1.- Lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada (Edmund Burke)

2.- Hay un límite a partir del cual la tolerancia deja de ser virtud (Edmund Burke)

sábado, 30 de octubre de 2010

VIDAS CRUZADAS


 







    Antes de nada quería comentar (otra de mis digresiones o dispersiones) que con el tema de las dos casas, la mezcla de sus habitantes y con las consecuencias de las decisiones de unos en las vidas de los otros, me acordaba en la madrugada de ayer de “Vidas cruzadas”; aquella maravillosa película de 1993, dirigida por Robert Altman. El argumento de la peli nos presentaba los cruces y los encuentros casuales de una serie de personajes que vivían una sucesión de historias que se relacionaban entre ellas y cuyo nexo de unión eran ellos. Es una fórmula muy antigua y que después se utilizó con algunas variantes en otras películas como "Crash" de 2005.   Ya sé que GH no es lo mismo, pero la estructura de este año con las dos casas y el intercambio de habitantes entre ellas, con las consecuencias que tiene lo que ocurre en una casa en la vida de la otra y viceversa, sí me lo parece. Comprobar como el eco que nace en un lado resuena y se multiplica de forma imprevisible en el otro, tiene un componente adictivo que roza el hechizo.  Pero vamos a lo del jueves, con la primera gala de expulsión.  Comentaré momentos que me parecieron interesantes por novedosos o algunas claves de lo que pasó desde mi perspectiva marula. A saber...

La Milá, la raja de Óscar y los "güevecillos" pelados 

    Ni que decir tiene que salió expulsado el que yo quería. Lo cierto es que él mismo se puso a tiro y al borde del abismo pidiendo a gritos que le diésemos el empujoncito definitivo, bien fácil, y así cayó en manos de la jefa Mercedes para que se lo merendara crudo y sin patatas. Y vaya si lo hizo,  pero no como creíamos.

    Después de todo lo que hablamos y discutimos sobre la Milá en la entrada del blog del nueve de junio titulada “Lo que le sale del bolo”, me quedo con lo que entonces decía y que ahora mismo ratifico: A pesar de los pesares ella debe continuar al frente del programa. Viéndola actuar en noches como la de ayer doy por buenos todos sus desbarres, y casi le perdono tanta entrevista parcial y tendenciosa, tantos sinsabores sufridos con ella y por ella. Lo dicho, impagable la escena de Mercedes agachada y curiosa hurgando con sorna infinita la entrepierna de un insustancial y anodino Óscar (y no digo más por ser benévolo). La mofa y el escarnio fue estratosférico y el inmenso ridículo en que dejó al dueño de la tableta oblicua fue de antología. El burlador burlado.
    En esta ocasión la presentadora no necesitó ser ácida, ni incisiva, ni usar la vena autoritaria estalinista a que nos tiene acostumbrados.  Bastó con jugar el mismo juego del expulsado y elevar la coña a categoría.   Se rió de él, de su risa y de las gracias sin gracia de semejante narcisista presuntuoso; y con ella nos reímos todos.  Dos capotes, un estoque y dejó k.a.o al granadino. Su sonrisa facilona se fue desdibujando en algunos momentos, llegando casi a desencajarse en un reflejo de pura desolación cuando descubrió, además, que varios compañeros lo calificaban en sus vídeos como el tonto útil de la “cómica” pareja de impresentables que formó con Yago.
    Para la historia chusca de GH queda su último intento de seguir la gracia a la Milá, haciendo un último chiste cuando declaró cariacontecido que ahora todo el mundo lo llamará “polla pelada”. ¡Juas, juas, juas!, todavía me estoy descojonando pero no de risa, sino de conmiseración.  Una contradicción por mi parte, dicho sea de paso.

Terri terremoto: el comodín inesperado
 
    Cuando la canaria de sonrisa eterna y parloteo inagotable, entendió por fin en el confesionario todas las prerrogativas que gracias a sus compañeros implicaba llevar el gorrito que le encasquetaron y que deberá llevar toda la semana, salió tan decidida a la casa, con los demás, que en aquellos momentos pensé sin lugar a dudas que elegiría nominar en el lugar de Julio el feroz y no cómo lo hizo.  Era la elección más lógica y apropiada según mi criterio, ya que el boxeador no había vivido durante la semana en la casa y dicha opción le permitiría nominar sin problemas tal y como lo hubiese hecho en caso de no haber tenido este privilegio. Al final, tomó la decisión de “usurpar” las nominaciones de Yago, que no entendía nada y se temió lo peor. Hasta ahí normal, era una opción que no esperaba pero factible, la de neutralizar los votos de uno de los elementos de la pareja de los musculitos que estos días tanto distorsionaron la vida en Guadalix. Lo que me descolocó totalmente fue que decidiese dar parte de las nominaciones pensando cómo lo haría Yago
    Semejante actitud hace que me cuestione si aprovechó la coyuntura y la excusa de nominar por Yago para encasquetar puntos a Joaquín y a Mireia, algo que a lo mejor no hubiese hecho si las nominaciones fuesen las suyas. Es posible que el paso del tiempo nos descubra la verdad de su juego.
    Además, no acaba de gustarme demasiado el contubernio que se trae con Chari y Jhota. Éste último de perfecto maestro de ceremonias en las asambleas que se montan.

El alivio de Feroz (Ulises sin Penélope) y Yago descolocado (por el momento)

    Julio pasó de lobo a cordero en la otra casa, pero ahora cualquiera sabe porque el cambio parece que ha agudizado todas sus neuronas. Ha estado asombrosamente perspicaz al adivinar los posibles nominados de la casa friki (Patri y el Malaguita) y se mostró muy juicioso contándole a Chari  lo mucho que  Rubén la echa de menos, garantizando que el muchacho no hace más que hablar de ella, sin mirar a ninguna otra, y que sólo tiene buenas amistades, en concreto con Laura.  El boxeador, locuaz y convincente, la abrasó con prolijas explicaciones de todo, de los desencuentros que tuvo con su novio a causa de los comentarios maliciosos que éste escuchó sobre los supuestos flirteos que ella tuvo con él la primera semana. Concuerdan los dos en que todo aquello fue simplemente un cachondeo sano, sin transcendencia y él afirma que está dispuesto a respetarlos como pareja, sobre todo ahora que conoce a los dos recalcando lo cojonudo y legal que es Rubén, su novio.
    El feroz podrá ser o no el mismo que ella conoció la primera semana, y lo que es innegable es que la chica tiene gancho e imán a pesar de todas las contradicciones. Mientras él hablaba Chari ponía cara de interés (de - ¡ah sí! -) pero por sus gestos parecía que lo que realmente le preocupaba eran otras cosas.  Bueno, es una impresión.

    Siguiendo con Julio, uno de los protagonistas, seguro, de este GH12, fue un poema verlo saltar del caballo dentro de la casa guay, aliviado y razonablemente crecido después de su salvación cuando daba por hecho que era él quien salía, sobre todo cuando comprobó que Lydia y Marta volvían las primeras a sus respectivas casas salvadas por los espectadores. Ni siquiera encontrarse de nuevo con Yago, el jefe del escuadrón feroz, logro disminuir el aura de sensatez y buenrollismo que arrastraba del otro lado y que se ganó a pulso durante la semana.

    Yago por su parte parecía otro, más comedido, adaptándose a las nuevas circunstancias y asimilando la realidad de los hechos. Ahora ya sabe que no lo salvó el público y se estará preguntando (no es tan tonto como pueda parecer) que si estuviese en la palestra, como Óscar, probablemente sería el primer expulsado de no mediar la intervención de Julio. Reaccionó razonablemente bien a la apropiación de sus nominaciones por parte de Terri y comienza para él una nueva etapa en la que tendrá que decidir si se saca o no esa máscara que lleva de chulo piscinas. Estoy convencido de que no reeditará con Julio el dúo que se montó con Óscar, primero porque el Feroz es diferente e irá a su bola y porque debe aprovechar las dos semanas que le quedan como mínimo dentro de la casa para reconducir una estrategia que sabe fallida. Para más INRI su incredulidad, igual que la de Marta, por no estar nominado, algo que acabó por descolocarlo.  Algo hizo bien, pensará, dentro de la casa que no entendieron fuera. A ver por dónde sale.

Mireia, el blanco perfecto

    Me gusta Mireia como concursante por diferentes razones y no lo digo en concreto por su belleza física, (salvo excepciones, no suelen gustarme las pelirrojas), es fundamentalmente por su inteligencia y su indiscutible capacidad de liderazgo, una mujer activa y decidida. Razones todas ellas suficientes para hacerla atractiva a mis ojos.  Virtudes que se vieron la noche del jueves en cuanto fueron conscientes de la poca cantidad de comida que recibieron de sus “generosos” compañeros de la casa friki (Rubén no tuvo compasión con su novia). Ella, sin pensarlo, se puso inmediatamente al frente tomando el mando en la gestión de tan escasos recursos, pero atendiendo y asumiendo las aportaciones de los demás. De ella es el mérito de que en poco tiempo se pusiesen a cenar y de que lograsen con un razonable consenso determinar como iban a repartir entre todos la escasa comida. Al menos en esos primeros momentos. Entiendo que esta forma de actuar, de no esperar a que las cosas se pudran cogiendo el toro por cuernos, moleste a los pusilánimes e incluso se la tache de antipática
 
    La pelirroja es una mujer diferente y los demás lo saben. Y no es sólo por la edad, su posición y sus estudios. Hay momentos en que parece la única de todos los habitantes  de la casa guay (ellos y ellas) que podría ofrecer una conversación mínimamente interesante y que vaya más allá de los lugares comunes. Además, mira a los demás con interés y curiosidad de entomóloga y parece observar cualquier situación con la intensidad y la minuciosidad de un escaneo revelador. Entiendo que bastantes de sus compañeros se sientan intimidados por su presencia. Creo que advierten su superioridad de carácter, su alto nivel de formación, su gran inteligencia y por encima de todo lo demás, la imagen de seguridad en sí misma que ofrece.

    A medida que todos desfilaban al confesionario mientras ella los observaba desde el sofá, su mirada inquisitiva y sus gestos contenidos revelaban lo consciente que era de ser el blanco perfecto para recibir más nominaciones que nadie. La leve sonrisa a lo Gioconda que esbozó al oír su nombre entre los nominados fue la confirmación. Se nota que está acostumbrada. Tener el pelo rojo es un plus que se asume desde la infancia y todos recordamos al compañero pelirrojo de clase al que muchos llamaban zanahoria. Como burla era lo mínimo que podía recibir.

    El  increíble y sofisticado peinado que lució en la gala remarcaba su fuerte personalidad al tiempo apuntalaba aún más la decisión de nominarla de algunos compañeros. Y ojo, ella misma nos ha contado que tiene sus debilidades y pasiones. Según propias declaraciones acostumbra a sentirse atraída por hombres contrarios a ella. Es decir, canallas y golferas sin oficio ni beneficio. Creo que le atrae bastante Yago y lo digo por varias razones. En primer lugar no lo nominó, y creo que es la única que ha conseguido hasta ahora mantener una conversación con él fuera del canal unineuronal acostumbra a sintonizar mi paisano y además, fue demasiado patente la alegría con que recibió su vuelta de la sala de nominaciones, la sonrisa era inmensa y el abrazo muy efusivo. Blanco y en botella.

    Esta semana con ella nominada tendremos el siguiente capítulo.

Batiburrillo

    Vuelve a la primera página el tema de Chari y sus devaneos, pero vuelvo a repetir que la sintonización de Rubén con Laura puede depararnos sorpresas a lo largo del programa y estos tienen recorrido.  Los dos parten de premisas parecidas, con unos noviazgos llenos de altibajos y que han estado no hace mucho en la cuerda floja.  Ella fue a consolarlo a su nicho la noche que él no pudo más y se derrumbó.

    Esta semana se presenta difícil el tema porque no tengo suficientes razones para desear la expulsión de ninguno de los cuatro nominados. Por orden de preferencia echaría primero a Marcelo (un tocapelotas simpático que ha quedado bastante tocado con la nominación), después a Patri, vale es un horror para los tímpanos que cante todo el rato pero a mí no me molesta y me gusta su relación alocada e ingenua con todos. El siguiente de la lista sería nuestro galán otoñal de voz susurrante, y la última que deseo que se vaya, casi empatada con el de Huelva, es Mireia.  Si estuviese nominada Flor, la argentina, lo tendría más fácil.

    De los demás, me llamó la atención una Lydia llorando de madrugada porque echa de menos al macarrilla del Feroz, mientras él va tomando posiciones y ya encontró la "víctima" propiciatoria en la casa guay. Algo cantado. Es lo que hay.

    Los demás a la expectativa. En una casa, la friki, ya saben con quién se la juegan después de las nominaciones a la cara, pero allí es todo menos intenso y tiene menor transcendencia. Y en la casa de los colorines toca ahora jugar fuerte y empezar a soltarse y quemarse.

    En el debate del domingo, si es que lo hay, supongo que no veremos a Tati ya que perdió la apuesta sobre quien era el expulsado, y además se murió el pulpo Paul. Mayor cúmulo de desgracias, imposible. Algo le buscarán digo yo.

Marulo
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lunes, 25 de octubre de 2010

DE RANAS, PRÍNCIPES Y BODAS

LAS RANAS

    Estos dos, Yago y Óscar, son unos personajes con una actitud tan deplorable que uno no sabe muy bien si es que son así y vienen de fábrica o simplemente entrenan a propósito para convertirse en la pareja más abyecta del año (cada uno que entienda lo de pareja como quiera). Este fin de semana en un ejercicio de divismo ridículo estos opositores a chulillos de discoteca barateira pedían a la organización en plena fiesta que les trajesen tías buenas de verdad, menospreciando olímpicamente a sus compañeras. Comportándose los tipos como dos ranas de charca infecta que se creen príncipes y no son más que batracios despreciables con corazón de sapo, tan pagados de sí mismos, mientras se reían y palmeaban regocijándose con la gracieta, y Yago, mi paisano y vecino (nadie está libre de una desgracia así), afirmaba cínico y guasón mirando con altanería a las cámaras que se aburría.  - ¡Me a-bu-rro! - decía como argumento chusco para justificar su opinión sobre ellas.

    Y digo yo, de qué diablos presume el tipo éste catalogando como feas y poco atractivas a las chicas de la casa, cuando él es el menos indicado para hablar, teniendo en cuenta sobre todo con quien estuvo liado fuera antes de entrar en el concurso. No sé los demás, pero si yo estuviese en la tesitura de tener que elegir prefiero, no diez, sino cien veces antes a cualquiera de las chicas de la casa, que tener el más mínimo roce con alguien como la Yola Berrocal; la mujer biónica con la que él se lo montaba. ¡Lo que hay que oír!.

   Hablando de batracios y otros anfibios (bichos de tierra y agua, tanta ambigüedad comienza a ser sospechosa), estos dos elementos me recuerdan a la rana aquella del chiste en la fiesta de la selva.  En el original es una rana, pero yo pongo dos porque viene a cuento:

   El rey León convocó a todos los animales en un claro de la selva para comunicarles que se iba a celebrar el aniversario de su llegada al poder. Con todos allí reunidos y después de dar el consabido discurso de bienvenida comenzó a anunciar los festejos:

- “Queridos súbditos, en primer lugar traeremos todo tipo de manjares y viandas y....”

    Antes de continuar se escucha a dos ranas escondidas entre la muchedumbre que gritan al unísono:
- “¡¡ESO, ESO, y que traigan PUTAS!!”

    El rey león visiblemente enojado lanza un suave rugido, todo el mundo calla y eleva algo más su poderosa voz observando con furia contenida a la multitud de patas, orejas y rabos entremezclados, intentando localizar a los culpables de la interrumpción mientras sigue hablando:
- “Además de la comida traeremos bebidas refrescantes y licores para todos y....”

    Otra vez las dos ranas, descontroladas y dando saltos, lo interrumpen gritando aún más alto:
- “¡¡ESO, ESO, pero que traigan PUTAS!!”

   El Rey de León ya mucho más cabreado vuelve a rugir con fuerza y grita marcando cada sílaba y cada palabra al tiempo que estira el cuello intentando ver desde su atalaya a los viscosos saboteadores al tiempo que continúa:
- “Y además de alcohol y comida, pondremos buena música y habrá marihuana para todos y..”

    Las dos ranas totalmente emocionadas al escuchar esto último interrumpen con más estrépito que antes y chillan desaforadas de forma estridente:
 - “¡¡ESO, ESO, todo lo que quieras que no FALTEN PUTAS!!”

    El rey León ya totalmente fuera de sí lanza un potente y aterrador rugido que enmudece a toda la selva, eleva su voz y a grito pelado dice mientras mira fijamente a los seres viscosos con odio infinito:
- ¡¡¡¡¡Sabed todos que a la fiesta traeremos mucha comida, cantidad de alcohol, hierba de la buena y pondremos la mejor música, PERO ESOS DOS BICHOS VERDES Y VISCOSOS QUE VIVEN ARRASTRÁNDOSE ENTRE LA TIERRA Y EL AGUA; ESOS DOS NO VENDRÁN Y SE IRÁN A LA PUTA CALLE!!!!

    Al oÍr esto las dos ranas entusiasmadas gritan aún más alto.
- ¡¡¡¡ ESO, ESO, que den por culo a los cocodrilos pero que traigan putas!!!

    Interpretando el chiste a modo de fábula o metáfora, a estos dos les pasa lo mismo que a las ranas del cuento; van a lo suyo y lo demás les da igual.  Lo que no saben es que si siguen así les falta medio telediario para ser carne de “plató”. Claro que a lo mejor es eso lo que buscan y de ahí tales actitudes.

LA BODA

    En la anterior entrada me atreví a vaticinar, de forma arriesgada y un poco coñera, que mi adorada Lydia (luego explicaré un poco más esta extraña devoción por la niña que según ella misma confesaba en su vídeo de presentación, nunca pasa desapercibida por donde pasa) y Julio “feroz” estaban predestinados a acabar juntos.  La verdad, nunca pensé que se llegasen a cumplir tan pronto mis augurios ya que dos días después en la fiesta del sábado los casaron, con todo el boato y parafernalia para la ocasión, en una ceremonia con tintes clásicos y romanos; él disfrazado de soldado pretoriano y ella de primorosa y abnegada matrona romana. Ofició la ceremonia un entusiasta Anup, encantado en su papel de cura pagano (el indio loco se apunta a un bombardeo si hace falta). Por supuesto, como invitados, acompañaron a los novios todos los habitantes de la casa “friki”, haciéndoles el coro en medio de un barullo monumental, empujando y animando en los momentos de flaqueza a un Feroz que no acababa de decidirse y que amagó con dejar a la niña de su papi compuesta y sin novio. Incluso llegó a sacarse el peto aunque al final pasó por el aro y le plantificó dos besos (eso sí, castos por ahora) en las mejillas la exuberante rubia. No tengo noticias de que consumaran el matrimonio pero hasta el jueves todo puede pasar que la expulsión apremia. Ya lo dice el dicho: "hacer de la necesidad virtud

    No quiero presumir de nada, Dios me valga, pero ya van dos acertadas con ésta y la del recule de la Milá, cuando aseguré aquí después del programa "Esperando a GH 12", que en la gala cero la presentadora desmentiría a Ángel después de escuchar, como no, la versión de los psicólogos. Eso sí, hay que decirlo todo, acerté con los hechos pero no la fecha, que se adelantaron los dos.

    Vale, acepto que la boda fue de mentirijillas y estuvo montada para que ganen puntos los dos intentando dar juego y salvar el culo el próximo jueves. Para mi apuesta vale y la doy por ganada (juego en casa) y todavía puede convertirse en realidad lo que de momento es sólo una coña marinera. Ya veremos.  De momento, ayer noche durante el debate, estuvieron los dos, Julio y Lydia, todo el rato tumbados en la alfombra en plan cariñoso y cercano, mientras el puñetero de Marcelo, el malaguita, que tiene la virtud de meter siempre los hocicos en todo, gritaba a quien quisiera oírlo: - ¡¡Aquí hay tema!!.

   Por cierto cuando los veo juntos no puedo dejar de pensar en Shrek y Fiona, y lo digo con todo el cariño del mundo.

    Estoy pensándome muy seriamente el montar un chiringuito adivinatorio a lo bruja Lola, y a través de un enlace en la parte más visible de este blog animar al poco personal que todavía entra por esta casa para que lo visite y conozca su futuro. A lo mejor suben las visitas y de paso que me gano unos eurillos. Como soy gallego por ahí me viene la cosa, lo digo por lo de las meigas y eso.  Quién sabe, a lo mejor me animo, así que si dentro de unos días os encontráis una bola de cristal en algún rincón del blog no os preocupéis que no es un enlace con Cuarto Milenio, el programa de Iker Jiménez, es mi reclamo para incautos. Tengo que buscar ya una frase apropiada de publicidad; algo como: “En el blog de Marulo sabrá si su futuro es chulo” o “Entre en el blog de Marulo y sabrá si su futuro va de culo”.  Todo esto es por hablar  y no estar callado.

    Bueno sigamos con lo que interesa que me disperso.

OTRAS COSAS

    En la madrugada del domingo cuando la fiesta comenzaba de verdad en la casa guay, la de los colorines; en la “estación alfa”, la casa friki, estaba todo el mundo ya metida en los "nichos" para dormir.  Como soy algo supersticioso no os diré lo que parecía, que ya lo sabéis.  Claro que en la otra casa ayuda mucho el rollete del jacuzzi; porque da mucho juego y el personal con una copa en la mano se despendola, enseña muslamen y eso siempre anima al chapoteo y al cachondeo. Por el contrario, en la casa Ariel (lo digo por blanca e inmaculada) entre la bicicleta, el alcohol y la boda nada de nada. Todos roncando.

    Habría muchas cosas que comentar pero por hoy llega. Destacaré algunas cosillas, como el incipiente lío de  Marta con Joaquín.  Ella, al fallarle Yago, no se lo pensó dos veces y se arrimó al “maduro” de la casa y él, veterano conquistador de noches de verbena, entró al trapo. El problema es que los dos son culo de mal asiento en el tema sentimental y a ver entonces como se lo montan si continúan ahí dentro bastante tiempo, porque como haya tema, si no los echamos antes, será difícil aquello de irse cada mochuelo a su olivo después de consumado el asunto. Y ojo hay terceras en liza. - Te lo voy a quitar todo -  Le dijo susurrando al oído el de Huelva a la Gallega. No sabe nada el pavo. Comparado con los otros dos energúmenos que le hacen ascos al resto de las chicas, Joaquín al menos es un tío que se viste por los pies.

    En la casa Ariel no pierdo de vista a Anup, Eduardo y Julia. Los tengo en observación. Son los más raciales o si se quiere, mejor aún, los que tienen una personalidad más hecha y marcada en función de unos parámetros muy concretos que se explican con sus vidas. Los tres tenían trabajo, sus vidas más o menos hechas y cada uno ha tenido que tirar de un carro lleno de dificultades, y a su manera y con matices, los tres llevan una estrategia parecida. Dicen lo que piensan y con más o menos oportunidad, según los casos, todos ellos ya han hecho pupa a alguno de sus compañeros con sus opiniones.

Marulo
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viernes, 22 de octubre de 2010

QUE HE HECHO YO PARA MERECER ESTO (Julio "feroz")

    Para compensar  lo dicho en mi entrada anterior, tras la decepción de la gala cero con la entrada de algunos concursantes que no eran exactamente anónimos, cosa que me cabreó un huevo, debo reconocer antes de nada que la gala de ayer me sorprendió muy gratamente con su planteamiento novedoso y por las diversas tramas urdidas para resolver lo que sabíamos, y que consistía en descubrir como quedarían los grupos definitivos en cada casa para el resto del concurso.
 
    El guión propuesto ha tenido la virtud de entretenernos y conseguir, al menos en mi caso, mantenerme durante tantas horas literalmente pegado a la pantalla de la caja tonta para no perder detalle de todo lo que iba pasando con las situaciones inesperadas que se presentaban en cada momento. Y lo hicieron fundamentalmente de dos maneras, y las dos relacionadas. Por un lado, lo lograron manteniéndonos en vilo de principio a final administrando de forma eficaz e inteligente el suspense y la intriga, a pesar de que algunos acontecimientos y decisiones que fueron sucediendo eran sencillos de adivinar.  La otra manera de hacerlo tiene que ver con el método que utilizaron para mezclar a los concursantes en las dos casas, en función de unas preferencias y rechazos expresados en un pacto conjunto que se basó en la información obtenida en las originales y jugosas citas a ciegas que tuvieron en el cuarto oscuro durante la semana; unos encuentros que, además de divertidos, resultaron esclarecedores para conocer la personalidad y el juego que llevaba cada uno. 

    Gracias a cómo organizaron ayer el programa pudimos descubrir intenciones y sentimientos que en tan pocos días comenzaron a albergar entre ellos.  Buena muestra de lo que digo fueron las reacciones provocadas ante el paulatino descubrimiento de con quién y en dónde vivirían definitivamente. Algunas curiosas y exageradas, casi cómicas, como las de Patricia y Julio, llorando ella sin desconsuelo y deshecha en ríos de rimel mientras que el  boxeador reaccionaba con un rebote monumental y antológico de pura frustración al sentirse excluido del grupo de los supuestamente elegidos para la gloria al sentirse relegado a la casa de los fracasados según sus propias palabras.   El “feroz” se pasó media gala rumiando su decepción sin reparar en absoluto en que él fue también partícipe del juego y por tanto culpable de la elección de las chicas rechazadas. Esa incapacidad de ponerse en el lugar del otro y fijarse tan sólo en su propio ombligo, demuestran la evidente inmadurez de una personalidad todavía adolescente y un tanto egocéntrica, algo que desgraciadamente forma parte, seguro, de la atracción que este “personaje” tendrá para una gran parte de la audiencia, de manera que tal vez no sea el expulsado el próximo jueves, salvo que cometa más barbaridades y se le dé por tirar piedras contra su propio tejado. De todos modos, como explicaré, espero y deseó que se vaya antes Óscar, el prepotente y rasurado global de la casa guay.

    Lo dicho, cuando las cosas resultan originales y están bien hechas hay que aplaudir y punto. De alguna manera me han hecho olvidar durante unas horas la indignación que tenía desde la semana pasada. Y si además conseguimos que se vaya uno de los famosetes, a ser posible Óscar como he dicho antes, pues estupendo. Miel sobre hojuelas y objetivo cumplido. Que no me vengan ahora con que a este tipo, émulo de Aznar en demostrar quien la tiene más grande, y me refiero por supuesto a la tableta de chocolate oblicua que tanto enseña sin pudor alguno, hay que salvarlo porque da más juego y todas esas monsergas. No compro. Así que desfilando ya hacia el plató cuanto antes como comenté la semana pasada.
    Respecto a las nominaciones individuales de los habitantes de la casa de colorines (con el perfil de los habitantes que  allí quedan el que disponga de jacuzzi parece hecho a propósito) aunque apuntan algunas cosas interesantes, por precipitadas, prefiero no comentar demasiado por ahora, así que vuelvo a lo que realmente me interesa, al confesionario de la casa friki, donde acabaron Julio el "feroz" comiéndose a regañadientes su orgullo (deberían enseñarle que las palabras se las lleva el viento pero lo escrito no, y menos tatuado en el cuerpo) y la adorable Lydia, la niña de su papi, contenida y decepcionada pero llevándolo con mucha más dignidad (aunque la procesión va por dentro) y teniendo que aguantar, además, que el cafre del cuadrilátero la tratase de “don nadie”.

    La oportunidad de observarlos en esa sala juntos y desamparados, rechazados entre los rechazados, parias entre los parias del escalafón más bajo de GH12, me produjo cierta ternura. Ellos aún no lo saben pero el destino es caprichoso y los ha unido de alguna manera con un propósito ahora inescrutable. Los dos me parecen verdaderas caricaturas de los personajes entrañables de un cómic de serie negra: nuestro rocki hispano bruto e impulsivo ("nasío para triunfá y follá") y ella, el reverso de la moneda, la chica ingenua que nunca pasa desapercibida, explosiva y sexi, perfecta para alegrar la vista y desatar los instintos más básicos y gregarios de los albañiles rudos de cualquier obra de este país.  ¡Imaginaos los piropos y exabruptos que dirían al verla cruzar la acera!. Como decía, no son todavía conscientes pero están hechos el uno para el otro, y ahí encerrados con el resto de sus compañeros descartados, se odiarán o se amarán.  Ya me la imagino a ella de caperucita roja, voluptuosa y picarona y a él de lobo “feroz” intentando merendársela. Cada uno que imagine el cuento como quiera.  Para que no digan después que los gallegos nos quedamos en medio de la escalera; así que arriesgo la apuesta aunque más tarde tenga que pagar o desdecirme.  Por eso espero que no los echen, sobre todo a ella, mi adorada “bombi”, porque creo que tiene un guión todavía por escribir en esta edición. Y con el feroz por medio todavía más.   

    La casa friki, o “sui generis”, por decirlo en “fisno”, esa especie de aeroestación espacial aséptica llena de personajes tan normalmente excéntricos como los robots rotos de Blade Runner,  se puede convertir en un desatino más superlativo que una peli de Almodóvar.   Por eso, observando la reacción de disgusto y decepción de Julio Feroz y de Patricia, y seguramente de algunos más, aunque callan, titulo esta entrada con una de las primeras y mejores películas del cineasta manchego: "Qué he hecho yo para merecer esto"

    Respecto a los demás, apenas unas pinceladas. De momento.

    No me agrada Marcelo, me genera malas vibraciones por bocas y correveidile. Es el rey del cotilleo y de los dimes y diretes. Mal asunto porque la puede liar si se confirma, como pienso, su intencionalidad malévola.

    Dámaso por fin descansará más tranquilo al no tener que pasar el mal trago de verse rodeado de tipos musculados marcando paquete en calzoncillos delante de sus narices. Por cierto, no habrá alguna alma caritativa que le diga al  chico que canta de pena y que limite su efusión cantarina. Es cuestión de contribuir a paliar la contaminación acústica  que nos rodea y ahora, con Patricia a dúo, puede resultar una tortura más insoportable que el potro.

    Laura me cae bien, las mismas sensaciones que en la primera impresión de la gala cero: es natural, espontánea, un punto chillona y con un perfil de colega perfecta. Y como todo hay que decirlo tiene unos ojos increíbles.

    Julia no me dice mucho pero me encanta verla siempre agradecida, tan a gusto y feliz ahí dentro.

    Con Rubén no lo tengo muy claro ya que su historia con Chari no acaba de convencerme. No entiendo que hacen ahí dentro con el problema que tienen en su relación. Salvando las distancias me recuerdan de alguna manera a Gema y Carlitos de GH10. Y ya sabemos en qué acabó aquella historia. Y ojo, porque hablamos de su novia y sus devaneos, por llamarlo de alguna forma, pero entre él y Laura hay bastante conexión y a los dos les auguro una estancia larga en GH.  La efusiva alegría de encontrase en la misma casa fue mutua. Tiempo al tiempo.

    Achilipú, el indio loco, el tigre de África, el agente A, es listo y tiene toques geniales. Me “escojoné” de risa cuando con mucha coña confesaba que echaba de menos a su mujer y haciéndose el preocupado por sus crecientes necesidades sexuales preguntaba al súper si podían facilitarle una muñeca hinchable para resolver la cuestión con dignidad. Veremos, de todos modos, lo que pasará cuando explote en la convivencia su vena neurótica con la limpieza y el planchado.

    Está claro que Eduardo tiene mucha personalidad y lo ha demostrado dejando claras unas cuantas cosas, pero a estas alturas no soy capaz de valorarlo con objetividad ni de atisbar cual puede ser su evolución.

    Mireia me resulta enigmática e interesante como el busto de Nefertiti. Se adivina una gran inteligencia detrás de su mirada, analizándolo y sopesándolo todo desde el primer momento. A ver cuanto tarda en mover ficha.

   Cathi es atractiva y sensual, pero detrás de esa sonrisa tan cautivadora ya sabemos, desgraciadamente por la información exterior, lo que esconde. ¿Sabrá ella que lo sabemos y juega con ello?.

    Marta, mi vecina del norte, está jugando demasiado fuerte y con las cartas boca arriba desde el principio, o eso parece. Es increíble que no aprenda de los errores de concursantes anteriores. Me recuerda demasiado en versión espigada a Paula, nuestra paisana de GH 9, que se fue de las primeras, entre otras cosas,  por ir a saco a por Flequi.

    Respecto a Yago y Óscar me remito a lo escrito anteriormente, tanto aquí como en la entrada anterior.

     Flor, la argentina, una cara bonita que de momento no me dice demasiado.

    Joaquín es un viejo depredador de maneras clásicas que se lo curra con labia, calidez y proximidad, y mezclado todo con el punto canalla de un veterano en mil batallas amorosas. En cada arruga de su cara y en la seguridad de su sonrisa se adivina que conoce la fórmula del éxito para las conquistas pasajeras.  Alguna o algunas caerán, eso seguro. Y después a ver que pasa.

    Terri, simpática y agotadora, será la salsa de todas las fiestas y la gran amiga de muchos. 

    Jhota fue la sorpresa, ya que todo el mundo le adjudicaba la casa Friki. con Terri será el contrapunto al resto de los habitantes de la casa guay.  Su reencuentro emocionado con Chari demostró que en tan pocos días había más cosas detrás de las apariencias y lo que interesaba vender para la audiencia del programa.

    Me vale para Chari la reflexión anterior sobre Rubén y su relación entre ellos.  A pesar de lo horterilla que es y de toda la movida con el feroz, de sus incongruencias y las suspicacias que levanta con su actuación, no puedo evitar que de momento me caiga bien.

    Y para rematar no quiero despedirme sin comentar el clásico, lo de siempre, uno de los tópicos que no podía faltar en está edición: la cruzada de Mercedes Milá contra el tabaco.   Aprovechó que el Pisuerga pasa por Valladolid, cuando mentó la ley antitabaco y sus nuevas medidas, para ponerse en plan madre Teresa de Calcuta con la intención de salvar del vicio, otro año y éste con más razón, a los fumadores que entraron en Guadalix.

Marulo
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lunes, 18 de octubre de 2010

CON BRAGAS Y A LO LOCO

    Visto lo visto en la gala cero no sé a qué carta quedarme, si con la primera y cantarles ya las cuarenta, como en el tute, para poner pingando y de vuelta y media el despropósito de casting que nos han endiñado este año, o tomar aire, respirar con calma y esperar próximos acontecimientos. Es decir, un voto de confianza. El problema es que estoy escaldado, y al recordar la selección de GH 11 no quiero que me pillen esta vez despistado y con los pantalones bajados.

    Si hago lo primero, que es lo que me pide el cuerpo, me doy un desahogo y destripo ya a unos cuantos personajillos que nos han metido. ¡Con tanto candidato donde elegir, y más que nunca, para esto!. Como dice el viejo refrán: “Para este viaje no hacen falta estas alforjas”. Al menos algunas de ellas.

    He de decir que escribo todo esto sin haber visto nada del 24 horas ni los primeros resúmenes de hoy,  porque prefiero escribir la primera impresión de ayer sin condicionantes ni contaminación alguna después de todo un día dedicado a mis asuntos y por tanto desconectado.

    Sinceramente, estoy bastante perdido. Como muchos me imagino. Llevo pensando un buen rato cómo denominar todo lo que hemos visto anoche en esta primera gala, y el caso es que mientras transcurría el programa y entraban los “especímenes” que nos han metido (muy pocos se escapan a tal calificativo, sobre todos ellos) iba rememorando títulos de pelis que me venían a la cabeza asociándolos con todo lo que veía. Al final me quedé con la que titulo la entrada, que se me ocurrió mientras observaba a esa panda de tíos resabiados y narcisistas manoseando la ropa interior en las maletas de las chicas y que ellos deberán ponerse. Algunos lo hacían con esa mirada y gestos de perdonavidas de los que ya no se emocionan por nada, y que sin entusiasmo ni empatía van de sobrados y están de vuelta de todo. O presumen de ello que esa es otra. Luego me enteré por aquí y por allá de que unos cuántos son viejos conocidos de los programas cutres de famoseo o por postularse en los platós por motivos varios, cada cual más espúreo.
    Lo cierto es que no me transmiten nada, o muy poco, y da la impresión de que algunos están a otra cosa. No barrunto nada bueno pero esperaré a ver en qué queda todo esto antes de juzgar, aunque sólo sea por ver como hace el imbécil, disfrazado de tía, tanto macho vigoréxico de gimnasio o esclavo declarado de potingues y dietas macrobióticas.
    Hablando ya de Óscar en concreto, no espero nada de un tío presuntamente sano que no es capaz ventilarse, aunque sólo sea de vez en cuando, un buen potaje o unas lentejas como Dios manda. Lo dicho y ojalá me equivoque, pero no me fío un huevo de tipos así. Y menos si le da por estar más rasurado y limpio que el culo de una mona. Vale, que es lo que se lleva hoy en día y pone a las tías de menos de 30, o eso dicen, pero yo no compro; así que con su pan se lo coman.

    Comentaba que me costó poner el título a la entrada y estuve barajando varios sin decidirme: “La gran estafa”, “GH 12: atraco a las 10 y media”,“ Estafados y ofendidos” y  alguno que otro más para la ocasión "tuneado" de una peli de Ciencia ficción, que comentaré más tarde si me acuerdo y no se me va la pinza.

    En GH 10 tuvimos que soportar al sobreactuado de Germán, aquel showman súper energético con tantas tablas en el medio televisivo y al que le dimos en la casa poco más de tres telediarios.  Hoy no hago más que regocijarme pensando en cómo conseguiremos echar a esos tres o cuatro que ya tienen más kilómetros en el mamoneo de los programas casposos que el bolso Marujita Díaz.  Deberíamos conjurarnos para limpiar GH de estos personajillos cuanto antes y el primero de la lista, mi paisano y vecino, Yago, el que se vanagloria de tener más muescas en el asunto de la jodienda que Julio Iglesias a sus mismos años. Pretenderá, seguro, ganarle la partida y el récord con lo que le queda por delante para entrar en el Guiness de las hazañas sexuales. Un figura, el angelito. Sólo un tipo así de engreído, claro, podría atreverse con Yola Berrocal y presumir de lo que presume. En fin.

    Por tanto, al modelo promiscuo éste, al rasurado macrobiótico de Granada, al lobo FEROZ y a la Venezolana, si se confirma que también es de la farándula, que está muy buena pero me da igual, les  abrimos ya la puerta para que vayan saliendo en fila india y así demostramos a la organización que no nos gusta nada, pero nada de nada, que nos tomen el pelo. Queremos gente verdaderamente anónima, al menos yo, que para lo otro ya tenemos Supervivientes  u otros sucedáneos, programas donde ya sabemos de qué va la cosa y lo que dan de sí.

    Para lo fácil nos ponen los mindundis, las presas en teoria débiles, a cada cuál más friki y excéntrico.  Dámaso, anteayer niño y hoy todavía adolescente a medio hervor, que parece que nos lo ponen de diana "pim, pam pum", para que nos cebemos. Pero paso, que yo quiero ir a por las piezas de caza mayor. Lo mismo que el Jhota, otro que tal baila y que parece nieto de los chiripitifláuticos, del tío Aquiles y Locomotoro y con el capitán Tan y Valentina como padrinos de la criatura (los que anden entre 45/46 y 51 /52 años, saben a qué me refiero, aquel programa infantil de finales de los 60  que emitían en blanco y negro en la tele casposa del franquismo). Sólo falta que el ex seminarista con cara de beato meapilas, opositor a pepero o sabe Dios qué, demasiado infantil y poco hecho para el juego, se nos destape en cuanto se ponga el primer camisón de raso que se encuentre en la maleta de las chicas que le haya tocado y se  arranque a cantar aquella de Manolo Escobar: "No me gusta que en los toros te pongas la minifalda" al tiempo que Jhota nos cante la de "los hermanos mala sombra somos malos de verdad" actualizada a ritmo de retro regaeeton. La leche en bote. Ni los lumis.  Y para rematarla nos meten a Marcelo, el estudiante malagueño de historia recién salido del cascarón y que nos dice todas esas mariconadas (con perdón) en su vídeo de presentación, que a ver por donde nos sale el niño.

    Para completar el cuarteto de los mindundis, el que faltaba, el hindú “Achilipú” o como se llame, que me recuerda a la china de GH 10, a Li, que entró para que todos viésemos a los chinos de forma diferente. Y vaya si los vemos. Dos años después y los vemos por todas partes. Sólo hay que ver la matrícula “made in...” a cualquier producto. Fuera bromas, el tío parece simpático y cachondo a rabiar pero no sé como va a encajar en medio de toda esa “fauna”. Que conste que él no se queda atrás y quiere formar parte del zoo, y para no ser menos que los machoman ibéricos también se ha tirado el moco presumiendo que es un tigre en la cama y si no que se lo preguntemos a su mujer. Que se preparen. Garras no sé si tendrá, pero lengua de sobra.

    Joaquín parece un Gari Cooper de la tierra montado en moto en vez de caballo. Este promete pero a ver en que acaba.  Y por último Rubén, el ex de Chari, y Eduardo, el chico con problemas auditivos, dos tíos normales, menos mal, pero hay que esperar que nunca se sabe.

    De ellas ya hablaremos, pero de momento me tienen asombrado y cautivado globiLydia, la niña de su papi y Patricia, que parece la prima de Algeciras de las gemelas de los Palacios de GH 9.  Por cierto, no me hizo pizca de gracia la maldad calculada y un poco machistilla de hacerlas subir, precisamente a ellas, todas esas maletas por el barranco para acceder a la casa. Menuda manera de bajarles los humos.  Lo mismo que el guión malo de una peli de terror de serie B, donde el psicópata de turno se carga siempre a las primeras de cambio a las rubias buenorras y aparentemente tontas. Pero ellas, a trancas y barrancas, aguantaron con pundonor y dos razones poderosas, sí señor. Sólo por eso, espero que no las expulsemos las primeras.
    De las demás  me parece interesante Mireia, la pelirroja, aunque de inicio es de las que menos me gusta físicamente. También me cae bien Laura la sindicalista, por entusiasta y por arrestos. Y respecto a Chari, la novia o la ex de Rubén, a ver por donde nos sale con tanta “euforia” difícil de apagar que dice que tiene.  Y Rubén, con cara de acojonado, porque tiene mala leche la cosa, no fue capaz de seguir el ritmo de Chari, a la que dejan sola con los tíos en la habitación futurista y a él lo meten, también solo, con las nueve chicas en la otra casa.  Menudo panorama. 

    Para terminar quería recordar que al final de la anterior entrada pronosticaba que Mercedes este domingo, en la primera gala, diría lo que tuviese que decir defendiendo la profesionalidad de los psicólogos de GH quitando la razón a Ángel.  Pues me equivoqué. Sí lo dijo, pero se adelantó 24 horas y lo soltó en el programa de Jordi, en Sálvame.   ¡Mierda de adivino que estoy hecho!.

Marulo
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viernes, 15 de octubre de 2010

"DESESPERANDO" GH 12

    No sé todavía como calificar lo de ayer, porque esperar no esperaba nada, pero debía temerme algo así cuando anunciaron que la cosa, GH 12, no empezaba de verdad hasta el domingo y nos enchufan de aperitivo, para abrir boca, un lamentable "rondito" de ex gran hermanos, que en definitiva es lo que fue el programa “Esperando a Gran Hermano 12

    Con razón, y ahora soy más consciente, noté a Mercedes bastante descolocada y confusa que nunca. Lidiar con tanto toro de mihura de la ganadería GH, y también con morlacos de 2ª de relleno, no era, seguro, lo que esperaba tener que hacer la presentadora a estas alturas. Estar a sueldo es lo que tiene.  Para contentarnos se limitaron, chapuceramente, a enseñarnos imágenes descafeinadas de los lugares de donde vienen algunos de los futuros concursantes. Es decir, nada.

    Por eso me pareció la cosa muy deslucida por la desgana y el escaso glamour con que se hizo todo. Una fórmula simplona que no sirvió más que para confirmar mis filias y fobias de siempre, y eso sí, descubrir alguna que otra cosilla de los que allí estaban para apuntalar determinadas ideas o sospechas que ya tenía.

    No quiero ahondar demasiado en cómo discurrió semejante despropósito, una reunión de tantos egos enfrentados por adquirir de nuevo relevancia mediática, pero ya me pareció que tardaban mucho en comenzar los gritos y las broncas después unos minutos de programa extrañamente tranquilos. Pero al final llegaron, y se desató enseguida el guirigay que vimos y que una cansada Mercedes apenas podía controlar, contribuyendo ella también puntualmente, con su peculiar forma de administrar turnos de palabra y “justicia”, a que se retroalimentasen algunas desavenencias y cuentas pendientes que difícilmente lograban mantenerse bajo control.

    Personalmente me asombra y me preocupa, al verlos ayer en pleno debate o dislate (lo de Gerardo, por ejemplo, no tiene otro calificativo) y de que nos recordaran con las imágenes mostradas algunos momentos de su paso por GH, que después del tiempo transcurrido uno siga teniendo casi las mismas sensaciones de rechazo o aceptación por algunos de ellos que siempre tuve. Es decir, que no me he movido un ápice en cuanto a los sentimientos de agrado o desagrado que siempre me produjeron y que no han variado casi nada con el paso del tiempo.  Es algo incontrolable, lo sé, por irracional. Cuestión de química pura y dura que no tiene arreglo, supongo.

    Además de Gerardo, que no merece dedicarle una línea más por personaje patético al que el gremio de payasos debería poner una denuncia por intromisión profesional y desprestigio para su noble profesión, están algunos otros con los que no puedo, de verdad, por mucho que relaje la mente y me jure que no son  más que viejos prejuicios sin superar. 

    Es el caso de Iván, por ejemplo; sus formas y su tono de voz me siguen produciendo sarpullidos y se me hace muy difícil verlo con benevolencia a pesar de que estoy convencido de que no es mal tío, pero no muevo casi una coma de lo que pensaba de él en GH 10 después de que nos pusieran el resumen de sus broncas en la casa. Y eso que me fastidia la cosa, porque  hay mucha gente por la que siento un gran aprecio ahora, que al contemplar aquellas imágenes sigue reviviendo las mismas emociones de entonces a su favor.

    Con Pepe me pasa lo contrario, asumo su cinismo y su calculada frialdad pero me sigue ganando como siempre y eso que se ha liado con la temperamental Ainhoa y se justifica de forma poco creíble cuando ya peina canas para decirnos que no está en condiciones, suponemos que económicas, para formar una familia. ¡Venga ya!

    Y para completar el trio de ases, la de los “treintañeros” que ganaron alguna edición de GH, (a Pedro el de las ovejas no lo incluyo en el paquete) nos queda Ángel, el maestro zen y cantarín. Fue siempre una de mis opciones para ganar la última edición ya que no había mucho donde rascar, pero sigue produciéndome un montón de reacciones encontradas; la primera esa manía que tiene de dar, como por encima del bien y el mal, lecciones morales a los demás. Él a su manera largó más que nadie y se despachó a gusto en los momentos más inoportunos. No soportaba que nadie le dijera ni mu y cuando eso ocurría reaccionaba de forma desproporcionada y se iba por peteneras dejando al personal con la palabra en la boca.     A pesar de la exagerada reacción de la Milá ayer, con la confesión del de la chiva de que en el confesionario lo vendieron e hicieron público cosas que según él eran privadas y para desahogarse, me pareció bastante deplorable que a estas alturas nos venga con estas monsergas habida cuenta de que durante el programa cuando dejaron, esa vez sí, con el culo al aire a Lis, poniendo ante todos sus declaraciones sobre la pareja lesbiana, él no dijo esta boca es mía y por el contrario se sumó a su degüello con más saña que nadie en vez de moderarse y salir en su defensa, ya que al fin y al cabo había cierto rollito entre ellos. Lamentable su actitud y lamentables sus palabras hacía ella en aquel momento.  A mí no me gustó lo que hizo Lis, pero formaba parte del juego y así lo dijeron muy clarito; si se descubría el secreto de alguno éste se iba a la puñetera calle y además que yo recuerde nunca se habían hecho públicas declaraciones del confesionario estando dentro de la casa la persona que las hizo. En fin, que nos venga con lo de ayer  y además de pobre víctima, me repatea bastante.

     Y la reacción de Mercedes, que después de todo lo visto también nos venga ahora de “puretas” y en plan maximalista con el cuento de que “yo por aquí no paso”, pues como que no, que ya somos mayorcitos y tenemos muchos kilómetros encima y el carnet de 1ª en GH. O mucho me equivoco pero seguro que el domingo dirá lo que tenga que decir sobre el asunto defendiendo la profesionalidad de los psicólogos de GH y aquí paz y después gloria.

    Para terminar, una sonrisa, por algo que ya comenté ayer noche en casa de Ácrata durante el programa: me da que el delfín de Arturo ha vuelto a navegar por las turbulentas aguas del océano Índico. Es una sospecha, sin fundamento, casi evidencia, pero que por lo visto muchos compartimos.

Marulo

domingo, 10 de octubre de 2010

GH: VIEJAS POLÉMICAS NUEVAS CONTROVERSIAS

    A pocos días del comienzo de GH 12 no hago más que preguntarme qué nuevas polémicas nos traerá el concurso este año o si se repetirán las antiguas controversias de siempre pero con diferentes protagonistas. Pensando en ello me acuerdo de algunos concursantes de anteriores ediciones y rememoro todos esos momentos vividos en el concurso que, según mi criterio, produjeron más ampollas en la historia del programa. Sucesos y situaciones que trascendieron el entorno del concurso y provocaron escándalo entre espectadores y medios; rasgándose unos y otros, casi siempre de forma cínica, las vestiduras.
                                           
    Lo cierto es que hay una realidad incuestionable: la polémica y Gran Hermano han ido siempre de la mano, incluso antes del comienzo de la primera edición, cuando ya lo anunciaban durante su promoción y se hablaba del que iba a ser el acontecimiento televisivo de la década y casi del nuevo milenio.  Desde entonces, sin falta, el concurso recibió año tras año todos los palos de la prensa seria. Sesudos analistas y periodistas de supuesto prestigio, en debates y tertulias, en entrevistas o a través de artículos de opinión, se despacharon a gusto y sin contemplaciones contra el programa; denostando, vilipendiando y poniendo "a parir" el nuevo invento televisivo, y contribuyendo así, de forma consciente y beligerante, a su desprestigio en el mundo intelectual y "cultureta".

    A lo largo de todos estos años (once para ser exactos) se dijeron cosas asombrosas e increíbles en su contra y se pronosticaron consecuencias tremendas y apocalípticas a su cuenta, convirtiéndolo en el símbolo inequívoco de la decadencia de nuestra sufrida piel de toro.  Y por si esto no fuera poco (manda huevos), también lo señalaron y acusaron, en concreto, como origen de todos los males que aquejan a la juventud; constituyéndose de la noche a la mañana, para muchos, en síntoma definitorio del supuesto declive moral de nuestra sociedad.  Una enfermedad con tan mal pronóstico que este país para salvarse, si sólo fuese cierto la mitad de lo dicho y escrito, necesitaría entrar de inmediato en una unidad de cuidados intensivos.

    Hablando claro y pronto, según los negros augurios de tanto cenizo, estábamos y estamos al borde del abismo, y el éxito incuestionable de un programa como GH, calificado desde el principio como estandarte de la telebasura, y su increíble permanencia en el tiempo, era la prueba irrefutable que confirmaba tales teorías.

    Estas diatribas contra el concurso por parte de tanta mente preclara del periodismo con mayúsculas, e intelectuales de tertulia, se superaban en virulencia y saña cuanto más éxito tenía el programa; y también a medida que crecía en intensidad y audiencia el ruido mediático provocado por las frecuentes polémicas que florecían en el concurso ampliadas a veces de forma interesada por tele5 para lo suyo.  Broncas y escándalos que se sucedían edición tras edición con determinados concursantes problemáticos o con situaciones polémicas del concurso que causaban indignación y alarma social debido a la inmensa popularidad adquirida por el programa.

   Tan sólo algún que otro intelectual, como el controvertido filósofo Gustavo Bueno, justificaba el programa.  El profesor, haciendo de abogado del diablo, enaltecía las virtudes del mismo defendiendo, no sin sorna, la validez de semejante apuesta televisiva por nueva y revolucionaria. Según sus propias declaraciones esta insólita  defensa, aislada entre los suyos, tan sólo atañía a las dos primeras ediciones del concurso, al considerar que eran las únicas que habían mantenido las esencias primigenias del concurso.  Mucha gente lo recordará por sus crónicas de GH en la revista Interviú. El pensador, muy cuestionado también por otras opiniones sobre asuntos de la actualidad nacional, era muy solicitado entonces en entrevistas y debates sobre el tema, más por sus análisis y opiniones sobre Gran Hermano que por sus teorías filosóficas. Como era de esperar lo acusaron de subirse al carro de GH aprovechando la coyuntura para aumentar su popularidad remando a contracorriente y así, de paso, conseguir  que sus libros sobre la telebasura y otros temas se vendiesen como rosquillas.
    A continuación dejo el enlace de un extracto de la interesante entrevista que le hizo  en su momento “el loco de la colina”: 


    Este intento de acoso y derribo del concurso de GH se aplacó un poco a medida que fueron apareciendo, al rebufo de su éxito, otros programas claramente cutres e infumables; auténticos bodrios la mayoría . No es necesario que recuerde los títulos porque están en la mente de todos.  Algunos se mantuvieron en el candelero tan sólo un año, y otros, como Supervivientes por ejemplo, aunque aguantan el tipo con cierta dignidad no llegaron jamás a las cotas de éxito de GH, su hermano mayor.

    Decía que la polémica es uno de los reclamos principales de GH; un programa que se vendió, no nos olvidemos, como “la vida en directo”.  El conflicto es consustancial a la vida y el condimento necesario para que cualquier  programa de tele realidad mantenga un mínimo de interés y pueda avanzar, porque sin él, paradójicamente, no hay posibilidad alguna de desarrollo ni crecimiento.  Gran Hermano, además, es un concurso condicionado y organizado precisamente para que surjan los conflictos y no conviene, entonces, asociarlo siempre y de forma equivocada o exagerada con la gresca y la bronca tabernaria, con episodios de agresividad gratuita ni con otro tipo de situaciones poco ejemplares; porque una misma moneda tiene siempre dos caras y el conflicto entendido en sentido positivo puede convertirse en una oportunidad para aprender y evolucionar. Lo que vale también para GH.

    El concurso, por tanto,  tiene su razón de ser en la polémica y el conflicto. Es más, lo busca constantemente porque de ello depende gran parte de su éxito; de forma que las actividades y las reglas del programa se determinan y predisponen para generar tensión en la convivencia y provocar, dentro de un orden, claro, enfrentamientos y disputas. Nos guste o no es la forma más eficaz y antigua de conseguir que el público se interese y se cuelgue del programa. Incluso el casting, la selección definitiva de los concursantes, forma parte de esta estrategia: la de confrontar personalidades dispares y elegir personas con situaciones problemáticas o perfiles excéntricos que causen expectación.  La táctica de provocar un cierto morbo por saber como determinados personajes se desenvolverán en la vida de la casa y de qué manera se relacionarán con el resto de los compañeros.   Así, los gerifaltes del asunto maquinan mil y una situaciones para que se produzca movimiento en Guadalix de la Sierra; cualquier cosa para que exista interacción y roce entre sus habitantes.  El caso es comprometer y desestabilizar la convivencia para que nosotros lo veamos, opinemos y en último término votemos. Todo un montaje perfectamente orquestado bajo la batuta experta de Mercedes Milá ejerciendo de maestra de ceremonias.

    Si el desarrollo del concurso es demasiado apacible y todo se desenvuelve de forma más amable que en un convento de Clarisas, el asunto puede convertirse en un muermo soporífero para el espectador. Por eso, cuando no pasa nada en Guadalix, aparecen entonces las quejas de los seguidores del programa y se critica a tal o cual  concursante, acusándolo de ser tan pasivo o aburrido que parece un mueble más de la decoración de la casa; o surge la reacción espontánea entre muchos internautas y blogueros de defender y pedir que no se eche a otros, por muy impresentables y controvertidos que sean,  ya que si ellos se van, la cosa pierde gran parte de morbo, interés y expectación.

    En fin, que con las cosas de comer no se juega y si no hay bronca ni disputas puede caer la audiencia en picado. Así de simple.  Ya se encargará la organización del programa de procurar que el tema no decaiga introduciendo en cada edición nuevas sorpresas y novedades.  Además están los métodos de siempre para animar el cotarro: estimular la competitividad (no nos olvidemos que el premio final, una buena pasta, es la zanahoria que mueve a cualquier tortuga), proponer y diseñar a veces pruebas tan complicadas y retorcidas que si no se superan supondrá precariedad monetaria (lo que suele ser “la madre de todas las batallas” al tener que racionar la comida y disponer de un menor acceso a caprichos y vicios como alcohol y tabaco); y fomentar, por último, otro tipo de circunstancias que puedan mermar y torpedear una plácida convivencia como la imposibilidad de descanso o la restricción de espacios, por poner otro par de ejemplos.

    Por si esto fuera poco están también las nominaciones. El elemento consustancial del juego. El momento de la verdad. Cuando todos ellos deben sentarse en el confesionario ante el ojo de GH (que somos nosotros) posicionándose y retratándose en función de las relaciones establecidas con sus compañeros. Es la hora de tomar partido, de desvelar intrigas, plantear estrategias y confirmar alianzas.

    Al final, ante el cúmulo de tantas circunstancias se generan roces y susceptibilidades que pueden desembocar en conflictos de convivencia; pudiendo transformarse en duras e interminables polémicas si llegan a cotas indeseables o derivan en situaciones de alta tensión, sobre todo si trascienden a la calle y a los platós implicando a terceros, normalmente familiares y amigos.   Al fin y al cabo la convivencia, en sí misma, es la asignatura más dura de todas para cualquiera.  La rutina del día a día, el cansancio de las pequeñas batallas, los egoísmos mezquinos, los reproches acumulados y las cuentas pendientes que se agigantan por cualquier nimiedad acaban convirtiéndose demasiadas veces en puro resentimiento y hondo rencor.
    Y luego está la química y la física, que une o separa voluntades y personalidades tan dispares y complejas. Un “totum revolutum” vamos. Un cóctel que agitado convenientemente por las manos expertas, y a veces tendenciosas de los que dirigen el asunto, nos lleva a situaciones complicadas que estallan y atraen a una audiencia millonaria como moscas a la miel.

    El problema se produce cuando la fiesta se les va de las manos por errores de bulto en el guión o por las pequeñas intervenciones diseñadas por la organización del concurso con el objetivo de dar un giro al programa. Cuando estos cambios no se hacen con la inteligencia y  la transparencia necesarias, aún presuponiendo buena fe, pueden transformarse, como sabemos, en una burda manipulación de consecuencias imprevisibles.  Y aquí no me refiero sólo a las torpezas conscientes o inconscientes de la dirección del programa, sino también a nosotros mismos, los espectadores, que desde foros y blogs podemos cometer parecidas equivocaciones para acabar todo como el rosario de la aurora.  Son éstas, polémicas que nacen y se desarrollan en el mundo virtual con GH como telón de fondo,  en un plano paralelo al programa, y que todos los que nos movemos por estos mundos hemos vivido en directo o sufrido al menos en algún momento como asombrados espectadores.

    Recuerdo ahora aquel viejo axioma del periodismo: la noticia es la mala noticia. Lo cierto es que en general la felicidad y el "buenismo" no vende, tan sólo vende cuando se produce al final de la peli y los protagonistas son felices y comen perdices, o cuando nuestro favorito o favorita triunfa y se lleva el maletín repleto de billetes. Pero siempre, antes de la victoria, deben sufrir para superar una serie de peripecias y penalidades que les dé el derecho a disfrutar plenamente de la euforia final, y también para que algunos o muchos de nosotros vivamos con ellos nuestra particular catarsis; que según los casos consistirá en un chute de felicidad, en una terrible frustración o simplemente en indiferencia.

     Las existencias plácidas están bien para nosotros, para familiares y amigos; pero lo que queremos ver ahí, en la tele, en Guadalix de la Sierra, es algo que nos provoque una tormenta de emociones, que nos entretenga y sobre todo que satisfaga ese deseo y anhelo ancestral, grabado en nuestros genes, de ver y escuchar historias sobre la vida de los otros que nos conmuevan y sorprendan.

    Miles de años después, a pesar  de los increíbles avances tecnológicos y de tanta revolución social, a los seres humanos nos siguen gustando las mismas cosas, y una entre ellas es el interés por los demás, por sus vidas y sus circunstancias. Y nada nos mueve más que identificarnos con ellos y la posibilidad de influir en sus destinos.

    Aunque he desbarrado más de lo que pensaba tirando del hilo del asunto, como fan irredento del programa regreso de nuevo al principio para preguntarme qué sería de GH sin las polémicas y controversias que todos recordamos y hemos vivido.

    A continuación realizaré un breve repaso de algunas de las muchas polémicas que desde mi punto de vista, parcial y subjetivo, marcaron el programa.

    GH1 por ser el primero se llevo las tortas más gordas. El programa era polémico en sí mismo y nos demostró a todos su poder de influencia y fascinación. Las actitudes negativas y los odios que generaba en millones de personas cualquier comportamiento inapropiado de un concursante, y que en la calle apenas tendría importancia, asustaban y sobrecogían por la trascendencia que llegaban a alcanzar en el programa. Para la historia quedó la expresión recurrente de que dentro de la casa todo se magnifica.  El famoso ¡JOODEETEE! de Vanesa a Silvia ante las cámaras fue el mejor ejemplo. También nos demostró lo que podía pasar con las historias de la casa que se trasladaban al exterior y que se removían después en programas satélites, como pasó con la relación entre Mª José Galera y Jorge Berrocal.

    En GH2 el asunto más vidrioso fue la expulsión de Carlos, el yoyas por supuesta violencia. La relación peculiar que mantenía con Faina desató la caja de los truenos.  Multitud de asociaciones de espectadores y particulares cargaron contra el programa porque consideraban aquellas relaciones nada ejemplares, machistas y rayanas en el maltrato. El programa expulsó a Carlos y curiosamente hoy en día forma con la canaria una de las parejas que mejor resiste el paso del tiempo. Los dos siguen juntos y han formado una familia.

    En la única edición en que no estuvo Mercedes Milá al frente del programa, GH3, la mayor controversia para mí surgió sobre todo en el plató con Pepe Navarro como presentador. Su rifirrafe con Noemí fue de antología y las faltadas y vaciles que le dedicó a algunos concursantes como Melba y Jacinto no tuvieron desperdicio.  Además, en esta edición apareció Kiko (mejor me callo) y su controvertido lío con Patricia. En los platós se produjo la explosión de los familiares estrella. Encarni, la madre de Patricia, fue el paradigma perfecto de esa nueva especie de familiar cuyo objetivo, consciente o inconsciente, era eclipsar a su defendido y superarlo en fama.

    De GH4 además de las hazañas sexuales de Matías no recuerdo gran cosa a nivel de polémicas.

    De GH5 me quedo con lo escandaloso de la selección de concursantes como Aida Nízar, la que tenía conexión directa con Dios y se creía divina. Todavía hoy no sé si realmente necesitaba ayuda o simplemente se quedó con todos nosotros. Que me lo expliquen. Si Fresita popularizó aquello de “Salou es mío”,  Aida apuntó más alto y sólo le faltó decir que Dios era suyo.

   GH6, una edición que prácticamente no seguí, menos mal, fue la edición de los excesos y abusos verbales por excelencia. Bea la legionaria y Niki fueron los dos exponentes de tanta chabacanería.

   En GH7, la edición del gran Pepe y su nominator, se desató la polémica de las nominaciones, con denuncias de amaño por parte de la asociación de usuarios de la comunicación por la doble nominación y con protestas incluso a las puertas de Guadalix de la Sierra. La organización del programa tuvo que salir al paso de tales acusaciones dando las explicaciones pertinentes.

   Por circunstancias, GH8 lo seguí sólo a ratos, y lo relaciono con la controvertida personalidad de Dani el Sucio (personaje o realidad); pero la polémica más sonada fue la de la banderita  japonesa con la expulsión de Greta y las consecuencias que trajo.  
    En GH9 se produjeron varios asuntos controvertidos pero yo me quedaré con dos. Uno, serio, sobre el que se pasó de puntillas en su momento, y que fue la actitud amenazante y agresiva de Oliver, el infumable cantante canario, hacia su paisana Karen.  Menos mal que la cuestión no fue a mayores por la intervención providencial de Dadi.  Y el otro asunto polémico entre comillas, por curioso, fue la defensa fuera de lugar que hizo Mercedes, ante los lógicos reproches de sus compañeros, de la guarra costumbre que tenía el peñazo de Andalla de mearse en la ducha de todos. Anda que no trajo cola el asunto al confesar la presentadora ante toda España, para justificar su defensa, que ella en la ducha de su casa hacía lo mismo, y lo a gustito que se quedaba. Podríamos hablar también de Amor, de Ángela la ciega y del supuesto acoso que dijo sufrir el fumetas de Fleki por parte de Paula.

    GH10 lo dejaré para otro día porque para mí fue y será la edición de la polémica de las plataformas, de los blogs y demás.   Merece un capítulo aparte.

    GH11 está todavía demasiado reciente y debatido como para tener una perspectiva clara.  Pero además del "affaire" de Arturo e Indhira (menudo hartazgo), la polémica que prendió fuera, sobre todo en los blogs con las consecuencias que sabemos, fue el tema Tatiana y el agrio debate sobre si mencionó o no lo de la grabación con el móvil de la dichosa pelea en sus tiempos de instituto.  Particularmente la cuestión que más me indignó fue el nunca suficientemente aclarado "expediente" Lis en la casa espía, y que tuvo como consecuencia el abandono prematuro del programa de esta concursante.  También está el tema Hans y el modo cómo se reveló su condición de transexual.  En resumen, mucha tela que cortar.

    En definitiva, ésta es mi visión sesgada y tal vez distorsionada por el paso del tiempo. Cada uno tendrá su propia opinión, coincidente o no, sobre cuáles fueron las verdaderas polémicas que marcaron el devenir de Gran Hermano, pero ésta es la mía. El tema, curiosamente, además de inagotable, es también polémico y daría para llenar una enciclopedia.

    Saludos marulos y que empiece ya el espectáculo.

Marulo
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