoltas maquinaba con ellas de forma descarada sobre las nominaciones, oteando los tres el horizonte del cuarto como animales de presa agazapados en un campo de caza, especulando sobre intenciones de voto y calculando como tahúres incansables la forma de acertar con la jugada.  Martita, la de la pinza, que se ha convertido en lapa del bailaor y siempre que puede se pega a él como la hiedra a un árbol viejo, participaba entusiasta en el juego riendo las ideas de su adorado Pepe. Mientras tanto Sindi, más discreta y sin perder ripio, los escuchaba y se hacía su propia composición de lugar pensando seguramente como haría para pactar con ellos sin enemistarse con el resto de la casa. A veces señalaban sin disimulo a alguno de sus compañeros objeto de sus cálculos formando un cuadro barroco que me resultó bastante siniestro y que me provocaba mucho repelús.

    En un momento determinado apareció Aless arrastrando su maleta por la habitación, después de acabar la conversación con Ochoa, intentando eludir el irse a la cama donde sabe que le están esperando junto a la almohada los condones que Noemí pidió en el confesionario para recordarle que debe cumplir con su obligación marital. Al acercarse y ver de qué estaban hablando Pepe y sus niñas, es decir de nominaciones y que intentaban involucrarlo, amagó con su sonrisa encantadora, soltó un par de frases y desapareció casi inmediatamente para continuar deambulando como alma en pena por la casa esperando que las horas pasasen hasta comprobar que la canaria quedase rendida por el sueño para meterse por fin sin peligro en su cama.  
    Ayer durante el día se produjo el desencuentro entre los dos por culpa de un quítame allá esas pajas. La separación continuó de madrugada con una serie de rocambolescos cambios de lecho hasta que la niña de la pinza acabó acostada con Aless, y Noe con el canijo torrentiano. Al final la canaria, harta de la situación, se fue a su lecho conyugal para echar de allí sin contemplaciones a la albaceteña con un antológico y autoritario - ¡quítate de mi cama niña!. 
    Volviendo a las maquinaciones "pepeístas", cuando el bailaor y sus niñas dejaban de calcular nominaciones quedaban pendientes, como todos, de la otra gran historia de la noche que estaba desarrollándose en la cama de Hugo, que intentaba aclarar con María la situación erótico festiva del sí pero no que están viviendo. De allí saltaban chispas que recorrían todas las camas de la habitación captando la atención de todos y paralizando por momentos las "escenas de matrimonio" particulares de cada lecho conyugal.

    Respecto a las tribulaciones de Hugo sobre las consecuencias en su relación con Julia, su novia fuera, por su acercamiento sexual (digámoslo así) a María, lo tengo bastante claro. Ya lo he comentado otras veces pero la primera impresión que recibo de alguien, esa intuición inicial suele prevalecer durante mucho tiempo, una desgracia a veces porque me cuesta superarla y condiciona demasiado la percepción de las personas que conozco para bien o para mal. En el caso del catalán no me gustó nada aquella frase en su vídeo de presentación cuando dijo que continuaría con su novia mientras no se aburriera, y no fue tanto lo que dijo sino por cómo lo dijo, el tono y sobre todo esa sonrisa profidén que tan poco me gusta en este chico. Con ese bagaje, esa falta de entusiasmo y siete meses tan sólo de relación con ella era de esperar lo que ha ocurrido. Es más, estoy convencido de que contaba con ello por mucho que ahora se dé golpes de pecho envuelto en un mar de dudas y preocupado contándonos a todos como podría afectar todo esto a Julia. De alguna manera también ha permitido que los demás entrasen a opinar sobre el asunto con su actitud timorata o aparentemente dubitativa, convirtiéndose la situación en el tema favorito de los habitantes de la casa, lo normal, y en un dilema moral sobre el que casi todos intentan opinar y debatir. Ellos y nosotros.

    Además, esta nueva relación en ciernes tiene un efecto dominó en el resto de las relaciones de la casa porque María, en mayor o menor medida, estaba en el punto de mira de otros machitos de de Guadalix como Michael y Pepe, y ha generado suspicacias por rivalidad o celos en algunas compañeras. Por eso, el hecho en sí mismo y aún más la posibilidad de que este asunto fructifique dará mucho juego dentro y también fuera, como ya está ocurriendo. Demasiado para mi gusto. 
    Sinceramente, creo que Hugo es consciente de esto y era una posibilidad con la que contaba por cosas que fue dejando entrever, sólo faltaba que apareciese la chica adecuada. Entró la jerezana, su sonrisa cambió y encontró el camino. Da lo mismo que la cosa ahora funcione o no, porque en cualquier caso dejó de ser alguien agazapado en las sombras a rebufo de otros concursantes como Pepe y ha pasado al primer plano ocupando una cuota principal de pantalla. Si pretendía ser el centro de atención ya lo ha conseguido. Ahora está administrando los tiempos para no cometer errores porque lo que verdaderamente no quiere perder es que se le escape el premio. Así de crudo. Que conste que me parece lícito y cada uno juega como le apetece, otra cosa es que nosotros compremos el producto. Yo al menos no compro convencido de que mi primera intuición sobre el catalán era acertada.
    Bueno, con Ochoa prácticamente en la calle y con la carambola de las expulsiones a favor de Noemí, que de esta vez se libra, el próximo jueves todo se reducirá en la casa, en cuanto a las nominaciones, a una cuestión de bolas y de pasiones. Y cuando hablo de pasiones me refiero no a las del bajo vientre, sino a esas ansias nominatorias que les motivan más que el sexo pensando en acercarse al objetivo final. Y además la Milá nos amenaza con la entrada de dos concursantes nuevos, así de golpe, cuando ya parecía que las incorporaciones se cerraban con la guinda rancia del Danonino, el canijo torrentiano, que al parecer además de paquete también tiene corazoncito y que nos regaló unas escenas impagables con esas surrealistas escenas de matrimonio que protagonizó con Marta, la pinzas.  Viendo sus maneras y de qué palo va el espécimen me da el barrunto de que más bien pronto que tarde se creará en este santo país, que da para todo y sólo hay que ver como están las puertas de los juzgados, una plataforma pro Danonino y sus salidas de tono. Tiempo al tiempo.  De aquí a que esté en los créditos finales de apariciones estelares junto al niño de la Pantoja y otros por el estilo en la próxima entrega de Torrente sólo hay un paso.

Forastero Marulo 

PD.- Como administrador del blog quiero dar mi más sentido pésame a Mercedes Milá por la pérdida de su padre.

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sábado, 25 de febrero de 2012

UN RAYO TRANSPARENTE

    Decía Ochoa de Vero, como la llamaban en la casa, que su compañera puede parecer borde en sus formas pero es una persona sincera. Y la sinceridad es una de sus mejores virtudes pero no la única.   Aunque estaba cantada de antemano con unas encuestas tan abultadas en contra, no voy a ocultar a estas alturas que me duele mucho su expulsión, y por varias razones. En primer lugar porque era un componente esencial de ese magnífico trío bruji junto a Ochoa y Ariadna que probablemente se quedará aún más en cuadro el jueves que viene con la riojana en la palestra, pero lo que me ganó definitivamente de esta bilbaina de origen Leonés fue algo tremendamente escaso en Guadalix y que sólo ella tenía en cantidad: la virtud de la transparencia. 

    En una casa con tanto disfraz y tanta trastienda (como diría mi abuela), detrás de una concursante así se escondía, y nunca mejor dicho, una joya en bruto.  Un tesoro que bien pulimentado tras eliminar las aristas cortantes e impurezas superficiales nos mostraba el brillo con más valor de GH 13. Y quizás también a la mejor persona. Por eso cuando sonreía de verdad, distendida y tranquila, su rostro se iluminaba con un rayo de luz transparente.
    Su falta de disimulo en la forma de comportarse, su descaro para enfrentar las cosas sin adornos ni florituras y generalmente con respeto a pesar de su gesto adusto y áspero digan lo que digan, como ella misma aseguró en el plató, fueron sus principales bazas pero también, al fin y a la postre, su peores adversarios. Nunca le preocupó con quién tenía un enfrentamiento o una discusión si creía que eran necesarios, ni tampoco los costes de decir lo que pensaba en cualquier momento y lugar. Sus palabras directas, sus gestos aparentemente bruscos y su falta de diplomacia le granjearon enemigos de todos los pelajes, tanto de los amados como de los odiados por parte de la audiencia, algo que a ella le traía sin cuidado trasladando al exterior una imagen algo distorsionada, y equivocadamente antipática. Podría decir que gestionó mal su papel de cocinera y guardiana de la despensa pero le traicionó su fuerte carácter por su ánimo controlador. Después, con sus amigas, se dejó llevar al comprobar que la gente iba a saco por las noches con la comida y adoptó en consecuencia la decisión más lógica aunque censurable aprovechando su puesto, y que fue atiborrarse con ellas de vez en cuando de chocolate y nocilla a escondidas. Pecados veniales.

    Vero es una mujer valiente y a veces con poca paciencia frente a las actitudes y los modos de determinadas personas que no entiende, pero al contrario de otros concursantes bendecidos por los espectadores gracias a la patente de corso que les proporciona la simpatía y el gracejo, ella ha tenido la humildad de reconocer ante todos nosotros que conoce bien sus defectos, y al verse reflejada en las actitudes de Arístides nos reveló entre lágrimas en el confesionario que quería al vasco dentro de la casa como espejo donde mirarse para saber lo que no debería hacer jamás.  Fue un instante magnífico en el que acabó de ganarme. Me gustan los concursantes como ella que se transforman durante el programa, que cambian y giran su perspectiva de las cosas en función del tiempo y de sus compañeros. Al contrario, los que entran con su idea fija, sin interaccionar ni evolucionar nada aunque sean pequeños pasos torpes y molestos, en general no me interesan ni me seducen.
    La gala de ayer fue tediosa y demasiado previsible, con una tortura continua de los concursantes que me produjo mucha incomodidad y desasosiego. Para rematar la noche nos meten disfrazado de payaso, con calzador y vaya usted a saber con qué maquiavélicas intenciones a Cristian, al tipejo ése con mayúsculas, el de Alicante. Una muestra real de qué todavía sobrevive entre la gente joven, y no nos engañemos que no es una excepción, el pitecantropus asilvestratus hispanus. Si no fuese porque me da el pálpito de que el ejemplar, en tamaño reducido, eso sí, se ha montando una película para conseguir entrar en el programa, cosa prácticamente imposible de otra manera, vendiendo la imagen políticamente correcta de buen hijo, chico trabajador, emprendedor y hecho a sí mismo, sería para echarse a llorar o montar un pollo de muy señor mío.
    El caso es que soy gallego y a veces el gen de la desconfianza me embarga, o me pasa como a la buena de la hermana de Vero y me vuelvo muy suspicaz (cosa que al parecer le molesta un huevo, o dos, a Mercedes Milá), y me obsesiono pensando que a éste lo han metido en Guadalix por hacer bueno al filántropo de Arístides (arrepentido y compungido cada vez que interviene con esa timbrada y magnífica voz de telepredicador), o aún peor, que lo han elegido porque era necesario traer a alguien que con semejante ideario carpetovetónico y rancio sobre las mujeres y la homosexualidad, convirtiese en pecata minuta el cartel de hombre tradicional que Pepe se colgó a sí mismo en la presentación y que con el paso de los días comienza a ser más evidente.  El sexto grado al que sometió a María, la nueva flamenca de la casa, de su palo, para ver si cumplía los requisitos de la mujer de sus sueños, o era al menos digna de ganar su confianza, fue una buena muestra, entre otras cosas, de lo que hablo.
    Como el bailaor tiene legión de seguidores/as y parece que mea colonia, todo lo que dice y hace va a misa y se subraya, como lo más, con negrita y letra noble de relumbrón. Lo mismo les vale para aplaudir si mete la pata de forma clamorosa como ayer salvándose a sí mismo, que vendan como lo vendan es de lo más miserable que se puede hacer en el concurso (me gustaría saber lo que se diría si semejante decisión la tomasen otros u otras), que para justificar, por ejemplo, su actitud un tanto chulesca dando una patada imaginaria a Vero, que se enfrentó con él y a quien se critica desde fuera por algo que en realidad no son más que malas caras o comentarios mostrando disconformidad. Su mirada de mala uva, ayer, cuando le cayó el vómito encima tras ser nominado por el páter, después de que  él hiciese lo mismo previamente con el cura, es bastante indicativo. Más gracia me hace aún cuando de forma entusiasta, desde algunos foros de internet, se busca una novia adecuada y digna para su Pepito y a algunos, perdonadme la exageración y el sarcasmo, sólo les falta apuntarse en la lista de los que pretenden ir detrás con el pañuelo blanco para asegurar la virtud de la elegida. 

    Volviendo a mi suspicacia, la Milá, a pesar de ser la magnífica presentadora de siempre para GH tiene la virtud, a veces, de cabrearme por la flagrante parcialidad que se le ve con determinados concursantes. Ya lo anoté, creo, en una entrada anterior, pero ayer quedó patente de nuevo, por ejemplo, que no soporta a Ochoa y siempre que puede le manda una pullita o hace un comentario excesivamente tendencioso sobre ella; que no le echa flores, vamos. Ayer, por ejemplo, fueron al menos dos o tres comentarios de esos durante la gala.  Entiendo que tenga sus filias y fobias como todos, es normal, pero ella es la presentadora y no me gustaría que volviese aquella Mercedes tan claramente posicionada en alguna que otra edición.

    Cambiando de tema, que me dejo muchas cosas en el tintero como siempre, desgraciadamente de cara a la expulsión del jueves que viene se trata de una guerra entre las dos mujeres con mayúsculas de esa casa: Noemí y Ochoa. Dos formas distintas de encarar el concurso y las dos metidas en las movidas de la casa semana tras semana por diferentes motivos. Una de ellas, la desconcertante y caprichosa canaria, juega con la ventaja del imaginario romance con Aless que nos vende Telecinco, una historia que de momento no es más que un encamamiento pasajero de carácter meramente jincatorio, pero aplaudido y apoyado por un supuesto movimiento carpetero que al parecer "haberlo hailo". Y la otra es la grandiosa Pilar Ochoa, mi gerente favorita, que vuelve a jugar en desventaja y esta vez mucho me temo que nos quedaremos sin ella por la ceguera, según mi humilde e interesada opinión, de una parte significativa de la audiencia, muy soberana eso sí, pero inconsciente de que con su expulsión nos perdemos el estupendo espectáculo de una de las personas más interesantes y necesarias para la casa, y que además está viviendo con más intensidad el concurso. La verdad es que la marcha de cualquiera de las dos en este momento sería una verdadera pena.
    Sólo me queda la satisfacción de saber que todo este cúmulo de sinsabores que vivo esta semana y viviré la que viene, seguramente, son los pasos necesarios y dolorosos que conectarán el hilo de Ariadna con la final, y tal vez con la victoria. Un triunfo, como repito todos los años, que nunca es posible sin dolor ni sacrificio.

    Para terminar quisiera hacer una mención especial por primera vez a Aless, el italinini, un concursante que me va ganando poco a poco por su buen talante con todo el mundo, porque sabe divertirse y hacer la vida agradable a sus compañeros, especialmente a ellas, por supuesto. Ayer, después de recibir la nominación de Ari, pringado de la vomitona hasta las cejas, se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla asumiendo con deportividad que era lo que le tocaba. Un buen tipo.

 Forastero Marulo
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miércoles, 22 de febrero de 2012

DE TODO LO VISIBLE Y LO INVISIBLE

    No hay nada como estar desconectado del asunto dos o tres días por temas de trabajo y también de fiesta, ese carnaval (entroido como lo llamamos aquí) que se vive de forma ancestral y única en algunas poblaciones del interior de Galicia, para volver ahora despejado, con cierta distancia, y encontrarme la casa con una situación tan cambiante y al mismo tiempo igual que cuando la dejé. Intentaré explicarme.

    Ayer cuando acabé el curro a eso de las siete, y antes de salir a disfrutar todavía (también en la gran ciudad) del martes de Carnaval en la calle, leí como pude todo lo atrasado y me tragué resumidos los vídeos grabados que había dejado a medias o sin ver y fui mucho más consciente todavía, después de tanto disfraz, en la casa y en las calles de España, de la gran partida que se está jugando en Guadalix. Un tablero donde todo es real y todo es aparente, donde aquello que creemos que vemos coincide y no coincide con lo que ellos ven según va la fiesta de aquéllos que tenemos como favoritos o que nos atraen como concursantes. Un juego en el que nadie se entrega del todo pero en el que todos mueven ficha como quien no quiere la cosa, sin tracas ni fuegos artificiales pero con esa intensidad electrizante que se respira en el aire unas horas antes de que se desate la tormenta; aunque después ésta pase de largo y nos deje una sensación de desasosiego ante la espera de algo grande y demoledor siempre a punto de ocurrir pero que luego no se cumple. Como un deseo frustrado que cuanto más se reprime más se acrecienta a medida que no se satisface
    A mí sí me gusta este GH y asisto encandilado a ese tenue equilibrio entre todo lo visible y lo invisible que nos ofrece. Unos hilos de unión que creemos captar desde fuera y que a veces ellos mismos nos confirman, o esos otros de los que no somos tan conscientes y nos pasan desapercibidos hasta que tropezamos con ellos y nos damos cuenta de que son más fuertes todavía que los que realmente vemos o creemos que vemos. Los lazos que unen y desunen sin que sepamos muchas veces lo que la verdad esconde. Un puro y continuo carnaval porque nunca sabemos muy bien si llevan una careta de cartón o creemos que la llevan, y sólo existe una goma porque nos están enseñando su rostro real.

    Todo ocurre a través de conversaciones sinceras o equívocas, de alianzas duraderas o pactos de compromiso con caducidad de unas horas, y lo que hoy es blanco mañana es gris o negro y todo se mueve dentro de la corrección formal pero no por eso resulta menos interesante que si ocurriese con rayos y truenos de por medio. Incluso más, porque todo se juega a través de medias sonrisas, de muecas más o menos delicadas, de miradas intensas o esquivas, de gestos, de opiniones sinceras o interesadas, y los dardos y los recados importantes casi siempre llegan a través de mensajeros interpuestos que comunican y traspasan la información de acuerdo a sus intereses legítimos o turbios según los casos de cada uno. O las dos cosas a un mismo tiempo. Y de este cuadro nadie se libra. Quizás la única Vero, que está en otra guerra y tiene desgraciadamente las horas contadas salvo que a la de la pinza, ésta se le vaya de verdad en lo que queda hasta la gala de mañana.
    Otra de las cosas que me quedan más claras después de estos tres o cuatro días desde la última gala en que se salvó Ochoa por la mínima es el acierto en mi apuesta por ella. Hay quién argumentaba que ya lo había dado todo en el concurso, que ya nada podía ofrecer más allá del cachondeo, del trajín o el cotilleo como parte fundamental de ese triunvirato bruji que tanto me gusta aunque ahora esté en horas algo más bajas a pesar de un vaso de nocilla compartido a espaldas de los demás con nocturnidad y alevosía. El tiempo me ha dado la razón y esta riojana de momento está contribuyendo a hacer grande esta edición con dos o tres concursantes más, moviendo pieza sin enrocarse en el tablero pantanoso e inestable de GH13. Y lo que nos queda si aguanta el tirón un poco más. Podrá gustar o no como concursante (a mí me gusta con todos sus defectos) pero ya nadie podrá decir, creo, que no pinta nada y que se acabó su recorrido en el concurso. La tía es lista, en realidad es inteligente, porque da casi siempre en el clavo aunque desde afuera por muchos se entienda su juego como sibilino o poco transparente y al final toda su capacidad para estar en todos lo hilos de la casa acaben con ella en la próxima nominación que entre.
    Cuando habla sobre cualquier tema, como si estuviese en su casa tan ricamente y ensimismada tocándose mientras tanto mechones de su pelo, estos parecen convertirse en el hilo conductor de sus maquinaciones y sus pensamientos trasladándose de su cerebro a la audiencia y a la casa. Es de agradecer su entusiasmo en el concurso, que no se pare por casi nada, que esté en todas, que juegue sus bazas constantemente en el filo de la navaja intentando librase de una quema casi segura antes de la final. Desde luego no se deja llevar ni es conformista y todos sus movimientos, algunos aparentemente burdos y contrarios a sus propios intereses, siempre dan juego dentro y fuera de la casa. Cada uno utiliza sus armas y es muy discutible determinar cuáles son lícitas en la partida, pero tengo la impresión de que todo lo que hace y dice siempre tiene que ver con su convicción de que es la realidad que vive, o que le interesa vivir, porque ella ve mejor, desde dentro, esos hilos de lo invisible que las cámaras nos ocultan. Y casi siempre acierta. Aunque luego actúe en consecuencia con pasos peligrosos para su propia supervivencia en el concurso metiendo aparentemente la pata hasta el cuello. Sólo aparentemente.
    Su imagen anoche tumbada en el sofá, despreocupada y distendida, como está siendo su actuación en la casa, con la cabeza en el regazo de Pipi Sindia, mientras hablaban de la boca de los deseos y la andaluza, cariñosa, le acariciaba la espalda, da una idea del juego del que hablamos y de como se mueven las fichas en ese tablero increíble de GH 13. Y todo esto sabiendo que Ochoa sembró la semilla de la duda y la preocupación en la cabeza y en el corazón de Sindi al comentarle que a lo mejor fuera se podía estar malinterpretando su relación con Pepe. ¿Jugada maestra o estrategia rastrera? Ochoa es muy observadora y cree que hay bastantes probabilidades de que sea verdad para decírselo a su compañera, no sé, me refiero a esos hilos invisibles que nosotros tal vez no vemos y ellas sí. De lo contrario es un suicidio seguro de cara a la audiencia, y ella lo sabe o no es tan lista como pensaba, sobre todo si pretende utilizarlo sólo a corto plazo para su propio juego. ¿Quién sabe?.

    Pipi, desde luego, ha recogido el guante y algo de verdad debe haber o por lo menos, cree que en la calle pudiera verse así. En todo caso la observación no ha caído en saco roto, o se trata simplemente de que está adoptando la postura de tonta que no se entera de nada esperando a devolvérsela después con creces a la menor oportunidad. Hasta donde yo sé, a Pepe todavía no le ha contado nada de la insinuación de Ochoa en este tema. Ya veremos las consecuencias de todo esto en las nominaciones del jueves.

    Si se ve a la riojana como la bruja de Blancanieves (por cierto la bruja de Disney era mi preferida de niño), y a Sindi como a la pobrecita princesa del cuento, pobre y manipulada pues vale. Si es verdad, media verdad o una opinión interesada para meter cizaña o dudas en una segura finalista, con o sin Pepe al lado, bienvenido sea. A lo mejor es una mezcla de ambas cosas. Sinceridad y juego, y éste lo es sobre todo de supervivencia.
    Digo que Ochoa acierta en casi todo. Lo es también cuando le dice a Hugo que se le ve que pierde el culo por María, la chica nueva. El se mosquea pero al final la historia que ella ve es la que vemos todos, y el de Vielha no hace más que rondar a la andaluza como un sabueso en busca de su presa, por mucho que al principio de todos los chicos de la casa fue al que menos se le notó que le gustaba cuando todos la conocieron en el confesionario el jueves pasado a la hora de las nominaciones.

    El catalán está abandonando las sombras y empieza a ponerse ya en el primer plano. Comienza a dar los primeros pasos de verdad y esa larga conversación con Pepe, que algunos califican como lo más de lo más, lo único que demuestra es a qué juegan estos dos y cuáles son sus verdaderas estrategias. De Pepe ya se sabía y pretende tener todo bien atado con sus chicas como parapeto infranqueable dispuesto a fulminar con su mirada intimidatoria al que se atreva a toser su liderazgo y Hugo, más estratega que ninguno, sabiendo que Pepe es un activo importante fuera de la casa por la información constante que llega desde el exterior con las nuevas que entraron, ha decidido, por si ya no lo estaba, anclarse definitivamente al bailaor.   Él sabe que sus movimientos fuera no generan odios, y que no está en el punto de mira inmediato de la audiencia al volver el primero de la sala de expulsiones la semana pasada, pero es consciente de que Pepe tiene ganada a una parte del público y con esta jugada, vendiendo en parte a Noemí y compartiendo objetivos con él, sabe o cree que se pondrá a rebufo de la estela ganadora de cara a la final. Tampoco necesita de mucho esfuerzo, ya que Pepe le cae bien y conecta con él. Ya sacará más tarde su as de la manga, que lo tiene, para intentar adelantarlo en el sprint final.
    Me hace gracia que se lea en determinados lugares lo de estos dos como una conversación lícita de grandes estrategas y sin embargo las conversaciones de otras se califiquen como simples cotilleos de brujas de cuarta haciendo trajes a medida totalmente censurables. En fin, “cosas veredes amigo Sancho”, como decía el Quijote.

    Son demasiadas cosas de las que hablar y no quiero ahora extenderme con las calenturas del cura, por ejemplo, ni con los abrazos y caricias continuas que a diestro y siniestro reparte con las chicas de la casa. Me da que es una etapa que se perdió en algún momento de su vida y que ahora necesita recuperar. Mal lugar para hacerlo, pero nos está dando imágenes impagables aunque difíciles de digerir según por quien. Tampoco me voy a meter con el asunto del poli y su distanciamiento de Ari desde que entró la nueva. Sobre todo porque me interesa la evolución de la bruji tatuada y es seguro que, a menos que cometa un error de bulto y deje de ser como es ella con todo lo que se quiera subrayar sobre sus líos afectivos, estará en la final como única representante de su grupo. Y la nueva, pues lo que se vio en cuanto entró y los machos la ficharon. Hay imágenes que sí valen mil palabras. 

Forastero Marulo 

viernes, 17 de febrero de 2012

TENER Y NO TENER

    Ahora mismo mentiría si dijese que estoy feliz con la expulsión de la filipina, porque en estas circunstancias lo que de verdad deseaba, ver a Ochoa salvada, se convierte en una victoria agridulce. Prefería, con mucho, que continuasen las dos en la casa por razones que expliqué anteriormente y no voy a repetir. Ante ellas dos, los otros tres que las acompañaban en la sala de expulsiones me sobraban de largo, en primer lugar Marta, una concursante a la que no soy capaz de ver un mínimo interés y que me da que a las primeras de cambio nos regalará momentos tan estridentes como los que vivimos con aquella pandilla de GH 12 donde brillaba, por contraste, la serenidad y la cordura de la sirenita Lydia
    También podría prescindir de los otros dos. El páter, con un porcentaje sustancial de la audiencia que lo tiene en el punto de mira, formada por enemigos pertenecientes a bandos antagónicos por partes iguales como apuntaba sabiamente Pepe Herrero, no me estorba pero tampoco sufriría con su expulsión.  De todos modos el cura motero tiene las cualidades suficientes para escurrir el bulto y superar semejante lastre gracias a su diplomacia vaticana de seminarista aventajado, a su campechanía y a su experiencia en el manejo de las relaciones sociales. Un “savoir faire”, que dirían los franceses. Un buen conocedor de la calle como motero empedernido pero sobre todo por su trabajo como profesor de religión que le hace vivir apegado al mundo real. 

    Y finalmente Hugo, ese concursante tibio donde los haya con un potencial enorme por su atractivo indudable en un sector amplio de la audiencia femenina, que hasta el momento no es más que una copia descafeinada y gris de Orlando de GH 10, el feriante aquel que disfrutó a tope la edición pirata y que según mis entendederas merecía el premio mil veces más que Ivánsinluz. El catalán, copia cásual del actor Hugo Silva y una decepción total hasta el momento, participa constreñido con el freno de mano puesto, manteniendo un perfil bajo y enseñando la patita sólo en contadas ocasiones.  
    Curiosamente esta semana, nominado, sacó su carácter a paseo por unos momentos para decirnos a todos que estaba aquí para algo más que sonreír y hacer de confesor de Noemí. Es cierto que le desagrada como a los demás nominados su situación, pero él sabe como funciona esta movida y estuvo toda la semana convencido de que no salía.
    Como decía no oculto que a pesar de mi alegría por la vuelta a casa de una de las tres brujis, la salida de Mari Joy me resultó demasiado dolorosa. Aunque prefería que entre las dos se fuese ella me pareció injusto el veredicto de la audiencia, porque se trataba de elegir entre dos concursantes que respiran una ilusión enorme por seguir disfrutando de GH y que cada una a su manera, desde grupos enfrentados, le dan vida y color a la casa. Antes de su salida de la sala de expulsiones, temblando de emoción, y tras una despedida emotiva de Ochoa pasándose entre ellas los consabidos mensajes para dentro y afuera, vivió todavía un último trago cruel al cruzarse con María en la sala de expulsiones, la nueva concursante que entraba para ocupar su lugar y su cama en la casa, y que visto lo visto por la reacción de Pepe con su llegada, quién sabe si también para llenar totalmente el hueco que ella dejó en su corazón.
    Al final se fue la Lolita de ojos rasgados, una chica lista que con sólo 18 años y esa cara de niña buena, ¡jopé!, tenía la virtud de descolocar a sus compañeras bastante mayores mientras desplegaba con maestría unos juegos de seducción que calificó de inocentes ante Mercedes, y que al final resultaron mortales ante la audiencia. Pero sobre todo, como dije en ocasiones anteriores, con su marcha perderemos la ocasión gloriosa de saber si de verdad acabaría definitivamente y con todas las consecuencias en los brazos del bailaor, y sin mariconadas como a él le gusta tanto decir. Es curioso que Mercedes no incidiese en ningún momento durante la gala en esta relación con Pepe, tan ambigua y cargada de tensión sexual vista desde fuera, para centrase por el contrario durante su entrevista en el triángulo de “pasión” y celos que formó con Noemí y Aless; un enredo nada interesante para mí por mucho que al fin y a la postre fuese la causa de su expulsión al producirse el milagro carpetero, que como predije era la única opción de salvar a Ochoa.

    Durante los últimos días, cuando se sentaba en el regazo de su Pepe no podía dejar de recordar aquella escena mítica de una jovencísima Lauren Bacall sentada también en el regazo de un ya maduro y consagrado Humphrey Bogart durante un descanso en el rodaje de "Tener y no tener". Una película que fue el comienzo de una relación apasionada que acabó en matrimonio a pesar de la enorme diferencia de edad entre los dos y que duró mientras vivió el actor. 
    Dirán lo que quieran pero por mucho que se interprete esa relación tan especial entre ellos como de simple cariño, en esas miradas, en esas caricias y en esos silencios compartidos estaba plantada la semilla del deseo, el abismo de una pasión incipiente que sólo necesitaba un mínimo paso para encenderse sin remedio. Y que no me vengan con cuentos filipinos. Pepe, más estratega que nadie, que está a lo que está y lo suyo es salir el último con el maletín en la mano, entendió perfectamente que aceptar tal envite podía convertirse en un suicidio prematuro. 

    Por eso la marcha de Mari Joy, aunque le duela en el alma, y mucho, significa a la larga un problema menos en su camino hacia el triunfo final. Aunque sentimentalismos los justos, conforme a su filosofía de vida, el dolor y el sufrimiento también ayuda para lograr su objetivo. Y como dice el dicho, "a rey muerto rey puesto", en este caso reina, porque es evidente que la entrada de María le causó un enorme impacto. La forma como la miró y su sonrisa embobada cuando se encontró con ella en el confesionario resulta reveladora, lo mismo que la necesidad de acicalarse después, apresuradamente, ante la inminente entrada de la jerezana en la casa, sobre todo sabiendo como sabemos lo poco dado que es él a lo que llama mariconadas.

    En fin se fue Mari Joy, una chica inteligente devorada por sus propios juegos de seducción. Unos juegos que tal vez no supo medir convenientemente a causa la edad y la falta de experiencia a pesar de la madurez y la serenidad contenida que parecía demostrar detrás de esos modos de niña "jopetas". Una cara bonita y exótica, como un hermoso jarrón de porcelana china, que dejó huella dentro y fuera de la casa y que me pareció, como dije los primeros días, un proyecto en ciernes de Isabel Preisler mezclado con unas gotas patrias de Anita Obregón, por aquello de estudiar Biología y criarse en España.

    Asumiendo lo inevitable, he de confesar que tenía en mente otro discurso para esta entrada, con Ochoa como leit motiv, pero al final la marea carpetera, supongo, me ha proporcionado una alegría a medias. Las cosas de GH. Espero que más adelante no tenga que volver a quejarme de forma más amarga cuando me toquen de nuevo donde más duele: mi trío de Brujis.  Algo que pasará seguro ahora, una semana en que las carpeteras no se juegan nada y esta vez sí, Vero, la tía más auténtica de esa casa, la que dice siempre lo que piensa con ese punto brusco y desabrido que no tiene nada que ver con la amargura pero que esconde un corazón grande y generoso, no tenga milagro al que agarrarse.
    De momento me quedo con la satisfacción de ver de nuevo a la riojana y a las tres juntas una semana más. Ha salvado un verdadero match point, que no será el último. Como dice el título de la peli de Bogart y la Bacall, al final GH no es más que juego en que la cuestión está entre tener y no tener a los espectadores de tu parte.   

    Mercedes es tan expresiva y vehemente que parece un libro abierto. Ayer durante la gala, cuando se acercó a las gradas buscando entre el público al novio y a los padres de Ochoa, agarró al muchacho por los morros para ver bien al pretendiente y con una frase que sonó algo despectiva dijo algo así como: ¡Psss, es guapete, no está mal!. La Milá es una  presentadora genial pero a veces resulta demasiado transparente en sus acciones y preferencias. Bueno, lee algunos blogs de la casa y es comprensible. Supongo que me explico y no digo más. Además, visto el torso masculino que nos enseño en su blog, presumiendo de su actual compañero sentimental, entiendo que todo lo demás le parezca poco.

    Hablando de torsos, también se despidió del programa el cachorrillo Torso. Ayer nos explicaron con profusión de detalles el porqué de esta decisión, tenía que ver más con su educación que con cualquier tipo de problema dentro de Guadalix como se llegó a especular.  Algún mal pensado dirá que todo eso son cuentos chinos y que en realidad lo sacan del medio para que Pepe luzca más y se le olvide pronto a la audiencia su fobia canina y su absoluta falta de empatía con cualquier bicho con cuatro patas y rabo. Dios me libre de pensar yo tal cosa.

Forastero Marulo
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martes, 14 de febrero de 2012

LA TELARAÑA ROTA

    Ayer noche quedó patente y al descubierto que la vida en Guadalix, ese iceberg refulgente e inmaculado que resquebrajó y torpedeó Arístides con su paso furibundo por la casa, descansaba sobre una telaraña compleja y frágil que habían tejido entre todos y cada uno de sus habitantes sin excepción alguna. Una telaraña tupida en difícil y sutil equilibrio que todos ayudaron a crear con tesón y paciencia depredadora. Un entramado en el que todos participaron de alguna manera con la íntima esperanza de que otros se enredasen antes en su red mortal. Un peligroso ejercicio de supervivencia para no equivocarse y quedar atrapados convirtiéndose en presa a las primeras de cambio. Una partida condicionada por el miedo a salir a la palestra en la que era primordial pasar desapercibidos ante los de fuera, nosotros, o ante los dentro, sus compañeros, en un intento de disimular todos el instinto cazador inherente a las reglas del juego por muchas milongas que nos cuenten de que vienen sólo a disfrutar y a vivir la experiencia, y que el premio es secundario.
    Desgraciadamente la telaraña acaba de rasgarse por donde menos pensaba, no tanto por las nominaciones en positivo, dadas la vuelta, como por las consecuencias nefastas de la salida precipitada de Davidtío del concurso que con su huida, sean cuáles sean sus razones que ya no me interesan, deshizo los delicados hilos que se fueron tejiendo contando con él como pieza imprescindible del juego. Su ausencia inesperada ha desvirtuado totalmente el resultado natural de las nominaciones en positivo que deberían haberse producido ayer en función todo lo vivido hasta ese momento, rompiendo el equilibrio de poderes que presentaba la partida y cambiando significativamente la lista de los que realmente les correspondería estar, con él dentro, en la ruleta mortal de las nominaciones. Un resultado que sería la consecuencia real y lógica de los intrincados mecanismos de contrapeso, alianzas y mercadeos afectivos que se habían forjado durante varias semanas de convivencia.

    Los principales damnificados con su marcha son Ochoa y el páter, porque si nos guiamos por lo que David dijo ayer a Mercedes en la gala de nominaciones, con él en el juego, sus votos en positivo serían para ellos. Con seguridad el cura votaría a David en vez de Noemí y entonces la lista de nominados cambiaría radicalmente con Ochoa salvada, e incluyendo a David o el Páter dependiendo del segundo voto positivo de Michael que tendría que decidir entre los dos. Con ese panorama, que ya nunca tendremos, el juego cambiaría totalmente y sería una radiografía más exacta de la realidad de Guadalix hasta que el bombero abandonó, pero la vida tiene estos imprevistos y siempre hay que contar con las deserciones inesperadas durante el viaje.
    También estaríamos ante una nominación en la que Davidtío, probablemente nominado, tendría la oportunidad de conseguir su expulsión y largarse a casa sin pagar un puñetero duro como ahora que se va por propia voluntad. 

    En fin, pura especulación sobre lo que pudo ser y no fue. Lo siento sobre todo por la riojana, porque con la deserción del bombero una magnífica concursante como ella, a pesar de alguna actuación claramente censurable, queda con la guardia al descubierto y me da que una parte importante de la audiencia, miope y vengativa según mi criterio, que odia su equilibrio y las maniobras descaradas de su juego, totalmente lícito por otra parte, no tendrá compasión con ella y tiene muchísimas papeletas para ser expulsada el próximo jueves salvo milagro. Un milagro carpetero claro. 

    Con pesar tengo que reconocer que Ariadna, mi apuesta principal entre las tres brujis para este concurso, con Ochoa y una Vero que como ya dije va ganando enteros cada día que pasa, me ha decepcionado.  Aunque intrascendente para la partida puedo entender su nominación positiva de Michael, el poli con el que últimamente se encama, algo que esperaba y que se ajusta a la idea que tengo de ella, de sus esquemas mentales y afectivos, algo consustancial al atractivo que tiene como concursante para mí. Esa necesidad imperiosa de establecer lazos afectivos de forma intuitiva y precipitada como un impulso vital irrefrenable pero que siempre la llevan a realizar movimientos torpes y desacertados que van en su perjuicio, tirando piedras sobre su propio tejado.  Pero dejar a Ochoa al pie de los caballos, su leal e incondicional compañera desde el minuto uno, me tiene todavía desconcertado y no tiene perdón.
    Con enemigos al acecho desde todos los flancos, exteriores e interiores, y con pocas opciones en su juego más allá de relacionarse con todos e implicarse como lo ha hecho en la mayoría de los asuntos de la casa y sin torcer jamás  la cara, Ochoa tenía como principal salvaguarda la amistad "bruji" que mantiene con AriVero y sin el apoyo de una de ellas, sobre todo de la primera, está perdida. Para un espectador veterano como yo esta relación fascinante entre tres mujeres tan diferentes, que con sus más y sus menos dan juego y vida a la casa, constituye uno de los mayores alicientes de esta edición. Si falta una de ellas tan pronto tendré que reorganizar mi visión de las cosas y buscar otras perspectivas, con Vero como principal baza para contrarrestar ese bloque "mondarino" que gira alrededor de un inquietante bailaor, más jugador y estratega que nunca, arropado por sus incondicionales sirvientas y rendidas colegialas y con su corte de anodinos mayordomos (Hugo y Aless).

    Como ahí dentro el que no corre vuela, desde la entrada de Marta, la de la pinza, posicionándose a saco con Pepe y perdiendo el culo detrás de él buscando su beneplácito cuando se va a Londres a fumar, y ya todos saben por donde van los tiros y las preferencias en la calle. Una certeza que ha hecho aumentar en su grupo la tendencia a rendir pleitesía y a lamerle las botas al bailarín. Una situación que está alcanzando cotas que comienzan a repelerme.

    Al igual que Ari hizo con Ochoa, Pepe también traicionó a Mari Joy, dejándola a su vez al borde del precipicio en una semana tan complicada de cara a una nominación después de que ella provocase los celos de Noemí al "jugar", digámoslo así, con AlessMari Joy al contrario que la riojana, que está asimilando con dignidad su situación esperando alguna explicación, optó por arrojarse en los brazos acogedores del bailarín y echados muy juntos en la cama puso en marcha todas su artes de seducción, tranquilizándolo con arrumacos, miradas tiernas y caricias equívocas mientras él intentaba disculparse y descargar su mala conciencia con la máxima locuacidad que le permitía su media lengua en acción. ¡No sabe nada la filipina!.
    La virtud de las nominaciones en positivo de ayer es que se han descubierto al fin las verdaderas cartas de la mayoría y ha supuesto un baño doloroso de realidad para algunos, los descartados.   Pero el mayor descubrimiento durante la gala, algo que ya sospechaba, fue conocer el verdadero rostro de Pipi Sindia, la evidencia incontestable de que ella es la más lista de la clase, la que domina de verdad la intrincada telaraña de Guadalix con sus trampas y sus puntos débiles. Mucha gente acusa e incluso vilipendia a Ochoa por entender que se mueve por toda la casa hablando y relacionándose con todos como estrategia para sonsacar información y utilizarla en su beneficio personal, y resulta que la verdadera espía, la estratega de verdad, la que se conoce todos los entresijos de la telaraña metiendo los hocicos inocentes por todas partes, es la dulce y pizpireta Mondarinas. Ayer noche entregaba todos sus informes espías a un Pepe que absorbía como podía tanta información demostrando que su juego no es diferente de los demás, sólo que tiene el don de la simpatía y está acostumbrado a ser el eje alrededor del que giran sus peones pero sin transformarse. Tiempo habrá para ahondar en esta teoría y explicar lo que quiero decir.
    Antes de acabar me gustaría comentar las contradicciones del cura con la entrega de ese voto positivo a Noemí. Sólo encuentro dos explicaciones: una, que quería salvarla de las nominaciones y pensaba que Ochoa estaría fuera de peligro, algo que me cuesta creer sabiendo como sabe usar los dedos de la mano para sumar, y la otra, que apoya las dos historias de supuesto amor con cierta proyección en la casa, la de Michael con Ari y la de Noemí con Aless, asistiendo a su desarrollo como espectador privilegiado (que conste que no va con segundas). Desde su posición de autoridad espiritual a lo mejor se trata simplemente de tutelar las relaciones entre ellos, proponiéndoles más adelante con los hechos consumados unos cursillos prematrimoniales para que pasen, como debe ser, cuando se acabe el concurso por vicaría. Y aquí paz y después gloria. El ojo que todo lo ve, no el de Gran Hermano, el de su verdadero jefe sabrá agradecérselo.

   Por supuesto que desearía que el jueves se fuese Marta, la nueva colegiala enfervorizada del clan de Pepe, pero no va a ser así y para desgracia del programa la cosa estará entre las dos que desearía que se quedasen: Ochoa y Mari Joy.  

    Es lo que hay, para eso estamos en Gran Hermano.

Forastero Marulo
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sábado, 11 de febrero de 2012

TODO POR UN SUEÑO

    Hablando de Arístides, y para cerrar el capítulo de esta semana tan intensa que hemos vivido en la casa desde su entrada triunfal en Guadalix hace una semana, diré que ni a propósito y entrenando es posible hacerlo peor en un concurso como éste. Hasta el último minuto continuó haciéndolo rematadamente mal: en la despedida dentro de la casa con la cocina cerrada a cal y canto por su culpa, durante la entrevista después con la Milá, ya expulsado, en la que no daba una a derechas e iba cayendo en sus propias trampas mientras afloraban todas aquellas contradicciones de su conducta que la presentadora, incisiva y sin concesiones, le puso encima de la mesa. Y como guinda del pastel, el remate final de esa despedida tan surrealista que nos regaló y que difícilmente podremos olvidar: la despedida de Torso, el cachorrillo, como uno de esos desquiciados que hablan a sus mascotas por las calles como si fuesen sus hijos pero son incapaces de dirigir a un semejante un par de palabras con sentido. 

    La imagen de su novia, cariacontecida y literalmente superada por el papelón que le tocaba jugar, era un verdadero poema, aguantando como podía sentada en primera fila en una postura tan incómoda y tensa que daba la sensación de que en cualquier momento saldría pinzada del plató, pies para que os quiero, y se nos esfumaría para siempre. Un "trágame tierra" que parecía transmitir con todos sus gestos incapaz de defender el concurso garrafal de su novio y agarrotada por el inmenso ridículo de tener que justificar, también a sí misma, el impresionante embolado en que se había metido después de oír a Aris que gracias a ella y a su empeño, aportando incluso sus propios ahorros, él se había metido en tan ruinosa aventura.  Ahora les toca asumir, juntos, que lo han perdido todo por un sueño.
    Decía en la entrada de ayer que a Mercedes no le quedaba otra que entrar a matar al morlaco que ella misma nos había vendido hace una semana enjaezado en sus mejores galas y bendecido por la casa amiga como una hermosa historia que nos conmovería a todos. Más profesional que nunca, como en sus mejores tiempos, se encargó personalmente de la faena. Y estuvo perfecta ejerciendo a un tiempo de banderillera, picadora y matadora, todo a la vez, con un estoque final de maestra que dejó al toro aturdido, arrodillado en el suelo y envuelto en lágrimas. Triunfante, elevó las dos orejas y el rabo del astado al respetable que jaleaba fervoroso su arte como en los viejos tiempos. Incluso en algunos mentideros de internet, tan dados a pasar del amor al odio navajero con ella, la vitorearon como a una diosa olvidando viejas afrentas reales o imaginarias.
    Salvando las distancias, toda esta historia me recuerda a aquellos episodios de la Roma Imperial en sus tiempos de decadencia, cuando la guardia pretoriana elevaba a la categoría de emperador a cualquier pobre desgraciado con ansias de gloria que le garantizase continuar con sus privilegios y suculentas soldadas, para pasarlo a cuchillo pocas semanas después si el elegido les salía respondón y se creía de verdad que el imperio era suyo. Ellos mismos, los jefazos del Gran Hermano, han puesto al vasco a los pies de los caballos. Como muy bien dijo más o menos Pepe Herrero, lo condenaron de antemano desde el momento en que lo vendieron con una aureola de santidad poniendo en él unas expectativas tan exageradas que quedó maniatado a una losa difícil de romper. Una losa que a la postre sirvió para hundirlo y después sellar su tumba. Él desde luego, puso el resto con su total incompetencia para semejante reto.

    Reconozco que me siento un poco mal porque ahora mismo, a toro pasado y con la incredulidad ante tanta inoperancia, no tengo muy claro si todos los desprópositos en el concurso de Aris se deben a que él simplemente es así, de verdad, o a que todo formó parte de un montaje para tomarnos el pelo. De lo contrario, sólo me cabe pensar que este chico tiene un gafe monumental y debería sacarse el "meigallo", como dicen en mi tierra, buscando un lugar apropiado. Que le pregunte a Mercedes que de cuestiones esotéricas sabe mucho.

    Cambiando ya de tema, ayer me pareció entender a Mercedes que eliminarán el escaparate del plató cuando dijo que el cubículo ya había cumplido su función. Si es así me parece una estupenda noticia, una rectificación que repara una situación injusta cada vez que un concursante lo visitaba y volvía a Guadalix librado de la expulsión. El afectado regresaba del plató con demasiada información de la casa y del exterior, obligando a todos a nominar en función de esta circunstancia y provocaba además la necesidad imperiosa en los concursantes de saber qué pasa fuera y cómo se respira el ambiente en el plató por lógica curiosidad o en función de sus legítimos intereses.  
    Ayer mismo Pepe volvió con las cosas muy claras a Guadalix.  Las risas y los aplausos que escuchó en el plató a cuenta de su gracejo y simpatía, cuando hablaba o ponían vídeos suyos, le han aportado una información vital.  Ahora ya sabe que caen en gracia sus ocurrencias y sus dificultades de expresarse con fluidez, como él mismo contaba divertido a sus compañeros cuando se expresa con su media lengua y pronuncia como que se le resbala cuando habla. Todo esto es una arma de doble filo y puede que desnaturalice a partir de ahora su actitud potenciando su vena rencorosa y jodida, que la tiene. 

    Si hasta hoy, con sus evidentes limitaciones en algunos aspectos de la convivencia a algunos nos compensaba con su coña y su buen rollo obviando otras facetas más desagradables de su carácter y su actitud, lo que vio, oyó y percibió ayer desde el escaparate tal vez vaya en su perjuicio y nos ponga a muchos a la contra. Todo se verá porque el porcentaje de expulsión de Aris después de un paso tan nefasto por la casa fue sólo de un 58%. Considero que no es una victoria tan aplastante teniendo en cuenta el contrincante que tenía enfrente, prácticamente auto inmolado, y estoy convencido de que Mari Joy apenas tuvo votos en contra.

    Antes de publicar acabo de enterarme de que Davidtío abandonó la casa esta mañana. No conozco cuáles son los motivos reales y al parecer, oficialmente, por lo que confesó a Ochoa y al páter no pudo superar los problemas que arrastraba de la calle y la separación de sus hijas se le hacía insoportable. No voy a cuestionar tales argumentos porque yo en su situación no aguantaría ni dos días en Guadalix, pero creo que es necesario apuntar que en todo lo que ha pasado tienen también su peso, y mucho, los últimos acontecimientos en la casa.  Es evidente que lleva algún tiempo amargado y las cosas en el concurso habían tomado una deriva que acabaron por descolocarlo. Una decepción según él. El aspirante a bombero estuvo en el plató la primera semana y ahora con la vuelta de Pepe sabe o cree saber que su permanencia dentro es cuestión de una o dos semanas, y estoy convencido de que piensa que en cuanto lo nominen se va a la puñetera calle.  

    Como decía en la entrada de ayer, con el trasatlántico GH en marcha y con la pinta que tomaba su rumbo de navegación, David ha decidido salvar como mínimo los muebles, y aunque tenga que pagar un caro peaje prefirió tirarse él antes por la borda cerca de la orilla que esperar a que lo tiren otros a él en pleno alta mar. Es una actitud un tanto cobarde y orgullosa pero por su edad y responsabilidades fuera tiene la justificación perfecta. En fin, una decepción de concursante aunque entiendo su postura, y más ayer cuando comprobó que después de toda la movida y las negras perspectivas que le esperaban, entra una nueva concursante con pinta de niñata y una pinza en la mano.  Debió preguntarse qué coño pintaba él en semejante sarao. Como para pegarse un tiro.  Sólo espero que tenga suerte con lo suyo tras percatarse a tiempo de que en su caso, sin embargo, no todo valía por un sueño.  También espero que entre en su lugar como concursante una mujer hecha y derecha y aproximadamente de su edad. Estoy convencido de que al cura le vendría cojonudamente alegrando su vida y poniendo a prueba sus convicciones. Y cerramos el círculo.
    La marcha de Davidtío deja cojo y medio huérfano uno de los centros de poder, el que formaba él con el páter y el poli Michael. Me da que estarán los dos, o uno de ellos, subiendo a la palestra el próximo lunes. El otro círculo que está en alza y crecido es el formado por el Bailaor, Mari Joy y el italiano, con otros satélites merodeando a su alrededor. El tercer grupo lo forman las tres estupendas brujis, mis tres mosqueteras preferidas de momento, con Ochoa y Ariadna, a la que daba gusto verla mucho más favorecida la noche de la gala con un peinado mejor y sin el puñetero aro en la nariz, y a Vero, a la que incluyo desde ahora porque está ganando enteros su concurso y cada día que pasa la veo incluso más joven y guapa. Y luego están los espíritus libres, que revolotean entre las flores, como Hugo y sobre todo Estrellita Castro, la Sindi Mondarina.

    Comenzó la era del deshielo y cada uno tendrá que adaptarse a un nuevo hábitat con nuevas incorporaciones y con los esquemas rotos después de una gala tan apasionante como la de ayer. A partir de ahora ya nada será igual.

Forastero marulo
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